https://youtu.be/T3GtF-E6UJ4

Madara estaba en su casa frente al mar, o mejor a orillas del antes mencionado.

Específicamente en la sala, hablando con su familia.

-Madara has pensado que va siendo edad de que al menos nos presentes a un novio, amigo o algo.- dijo su madre preocupada.

-Mamá no va a existir hombre que logre ponerme sumisa, menos que caiga en sus manos.- respondió de manera seria mientras miraba a su madre.

-Pero si lo hay que piensas hacer.- dijo curiosa su hermana Izuna.

-Si el dichoso existe déjame decirte que solo jugare nada más.- se paró, pues la curiosidad de ambas mujeres le generaba estrés.

Dejar sus fiestas, su libertad, sus deseos por un hombre.

No lo cree, cree que no habrá hombre en la fas de la tierra que la haga caer a sus pies y controlarla.

-No existe hombre capas de controlarme, y si lo hay solo jugaré a amarlo de verdad.- le regaló sus palabras al viento en un susurro, pues se encontraba en su balcón. El aire jugaba con su cabello rebelde, su blusa blanca mostraba sus hombros.

                                                                               Lauren°

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Que tal!

Pues con esta novela me va a divertir mucho y espero que los que la lean también la disfruten!

Sayonara!

Lauren°