Capítulo 5. Asesina
{Este capítulo toca un tema importante que sucede en mi país y en todo el mundo, que es el secuestro y la violación, aunque no esté bien explícito se da a entender. Si te sientes incómoda o no te gusta leer esto puedes no leer el capítulo.}
Paola caminaba de un lado a otro, como un león enjaulado dentro de la habitación mientras se mordía con fuerzas su dedo gordo de los nervios.
¿Y cómo no estarlo?
¡Ella se explicó que fue un accidente! ¡Y aún así la ven como una asesina!
¡Y esa maldita niña sádica con su súper don que se cree... agh!
¡Es una pendeja amargada!
—Te puedes calmar.
Paola paró de caminar para ver a un niño de siete años, sentado en forma de indio sobre la cama que la miraba de manera aburrida.
—¿Que haces aquí?— chilló nerviosa, susurrando en voz baja hacia el niño.
—¿Que hago aquí? Te vine a salvar tu culo, estúpida.
—Cuidadito como me hablas pendejo.— lo señaló, enojada.— ¿Donde aprendiste a hablar de esa manera?
—De vos.
—¡Yo no hablo así!
—¿Con quién diablos estas hablando?
Paola saltó en su lugar como un gato asustado y miró hacia la puerta, en donde sus ojos se encontraron a Félix que la miraba como si fuese sospechosa de algún crimen.
—Hablo sola.— comentó, viendo como Félix revisaba su habitación como si estuviese ocultando a alguien.— ¿Vos no te hablas a ti mismo?
—Las personas que hablan solas, están locas.
Paola rió de los nervios y señaló su cabeza.
—Entonces... estoy un poco loca.
Félix la miró de arriba abajo, entre cerrando sus ojos para luego girar sobre sus talones y salir de la habitación a hacer guardia en la puerta.
Paola suspiró aliviada, sabiendo que si su corazón latiera se le saldría de su pecho.
—Escúchame.— volvió a hablar el niño, seriamente.— lleva el celular que tienes y busca por internet en la sección de noticias "Volterra"
—¿Por que?— preguntó mientras iba hacia la cama, agachándose para agarrar el celular que se encontraba pegado en la pata de la cama. Paola no sabía si ellos dejaban usar la tecnología como un teléfono, entonces por las dudas de que encuentren su celular y se lo quiten, lo escondió.— ¿Que voy a encontrar allí?
—Tu maldita salida y puede que un poco de respeto.— habló, observando como Paola hacia lo que le había pedido y sus ojos brillaban al leer las noticias, brillos de confusión pero que sabía que entendería más adelante.— rápido, guárdalo.
Paola hizo lo que le dijo el niño, y rápidamente lo escondió entre sus ropas que para esconderse mejor decidió utilizar la capa del clan para ocultar la mayor parte de su ropa y del celular.
—Vamos, los reyes te han llamado.— habló Félix desde la puerta que al verla con la capa de los Vulturi, se burló.— ¿Ahora decides usar la ropa de nuestro clan?
—¿Que? Me gusta la capa.— comentó, haciéndose la tonta pasando al lado del vampiro que la agarró fuertemente del hombro.— ¿Y ahora qué?
—Irás escoltada, no paseando.— se molestó.— atacaste a nuestro rey.
—Ya dije que fue un accidente.— refunfuñó asustada por la fuerza de este vampiro.— ¿Por qué no me creen?
—Porque has estado faltando al respeto a nuestros reyes desde que llegaste.
—Llegué ayer.
—¿Y qué? Has insultado y burlado a nuestro amo Caius desde ayer.— habló seriamente, apretando el agarre en el brazo de la neófita sacándole un quejido de dolor.— tienes suerte que Marcus esté interesado en ti, que es muy raro a decir verdad, pero no se por cuánto tiempo te pueda salvar.
Paola iba a replicar cuando no se había dado cuenta que ya habían llegado al salón y que las puertas se habían abierto. La morocha se tropezó entre sus pies al notar todas las miradas de desagrado de la guardia.
Iba a morir hoy.
Y... pensándolo bien, realmente se lo merecía.
