Dedicado a: andrea_gali 〜

Bebé...

El silencio y la calma que tenía el bosque en la mañana era lo que la mayoría de los lobos buscaban. La sensación de "conectarte" con la naturaleza y no escuchar otra cosa que no fueran grillos, el viento, las cigarras o ramas romperse era tentadora para cualquiera.

MinRi aprovechó lo que quedaba de la mañana para transmutarse. Corrió hasta que se cansó, olfateó hasta que su lomo dolió por agacharse tanto y saltó y jugó hasta que sus energías se agotaron.

La omega, sin importar que tan sensible fuera su piel, se acostó en el suelo después de volverse a colocar el vestido. No le importaba si las ramas y las hojas secas la lastimaban, pues el sol, al este del bosque, alumbraba el celeste cielo frente a ella, dándole una vista digna para fotografiar.

Ver el cielo la hacía pensar e inconscientemente llevó su mano derecha a la nuca.

Aún si ya tenía la marca cicatrizada tenía que seguir con el cuello cubierto, eso significaría no poder recogerse el cabello ni peinarse de otra manera que no sea suelto porque cualquiera que la viera desde atrás se percataría de la cicatriz de una mordida enorme en su cuello.

Sin perder más tiempo se vendó y se terminó de cambiar para ir con los Kim o recorrer el pueblo.

—¡Min-ah!

La albina abandonó el bosque cuando escuchó que la llamaban a lo lejos. Ilhwa, la segunda hija de los Min agitaba su mano con entusiasmo para llamar la atención de la omega, que miraba a todas partes desconcertada.

—¡Blanquita! ¡Te necesitamos en el taller! —gritó la peligris con una amplia sonrisa. MinRi miró a su dirección y a pesar de estar descalza corrió hacia ella con una sonrisa.

—¡Unnie! ¿Qué pasa? ¿Se acumularon pedidos?

Ilhwa abrió sus abrazos con felicidad.

—¡Feliz cumpleaños! —Se lanzó al cuerpo de MinRi en un abrir y cerrar de ojos y la agitó con emoción entre risas —¡Eres toda una mujer!

MinRi soltó una risa y la abrazó de vuelta —Gracias unnie, pero mi cumpleaños es solo un día más, no es para tanto. Mejor dime que pasa, ¿tienen muchos pedidos?

La peligris negó, agitando sus dos manos —Nada de eso, ¡te haremos un vestido!

MinRi, al igual que su lobo, ladeó la cabeza con confusión.

—¿Es algo como un regalo de cumpleaños o algo así?

—Te lo queremos regalar para que lo uses esta tarde —MinRi ladeó la cabeza de nuevo, sorprendiendo a Ilhwa —¿Cómo? ¿No has escuchado lo que dicen las Lee?

—He estado en el bosque toda la mañana, no sé de qué hablas unnie.

—Pero Min-ah, todos están pasando la voz, ¿Enserio no sabes? —MinRi, sintiéndose confundida, negó —¡Hoy en la plaza principal se festejará tu cumpleaños junto con el regreso del alfa Jeon!

—¡¿MI CUMPLEAÑOS?!

Asintió —Sunji dijo que todo fue idea de Namjoon. ¡Así que vamos! Tenemos tela que cortar y un vestido que hacer antes de las cuatro.

La omega no pudo evitar sonrojarse —¿Namjoon hizo todo esto?

Ilhwa sonrió al verla reaccionar así. Era obvio que Namjoon estaba lo que le seguía de enamorado de MinRi, por lo que casi nadie se sorprendió ante la idea que tuvo el mayor, pero recordó que la albina no tenía idea de sus sentimientos.

—¿Será que ya estás abriendo los ojos, Min-ah? —Ilhwa murmuró en voz baja, golpeando levemente el hombro de la albina, que la miraba confundida. Cuando sonrió al ver la expresión de la albina, fue cuando se percató de los vendajes de su cuello —Oh, ¿qué te pasó ahí?

Aunque a MinRi no le gustara mentir, no le quedaba otra más que decir que se había lastimado. Era mil veces mejor eso a que tener que dar el anuncio de que prácticamente ya estaba casada.

