Epilogo
Es curioso que del resultado de una entrevista casi que obligatoriamente depende cual será tu futuro. Yo en principio había creído que mi futuro sería una catástrofe y una verdadera tragedia por la persona que me tocó ver en ese instante; no obstante, al final, no fue así, porque ese indignante traspiés increíblemente fue alineando todo lo que está sucediéndome, ahora.
Sonrío al mirar al idiota de Andrés ―mi idiota― afanado con el tridente mientras chuza la carne para voltearla en el asador. Es un día especial porque el hermano que creí conocería ese día en la entrevista, lo estoy conociendo ahora. Daniel es el hermano mayor de Andrés y es tan elegante y tan simpático como él.
Bien, ahora lo es.
El tonto me mira y sonríe, seguido se agacha para alejar a su sobrino. Priscila, la esposa de Daniel acude a quitárselo, es un peligro que esté allí. Me da felicidad. Andrés les recibió en su casa, ya que su madre le guarda sus reservas; pero a ellos no les importa, están felices, y sobre todo porque han vuelto a recuperar la hermandad que parecían había perdido. Ellos están aquí por Adrián, ya que ha decidido operarse en España y ellos estarán ayudándole. Andrés también viajará para el día de la intervención, y puedo entenderlo, él realmente aprecia a su primo como si fuera su otro hermano. Sin embargo, por como estaba fracturada su familia creo que Andrés se apegó a él por la falta de su hermano, y no me enoja que vaya a España porque también iré con él, Adrián quiere que también esté allí.
Me acerco a Daniel y le entrego los platos desechables que tuve que bajar a buscar a su apartamento. Desde que estamos juntos, me la paso mucho aquí, pero con la visita de su hermano, ahora pasará un tiempo en la mía. Sigue molestándome porque mi cama es la mitad de la suya, pero solo de dientes para afuera porque al final le encanta dormir allí porque nos hace estar más juntitos. Y eso nos gusta a ambos.
―¿Algo más? ―pregunto entregándoselos.
―No, gracias por traerlos ―me agradece y seguido se inclina para besar mi cabeza.
―¡Oye! ―le chillo y le aparto risueña, entonces con su mano libre me atrae por la cintura y me besa.
―Vaya, vaya, creí que jamás iba a verte así de acaramelado, hermanito ―su hermano Daniel se acerca a nosotros y recordando lo que me contó de lo que hizo su hermano con él, no me extraña que lo diga.
―Créeme que yo tampoco ―se mofa y me abraza más.
―Pero menos mal que sí, me iba seguir preocupando mucho ―aduce su hermano contento.
En ese momento hace su aparición Adrián y detrás de él, Ava, la amiga de Andrés, que resultó ser muy agradable, dejando de lado que básicamente instruyó a Andrés. Creí que tendría mis reticencias con ello, pero la chica resultó ser muy liberal y parece que terminará instruyendo a Adrián, quien, con su nuevo cambio de imagen, ahora parece un chico muy interesante, porque simpático y agradable, ya lo era. El está muy feliz sirviendo de guía a Ava y eso es lo que importa mientras eso aleje de su cabeza a la traicionera de Laura.
Detrás de Ava aparecen unos músicos y se me hacen más conocidos cuando Pipe aparece detrás ellos con su pinta folclórica y muy alegre. Miro de Daniel a Andrés, y mientras el primero parece sorprendido, Andrés parece complacido. Lo cierto es que se ha hecho muy amigo de Pipe.
―Y como lo prometido es deuda, aquí está la música pa alegrar este velorio de cachacos ―Pipe anuncia con mucho desparpajo y nos hace reír contento a algunos y nerviosos a otros.
―¿De cuando acá con parrandas hermanito? ―Daniel pregunta y Andrés se encoje de hombros.
Adrián y Ava se acercan y nos saludas, y de repente el asado se pone un poco más alegre y folclórico de lo requerido, las Poker y las Heineken van y vienen y Andrés empieza a repartir platos de carnes y realmente le luce su pose de asador. Su teléfono suena y es canción que me dedicara suena en su teléfono y yo lo miro arrugando la cara.
―No te burles y contesta por mí ―pide moviéndose para que saque el aparato de su bolsillo.
Contesto y es el hombre de la portería visando que tiene una visita, y que esta es su madre.
―Avisan que llegó tu madre ―le digo el mensaje y él me mira un poco preocupado y yo sé por qué, la verdad es que esa noche si sentí feo, pero ahora siento que es una estupidez porque lo que diga esa señora me tiene sin cuidado. No soy yo quien debe enojarse, es Andrés y es su asunto. Si no me quiere, me da igual; pero tampoco voy a hacer que se enemiste por ella por eso.