—¡No te estoy ayudando para que te quieras suicidar tonta!— Paola miró detrás suyo, sobre su hombro observando al niño parado en la puerta.— ¡No fue tu culpa!
Y las puertas se cerraron.
Paola quiso suspirar y negar esas palabras cuando volvió a la realidad en la cuál, él solamente era un producto de su imaginación.
O de sus recuerdos.
—Bien.— habló Aro, levantándose de su asiento caminando hacia la neófita que ahora lo miraba con dudas y temor.— ¿Por qué atacaste a tu amo Marcus?
Paola se contuvo en rodar los ojos y dijo.
—Fue un accidente.
—¿Realmente lo fue?
—Si.
—¿Que intenciones tienes con nosotros?— preguntó el rubio.— ¿Vienes a entrar a nuestro clan o a exterminarnos?
—¿Que?
—Tenemos muchos enemigos.. no serías la primera que ataca a alguno de nosotros.
》Y deberás saber que no sobrevivió para contarlo.《
—¡Ya dije que no los lastimaría! ¡A ninguno!— gritó ya cansada.— ¡Fue un maldito accidente! ¡Yo no quise lastimarlo! ¡Fue una reacción inconsciente!
—¿Por que?
—¿Por que, que?
—¿Por que reaccionaste de aquella manera?— preguntó Aro, caminando a su alrededor entrecerrando sus ojos como un león a su presa.— ¿Por qué no te alimentaste?
Paola ahí lo entendió y se removió incómoda en su lugar.
—Contesta.— demandó Caius, molesto ante el silencio de la morocha.
Los ojos rojizos de la neófita pararon hacia Marcus, en donde solo la miraba con indiferencia, sintiendo su muerto corazón apretujarse al entender las palabras de Félix.
Él ya no ayudará.
Pero... Paola ha estado sobreviviendo sola, por tres meses sin la ayuda de nadie entonces... ¿Por qué los necesitaba a ellos? ¿Por qué lo necesitaba a él? No los necesitaba, a él apenas lo conocía y ella era alguien inteligente, saldría de esta.
—¿Y?— preguntó Marcus, aburridamente.— ¿Por qué no te alimentaste?
Paola se remojo los labios y susurró.
—No me gusta matar.
Silencio.
Hasta que un estruendo de carcajadas estalló en el salón, siendo la mayoría de la guardia inferior mientras que la guardia real la miraban como si fuese una estúpida, una vergüenza para su especie.
Hasta Caius y Aro se rieron, que el último al ver el rostro serio de la neófita paró de reír y habló.
—¿Lo dices de verdad?
Paola esta vez rodó los ojos.
—Si.— murmuró abrazándose a sí misma, levantando su mentón sin importarles las risas de los demás.— yo no mato para alimentarme.
Aro levantó una mano dando a entender que todos se callaran.
—Eso es ridículo.— se burló el rubio, mirándola con fanfarronería.— tus ojos son rojos... ¿Y me dices que no matas para comer?
—Lo que escuchaste.— se contuvo en insultarlo.— no me alimento como ustedes.
》No soy una asesina.《
—¿Y como te alimentaste en estos tres meses?— preguntó esta vez Marcus, ignorando las palabras de la neófita.
Paola se mordió el labio inferior con nervios y dijo.
—Afanando.
—¿Afa-que?
Paola se golpeó la cabeza y se explicó.
—Afanando es como robar.— habló moviendo las manos, como si estuviese exponiendo una lección oral.— estuve... robando en hospitales y bancos de sangre.
》Se que no esta bien robar pero... era la única manera de no matar a alguien.《
—¿Robabas bolsas de sangre?
Paola asintió con la cabeza.
—Fue difícil.— habló.— las primera veces robaba algunas, muy pocas bolsas... cuando comencé a perder el miedo de que me agarren o delatarme empecé a robar cada vez más bolsas que podría abastecerme por un mes entero, y hasta comence a robar otras cosas como... una heladera que era chiquita ya que solo lo quería para guardar las bolsas, una tele... un celular...
