Capítulo 25
-¿Te gustó?- dice algo tímida.
-¿Quieres la verdad?- ella asiente- No, no me gustó. Sentí que todo se me salía, sentí que mis entrañas se movían. Pero subirme contigo lo compensó.
Ella abre los ojos y se sonroja un poco. De hecho, Laura se sonroja muy fácil. Solo le dices algo lindo y se sonroja. Eso es algo lindo de ella.
-Bueno... ¿A donde quieres ir ahora?
-Elige tu- digo mirando todos los juegos.
-Te toca elegir a ti. Yo ya elegí la montaña rusa.
-Vale, vale. Tal vez- miro todos los juegos. A la distancia veo un juego al que nunca me he subido. Al menos no lo recuerdo. Así que lo señalo- Vayamos a ese.
-De acuerdo- dice riendo y comienza a correr.
-¿Te parece si mejor caminamos?- digo cuando ya estamos cerca del juego- Digamos que no soy bueno corriendo.
Se ríe- Vale, caminemos niñito llorón.
-¿Cómo me dijiste?- digo haciéndome el ofendido.
-Dije que eres un niñito llorón- dice enseñándome la lengua.
-Ahora si te las verás conmigo- digo riendo y comienzo a hacerle cosquillas. Ella ríe hasta ya no poder. Creo que este es el mejor día de mi vida. Paro y ella deja de reír. Me da un golpe en el hombro y finge estar sería. Luego vuelve a reír y así vamos al siguiente juego.
Este es algo aburrido y me arrepiento de haberlo elegido. Siento que Laura no sé lo está disfrutando, aunque esta riendo. No quiero que piense que soy aburrido y no quiera volver a salir conmigo.
-Oye ¿Que estás pensando?- dice poniendo su mano en mi mejilla, haciendo que la mire. Siento que me pongo rojo
-En una chica- miento y hace una cara- ¿Qué? ¿Estás celosa?
-¿Yo celosa? Pff. Ya quisieras- dice sonriendo y con las mejillas algo rosadas.
-Te parece si vamos a comer algo- dice más como afirmación que como pregunta.
-Vale, si tú quieres- dice sonriendo. Hoy está muy sonriente.
Caminamos hacia el puesto de comida más cercano y la veo de reojo. Tiene las mejillas rosadas porque hay un poco de frío. Así que me quito el gorro que llevo y se lo doy. Este le tapa hasta los ojos y ella ríe. Lo agarra y lo dobla dos veces para que no tape sus ojos. Se ve tan tierna al hacer eso. Llegamos al puesto de comida y pedimos. Yo pido un burrito y ella unos tacos con un par de gaseosas. Lo comemos sentados sobre un muro de ladrillos.
Las mejillas de Laura siguen rosadas y hace que se vea tan linda. Comemos en silencio mientras mirando como se mete el sol por las montañas. Me quedó mirándola por no sé cuánto tiempo y ella lo nota.
-¿Tengo payaso en la cara o que?- dice ocultando una sonrisa.
-Sí, tienes un poco aquí- toco con un dedo su pecho y cuando ella baja la mirada hacia mi dedo, lo subo a su nariz. Ella arruga la nariz mirándome a los ojos.
-Eres un payaso- dice apartando la mirada de mis ojos y viendo de nuevo las montañas.
Me le quedó viendo, de nuevo. Noto que tiene algunas pecas y que trae un poco de maquillaje.
-¿Por que te maquillaste?- pregunto poniendo mi mano sobre el gorro que le di.
-Quise maquillarme un poco. ¿Se ve mal?
-No, te ves muy bonita, pero te ves muchísimo mejor sin maquillaje- digo mirándola- Sin maquillaje te ves mucho más hermosa- digo más para mí mismo, pero me escucha.
Se sonrojo a tal punto que coge las puntas del gorro y lo baja para cubrirse un poco. Se ve como una niñita muy tierna haciendo eso. Saco mi celular, tomo una foto de ella y la guardo en favoritos. Ella no se da cuenta y sigue cubriendo su rostro. Se hace un silencio incómodo y ya es tarde. Tengo que ir a dejar a Laura a su casa o el chico que la cuida se preocupará. Y no quiero que no me deje volver a salir con ella. Tocó su hombro y ella se sube el gorro como si fuera una persiana. Me río.
-Debemos irnos, ya es tarde y tienes que descansar- ella asiente lentamente. Me bajo del muro de un salto y comienzo a andar hacia la salida.
-¡Hey! Marlon. No me dejes aquí- grita ella y volteó a verla. Sigue en el muro. Me río, ya que recuerdo que tengo que ayudarla a bajar porque es muy pequeña como para bajar de un salto. Me dirijo hacia ella y alzó mis brazos.
-Tienes que saltar, yo te atrapo- digo entre risas. Ella duda unos segundos y luego se levanta.
-Más te vale que me atrapes o ya veras- me advierte y salta. La atrapo agarrándola de la cintura y la cargo en mi hombro, haciendo que su cara termine en mi espalda- Oye, oye eso no es justo. Bájame ahora mismo- dice riendo.
Comienzo a caminar mientras ella me da puñetazos suaves en la espalda para que la baje. Me doy cuenta de que las personas que hay se nos quedan viendo y no es de una manera rara, sino de una manera tierna.
-Laura, creo que las personas creen que somos pareja- susurro solo para que ella me escuché.
-¿Como no van a creerlo si me tienes cargada de esta manera?- dice entre risas- Bájame que se me sube la sangre al cerebro y me muero- me río por lo que dice y la bajo lentamente.
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