―Tranquilo, es tu madre, ¿no? ―le digo.
―Seguro te molestará.
―Puedo defenderme, ya lo he hecho de ti, ¿no? ―le doy mis razones y él se echa a reír.
―Me consta ―aduce engreído―, dile que puede subir ―añade y yo le doy su mensaje al portero.
―Hey déjame echarte una mano ―Pipe aparece y le quita el tridente y este se lo entrega.
Yo solo me sonrío porque ellos realmente se han hecho amigos. Andrés va con su hermano que está reunido con Adrián, Ava y Priscila escuchando vallenatos.
―No se te olvide, soy el padrino, eh.
―¿Padrino de qué? ―le corrijo.
―De tu boda, mija. Ya estamos ensayando la marcha nupcial con el acordeón ―dice y yo me echo a reír.
―¡Estás loco!
―Las chicas vienen después del turno y se va a poner esto bueno ―avisa y yo solo pienso en Andrés, que se va a arrepentir de haberle dado confianza a Pipe.
―Mierda, llegó tu suegra ―me molesta, pero es cierto. Esa señora llega y no luce muy feliz de que Andrés le haya cerrado el libre permiso de entrar y salir de su casa cuando quisiera.
Sin duda me mira, pero el le die algo y ella arruga su cara, aunque más bien creo que le está haciendo una advertencia cuando ella camina hasta donde estoy.
―Camila Caro, la novia de mi hijo, ¿verdad? ―me dice cuando se pone frente a mí.
―Así es, señora ―confirmo y ella me mira de arriba abajo.
―Quiero que sepas que no estoy muy feliz con la idea, pero puedo soportarlo por mi hijo.
―No voy a robárselo, señora.
―Por supuesto que no, por eso me gustaría conocerte un poco ―expone sin dejar su altivez.
―Claro, por mi no hay problema.
―Bien, solo vine a saludar a mis hijos, le diré Andrés que te lleve a cenar a casa ―dice y por su tono espera que no le haga un desaire.
―Sí, claro, no hay problema. Alí estaré si me lleva.
―Bien ―dice y se da la vuelta para volver con su otro hijo, miro que Andrés solo aguarda cuando se gira de nuevo hacia mí―, ¿eres familiar de Edilberto Caro? ―pregunta y aunque aparenta desinterés, se que lo tiene y mucho por la información.
―Sí, es mi tío ―corroboro para su felicidad porque sonríe por primera vez desde que llegara.
―Conozco a Edilbertico y a su esposa, ella es mi compañera en la fundación de bordando la niñez.
―A tía le encantan esas cosas ―confiero porque es cierto, y no me extraña que se hayan cruzado allí, a tía le gusta hacer muchas obras de caridad para niños huérfanos.
―A mí también, desde que murió mi marido ―aduce con algo que se me antoja a un deje repentino de nostalgia, y se vuelve para ir con su otro hijo y los demás.
Andrés viene hacia mí.
―¿Y?
―Dijo que te obligará a llevarme a una cena a su casa contigo, y me encantaría ―respondo y él sonríe.
―Es algo antipática, pero en el fondo tiene buen corazón ―repone observando como por fin carga a su nieto por primera vez―, además, que esté aquí significa que ha entendido un poco sus errores con nosotros y eso es bueno.
Lo admito al ver que saluda a su nuera.
―Vaya, estás madurando ―le digo con mofa volviéndome a él.
Me mira rayado como es de esperar. Seguido niega sonriendo.
―Supongo que has sido a las patadas con tu genio de mierda ―me acusa para desquitarse.
―Hasta has perdido los modales. Tú madre nos echará de la cena a los dos si le hablas así de elegante.
―¿Sabes que eres increíble?
―Lo sé, super increíble ―me pavoneo y él niega de nuevo sin perder su conquistadora sonrisa.
Me inclino y le beso, pero me separo al escuchar a Pipe tararear la marcha nupcial con mucha diversión hacia nosotros al mejor estilo de los cuentos con finales felices. Nos miramos y ambos nos echamos a reír como dos tontos.
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Y con este Epilogo llegamos al final de esta historia, espero se hayan divertido con este par de tontos que se empezaron odiando y al final terminaron queriéndose más de lo que esperaban.
#YoMeQuedoEnCasa
Muchas gracias por leer!!
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