—Interesante.— comentó Aro, observando a la vampira con sorpresa.— ¿Y no te han visto?
—No... he borrado todo registro, he tenido cuidado con las cámaras de seguridad, estudiaba las horas de las personas e iba cuando no había casi nadie para no perder el control y asesinar a un inocente.
Silencio.
Aro observó a sus hermanos, esperando sus comentarios sobre el tema, ya que era la primera vez que se encontraba con alguien así.
¿Un vampiro que se alimenta de sangre animal? Si, ya lo había visto.
Pero...
¿Un vampiro que robaba bolsas de sangre para alimentarse?
Raro.
—Hay algo que no entiendo.— habló Caius, luego de varios minutos de silencio.— tú no sabias ni sabes nada de nuestro mundo...
》Tú hace menos de 24 horas no sabías que eras un vampiro, ¿Cómo es que decidiste alimentarte de esa manera si no sabías lo que eras?《
Paola rió.
Una risa desganada, llena de tristeza salió de sus labios.
—Obviamente que la palabra vampiro pasó por mi cabeza.— comenzó mirando un punto en el suelo, sin querer mirar a esas personas.— no soy estúpida, puedo fingir serlo pero no lo soy.
》Obviamente estaba en negación, no quería creer en esta mierda, ¿vampiro? ¿Sabes lo loco y estúpido que suena eso? Pero lo soy, soy un maldito monstruo.《
—¡Dios! ¿Como no iba a darme cuenta que soy un monstruo? ¿Un vampiro?— se rió con su cuerpo temblando de arriba a abajo, sabiendo que si pudiese llorar, estaría llorando a mares.— ¡Si necesito sangre de un humano para sobrevivir!
》¿Quieres saber como me di cuenta que necesitaba sangre para alimentarme? Matando.《
—Maté, luego de haber despertado, asesiné a personas inocentes.— sus manos pararon hacia sus cabellos, en donde se agarró fuertemente de ellos, y los tironeó como si estuviese loca, perdida en sus recuerdos.— ¡Los asesiné!
¡Ella gritaba que parara!
¡Y no lo hice!
¡Ella pedía ayuda!
¡Y nadie pudo ayudarlos!
¡Él quiso detenerme!
¡Y no lo logró!
¡Él me dijo... para!
¡Detente!
¡Por favor, detente hermana!
¡Y no me detuve!
¡Seguí alimentándome de mi propio hermano!
¡Solo siete años tenía!
¡Siete putos años!
¡Maté a mi madre!
¡Maté a mi padre!
¡Maté a mi hermano!
¡Yo los maté!
¡Los asesiné!
¡Me alimenté de ellos!
—¡De mi propia familia!— gritó lleno de dolor, desgarrador que lograron poner nerviosos a los vampiros, mientras que Paola los miraba a cada uno de los reyes, con sus ojos rojizos brillando por la ponzoña.— ¡Y ellos solo me estaban buscando!
》¡Estaban buscando a su hija desaparecida!《
—¡Solo fui a bailar! ¡A bailar, mierda!— gritó lleno de rabia, mirando a cada uno de esos vampiros con furia.— ¡Fui a bailar con mis amigas! ¡Cómo siempre lo hacía! ¡Fui a divertirme!
》¡Pero un maldito hijo de puta se creyó con el derecho de querer hacer lo que se le plazca conmigo solo por ser mujer!《
—¡Lo recuerdo perfectamente!— se rió, levantando los brazos en el aire, demostrando una sonrisa rota.— ¡Lo recuerdo todo! ¡Todo lo que me hizo y como me arrojó a un estampado, a un basural porque creyó que ya había muerto!— se agarró el pecho.— ¡Porque ya no le servía! ¡El ya se había vengado por haberlo rechazado!
》¡Y tiró mi cuerpo a un lugar desolado como si no fuese nada!《
—Detente.
—¡Le dije lo mismo!— se rió, ignorando la orden del líder.— ¡Pero no lo hizo! ¡Él siguió! ¡Y siguió!
—Basta.
—¿Que pare? ¿Basta? Ah no... no lo haré.— masculló con la mandíbula tensa.— ahora me van a escuchar.
