Capítulo XXI
Abel
En el presente…
Llegando al puerto nos esperaba una ambulancia ya listos para recibir a Lauren, la chica continuaba inconsciente, no reaccionaba, Connor había comenzado a darle RCP (Reanimación Cardiopulmonar).
Todos estábamos expectantes, Laura lloraba sin control, Neko se había desmayado, Hiro había desaparecido, Hannah y Kevin continuaba en shock, mientras que Connor y yo actuábamos tratando de mantenerla respirando.
De camino al Santorini General Hospital, todos en silencio, ninguno decía palabra alguna, solo nuestra respiraciones interrumpan el silencio.
Tengo que llamar a su padre, rebuscó entre las cosas de ella, agarro el teléfono de Lauren, que estaba sin contraseña y subo en sus contactos el número de su padre, al segundo timbrazo atiende.
—Hola, cariño— dice la voz masculina al otro lado del teléfono.
—Buenas tardes, señor Collins, le habla Abel Wolff— digo sereno.
—¿Por qué estas llamando del teléfono de mi hija?— pregunta al otro lado de la linea, con un matiz de preocupación.
—Seré breve— hago una pausa— sucedió un incidente con Lauren, ahora mismo la están trasladando al hospital general de Santorini...
—¿Qué paso?— me interrumpe alterado.
—Parece que tiene un shock anafilactico— digo sincero.
—Ahora mismo salimos para allá, avísame cualquier cosa, por favor, gracias por avisar muchacho— sin mas me cuelga.
Luego de quince minutos llegamos al hospital, ya había ingresado a Lauren, nos conseguimos con su hermana en la sala de espera, preocupada, nerviosa y llorando, está corre a abrazarnos en cuanto nos ve llegar.
—Tengo que llamar a mis papas— dice nerviosa,
—Ya lo hice, no te preocupes por nada Laura— la tranquilizo.
Entonces la chica me abraza y comienza a llorar en mi pecho, nos quedamos todos sentados en silencio, como no nos dimos cuenta de su estado, estaba tan roja, su cuellos, el pecho, la boca, los brazos, todo esta manchado de rosetones rojos, estábamos tan alterados con la discusión de Laura y Hiro, que ni siquiera yo puede percibir su estado, por segunda vez siento que le estoy fallando a Lauren, justo cuando ella mas me necesita, como me di cuentas antes.
¡Maldicion!
Siempre que trato de protegerla algo se interpone, siempre que estoy tan cerca de ella algo malo sucede, todo sabíamos que desde que llegamos a Santorini Lauren la estaba pasando mal, tenía que ducharse con agua embotellada, casi no se metía a la piscina y tampoco al mar, aunque disfruto mucho estar aquí, yo sabía que no es cómodo para ella.
—Mi hermana se va a morir por mi culpa— lloriquea.
—No es tu culpa, L— dice Hannah.
—Claro que lo es— lloriquea.
—No Laura, ninguno de nosotros se dió cuanta del estado de Laure— digo yo —esto es mi culpa por no estar más pendiente de mi chica— continuó.
Estoy tan decepcionado de mi, como le falle de nuevo.
Todo tratamos de calmar a Laura, que es la que esta mas alterada, yo por mi parte mantengo la calma, trato de ser el pilar de la situación, hago varias llamadas a distintas personas y muevo algo hilos para asegurarme de que mi chica este recibiendo la mejor atencion.
Llevamos dos horas en la sala de espera pero nada que sale el doctor a decirnos lo que pasa, hasta después de unos quince minutos mas.
—Familiare de Lauren Claire Collins— dice viento la tablet en su mano.
Inmediatamente nos ponemos de pie.
—Yo soy su hermana— dice Laura.
El doctor la mira asombrado, se lo que ve, ellas dos son como gotas de agua.
—La señorita Collins ya esta estable, le administramos un antihistamico, un fuerte antialergico vía intravenosa y oxigeno — nos informa —gracias a todo lo que hicieron durante su llegada al hospital logramos estabiliazarla, la inyección de Epinefrina y el RCP fue el ideal— continua y Connor suspira aliviado— la dejaremos en observación las próximas veinticuatro horas, nos pusimos en contacto con su doctor de New York pero justo ahora no podía atendernos— concluye.