Los lazos eran una cosa seria y maravillosa para el pueblo. Todas las uniones se festejaban con una ceremonia matrimonial y al final, frente a todos en la capilla, los dos se decían palabras de amor y cuando abandonaban la fiesta, el alfa marcaba a su pareja, y después "consumaban su amor" con el enlace recién hecho, justo cuando las emociones, las sensaciones y los sentimientos estaban a flor de piel.

Por obviedad, Jeongguk y MinRi se saltaron absolutamente todo eso. Y no tenía ni idea el qué podía ocurrir con ellos dos si alguien se enteraba de eso. Había leyes en contra de los dobles lazos pero nada sobre los lazos forzados.

Así que, MinRi dijo la excusa que le iba a decir a todos los que le preguntaran.

—Me caí del árbol hace unos días y me lastimé. Pero no tienes nada de qué preocuparte ¿está bien?

La omega entrecerró los ojos —Mmh, haré como si te creyera.

MinRi soltó una risa, ocultando su nerviosismo. El camino al taller no fue largo, por lo que cuando llegaron, las dos hermanas Min junto con su madre comenzaron a tomarle las medidas y a cortar la tela.

Como era costumbre, el vestido sería blanco. Pero como la señora Min despertó creativa decidió llenar su vestido con detalles del color de sus ojos.

—Ay mi niña, ¡me siento como si hiciera tu vestido de novia!

Ilhwa llevó las dos manos a su pecho, sonriendo mientras otra voz se escuchó.

—¡Ay qué emoción! —Habló Haneul, la penúltima de los Min —¡Estás en tu núbil, Min-ah!

MinRi negó con una sonrisa —Aún no es tiempo, Hany.

—Mi lazo con Hyungwoon fue a tu edad, lo recuerdo como si fuera ayer. Recuerdo que lo conoc...

La peliblanca descansó su mentón en ambas manos, escuchando con atención las historias de amor que la señora Min le contaba. Las hermanas, que ya se sabían la historia de memoria, sonrieron al ver a MinRi con la expresión de enamorada en su rostro.

—Namjoon se va a morir cuando la vea.

Ilhwa abrió mucho los ojos y golpeó a su hermana menor —¡Cállate Haneul! Min-ah te puede oír — Habló entre dientes.

—¿El señor Min y Yoongi llegaron hace mucho?

Preguntó MinRi cuando la cinta métrica suave tocó su cintura. Haneul negó.

—Aún no llegan, fueron a recoger unas telas junto con Jungwoo.

—Nos hicieron ese favor —dijo Ilhwa con una sonrisa.

Inconscientemente MinRi recordó a su padre, luego a su madre y después a todos sus hermanos. Cerró los ojos con brusquedad cuando recordó sus expresiones de miedo y dolor antes de que los asesinaran. Mentiría si dijera que no lloraba por ellos. Namjoon le había repetido muchas veces que no estaba bien envenenar el alma con un sentimiento como el odio, pero no lo podía evitar.

Anhelaba vengarse para poder que su familia descansara en paz de una vez por todas. No dejaba de imaginarse cómo se hubieran visto sus hermanos menores en esos momentos. Su hermano menor ahora tendría veinte y su hermana diecisiete años.

Las Min se miraron entre sí sin saber qué hacer. MinRi estaba mirando hacía el frente con una mirada tan gélida y seca que sintieron los vellos de los brazos erizarse.

Cuando MinRi pensó en Bogum, su hermano mayor, una voz la sacó de sus pensamientos.

—¿Min-ah?

MinRi fingió una sonrisa —¿Qué sucede Hany?

Las hermanas sintieron escalofríos e Ilhwa bajó la mirada. Los ojos de MinRi se sentían como dagas listas para clavarse en su interior.

Haneul, aún ligeramente conmocionada, señaló su rostro levemente —Estás llorando.

Por inercia la omega tocó sus mejillas y sonrió, sintiéndose avergonzada.

—Oh, lo siento —agitó levemente sus brazos, restándole importancia —Recuerdos familiares.

—No llores niña, tu familia ya está descansando.

Mentira.

—Eso espero —MinRi habló entredientes, sabiendo que su familia estaba haciendo todo menos descansar.

Las Min no supieron que más agregar y la observaron mirar hacia el suelo y negar repetidas veces con lentitud. Lo único que sabían es que MinRi fue encontrada moribunda en el bosque por Yowon y Seokjin, y que todo su clan fue eliminado, nada más.

