Había olvidado algo importante.

No solo necesito el valor para ir y tocar su puerta, esperar que me abra y lo primero que haga sea abrazarme. Pero ya era tarde cuando me di cuenta de que no había confirmado nada en llamadas ni mensajes. Tuve el valor de ir hasta su departamento, tocar el timbre y esperar mientras la ansiedad me consumía. Pero fui ingenuo y tonto, porque nunca me respondió. Tal vez debí haber esperado más tiempo, hasta que regresara del trabajo.

Al lado de la puerta había varias cajas, supuse que eran nuevas cosas que había comprado. Al acercarme, el nombre del paquete era diferente. Me pregunté si ahora vivía con alguien más. Recuerdo que Taehyung vivía cómodo en su departamento, un lugar costoso pero todo lo que necesitaba. El lugar no era grande pero tampoco pequeño. Tenía la curiosidad de si a Taehyung le gustaba convivir con más personas en su casa. Si había cambiado en este tiempo y ahora estaba dispuesto a pasar tiempo juntos en una habitación.

— Disculpe, si busca a la señorita Ahn no llegará. — Escuché una voz femenina a mi lado. Era una señora sosteniendo unas bolsas, yendo hacia el reciclaje. Tal vez me vio como si esperara a alguien, y es verdad, llevaba esperando un buen rato desde que llegué — ¿Eres su novio? — preguntó.

La miré confundido y ella sonrió dejando las bolsas a un lado. Se acercó y cruzó los brazos.

—Ya veo, ¿la estás cortejando? La señorita Anh es alguien ocupada, casi nunca llega a casa. Esas cajas están desde hace dos meses — miró las cajas y de paso me miró de nuevo. ¿Hace dos meses? ¿Cómo puede ser, si aún están sus cajas significa que Taehyung no está? — Es una adicta al trabajo.

— Ajumma, ¿Conoce al chico que vivía aquí? — pregunté.

—Niño, llevo aquí una semana. No podría saber quién vivió aquí, solo sé que la señorita Anh no ha terminado su mudanza, por estas cajas que deja. Si eres su novio, hazte cargo. Sé un buen hombre, cortejándola, y mete sus cajas adentro.

—No soy su novio. — confesé antes de que me pusiera más incómodo. Los betas no pueden distinguir olores, y yo no estoy en las mejores condiciones físicas para que suponga que soy un omega.

— ¿No? Creí que por la estatura eras él. Se decía que había un chico que hacía lo mismo. Se quedaba horas mirando la puerta y nunca tocaba. Si no eres él, debes volver a casa porque no hay nadie. — dijo con un tono tranquilo y melancólico. Volvió a agarrar sus bolsas y me dejó solo en el pasillo.

Toqué nuevamente la puerta, y di un último suspiro para tomar mi paraguas y salir del departamento. Si el lugar estaba vacío, Taehyung no está ahí. Ahora no sabía dónde estaba. No tenía a nadie para saber el paradero de Taehyung o que quisiera decírmelo. Si se fue, ¿a dónde habrá ido? Sé que estoy mal, pero realmente necesito que vuelva y me diga: te amo. Una vez más, aunque sea una última vez.