》Luego de que hizo lo que quiso conmigo... después de tirarme en aquel lugar yo... desesperada, aterrada.— se quebró su voz.—
dolida, asqueada, destrozada...— enumeró con la mano cada sentimiento de ese día.— apareció un ángel, un ángel de ojos rojos.— siguió, sin importarle los demás.— Tan hermosa... me estaba sonriendo y me sentí tranquila...
》Yo... le rogué por ayuda, le dije que me ayudara que no quería morir, no ahí, no en ese lugar, no sin ver a mi familia antes.《
—Y ella me dijo... "Tranquila, no morirás hoy"— susurró, recordando como las gotas de la lluvia caía sobre su rostro, como los rayos rugían fuertemente sobre sus oídos, ahogándose en el dolor y en la tristeza cuando apareció esa mujer de ojos rojos y les dijo aquellas palabras que en medio de estar muriendo le creyó.— y luego... desperté, no se cuantos días habían pasado, ni porque estaba encerrada en un ataúd, mi cabeza no procesaba lo que pasaba...
》Solo salí del cementerio y lo único que tenía mi cabeza era ver a mi familia...solo quería verlos, ni siquiera me tomé el tiempo de procesar como era posible que había podido romper la puerta del ataúd, el porque podía ver cada maldita partícula a mi alrededor, y el porqué tenia tanta sed.《
—Yo solo... quería verlos a ellos, mi cabeza estaban solamente ellos, yo quería estar con papá y que me abrazara fuertemente en sus brazos, quería que mamá me gritara por haberla desobedecido... y quería ver a mi hermano y molestarlo diciéndole que era adoptado.— murmuró abrazándose, soltando una risita llena de dolor.— y lo olí... respiré el aroma a sangre, que mis pies se dirigieron hacia aquel olor, sin poder parar como si tuviesen vida propia, hasta que los vi, de ellos venía aquel aroma, no había nadie más que nosotros...
》Quería decirles... tantas cosas.. pero... no dije nada.
Solo... me abalancé sobre ellos.
Perdí la consciencia.
Algo dentro mío disparó al escuchar sus acelerados latidos, al poder oler su sangre. 《
—Tenia tanta sed que lo único que pensaba era...— negó con la cabeza y cerró sus ojos, intentando en quitarse la imagen de su cabeza.— Y no lo logré.
》No logré controlarme.
Me abalancé sobre mi madre mientras escuchaba los gritos de ayuda de parte de ella, mi padre me atacó para defender a mamá, cuando el terminó de la misma manera que ella.
Y mis ojos luego de haber asesinado a mis padres, aún con sed, mis orbes se dirigieron hacia mí hermano... él temblaba, estaba aterrado, no pudo correr cuando yo deseaba desde lo más profundo de mi corazón que huyera, que escapara de mí, porque lo veía, lo veía en sus ojos que me tenía miedo, vi mi reflejo en sus orbes llena de sangre con el cuerpo de mi padre entre mis brazos sin vida... y yo... no podía decirle nada, no podía detenerme... no podía controlarme... y como sabía que no lo lograría le susurré...
—Todo estará bien...
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Es un capítulo muy triste, que me destroza el corazón y lloré escribiendolo.
Espero no haber ofendido a nadie con el tema. Quise que fuese un poco más realista y relacionarlo con lo que pasa en mi país y como dije, también en el mundo.
Espero realmente no haber ofendido a nadie.
Muchas personas le acertaron en la manera en como se alimenta Paola. Quería decir que Pao estaba en un estado de shock y de negación a lo que era, y en el próximo capítulo voy a intentar explicar mejor como fue lo que pasó en sus tres meses sola.
(Por ahí edite el encuentro entre sus familiares porque queda medio raro pero el punto es que Paola mató a su propia familia)
Además de que decidí que esta historia fuese divertida también tendrá su lado opuesto. Espero no decepcionarlas.
Muchísimas gracias por sus votos y comentarios, ya son 6 mil lecturas, no caigo.
Nos vemos el lunes que viene.
Las amo.
Besitos.
~M.
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