Capítulo 17. Turistear
—Marcus...
—Marcus...
—Marcus...
—Marcus...
El castaño suspiró agotado. Giró sobre sus talones y observó a la pelinegra que le sonreía inocentemente.
—¿Que sucede?
—Estoy aburrida.
—¿Y?
—No se... quiero hacer algo.
—¿Ya estudiaste?
—Sip.
—¿Y... que quieres hacer?— le preguntó curioso Marcus.
—Mmm...— Paola pensó y se acercó a una ventana viendo el día nublado.— ¿Y si salimos?
—¿Salir?
—Si, ¡Esta nublado!— respondió contenta.— ¡Esta perfecto para salir!
—Mmm...
—¡Oh vamos!— le reprochó.— desde que he llegado no he salido...
》¡Y estoy estudiando muy bien! Acompáñame a ver, no conozco Volterra.《
—Tienes razón.— susurró, colocándose al lado de Paola, mirando los dos el día nublado.— desde que has llegado aquí nunca saliste.
》Aunque me preocupa tu control... ¿Lograrás controlarte al estar rodeada de tantos humanos?《
Paola lo miró con una ceja alzada y le respondió.
—La pregunta ofende.— se cruzó de brazos.— ¡Por supuesto que sí!
》¡Vamos! ¡Quiero salir y comprarme ropa! ¡O hagamos algo divertido!《
Marcus sonrió y asintió con la cabeza.
—Esta bien.— le respondió.— ve a prepararte y busca a Rebecca... ella te ayudará a camuflarte.
—¿Rebecca?
Marcus rodó los ojos y respondió.
—Ella es, por una manera de decirlo, la estilista del clan.— respondió comenzando a caminar hacia el salón real y hablar con Aro y Caius de su salida.— ella ayuda a disfrazar a Heidi cuando busca a los humanos.
—Oh vaya... no sabia que tenían eso...— susurró, siguiéndolo.— ¡Que emocionante!— aplaudió contenta la pelinegra.— ¿Me puedo poner una peluca?
—¿Por que quieres ponerte una peluca?
—Porque quiero ser Hannah Montana.
—¿Quien?
—Olvídalo.— rodó los ojos Paola, llegando a la división de dos pasillos.— iré hacia la derecha...
》¿Nos encontramos en la recepción?《
—Si.— susurró sonriéndole.
—¡Que emoción!— chilló emocionada, saltando, alejándose de Marcus.— ¡Seré Hannah Montana!
》¡Esperen!— se detuvo en su camino y miró hacia todos lados.— ¿Donde encuentro a esa tal Rebecca?《
—¿Que hora es?
La humana, que era la secretaria, miró el reloj de su celular y le respondió al castaño.
—Son las 11 en punto amo.
—Gracias.— le respondió suspirando.
—¿En donde está?— preguntó Jane hacia su hermano que éste se encogió de hombros.
—Seguro que se perdió o no encontró a Rebecca.— le respondió Marcus con una sonrisa divertida en sus labios.— lo más probable es la segunda.
—¡You get the limo out from!— se escucharon los gritos algo cantarinos por el pasillo, viniendo hacia ellos.— ¡Hottest styles, every shoes, every color!
—Ahí viene.— susurró Alec, en donde Marcus y Jane más la recepcionista miraron a una adolescente de 17 años, caminando como una modelo, vestida de jeans negros, camisa roja de manga tres cuartos, un pañuelo en su cuello y unos anteojos negros sobre sus ojos.
—¡Yeah when you're famous it can be kinda fun!— siguió cantando mientras daba un giro sobre sus talones, reboloteando sus cabellos, ahora, castaños.— ¡It's really you but no one ever discovers! ¡It some ways you're just like all your friends, but on stage you're a star..!
》¡YOU GET THE BEST OF BOTH WORLD!— gritó a todo pulmón fingiendo que su puño es un micrófono.— ¡CHILLIN' OUT, TAKE IT SLOW, THEN YOU ROCK OUT THE SHOW!《
—¡YOU GET THE BEEEEEEEEEEEEEST OF BOTH WOOOOOOOOORLD!— saltó llegando a estar en frente de Marcus, Jane y Alec mientras que Paola agachó su cabeza y la levantó rápidamente, dejándose ver el movimiento de sus cabellos castaños e hizo una pose final como una diva.— ¡Gracias público! ¡Muchas gracias!
》¡Gracias totales!《
Marcus negó con la cabeza divertido ante la escena de la neófita. Le ponía feliz saber que Paola estaba contenta con esta salida, que para ser sincero consigo mismo, él también estaba contento y nervioso de volver a salir hacia su pueblo.
Nunca salía solo.
Solo cuando eran aburridas misiones.
Pero ahora no lo era.
Solo sería una tranquila y divertida salida con su hija Paola que se encontraba emocionada, girando sobre sus talones, mostrándole su vestimenta a la recepcionista que ésta la halagó y que la neófita no dudó en coquetearla.
—¿Terminaste?— preguntó irritada la rubia al ver el parloteo y coqueteo constante de la pelinegra hacia la insípida humana.— el amo Marcus quiere salir.
—¿Y tu que haces aquí?— preguntó Paola cruzándose de brazos.— además solo iremos Marcus y yo...
》Tu no estas invitada.《
Paola estaba molesta.
Estaba enojada con la tonta rubia.
¿Y por que era eso?
Porque Jane rechazó su lindo gesto de amistad.
¡Literalmente le dijo que no!
¡No!
Le rompió el corazón a la pulga.
Se sintió tan humillada y triste.
Estaba dolida.
Enojada y dolida.
