Capítulo 18. Turismo, baile y dolor
—¡Mira esa remera!— apoyó sus manos en el ventanal. — me encanta.
—¿Quieres comprarla?
Paola miró sobre su hombro a Marcus que la miraba con tranquilidad.
—¿Tienes dinero? Yo no traje.
—Lo supuse.— sonrió, gesto que maravillosamente se estaba acostumbrando a volver hacer y todos gracias a la neófita en frente suyo. Desde la pérdida de su mujer creyó que jamás volvería a sonreír, a divertirse, a ser feliz pero aquí estaba, junto con la neófita extranjera, paseando por Volterra como si fueran una familia.— ten...— sacó una tarjeta de crédito de su billetera.— entra y compra lo que te guste...
—Nunca pensé que viviría tanto para escuchar esas palabras.— susurró maravillada, agarrando la tarjeta como si fuese un tesoro.— ¿Puedo comprarme todo lo que yo quiera?
—Si.
—Oh Dios... parece un sueño.— susurró creciendole una sonrisa de oreja a oreja.— ¡Hecho realidad!
》¡Puedo comprarme todo lo que quiera!《
—Ya, ya... no te emociones.— habló Marcus.— debemos pasar lo más desapercibido posible.
—Cierto...— susurró.— vamos, no te quedes aquí afuera.
》¡Entremos!《
—Pe-pero... ¿Que... que haré allí adentro?— tartamudeó nervioso al entrar a la tienda de ropa, mirando hacia todos lados, avergonzado.— no es correcto que este yo aquí...
》Es para mujeres.《
—Marcusito... estamos en el siglo XXI.— tironeó de su mano, obligando adentrarse aún más al local.— los hombres como las mujeres entran a los locales de ropa de cada uno...
》¡Además necesito de tu opinión! ¡Así que no te escaparás!《
—Buongiorno*.— apareció una mujer joven, que no apartaba la mirada del castaño provocando que le molestara a Paola que la tonta humana no le prestara atención a ella.
Además... estaba incomodando y tensando al amo Marcus
—Buongiorno, per ora stiamo bene*.— sonrió falsamente Paola, llamando la atención de la humana y de Marcus.— se abbiamo bisogno di te ti chiameremo, grazie.*
—Oh... ¿Secura?*
—Si, sono secura.*
La mujer sonrió molesta hacia la pelinegra para luego mirar por última vez al hombre y se fue hacia la caja con sus otras compañeras que cuchicheaban por el apuesto hombre que entró a su tienda.
—Has mejorado tu italiano.— la felicitó Marcus.
—Si, jugando Duolingo y aprendiendo por internet funcionó...— comenzaron los dos a caminar por los pasillos llenos de ropas colgadas.— sabia que iba a venir a Italia así que aprendí lo básico hasta llegar aquí.
—Te felicito.
—Gracias.— le sonrió, para luego golpear con su codo, despacio y juguetonamente, las costillas del mayor mientras subía y bajaba las cejas, divertida.— y también te felicito... galanazo...
》Las mujeres de aquí no te han apartado la mirada desde que entramos, guapetón.《
Marcus aplanó los labios avergonzado apartando la mirada juguetona de Paola, avergonzandose aún más al ver y escuchar las mujeres del otro lado del local, hablar de él y su belleza. Sus ojos se clavaron justo en un espejo, donde se podía ver su figura junto con el de Paola, Marcus se recorrió con la mirada, sin entender muy bien lo que veían, solo estaba vestido con un traje a medida, sus cabellos castaños largos se encontraban peinados hacia atrás y sus lentes de contacto negros cubriendo sus rojizos ojos.
Hace mucho que no se veía al espejo.
Siempre que se miraba tenía esa expresión de tristeza y amargura pero ahora... se veía distinto. Hasta podría decirse que no se reconoce en el espejo.
Parece ser otro hombre.
—Eres muy hermoso Marcus.— se sinceró Paola, llamando la atención de Marcus que la miró a través del espejo.— créeme sino fuera lesbiana, serias mi tipo...
》Me van los sugar daddy.《
—Espera... ¿Que?— preguntó aturdido Marcus.— ¿Sugar daddy?
—Marcus... no te lo voy a explicar.— respondió.— actualizate, por fa...
》Ahora... ¡A comprar!《
25 minutos después.
Marcus sentado en uno de los sillones, golpeaba con sus dedos del apoya brazos esperando que la menor salga, por séptima vez, del vestidor.
