Día 6
Zoro odiaba el frío, realmente lo odiaba con toda su alma, había tenido pésimas experiencias con las temporadas de invierno. Tal vez sea por esas mismas malas experiencias que él no fuera un amante en absoluto de las bajas temperaturas, no era como su novio que venía de una ciudad fría.
Aunque Zoro no sabía realmente de dónde venía si había vivido en diferentes ciudades, la peor de todas era una ciudad que acostumbraba a estar en bajas temperaturas la mayoría del año y había sido de las experiencias más espeluznantes que había tenido que vivir.
Nada podía ser peor que aquellos días.
Recordar las bajas temperaturas, sentir su cuerpo congelarse de a poco hasta no sentir algunas partes de su cuerpo hacían que Roronoa tuviera que llevar mil y un abrigos para no morir por hipotermia. Para que aquellos recuerdos no lo petrifiquen.
El no soportaba las bajas temperaturas de la ciudad no porque su cuerpo no pudiera, su mente era la que no podía soportarlo.
Se cerraba completamente, ni siquiera estaba de humor para soportar a sus amigos y si no fuera por la infinita paciencia que le tenía su novio él ya hubiera tomado sus maletas para tomar el primer vuelo o camión para irse directo a una ciudad calurosa hasta que el frío pasará en esa zona.
No le importaría dejar su trabajo y la escuela durante ese tiempo, sin embargo, Law lograba convencerlo de no ser tan drástico en estas "fechas tan especiales". Fue muy difícil, en especial los primeros dos años pero Law lo entendió.
Poco a poco el más alto se convirtió en la única razón por la cual se tuvo que prevenir todo el año para esas fechas, comprando abrigos enormes a un precio más accesible de cómo estaban en pleno invierno.
Law en cambio amaba poder abrazar tanto como pudiera a su novio, si claro, había sido muy difícil al inicio de su relación porque un día simplemente tomó las maletas y se fue. Cuando volvió a saber de él estaba con "su familia" en Miami.
El ojeroso estuvo tentado a tomar un vuelo, fueron al menos cuatro meses sin él y se volvió a repetir los siguientes cuatro años. Zoro no soportaba estar rodeado de frío, ni siquiera artificial por lo que Law estudio y consultó a expertos para saber qué podía hacer para ayudar a su novio.
Claro que fue difícil, claro que quiso tirar la toalla muchas veces en las que Zoro se iba muerto de miedo envuelto en mil cobijas a un lugar repleto de calor con su "hermana" y "padre", pero Law no se iba a rendir porque Zoro lo valía completamente, tenía el apoyo de sus amigos y los de Zoro así que lo volvió a intentar.
Le costó mucho decirlo, era algo tan privado que solamente sus amigos lo sabían y nadie había abierto la boca porque se lo juraron, pero lo hizo. Zoro finalmente le confesó a Law todo lo que había pasado en los inviernos que había vivido, le contó su horrible infancia y porque su "familia" no tenía ni un solo parecido ni un solo apellido igual.
Law pasó un buen rato digiriendo que el pequeño Zoro pudo haber muerto en una guerra de bandas criminales, encontró el cadáver de su mejor amiga y el de su cuidador. Zoro fue alguien muy valiente para llamar al oficial que investigaba por la zona pero lo fue aún más al regresar por la pequeña niña que lloraba en una esquina en medio del combate de armas de fuego.
El ojeroso admiraba a su novio, pasó por tantas casas, por tantos orfanatos, vivió los inviernos más fríos solos y sin saber porque no tenía padres o porque lo regresaban. No le avergüenza decir que lloró cuando Zoro le contó como recordaba su cuerpo congelándose, casi pierde algunos dedos si no se las hubiera arreglado para entrar en calor.
Fueron días tan difíciles para Zoro y Law entendía mejor porque tanta resistencia a quedarse en ese clima, incluso hizo una alcancía para poner dinero para los viajes de Zoro en dado caso de que lo volviera a necesitar.
Cuando Zoro le contó todo, las cosas fueron mucho más fácil, incluso fue a terapia para poder vivir con normalidad porque realmente quería ir a visitar a los Trafalgar en invierno. Esa era la única época en la que todos se reunían y él quería ser parte de eso.
Por lo que Zoro aceptó el apoyo de Law, el ojeroso lo ayudaba a sobrellevar el trauma con paciencia, paso a paso y si lo comparaba con sus inicios ya no le costaba tanto hacer que su necio novio cediera a salir de vez en cuando con la nieve cayendo del gris cielo.