—Paola.— interrumpió Marcus.— ellos me cuidarán.
》Me protegerán mientras estemos afuera.《
Paola abrió la boca indignada y clavó sus ojos furiosos hacia Marcus.
—¿Me estas diciendo que yo no te puedo cuidar?— le reprochó, cruzándose de brazos.— ¿Que no te puedo proteger?
—No es eso Pao.— susurró con pesar Marcus.— es... es solo protocolo...
Paola soltó un bufido y respondió.
—Si, claro... protocolo.— se cruzó de brazos, pasando por un lado de esos tres, yendo hacia el ascensor.— ya vámonos antes de que cambie de opinión.
—Paola...— la llamó Marcus, viendo la espalda de la neófita mientras apretaba con fuerzas el botón del llamado del ascensor.
—Solo vamos...
—¿Sigues molesta?— preguntó con precaución Marcus, caminando al lado de Paola por uno de los pasillos escondidos del castillo que saldrá hacia un callejón sin humanos a la vista. Miró a la castaña que esta solo miraba al frente sin prestarle atención a él.
Suspiró.
—Realmente lo siento...
—Era una salida entre nosotros dos.— respondió Paola con la mandíbula tensa.— nosotros dos Marcus, una salida de padre e hija...
》Y ahora es una salida de Padre, hija y... y... primos de tu hermano... ¡No lo sé!《
—Paola...
—¿Pero sabes que es lo que más me molesta?— lo interrumpió, llegando a unas de las grandes puertas que indicaba hacia la salida al exterior.— Que ellos vienen con nosotros porque saben que no podré defenderte.
》Y lo sé, lo sé perfectamente, porque todavía no tengo un don.《
—No es así.
—¡Lo es!— gritó furiosa, parando de caminar sin importarle que le haya gritado a Marcus ni que los mellizos, que se encontraban más atrás por orden del castaño, escucharan la conversación.— ¡No importa que sea una neófita, no importa que sea fuerte ahora si esa fuerza luego desaparecerá!
》¡Si no tengo un don no seré lo suficientemente fuerte para protegerte!《
Un relámpago sonó en el exterior y la lluvia azotó en la ciudad, que a pesar de estar aún dentro del castillo, se podía escuchar a los humanos correr desesperados por un refugio ante la sorpresa de la gran lluvia que cernía sobre ellos.
Marcus al ver que no la miraba, sino que tenía su mirada clavada en el piso, llevó su mano hacia el hombro de la pelinegra pero lo apartó rápidamente al sentir una corriente, dolorosa, sobre la palma de su mano.
—Amo...— llamó Alec al ver el gesto de dolor en el castaño que con su melliza se acercaron hacia él.
—Paola.— lo llamó Marcus, ignorando la palma de su mano, escondiendola de ella al tener su mirada, que era oculta por esos anteojos, sobre él.— te prometo que en la próxima salida, saldremos solamente tú y yo...
》No me importa lo que digan los demás, seremos solamente nosotros dos. Pero ahora... necesitamos ganarnos la confianza de Aro y Caius de que en nuestra salida no sucedió nada y por eso, Jane y Alec, le demostrarán que nuestra salida no tuvo ningún riesgo alguno. ¿Esta bien para ti?《
—¿Lo prometes?— le preguntó, calmándose al ver la sonrisa amable de Marcus, que era solamente para ella.— ¿Prometes que en nuestra próxima salida seremos nosotros solos?
—Si.— respondió con seguridad.— te lo prometo.
Paola sonrió radiante y lo abrazó.
—Entonces esta bien.— susurró contenta.— demostremole a esos dos que estaremos bien.
Marcus sonrió algo tenso ante el abrazo de la neófita. Con cuidado llevo su mano hacia la cabeza de Paola y la acarició con gestos suaves, notando que no le había llegado ninguna corriente.
Y que... la lluvia había parado.
Paola se separó de Marcus, sonriéndole de oreja a oreja y le gritó emocionada.
—¡Vamos!— chilló, dando los últimos pasos hacia la puerta y la abrió en par en par sin usar tanta fuerza.— ¡Vamos a turistear!
》¡Que bueno! ¡Dejo de llover!《
Marcus frunció el ceño confundido
—¿Amo? ¿Se encuentra bien?
Marcus parpadeó varias veces saliendo de sus pensamientos y miró hacia los mellizos que esperaban una orden de parte suya.
—Lo estoy.— respondió, decidido en vigilar a Paola.— quédense atrás, cuidenos desde las sombras.
—Como usted ordene amo.
—¡Vamos Marcus!— chilló Paola, desde el exterior.— ¡Vamos antes de que se largue a llover de vuelta!
—Llover...— pensó, saliendo del castillo, mirando hacia el cielo nublado con varias nubes negras todavía.— ¿Siempre fueron así de oscuras?
Sus ojos se clavaron en Paola que miraba anonadada y emocionada la plaza principal.
Marcus sonrió con ternura al verla tan feliz.
—Dydime...— pensó con nostalgia caminando hacia la neófita que lo llamaba con una gran sonrisa en sus labios.— he salido del castillo...
》Y no es por una misión... he salido solo con una vampira de nombre... Paola... una niña que podría ser nuestra hija... se que estarías muy feliz con ella... se que seríamos felices juntos.《
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¡Aquí está!
¡Nuevo capítulo!
¿Que les pareció?
¿Les gustó?
¡Voten y comenten!
No creo que el lunes que viene pueda actualizar, no terminé de escribir el capítulo.
Además me gustaría actualizar cuando la historia llegara a las 70 mil lecturas <3
Cuídense.
Nos vemos.
~M.
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