—My loneliness is killing me (and I)
I must confess, I still believe (still believe).— se escuchó otra canción tararear de parte de Paola, a Marcus realmente le sorprendía la capacidad de recordar muy bien las letras de las canciones.—When I'm not with you, I lose my mind, Give me a sign...
》¡Hit me, baby, one more time!《
Terminó de cantar abriendo la cortina, dejándose ver con un top rosa casi fluor que le llegaba por arriba del ombligo y abajo unos pantalones blancos holgados que el borde de la cintura es del color de la misma prenda de arriba.
Como en el video de Britney Spears.
—Y... ¿Te gusta?— preguntó girando sobre sus talones, mostrando su outfit.
Marcus asintió con la cabeza.
—Te queda muy bien.
—¡Oh vamos Marcus!— refufuñó la menor.— eso me vienes diciendo desde la tercer prenda...
—Pero... es que... te quedan bien.
—¿En serio?
—Si, en serio.
—Entonces... ¿Que me dices de este rollo? ¡¿Eh?! ¡Dime! ¡Mira este rollo!— agarró un pedazo de grasa de su estómago y se lo mostró a Marcus, asustandolo.— ¡Ah, no lo viste! ¡¿Cierto?!
》¡Este rollo habla por si solo! ¡Dice hola Marcus, soy anita... y soy doña rollito que interrumpe su vestimenta!《
—Ah... esto... cálmate Paola.
—¡¿Que me calme?!
—¿Cosa sta sucediendo qui?*
—Ah...— Marcus suspiró aliviado al ver a otra de las mujeres del local, en frente suyo.— mia figlia ha un problema...*
》¿Può aiutare?*《
—Ah...— la mujer miró a la adolescente que seguía chillando en frente del espejo, agarrándose un rollito y volvió su atención al hombre que estaba preocupado.— si... vedrò cosa posso fare*
—Grazie...— susurró realmente agradecido y llamó a la neófita.— Paola...
—¡¿Que?!— soltó fuertemente, provocando que un relámpago estallara en los cielos, asustando a las mujeres.
—Ella te ayudará...— respondió Marcus, mirando con atención la mirada de Paola pero que no apareció nada, no como la otra vez.— yo iré afuera.
—Es-esta bien...
Mientras que Marcus esperaba afuera, que ya había pasado como cincuenta minutos, escuchó con atención la conversación de la mujeres sobre el clima. Sus ojos se encontraban clavados en el cielo, viendo como las nubes negras y oscuras comenzaban a dispersarse, sabiendo que si sigue así... tendrán que volver al castillo ante un mínimo rayo de luz.
》El clima ha estado raro últimamente...《
》Si, llueve muy seguido.《
—Tienen razón.— pensó Marcus, aún observando el cielo escuchando la conversación de las humanas dentro de la tienda.— Volterra se caracteriza por sus días soleados...
》¿Y ese rayo? Apareció de la nada y muy cerca..《
》Si, demasiado fuerte... esperemos que más tarde el clima mejore.《
》Esperemos, en las noticias no decían que iba a llover...《
—Fuerte... cerca... clima raro...— susurró pensativo, apartó su mirada del cielo para mirar su mano.— electricidad... corriente...
—Los ojos de Paola... la otra vez...— pensó recordando aquel suceso en la biblioteca, como sus orbes aparecieron pequeñas chispas y como el cielo se había nublado de la nada y rayos brotaban desde las nubes.— ¿Podría ser...?
》Demetri también sintió una corriente al haber sido tocado por Paola... se ha quejado por tres días.《
—Signore...*
Marcus parpadeó varias veces, saliendo de sus pensamientos y observó a su lado izquierdo a la mujer del local con Paola que sonreía inocentemente.
—Qui sta sua figlia...*
—¿Como estas?
—Mejor.— sonrió Paola, con todas las bolsas de compras entre sus dos manos.— mucho mejor.
》¿Vamos?《
Marcus suspiró aliviado y asintió con la cabeza. Miró a la humana y le dijo.
—Grazie.
—Prego.*
—Ciao!
Los dos comenzaron a caminar por las veredas de Volterra, mientras que Marcus le explicaba cada detalle de la arquitectura de las casas, las calles y algunos edificios importantes como la torre del reloj y la fuente.