Trafalgar había logrado, lo aceptaba con mucho orgullo, que Zoro recuperara ese cariño por el invierno de a poco. Aún lo trabajaban pero ya no era como un gato arisco, ahora incluso lo metía dentro de su abrigo mientras estaban en casa y él ya podía darse el lujo de abrir una ventana a propósito para que su novio se refugiara en él.
No podían culparlo ni regañarlo porque, para él, valía completamente la pena hacerlo.
Zoro era como un pequeño gatito buscando calor, se acurrucaba en su pecho y ya no salía de ahí porque moría de frío y Law amaba que hiciera eso. Que fuera a él cuándo lo necesitara le llenaba el pecho de orgullo porque se había ganado a pulso ser el apoyo del gran y terco Roronoa Zoro.
Solamente el asombroso y único Monkey D. Luffy lo había logrado antes, Law se sentía sumamente especial por eso. Siendo Luffy su mejor amigo desde que fue adoptado por "su padre" era un gran logro para el ojeroso.
Mucho más que toda su carrera en medicina.
Además, para Law, poder estar con el cuerpo de su novio encima suyo mientras trabajaba era asombroso; lo hacía sentir aún más cálido de lo normal y se llevaba el premio doble ya que ayudaba a su novio a reconciliarse con el frío con constantes muestras de afecto. Era como un gato mimado en invierno y Law gustoso le daría todos los mimos que necesitará para que esté tranquilo.
¿Cómo no amar el frío si podía estar aún más cerca de su terco novio?
Además de los agradables recuerdos que tenía de su tierna infancia ahora Law tenía los recuerdos con su friolento novio y le ayudaba a reemplazar los horribles recuerdos que el moreno tenía de su, no tan tierna, infancia. Se esforzaba cada invierno y los esperaba con ansias si eso significaba poder demostrarle todo el amor que le tenía a su querido novio.
— ¿Quieres que vaya a preparar chocolate? — Preguntó el ojeroso al bulto en su pecho, había terminado su trabajo y por la hora podrían ver un par de películas.
— No — Contestó tajante, Law pudo sentir como se acurrucaba más en su pecho, sonrió sin ocultar cuánta ternura le daba que hiciera eso.
— Puedo llevarte ahí adentro si quieres — Propuso sin esconder la felicidad en su voz, el moreno se restregó descaradamente en su cuerpo para indicar que no saldría de ahí, definitivamente Law se sentía cada vez más enamorada porque hiciera ese tipo de cosas — Le pondré más malvaviscos — Canturreo.
Zoro finalmente asintió dándole luz verde a Law para levantarse con todo y su novio, ni siquiera tenía que preocuparse de que no se cayera porque el más bajo estaba abrazado a él como un koala a un árbol.
No tenía que preguntar, sus cuerpos se han acoplado perfectamente y puede reconocer sin dudar en donde está apoyado el gran trasero de su novio. El no diría que es un pervertido, simplemente conoce muy bien a su pareja ¿no sería extraño que no lo hiciera después de tanto tiempo juntos?
— ¿Vamos a ir a lo de Mugiwara-ya? Dijo que su abuelo iba a invitar a sus amigos.
— Cualquier fiesta que tenga a los Monkey es un desastre seguro ¿realmente quieres ir? — Preguntó desde dentro del abrigo, Law pudo ver sus ojos asomarse y sonrió por verlo así de tierno.
— Si tú quieres ir no importa lo demás — Aseguro, sonrió victorioso cuando las mejillas de su novio se pusieron rojas y él escondió su cara nuevamente.
— ¡Como sea!
Law dejó salir una risita al poner la cafetera para café, mientras estaba él se giró para hacer el chocolate para su novio. Sacó los malvaviscos que tanto le gustaban al moreno y vio enternecido como sacaba una mano lo suficiente para que viera cómo pedía que le diera unos cuantos con solo abrir y cerrar su mano.
— Eres un mimado Zoro-ya — Lo regaño.
Aunque claramente Law le dio los malvaviscos porque él era el único que tenía derecho de malcriar a su novio todo lo que quisiera. Si fuera por él, Zoro no tendría que esforzarse por nada el resto de su vida, le pagaría todo, lo tendría incluso con servidumbre si así lo quisiera...
Pero a Zoro le gusta su trabajo, actualmente es entrenador de artes marciales con espadas y es muy bueno en eso.