—¿Puedo verla?— dice Laura.
—Ahora mismo esta sedada, permanece en cuidados intensivos, cuando sea trasladada a una habitación podrán pasar a verla— le responde— ¿Quién es Leonard?— pregunta.
—Era nuestro hermano— dice Laura con nostalgia.
—Ya veo— suspira— ¿Y Abel?— vuelve a preguntar.
—Soy yo— doy un paso al frente.
—La señorita Collins a mencionado su nombre un par de veces ¿Quiere pasar a verla ahora?
—Si, porsupuesto— respondo inmediatamente.
—Venga conmigo— sin mas se da vuelta y comienza a andar.
—Ya vuelvo— digo volviendo a los chicos y le sigo el paso al doctor.
Le sigo el paso al doctor, sinceramente me sentía incomodo, con la ropa playera puesta, pero al ser una isla ya estaban acostumbrados a recibir gente así.
Meten en un area esterilizada y me dan un traje especial azul con pantalones, una camisa con mangas largas, unos protectores para los pies y un gorro mas el cubrebocas.
—La paciente debe estar por despertar— dice una enfermera —cualquier cosa toque el botón a un costado de la cama.
Me llevaba a un area oscura y fria, la luz tenue y esa sensacion a muerte me da una especie de escalofrios.
—Aqui esta— señala y se va.
Observo mi entorno, las camillas separadas por cortinas y el silencio interrumpido por el Big que emiten las maquinas.
Me acerco a Lauren, esta profundamente dormida, no se mueve, totalmente tendida en la cama, esta conectada a un aparato, una intravenosa y en la nariz la manguera del oxigeno.
Su labios están enrojecidos, cuerpo igual, aunque ahora se ve mas tranquila, se ve tan indefensa, por un instante me recuerda al día del accidente, duro una semana inconsciente, ella toda ensangrentada, era como revivir ese día, cuando la vi tendida en la cama, tan fragil.
—Lo siento, L— me acerco a la camilla y agarro su mano —dije que te iba a cuidar y mira como estas de nuevo— una lagrima sale de mi ojo.
Acaricio su mano y su brazo, antes de darle un suave beso en los labios.
—Ya veras que te vas a poner bien, tu eres fuerte, mi conejita— el nudo se instala en mi garganta— por favor, tienes que ponerte bien.
—Ella estará bien— dice una voz masculina a mi espalda.
Es el doctor.
—Tranquilo muchacho, tu novia se va a poner bien, ella esta en total fuera de peligro— me anima.
—Es que no nos dimos cuenta doctor, ella sufre de eso y yo no me di cuenta que estaba completamente roja— digo culpable.
—Lo importante es lo que hicieron después— me palmea el hombro —vine a buscarla— señala a las dos enfermeras— será trasladada a la suite presidencial del hospital.
Me pongo a un lado y los dejo hacer su trabajo, sacan a Lauren con los demás aparatos del lugar.
Por mi parte me quito el traje especial y voy a encontrarme con los chicos para informales, Kevin, Connor y Aneko se habían ido a la villa para buscar algo de ropa para nosotros tres y algunas cosas para Lauren.
—¿Como la viste Abel?— pregunta Laura desesperada.
—Fue como verla cuando tuvo el accidente— trago seco— verla tendida en esa cama— el nudo se instala en mi garganta, respiro profundo para continuar —el doctor dice que está fuera de peligro, todo estará bien para Lauren— concluyó.
—Tranquilo, Abel, Lauren es fuerte— dice Hannah.
—Yo se que ella es fuerte Hannah, pero ella no se merece esto, después de todo lo que a sufrido...— digo pensativo.
—Por supuesto que no se merece esto, ninguno de nosotros sabíamos que se podía poner así...
—Si, si sabíamos — la interrumpo— desde que esto apareció todo hemos estado consientes de lo frágil que es su piel y la expusimos a este viaje, fue un error— niego con la cabeza.
—Sabes Abel, Lauren me dijo que este es uno de los mejores viajes que hemos tenido en mucho tiempo, que llevaba años sin sentirse viva, después de lo que pasó con Leo y ella, su vida era gris, pero contigo ella es otra...— dice Laura — mi hermana es dura, cambio mucho en solo estos días, ella te necesitaba, para volver a ver la luz y no creo que ella quiera oírte decir que fue un error esto— me mira directamente a los ojos.