—¿Escuchas eso?— interrumpió Paola, estando en frente de la fuente, mirando hacia todos lados.— esa música...
—¿Que pasa?— preguntó preocupado, mirando como la sonrisa de Paola crecía de a poco de oreja a oreja, causándole escalofríos al mayor.— me da miedo esa sonrisa...
—Esta música... ¡Me dan ganas de bailar!— chilló emocionada, dejando las bolsas en el suelo, que Marcus agarró la mayoría, mirando anonadado como Paola se había subido a los bordes de la fuente y comenzaba a bailar moviendo los brazos y las piernas.— ¡Because I'm happy, clap along if you feel like a room without a roof!
》¡Because I'm happy, clap along if you feel like happiness is the truth, because I'm happy, clap along if you know what happiness is to you!《
Marcus no sabía que hacer.
Se encontraba parado con las bolsas en sus dos manos mirando sorprendido como la pelinegra saltaba y bailaba de un lado a otro sobre la fuente, avergonzandose un poco al ver que las pocas personas se acercaban a aplaudir a la pelinegra y la grababan, llamando la atención.
—Che bella ragazze.— escuchó Marcus provenir esas palabras de una mujer mayor que sonreía al ver a Paola bailar, ahora siendo acompañado por varias chicas, humanas, divirtiéndose con ella.— ¿E sua figlia?*
Marcus parpadeó varias veces y asintió con una sonrisa tímida sobre sus labios, volviendo su mirada a Paola, en donde tuvo que cerrar los ojos y volver a abrirlos al creer haber visto a Didyme bailar al lado de la pelinegra, que se dio cuenta que la neófita lo llamaba para bailar. Marcus negó con la cabeza muy tímido y más al recibir los gritos de las personas de que bailara con la joven.
Marcus no sabía bailar.
Paola al ver como estaba nervioso al ver las insistencia de las personas a su alrededor de que bailara, se acercó a él dejando a las chicas, humanas, detrás de ella. La pelinegra obligó a Marcus a dejar las bolsas en el suelo y agarró ambas manos del castaño y las empezó a mover de un lado a otro, moviéndose con el paso de la música que salía fuertemente de un local cerca de la plaza central.
Marcus parecía un niño de cuatro años que intentaba seguirle el paso a sus padres en un cumpleaños.
—Nunca había visto al amo Marcus tan contento.— habló el castaño, Alec, mirando desde la sombra de un edificio a Marcus que tenía una sonrisa en sus labios y los orbes marrones, gracias a los lentes de contactos, brillando de emoción siguiéndole el paso a Paola que se reía y giraba sobre los talones bailando los dos felices ignorando a las parejas humanas que se habían unido a ellos.— es... como si fuera otra persona.
Jane asintió con la cabeza ante las palabras de su hermano, pero que no había escuchado con atención ya que su mirada rojiza se encontraba específicamente en la pelinegra.
Sus ojos no se apartaban del cuerpo de la neófita. La seguían en todo sus movimientos como si estuviera hipnotizada ante el baile de la pelinegra.
Aunque quisiera, no podía, sus orbes borgoña observaba con curiosidad y un sentimiento raro naciendo en su pecho al ver la sonrisa radiante decorada en los labios de la neófita, los orbes marrones gracias a los lentes de contacto brillar como faroles y esa felicidad desbordante que lograba que el maestro Marcus sonriera después de tantos años de amargura y dolor.
Había algo en Paola que llamaba su atención.
Pero no sabía que era.
Una risita llegando a sus oídos logró que despertara de sus pensamientos y de que dejara de ver a la neófita. Frunciendo el ceño miró a su mellizo, confundida aún más, al ver la sonrisa de diversión en sus labios y la mirada, una mirada de picardía que no había visto nunca en su hermano.
—¿Y a ti que demonios te pasa?— preguntó de mal humor Jane, volviendo su atención hacia el frente sintiendo todavía los ojos de su hermano sobre ella.
—No me sucede nada.— respondió con una sonrisa en sus labios, también mirando hacia el frente.— ¿A ti te pasa algo?
—No.— respondió cortante.— no me pasa nada.
》Y vamos, comenzaron a caminar de vuelta.《
Alec siguió a su hermana aún con la sonrisa en sus labios. A veces, su hermana, era muy despistada con los sentimientos.
—¡Eres muy tierno bailando Marcus!
El castaño sonrió avergonzado ante el comentario de la pelinegra que saltaba en frente suyo como una niña pequeña.