— ¿Sabes qué podríamos hacer ahora...? — Preguntó el ojeroso ladino.
Escucho la negación mucho antes de hacer su siguiente movimiento — No quiero hacerlo ahora, hace frío.
— Pero así nos calentamos mejor — Sonrió divertido cuando Zoro se quejó.
— Eres un calenturiento, lo hicimos hace unas horas.
— Nunca me canso de ti, Zoro-ya ¿qué dices?
No tuvo que contestar, la cafetera sonó indicando que el café estaba listo y el chocolate también esperaba por ser puesto en una taza especial. Law chasqueo la lengua sacando las tazas, la suya era amarilla, tenía una Jolly Roger de una cara sonriente con seis salientes que la rodeaban, la de Zoro fue un regalo de Luffy y también era a juego.
Un regalo muy sentimental y raro si se lo preguntan al ojeroso, pero Luffy y Usopp se habían tomado la molestia de crear una Jolly Roger para cada Mugiwara.
La de Zoro era una calavera tuerta, parecía tener una cicatriz cruzando su ojo izquierdo en honor a su propia cicatriz, tres pendientes dorados parecidos a los que Zoro usa en su oreja izquierda, una bandana que cubre la frente de la calavera y las tres espadas que maneja desde que era un crío.
Law admitía que los diseños eran buenos, no lo diría en voz alta nunca.
Una vez tuvo ambas bebidas se fue al sofá y dejó las bebidas cerca, regresó a la habitación por más cobijas antes de ir a sentarse y encender la televisión, ni siquiera tuvo que buscar mucho, ya había hecho una lista de películas para días así por lo que solo puso la primera y se acomodó.
— ¿Qué te parece salir para ver una película navideña? — Propuso con burla, la película ya estaba empezando a pesar de que Zoro negó de inmediato y lo hizo sonreír — Lo sabía, puse la nueva película de terror que sacaron ¿qué te parece?
— ¿Tengo que salir de aquí? — Se escuchó la voz ahogada de su novio, pero como estaba cerca de él la escuchó bastante bien.
— De otra forma no podrás tomar tu chocolate — Zoro se quedó en silencio, analizando que tan necesario era el famoso chocolate caliente con malvaviscos que hacía su querido novio, Law intentó no reír por su indecisión, en su lugar continuó hablando — Traje más cobijas y los malvaviscos.
Finalmente Zoro salió de a poco del interior de su abrigo, tallas más grandes exactamente para que su novio se metiera ahí. Zoro se cobijó completamente sin salir del abrigo más que para tomar de su chocolate, porque así acurrucados por el frío se dispusieron a ver la nueva película de terror, criticándola de vez en cuando o halagándola cuando algo bueno les llamaba la atención. No podían pedir nada mejor.
¡Esto es tan soft! Los amo, lo siento, morí de ternura con esto.
Si les soy sincera, no iba a crear una historia como tal para este Week, se fue formando de a poco mientras escribía y cuando llegue a esta parte dije "¿Porqué tanto bien a una vida?" era todo tan "perfecto" en la vida de las dos así que aquí esta la pizca de mal que les faltaba, esa pizca de cruda y cruel realidad que forman a las personas: El pasado de Zoro.
Si, termine cambiando algunas cosas por agregar este dato, forme mejor la relación de Law y Zoro así que no me arrepiento de nada porque siento que quedo mejor.
(Dato extra innecesario: Las partes pasaron de tener 1,000 o 1,500 palabras a tener 2,000 hasta 3,200, me emocione escribiendo y metía muchos más detalles de los que me imagine al comenzar ¿Creen que fue lo mejor? Jajaja).
También preferí seguir fiel a la muerte de Kuina porque eso marca mucho a Zoro, el padre de Kuina fue un daño colateral que se me ocurrió en el momento. No me malinterpreten, realmente me agrada el maestro pero era justo y necesario para un trauma tan grande como el que quedo en la versión de este Universo Alternativo.
Además me agrada esa idea de que Dracule sea su "padre" y siento que entre Perona y Zoro solo hay amistad, lo siento si alguien de los que esta leyendo los shippea pero aun no me convencen como pareja .
(PD. Si quieren presentarme esa religión no me negaré, sean bienvenidos todos los shipp cuerdos).
En fin, me alargo mucho en las notas como siempre ¡Nos leemos en la siguiente y última parte! No olviden votar y comentar si les gusto
— Gekko-chan-
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