Se que Laura tiene razón, pero como fuimos tan egoísta en escoger un viaje por las playas, sin tomar precaución de los riesgos.
Después de un rato los chicos vuelven, me cambio y me ducho en uno de los baños del hospital y después todo subimos a la planta en donde esta Lauren, los doctores nos piden dejarla descansar, ya que todavía estaba bastante afectada por el malestar.
Durante esas hora me había encargado de poner todo en orden, el tratamiento y su estadía aquí a mi nombre y aunque habíamos pago un seguro de viajes, no cubría ni el 20% de lo que se tenia previsto, se que Laura no estaba para hacer esto, todavía estaba en shock por el recientemente descubrimiento de su ex novio, que al parecer Lauren sabía todo y jamás me contó nada.
Tres horas después la chica castaña despierta, primero pasa Laura a la habitación y se queda media hora con esta, después yo.
—Hola— me saluda cuándo me ve entrar.
Las lagrimas amenazan con salir de mis ojos.
—¿Como te sientes?— pregunto acercándome.
—¿Después de estar al borde de la muerte?— pregunta ironíca— muy bien— sus ojitos cafés brillan.
—Estaba muy preocupado por ti— termino llegando a su encuentro y le doy un ligero abrazó.
—Ya estoy bien, cariño, ya no te preocupes más— me sonríe reconfortante.
Su voz se escucha ronca, seca, todavía tenia las manchas rojas en su garganta, pero poco a poco se habían ido disipando.
—Lo siento, L— susurro afligido— por no darme cuenta de que estabas mal— se me aprieta la garganta.
—No es tu culpa, Abel— me tranquiliza— no me di cuenta que estos últimos días mi alergia estuvo empeorando— me explica.
—Igual yo debi…
—No— me interrumpe— no te culpes por algo que claramente tu no hiceste, mi terquedad me llevo a esto— agarra mi mano— tuve que ir al medico cuando llegamos a Santorini y comencé a notar que estaba empeorando.
—Y yo tuve que traer así sea cargandote— la contradigo.
—Todos se culpa por algo que provoque yo sola— se ríe bajito— voy a estar bien, ademas, ya me muero de hambre— se ve feliz.
—Vale voy a pedirte algo de comida— le digo.
Antes de ponerme de pie le doy un profundo beso en los labios y acaricio su rostro.
—No me vuelvas a dar un asusto así ¿De acuerdo?— le doy un beso en la frente.
—De acuerdo— sonríe alegre.
Salgo de la habitación y me acerco hasta donde están unas enfermeras informándoles que la paciente tiene hambre y que sí tiene que ser algún tipo de dieta.
Después de un rato, entran todos a la habitación de Lauren, excluyendo a Hiro que no había venido, el ambiente había cambiado, ahora todo soltaban risas nerviosas, se burlaban de mi, de Connor y hacian chistes para aligerar la tensión, Aneko se había disculpado con todos en nombre de ella y de su hermano, pero todo le restamos importancia, ella no tenia que cargar con algo que no le corresponde.
—De verdad gracias chicos, los doctores me dijeron que son ustedes no estría viva hoy— nos sonríe con dulzura.
—Pero que dices Lauren si cuentas con el mejor doctor del mundo— dice Connor con orgullo — imagínate como se verá esto es mi currículum cuando me gradué— se carcajea y nosotros con él.
—Deberian ir a descansar chicos— digo yo — me quedaré con Lauren, ustedes vuelvan en la mañana— les digo a todo cuando veo sus caras de cansados.
—No, yo no me voy— dice Laura.
—Anda, L, tu más que nadie necesita descansar, Abel me cuidara— dice sonriéndome —ademas el te llamará si algo cambia ¿Cierto Abel?— dice en mi dirección.
—Asi es cariño— le respondo.
—Bien, pero estaré al pendiente— sin mas se pone de pie.
Todos se despiden de mi chica dejándole un beso en la mejilla y dejándole los mejores deseos.
—¿Abel vienes un momento, por favor?— dice Kevin.
—Claro— le respondo— ya vuelvo, L— le digo la Lauren y está asiente en respuesta.