—Mmm... tu bailas muy bien.— halagó el castaño a la pelinegra, que frunció el ceño al ver como una sonrisa nacía en los labios de la neófita, pero una sonrisa de tristeza.— ¿Sucede algo?
—No, no es nada...— susurró colocándose a un lado del castaño, agarrando varias bolsas que sostenía su amo.
—Te pusiste triste, si pasa algo.— respondió preocupado.— dime por favor.
—No solo...— susurró deteniéndose, sin poder caminar más, entrando a un callejón. Sus ojos marrones que comenzaban a desaparecer miraron hacia el cielo con una sonrisa amarga en sus labios.— es que me gusta bailar...
》Siempre bailé, desde danzas clásicas, danzas árabes, hip hop, reggeaton, brasilero... hasta fui a las murgas.《
Marcus iba a preguntar lo que significaba la última palabra pero se quedó callado al ver la mirada llena de tristeza en los orbes de la pelinegra y la siguió escuchando.
—Fui una chica... muy productiva.— susurró.— amaba ir a danza, hacer amigos, tener mi grupo e ir con ellos a concursos ganando medallas... me encantaba prepararme para los corsos... lo amaba..
》Y... bailar... otra vez... me recordó lo que tenía... me recordó lo que hacía y ya no tengo... ya no puedo tenerlo.《
Marcus dejó las bolsas en el suelo y sin dudarlo la abrazó con fuerzas al ver como su mirada se oscurecía de dolor y su voz se había quebrado al pronunciar las últimas palabras. Pequeños sollozos salieron de los labios de la pelinegra y abrazó con fuerza al castaño sintiendo sus piernas temblar.
Sentía tanta tristeza.
Hace un rato estaba bien.
Estaba feliz y ahora... ahora sentía que se ahogaba en un vaso lleno de dolor que no recordaba que estaba allí.
Mejor dicho, que no sabía que estaba allí.
Dolía demasiado.
Sentía que se ahogaba, en su garganta aparecía el famoso nudo y sus orbes se llenaron de lágrimas que nunca saldrían. Mordió con fuerza su labio inferior intentando tragar sus sollozos pero no podía, quería gritar.
Quería volver a su país.
Quería volver a comer comida humana.
Quería volver a ver a sus amigos.
Quería volver a estar con su familia.
Pero ya no podía.
Ya no tenía nada de eso.
—Perdón...— susurró Paola intentando calmarse, observando hacia un costado a los mellizos que habían aparecido, quedándose a unos metros de ellos.— perdón por llorar... no se que me pasa... creo que sí fuese humana ya me habría venido el periodo.— intentó reírse.— si... debe ser eso...
》Ya estaré bien solo... dame un momento.《
—Llora todo lo que quieras.— susurró el mayor acariciando los cabellos negros de la neófita, que había decidido sacarle la peluca.— se que no soy tu padre, se que es difícil olvidar la vida que tuviste y no pienso ser un reemplazo...
》Solo quiero que sepas que estaré siempre para ti... te escucharé y si quieres llorar puedes llorar en mi hombro... si quieres bailar intentaré bailar contigo... aunque no se que signifique morja...《
Paola rió separándose de Marcus y le sonrió llena de cariño, de amor.
—Es murga.— le explicó.— y gracias...
》Gracias por estar conmigo amo Marcus, no se que seria de mi... sino te hubiera conocido, logras que me distraiga, que quiera aprender más de este mundo nuevo, que quiera seguir viviendo. 《
—Se lo que se siente el creer que perdiste todo.— respondió Marcus con una sonrisa de nostalgia en sus labios.— se lo que siente caer en la tristeza, en el dolor...
》Jane y Alec te lo pueden confirmar.《
Ambos mellizos se tensaron al escuchar al castaño nombrarlos, sintiéndose incómodos al haber interrumpido aquel ambiente entre una conexión de padre e hija.
—Pero habrá personas que te harán seguir queriendo vivir esta inmortalidad.— respondió acariciando la mejilla de la neófita.— tú me diste un aliento de aire fresco para seguir viviendo.
》Tú eres una persona muy especial para mí Paola, y verte así no me gusta porque me veo a mí mismo y no quiero que pases por lo mismo. Por eso, siempre estaré para ti, si quieres hacer algo para distraerte no dudes en llamarme, o en llamar a Demetri y Félix que te llevas muy bien con ellos.《
—También.— interrumpió Alec, llamando la atención de los tres, incluida su hermana que miraba sorprendida a su mellizo por haber interrumpido aquella conversación.— también puedes contar conmigo...