No sabían el por qué, el cuánto tiempo estuvo MinRi en el bosque, cómo escapó o cuántos integrantes tenía exactamente su clan. Solo sabían lo mismo que la mayoría de las personas del pueblo. Y por miedo, no se atrevían a preguntar.

—¡Hola familia!

Las cuatro mujeres miraron a la entrada del taller, en donde el señor Min, junto con Yoongi y Jungwoo entraban con enormes rollos de tela de muchos colores. Sunhee se paró a ayudar a su esposo e hijos y les indicó donde dejar la tela, mientras que Ilhwa y Haneul ya tenían en sus brazos a MinRi, quien ya estaba más tranquila.

—Ya, ya, no exageren, les juro que estoy bien.

Las Min la apretaron más fuerte —Nosotros somos tu familia ¿okey? Nosotros y el pueblo entero.

La albina sonrió al verlas hacer un puchero.

—Lo sé, y estoy muy agradecida —Aunque las tres eran omegas, la diferencia de altura entre MinRi y las hermanas Min era evidente. La albina no pudo evitar sentir ternura al verlas con el rostro elevado para mirarla a los ojos —¡Ay! ¡Las quiero mucho! —Las abrazó de nuevo, pero esta vez con más fuerza, y las omegas, hicieron exactamente lo mismo.

Los Min, junto con Sunhee observaron la escena con ternura.

—Bueno, bueno. Tengo que ir con Yowon, ¿ya tienen todas las medidas?

Sunhee asintió —Ven como a la una o las dos mi niña, a esa hora ya te tendré listo tu vestido ¿está bien?

MinRi asintió y abrazó a todos en forma de despedida, incluyendo a Hyunwoo y a Yoongi, quienes la felicitaron con una sonrisa y un fuerte abrazo.

La albina salió del taller con repentina nostalgia y mal sabor de boca.

Regresar al bosque no parecía buena idea, pero mentiría si dijera que quería regresar con los Kim. Tampoco quería ir a su falso hogar con Jeongguk, pero su casa ya no era un lugar al que podía regresar, pues ya estaban a punto de terminar de demolerla y era más escombro que una casa.

Porque si, Jeongguk la había mandado a demoler dos días después del lazo, ya que la albina ya no la necesitaría. Al principio MinRi enloqueció. No solo se estaban poniendo en evidencia sino que nuevamente le estaba quitando algo.

Pero como era de esperarse y como Jeongguk era el próximo alfa supremo, nadie preguntó ni dijo nada sobre su relación con MinRi. Solo dio una orden y todos asintieron y sacaron sus cosas de la casa.

Cuando Jeongguk dormía, MinRi iba a meterse a su habitación vacía, pero si el frío era insoportable o simplemente no quería estar sola, optaba por irse con Namjoon.

Nadie se dio cuenta que ahora "vivían juntos", pues tanto la casa de Jeongguk y la de MinRi estaban alejadas de las otras, curiosamente por el mismo motivo: estar más cerca del bosque.

Así que, sin lugar a donde ir, caminó sin rumbo por el pueblo.

Los preparativos ya estaban comenzando, y mientras los Lee la saludaban y ponían las mesas, los Choi decoraban una de las palapas principales. Ya habían niños jugando o corriendo alrededor y el ambiente se hacía cada vez más hogareño.

Algunas familias fueron y le dieron un abrazo al igual que buenos deseos, otros le dijeron que la felicitarían en la fiesta, cuando ya estuvieran arreglados.

La omega asintió con diversión y siguió caminando por el pueblo, hasta que un olor conocido la dejó inmóvil.

—MinRi...

Esa voz.
Aunque hacía una noche la había escuchado, por alguna razón se sentía como si hubiera pasado mucho tiempo sin oírla.

Se giró sobre sus talones y lo observó. Su chamarra de cuero estaba abierta, dejando ver su playera blanca y llevaba unos jeans negros más rectos que entubados. Su cabello estaba atado en una pequeña cebolla y sus perforaciones le daban el aire de alfa rebelde que llevaba siempre.

El ambiente se sentía diferente. Esta vez ninguno de los dos bloqueo el lazo, la omega sintió de golpe la vergüenza, la culpabilidad y el arrepentimiento que Jeongguk cargaba sobre sus hombros.

Recordó la pelea, el motivo y la sinceridad con la que ella le había hablado.

