Día largo
No podía pensar con claridad, todo paso tan rápido.
Primero estaba en la escuela, con sus amigos presionándola para conocer a Ramón, luego tuvo un ataque de celos, y lo beso, luego volvió a casa, llamo a su ex, y admitió que él si le gustaba, y ahora...estaba en el hospital con riesgo de muerte, Dios, sí que había sido un día largo.
La rosada y su padre entraron lentamente a la casa, ella camino a oscuras hasta la mesa de la cocina para dejarse caer en una de las sillas, Peppy, que iba detrás de ella, prendió la luz y se sentó al lado de su hija, la cual tenía la cara entre sus brazos, recostada en la mesa de madera, tenia mucho en que pensar, y bastantes sentimientos encontrados después de esto, ni siquiera sabia que hora era, eran más de las 12, eso era seguro, el de barba rosa acaricio levemente su hombro y espala para tratar de calmarla—Parece un buen chico, saldrá de esto.
—T-tú no lo sabes—Chilló ella aun ocultando su rostro.
—Poppy...
—Besé a Ramón—Confeso al fin levantándose para dejar su espalda en el respaldar de nuevo.
—¿¡Tú qué!? —exclamo con un tono medio enojado y sorprendido, mientras se paraba de la mesa.
—Sí papá, lo sé, y lo siento, debí decírtelo, pero se como te pones—Se levanto de igual forma y lo miro frente a frente, ambos con expresión seria— y sabes, no me importa, Ramón ha sido la única persona que de verdad he sentido que esta para mí, durante todos estos meses, él me ayuda y me escucha, sabe cuando ofrecerme soluciones y sabe cuando solo necesito un maldito abrazo, y yo...y-yo lo amo ¿sí?, lo siento, no soy una chica perfecta, tengo errores, pienso en muchas cosas malas, soy negativa, y si no fuera por él, no sabría que hacer cuando todo se acumula sobre mí, ¡No quiero que se vaya! ¡Tal vez para ti sea otro idiota que quiere conmigo, pero es mucho más que eso! ¡Por una p*ta vez solo entiende eso! —Arrugo su rostro y mentón, ahogando su llanto, bajo su rostro para mirar al piso, abrazándose así misma mientras sus lagrimas se resbalaban unos milímetros por sus mejillas para luego caer al suelo por la gravedad, el mayor miro triste a su niña, nunca le gusto verla llorar, y sus palabras si le habían llegado, bastante, en muchas ocasiones se mostró irritable y altruista cuando se trataba de las parejas de su hija, nunca le permitía elegir del todo, a veces solo decía "No", y a veces fastidiaba hasta que ellos mismos decidían separase, él único que de verdad acepto termino por ser un completo idiota con Poppy, sabia que lo que hacia era egoísta, pero le asustaba perderla, nunca le puso suficiente atención a su esposa y termino con un destino perverso en manos de alguien malo, cosa que pudo evitar si tan solo la hubiera escuchado.
Desde el principio desconfió de Ramón, por naturaleza, pero hasta él admite que es un chico dulce y respetuoso con un pasado horrible, ok, esta vez sí se pasó—Hija...lo siento, sé que puedo ser muy duro, y esperar mucho de los hombres con los que sales.
—Papá...no e-esperas mucho de los demás, esperas m-muy poco de mí...—Lo miro con sus ojos, algo rojos por haber llorado, no pudieron resistirlo más y se abrazaron, a pesar de claramente estar preocupados, tristes y molestos.
—Lo lamento tanto cariño, se que puede p-parecer que no confió en ti, solo no quiero que nadie te lastime más de lo que ya estas, se que, por tu enfermedad y tus amigos, tienes que lidiar con muchas cosas, y me alegra saber que Ramón te ayuda en eso de una manera en la que yo no—Ramón, aún no sabían nada de él, recordarlo la hizo sentir peor.
—Esta bien papá, te p-perdono—estaba exhausta, mental y físicamente, había sido un día lleno de emociones, solo deseaba dos cosas en ese momento, que su "mejor amigo" estuviera bien, que saliera bien del hospital para poder decirle todo lo que sentía, y también, poder dormir.
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