—Oh... vaya...— susurró Paola.— gracias...
Jane se removió incómoda al tener tres pares de ojos sobre ella esperando que diga algo. Se encogió de hombros y dijo.
—Si... también conmigo.
Paola al ver como evitaba su mirada y se sentía incómoda se quiso burlar de ella y acusarla en frente de Marcus por haber rechazado su amistad cuando decidió ignorar todo aquello, sabiendo que la rubia era como una roca y solo asintió con la cabeza.
—Gracias Jane.— le sonrió.
Y Jane con esa sonrisa, sintió algo en su pecho, más exactos en su corazón. Parecía... que había saltado, que había dado un latido dentro suyo.
¿Como era eso posible?
No.
Debió haber sido su imaginación.
Su corazón estaba muerto.
No podía latir.
—Volvamos al castillo.— pidió Paola a Marcus.— quiero seguir estudiando.
》Y gracias Marcus por el recorrido, fue divertido.《
—Esta bien.— respondió Marcus agarrando las bolsas y los dos comenzaron a caminar, sin pasarse desapercibido como un hilo de color violeta había aparecido en el dedo meñique de la rubia con más fuerza pero que despareció en menos de un minuto.— volvamos a casa.
》Y podemos volver a salir cuando apruebes tus exámenes... que serán dentro de dos semanas.《
—¡¿Dentro de dos semanas?!— chilló nerviosa.— ¡¿Dos semanas?!
—Si.
—¡Ay que nervios!— volvió a chillar, que miró detrás suyo mirando exclusivamente a la rubia que caminaba detrás de ellos junto con Alec. La rubia frunció el ceño al tener la mirada rojiza de Paola sobre ella, sintiéndose por un momento nerviosa, pero aquí la pregunta era... ¿Por qué?— ¡Jane debes seguir ayudándome con matemáticas! ¡Por favor!
—Si, si... te seguiré ayudando.— respondió algo nerviosa intentando sonar aburrida y con molestia.
Paola lo hizo una vez más.
Le sonrió.
Le sonrió radiante.
Y una vez más, sintió un movimiento en su pecho.
—¡Gracias, eres la mejor!
—Lo se.— respondió con fanfarronería, sonriendo de lado, provocando que Paola se pusiera nerviosa ante esa sonrisa y más al darse cuenta que se había quedado mirando los labios de la rubia. Giró rápidamente y aceleró sus pasos hacia el castillo queriendo poner distancia entre la rubia y su linda sonrisa.
—¿A dónde vas tan rápido Paola?— preguntó confundido Marcus al verla caminar con rapidez hasta pareciera que en cualquier momento fuera a correr.
—¡Es un juego!— gritó, comenzando a correr por los callejones vacíos.— ¡El último que llega es un huevo podrido!
Los tres Vulturi se miraron confundidos parando en su lugar procesando las palabras. Marcus sonrió y comenzó a correr detrás de Paola, sorprendiendo a los mellizos al ver como corría como si fuera un niño detrás de la pelinegra.
—Te ganaré.— le habló su hermano, para desaparecer, corriendo detrás de los otros dos.
Jane sonrió ladinamente y corrió de igual manera.
Jugando entre los cuatro.
Paola en el vestuario:
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¡Aquí un nuevo capítulo!
¿Que les pareció?
¿Les gustó?
¿Que parte más le gustó?
¿Creen que las cosas entre Paola y Jane va muy rápido? Porque me están dando dudas.
¡Voten y comenten!
TRADUCCIÓN
*Buenos días
*Buenos días, por ahora estamos bien, si necesitamos algo de usted la llamaremos, gracias.
*Oh... segura?
*Si, estoy segura
*Que está sucediendo aquí?
*Ah, mi hija tiene un problema.
*Puede ayudarla?
*Si, veré que puedo hacer.
*Gracias.
*Señor.
*Aquí esta su hija.
*De nada.
*Adiós.
*Que hermosa muchacha, es su hija?
Espero que mis cuatro años de Italiano dieran sus frutos ahre.
Nos vemos el próximo lunes, ya que hay capítulo terminado.
Muchísimas gracias por las 70 mil lecturas <3
Cuídense.
Besitos.
~M.
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