—El señor Collins me llamo, cancelé todos nuestro vuelos de mañana, el ya viene en camino en su Jet privado, nos iremos con él, seguramente deben llegar en la madrugada— me informa.
—Vale, perfecto, todo aquí está en orden con Lauren, gracias por estar al pendiente hermano— doy la mano y luego un breve abrazo.
—Que descansen— me sonríe con malicia y sin más de va.
Vuelvo a la habitación, Lauren está mirando su teléfono e inmediatamente vuelva a mirarme.
—Que caos— dice Lauren.
—Que dia— concuerdo yo.
—¿Que paso con Hiro?— me mira curiosa.
—Se fue— le respondo.
—¿Se fue?— dice incredula.
—Si, se fue hoy a New York, Aneko dijo que agarraría el primero vuelo que consiguiera— me encojo de hombros.
—Creo que fue lo mejor que pudo hacer— suspira.
—¿Tu sabias que Hiro le gustan los hombre?— pregunto curioso.
—Si, Laura me lo dijo en Bali— me explica.
—¿Por que no me dijiste nada?
—¿Por qué debería decirte eso?— me mira irónica —esa es la vida privada de mi hermana, ademas, también le gustan las mujeres— rueda los ojos.
—Es que siento que sus celos no son por ti— digo un poco incomodo.
—¿Crees que sus celos son por ti?— me mira incrédula.
—Eso explicaría muchas cosas— digo pensativo.
—¿Cómo que?— pregunta curiosa.
—¿Sabes que él y Amber son muy cercanos?— le comento y niega con la cabeza— últimamente aparte de lo que dijo Connor, siempre Amber visitaba a Hiro— me rasco la nuca— y nosotros dos nos grabamos teniendo sexo— se río nervioso— varias veces.
—Ay Abel— rueda los ojos —parece que cuando estas con ella no usas el cerebro.
—Quizás ella le compartió nuestros videos.
—¿Quizás?— se burla —esos dos son unos enfermos, te aseguro que tenían sexo pensando en ti.
—También Amber me dijo que quería hacer un trio con un “asiatico”.
—Ay Abel, mejor me reservare lo que pienso.
Nunca había tomado en cuenta todas estas cosas hasta ahora, Amber siempre tenia un hambre sexual imposible de satisfacer, siempre quería más y más, otra de las razones por la cuales no me sentía bien con ella era la constante presión por incluir mas personas en nuestra intimidad, lo peor de todo, es que apenas éramos unos adolescentes.
—Es un reprimido sexual eso es lo que es Hiro— dice ella llamando mi atención.
—Bueno ya, mejor cambiemos de tema, esto me da asco…
—¿Te puedes acostar conmigo?— pone cara de perrito— necesito que me abraces.
—Por supuesto— me acerco a ella y la envuelvo en mis brazos.
Su cuello y su cabello huelen divino, una convención de Lauren con playa.
—Tuve un Flashback cuando me estaba desmayando— dice de repente— como si viviera nuevamente el accidente que tuve con mi hermano, fue horrible, recordé cuando llegaste, justo así y me abrazaste, con esa hermosa sonrisa, mis tulipanes favoritos, hoy me di cuenta Abel de que tú siempre haz estado para mí y yo me he comportado como una perra contigo, lo siento— concluye.
—Tenias tus razones, L, además yo te ayude a odiarme luego de eso— le acaricio el cabello.
Nos quedamos dormidos en esa posición hasta que el sonido de mi teléfono me despierta, eran las dos de la madrugada, quien coño me llama a esta hora.
Me pongo de pie con cuidado tratando de no despertar a Lauren, agarro el teléfono y salgo de la habitación.
[Llamada entrante Desconocido]
—Hola, Abel— dice la voz masculina que no logro reconocer.
—¿Quien habla?— pregunto curioso.
—Tu no me conoces— hace una pausa— pero yo a ti si, te conozco muy bien— alarga las palabras y sin mas cuelga.
Me quedo viendo la pantalla del teléfono y me entra un mensaje del mismo numero, lo abro y me encuentro con un video insertado, parece de un cámara de seguridad y le doy play.
