-Joshua voy a salir, vendré más o menos en tres horas- grito saliendo de la casa.

-No vengas tan tarde- grita desde la ventana de su habitación mirándome. Asiento y tomo un taxi para ir a una tienda de vestidos. 

Mañana es la fiesta y no tengo vestido, así que pensé que sería mejor que lo comprara hoy para no meterme en líos con la loca de mi tía Emelyn. El taxi me deja en el mall, me bajo y le pago. Entro y voy directamente a la tienda de vestidos más cercana. No tengo ganas de buscar un vestido ni de probarlo, así que cuando entro cojo el primero que veo, pido mi talla y me lo pruebo. Es un vestido negro ajustado y con solo una manga, es muy lindo. Lo compro y voy a comprar los zapatos, estos son negros con una cinta delgada y tacón bajo. Los compro y voy a por un helado de limón con menta. Me siento en una banca blanca a la que se le cae la pintura. Estoy terminando mi helado y ahí aparece a alguien que hubiera preferido ver muerto.

-Laura, será mejor que te vayas... ¿estás de compras?- dice mirándome extrañado- Que yo sepa no te gusta esto- señalando las bolsas con los ojos.

-Emilio ¿qué haces aquí?- digo tragando el último pedazo de galleta- ¿Por qué tengo que irme?

-Estoy con John, él está comprando un smooking para una fiesta que habrá el sábado. Será mejor que te vayas, sino quieres que él te vea- dice agarrando mi mano y las bolsas al levantarme.

-No tengo porqué irme, no le tengo miedo y él lo sabe- digo mirando hacia arriba, ya que él me saca una cabeza- Si me ve, que me vea. No me importa.

-Laura, pareciera que no lo conoces. Él es una mala persona, especialmente, con las mujeres que no pueden defenderse por sí solas- agarrando mi cintura y empujándome hacia la salida.

-¿Quién dice que no puedo defenderme? La vez pasada te pateé en donde más te duele, quién dice que no puedo hacer lo mismo con él- digo algo pesada.

-Él es más fuerte que yo,por otro lado, yo no lastimo a las mujeres y menos a ti- dice pegándome a él.

-Emilio, ya basta. Suéltame- golpeando la mano con la que me tiene agarrada- No quiero que te me acerques.

-Entonces vete- dice soltándome y dándome un empujón leve hacia la salida.

-Pues me voy- digo enseñándole la lengua y caminando hacia la salida. Veo mis manos  me doy cuenta que no llevo las bolsas, así que regreso a donde está Emilio- Quieres dármelas, por favor.

-Te las daré si me dejas acompañarte a tu casa- dice subiendo las bolsas arriba de su cabeza. Me paro de puntillas y él sube más las bolsas.

-¿No querías que me fuera?- digo saltando y tratando de agarrar las bolsas, aunque solo toco la punta de una de ellas- Dámelas.

-Déjame llevarte a tu casa. Así no tendrás que pagar un taxi ni irte con desconocidos.

-Puedo llamar a alguien que conozco para que me lleve- digo cruzando los brazos sobre mi pecho.

-Ese alguien es Marlon- dice más como una pregunta que como una afirmación y con cierto enojo.

-Eso no te importa Emilio. Solo dame las bolsas- digo como una niña pateando el suelo con el pie derecho y tirando los brazos hacia abajo con fuerza.

Emilio comienza a caminar ignorando lo que yo le digo y en la salida se detiene, saca su celular y llama a alguien.

-John, tengo que irme. Surgió algo- dice, cuelga al instante y sigue caminando.

-Emilio ya es suficiente, no tienes que hacer esto. Solo dame las bolsas y regresa con John- digo enojada, pero él sigue caminando ignorándome. Suspiro enojada y llegamos al estacionamiento. Emilio abre el maletero y deja las bolsas dentro, lo cierra y abre la puerta del pasajero, me invita a pasar con un movimiento de cabeza leve y entro en él demostrándole mi enojo. Él cierra la puerta suavemente y da la vuelta para entrar en el lado del piloto. Enciende el auto y segundos después, este comienza a avanzar lentamente saliendo del estacionamiento . Ambos nos quedamos en silencio y recuerdo que él aun no sabe que cambié de casa, iba a decirle, pero él me interrumpe.

-Todo empezó como una apuesta- dice mirando serio al frente del camino- pero dejó de serlo cuando comenzaste a agarrar confianza conmigo.

-Emilio, no necesito que lo expliques, eso ya no impor...

-No me interrumpas- dándome una mirada rápida- el punto es que, al mes de conocerte, me dí cuenta de que era verdad lo que decían. Una chica linda, muy linda y fría que no quería saber nada del amor ni de la amistad y, sobretodo, que eres la única que no ha caído a los pies de John. Eso fue lo que más me sorprendió a decir verdad, ya que la mayoría de chicas caen con solo verlo. El punto es que...- toma  aire- Sí, todo comenzó como una apuesta, pero dejó de serlo cuando supe cómo eres realmente y sí, fui un idiota por haberte llevado a ese lugar sabiendo que tú odias todo eso y por tratar de obligarte a hacer lo que yo quería. No quería hacerte daño, pero realmente, quería que te dieras cuenta de que me importas mucho, que eres lo más importante para mí, eres increíble, hermosa, inteligente- suspira lentamente y cruza a la izquierda- eres todo lo que siempre he querido, lo que siempre he buscado. Eres increíblemente, perfecta. Y me gustas, me gustas mucho.

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Esta semana no actualizaré, ya que comienzo mis exámenes finales. Es por eso que hice este capítulo un poco más largo. Espero que les guste.