—Jeongguk, no quiero pelear.

MinRi se apresuró en decir. El alfa sintió tristeza en MinRi y no pudo evitar odiarse por eso.

Negó con rapidez, acercándose un paso más hacia la omega.

—No vengo a pelear, vengo a disculparme.

Sintió tristeza. MinRi supuso el motivo de su presencia desde que sintió el arrepentimiento del alfa, pero no sabía bien de el por qué.

—¿Por?

Jeongguk mordió su labio inferior con nerviosismo —No he cumplido mi palabra MinRi —la albina frunció el ceño, y Jeongguk continuó —Te dije que haría que esto funcionara y parece que estoy haciendo lo contrario.

MinRi, sin dudar, bloqueó el enlace de nuevo. Provocando que al mismo tiempo dejara de sentir a Jeongguk. No quería que el alfa supiera que se sentía culpable.

No lo bloquees. Quiso decir Jeongguk, pero sabía que no estaba en posición de pedir algo.

—Nadie te pidió que lo hicieras, entonces está bien, Jeongguk —la albina fingió tomar ese comentario a la ligera.

El pelinegro negó repetidas veces de nuevo —No, no está bien, Rin —La culpabilidad creció —Pero estoy trabajando en eso ¿Si?

—Claro —Sonrió, o mejor dicho, hizo una mueca y se alejó dos pasos del alfa, lista para reanudar su camino sin un destino en específico

—Y MinRi...

La albina paró el paso — ¿Si?

Jeongguk, de dos largas zancadas llegó a MinRi y sin dudarlo la llevó a sus brazos.
No la dejó ni siquiera reaccionar. Solo se encorvó para abrazarla por la cintura, tomando desprevenida a la omega.

—Feliz cumpleaños.

MinRi no sabía cómo contestarle a eso. Tenía sus dos brazos en el aire y dudaba si debía devolverle el gesto o no.

Jeongguk la apretó un poco más y aspiró su aroma. La albina se rindió y llevó sus brazos a la espalda del alfa, que sonrió en el hueco de su cuello.

—Gracias, Gguk.

Se separó del más alto y sonrió levemente sin mostrar los dientes, como si lo hiciera por mera lástima.

Jeongguk observó que tras MinRi ya habían unos niños observándolos con curiosidad y no pudo evitar sonreír al verlos tan pequeños a lado de la omega y de él.

—Te veo más tarde en la plaza, bebé.

MinRi frunció el ceño cuando escuchó el apodo. Antes de que pudiera decir algo, Jeongguk agitó su mano en forma de despedida y trotó hacia el bosque.

La albina para nada se esperaba un gesto como ese.
Es decir ¿Un apodo cariñoso? ¿A esas alturas? ¿En su rara situación?

Hizo una mueca, simulando una sonrisa y la culpabilidad la hizo sentir mal de nuevo.

—¿Min-ah?

La omega se giró, aún aturdida por lo que acababa de escuchar, pero sonrió con dulzura cuando se encontró  con cinco niños que la miraron con una sonrisa y con los bracitos extendidos. MinRi se agachó y con emoción los niños se transformaron en lobitos juguetones que saltaron sobre ella apenas sus rodillas tocaron el suelo.

Mientras se turnaban para ser apapachados por la omega albina, Jeongguk observó de lejos, enternecido por la vista.

—Espero que un día llegues a quererme, Rin.

♥♥♥

ME TARDÉ, LO SÉ Y LO SIENTO MUCHOOOOO

MinRi es la Sasuke del fic jnsduwfbweu

Ya van siete caps que ocurren el 7 de enero y falta uno omg. PERDÓN si el arco de MinRi es muy largo y los aburre, pero es muy necesario para la trama, pues de aquí empieza el drama chido

Y ya extrañaba a ggukie♥

Les dejé una pista sobre los Khal antes y tendrá algo que ver con el siguiente cap

Ahooooora datos curiosos de hoy:

1. La ropa que más utiliza Jeongguk en este fic son las chamarras de cuero, su segunda cosa favorita de la ciudad. (Su primer cosa favorita son las perforaciones).

2. Los ojos de MinRi son muy claros.
Aquí el Pantone del color de sus ojitos:

¿Preguntas? Hazlas aquiiii

¡Nos leemos pronto!

;hiena