Primero se ve un chico de gran porte, detrás de el entra un chica mas baja, vestida provocativa, el hombre comienza a quitarle la ropa y esta parece hablar, pero no se escucha nada, ni se aprecia su cara.
¿Que carajos es esto?
Me quedo observando la escena, como el hombre la lame los pies, segundos después ella le proporciona una cachetada en la mejilla y el hombre le sonrie, parecen hablar, después la mujer se pone de espalda totalmente desnuda y con eso se quien es.
Esa espalda fuerte, esos hoyuelos justo sobre sus nalgas y ese culo redondo solo puede ser ella.
Ella agarra lo que sea que esta en la encímero, parece un látigo, con el cual comienza a proporcionarle azotes en el cuello y el pecho al chico, después de eso el chico le comienza a comer su intimidad mientras que ella lo agarra por el cabello y le da un par de bofetadas.
Después de eso la chica amarra al hombre con una correa de perro...
¡Joder!
Detengo el vídeo y leo el mensaje escrito:
No tienes idea de quien es ella y con quien estas jugando. Tu jamas vas a poder satisfacerla, a ella no le gustan los hombres como yo, que pueden complacer sus deseos más oscuros.
Hazle saber que quiero verla y hablar, sino quiere que envíe todo estos videos a la prensa.
¿Quién es este imbecil?
Vuelvo a la habitación enfurecido, Lauren está despierta ahora y mira en mi dirección intrigada.
—¿Puedes explicarme que es esto?— le tiendo mi teléfono.
La chica se pone palida, roja y después furiosa.
—¡Este imbecil!— sisea.
—¿Quien es él?
—Abel— me mira directo a lo ojos— no quiero decirte quien es él.
—¿Como que no quieres decirme?— la miro incrédulo— yo tengo derecho a saber quien es— dio serio —es un hijo de put*— digo todavía furioso.
—No, no lo tienes— dice fuerte y claro sorprendiendome.
¿Cómo dice?
—¿Por qué?— preguntó, pero ella se queda callada— dime, Lauren.
—No te debo explicaciones de mi vida sexual— dice ella.
—No tenías que darme explico, pero ahora sí, “Tu vida sexual” es un acosador de mierda— digo manteniendo a raya mi voz— ¿Eso es lo que te gusta?— comienzo a alterarme.
—Si— dice seca —pero no contigo.
—Lauren, por favor, dime quien es es imbecil— vuelvo.
Se queda un momento callada.
—Ya te dije Abel, no te debo decir nada de mi vida, tu te vas a ir a Alemania, yo me voy a ir a New York y todo esto— señala al aire— todo esta burbuja que nos hemos creado se va a acabar mañana— la voz le tiembla.
Augh.
—¿Eso quieres? ¿Qué esto se acabe mañana?
—Esto no se trata de querer, esto es lo que es, la realidad— rueda los ojos— deja de crearte cuentos de hadas en tu cabeza ¡Por dios! Los finales felices no existen Abel.
Ya entiendo todo, su molestia y porque no quiere decirme su nombre.
—¿Vas a seguir cogiendo con el después que yo me vaya?— me rio sin humor.
—¿Y que si lo hago?— me reta —esto— nos señala a los dos —es solo sexo y no crees que ahora voy a meterme a monja porque tu te vas— rueda los ojos.
Así que no le importo realmente.
Y es aquí cuando me doy cuenta que nada cambio, durante estas semanas, ella solo actuó conmigo, me hizo creer que era diferente, me trato con amor, me dejo acercarme a ella.
Ya había ideado un plan, venir a visitarla cada tanto fínes de semana, llevarla a conocer Alemania, pasar las fechas importantes juntos, hasta tener algo serio y constante, no tenia planeado dejarla ir, después de tenerla asi, tan cerca de mi, todas las noches dormir juntos a ella y sentir su calor, sus besos y su pequeña cuerpo juntos al mío.
Pero ella, ella solo tenia pensado seguir con su vida de soltera, este viaje no significaba nada y lo peor ya ella me lo había dejado en claro, pero yo de necio insistí, ella siempre dijo que esto era un juego y que creí que ella era la que se iba a quemar.
Lauren no quería tener una relación conmigo, solo se había dejado porque sabía que luego de esto me iría a más de seis mil kilómetros de ella.
—¿Sabes que, Lauren?— comienzo con el corazón apretado— tienes razón, esto— nos señalo— tu y yo, para ti en realidad nunca existio, solo fue un juego, siempre lo dejaste claro, desde el día uno— hago una pausa— ¿esto es lo que quieres? Bien ¿Esto es lo que signifique? Bien.
—Abel…— susurra.
—Déjame terminar— la interrumpo —durante todos estos años te he amado, con mi alma, comité errores en el camino ciertamente, no soy perfecto, pero algo si es seguro, siempre estuve para ti en las buenas y en las malas, hasta cuando me alejaste de tu vida, tu misma los admitiste, ojo no te lo estoy cobrando, pero sabes estoy cansado de estar detrás de ti, como un perro faldero, esperando tu amor, no me lo debes, es mi error esperar algo de ti que jamás me vas a poder dar, tiro la toalla, Lauren Collins, esto termino hoy— termino con un nudo en la garganta.
—Exacto, yo no te debo nada— dice indiferente.
Lo peor de esa respuesta es que todavía esperaba que dijera otra cosa.
—No sé ni siquiera que hago aquí— me agarró el cabello frustrado— solo quería saber quién era ese imbécil para hacerle pagar está amenaza —sin más agarro mis cosas.
—Abel no te vayas, por favor— dice con un tono de voz afligida.
—¿Para que me quedo, L?— me miró expectante.
Sus ojos tan rojos y brillosos, con las lágrimas apunto de desbordarse, sus labios apretado.
—No te quedes callada, Lauren— continuo más calmado.
—Yo te necesito, tu eres mi amigo— susurra apenada.
—Y ese es el problema, mi problema, yo no quiero ser solo tu amigo, necesito más que solo sexo, necesito más de tí ¿Tu quieres eso conmigo?— pregunto esperanzado.
Se queda callada, no habla, sus barbilla tiembla, pero no dice ni un solo palabra.
—Solo dame un razón para no irme— susurro.
—Abel...— susurra —tu y yo, esto, no puede ser tu te vas a Alemania y...
—¿Es solo por qué me voy a Alemania o es por qué no estás lista para tener una relación?
—Las dos cosas...
—De acuerdo, entonces no tengo nada que hacer aquí, fue bonito sentir que me querías en tu vida— sin salgo de la habitación y me voy.
Camino furioso, fui un idiota, en creer que con hacerle ver lo que es amar ella me iba a corresponder.
¡Mierda!
Ella esta ahí, en un cama de hospital, diciéndome lo poco que le importo y yo como un imbécil sigo aquí siempre para ella, dando lo mejor para ella,
¿Dónde quedaron esas jodidas palabras que dijo durante todo el viaje?
Agarro mi celular y marco el numero de Laura, le digo que salió una emergencia con mi padre y que me tengo que ir.
Llego a la villa y sin ver ni decir nada recojo mis cosas, las meto furioso en la maleta, me cambio la ropa y no me despido de nadie, todos ya se encuentran dormidos.
Me voy directo al aeropuerto, agarro el primero vuelo en primera clases y un día después llego a New York
El sentimiento de culpa no deja de rondar mi cabeza y las palabras de Lauren me lastiman aún más.
Cuando llegó a mi apartamento me acuesto en al cama, ya todo estaba recogido, listo para irme a Alemania, había dejado encargada a mi ama de llaves, solo tenía que hacer unas llamadas pedir el Jet privado de la empresa y estaría en Alemania en solo ocho horas después, pero primero tenía que descansar.
Me quedo dormido en mi habitación y el sonido de mi teléfono me vuelva a despertar, tenía veinte llamadas perdidas de Lauren, pero paso de ellas, ya dijo mucho, más de lo que quería saber.
Es hora de irme a vuelta a mi país.
Nota de autora: ¡Hola mis amores!
Les anuncio este es el penúltimo capítulo de mi libro y realmente le estaba dando muchísimas largas para terminar el libro, me duele mucho decirle adiós a esta linda parejita.
¿Ustedes están preparados?
El siguiente capítulo será publicado en las próximas horas, espero muchos votos y comentarios por aquí.
Recuerden que pueden conseguirme en Instagram como @crystalslipper.k
Beso y abrazos.
K.
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