Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23. Real

ADELA

Martes 16, Febrero 2016.

Cuando los dos locos detienen el auto y me dicen que llegamos a donde sea que tenían que llevarme según las instrucciones, suspiro poniendo los ojos en blanco. Estaba un poco fastidiada porque no había podido sacarles nada de información. Simplemente prendieron la radio y escuchamos a los chicos hacer el programa a todo volumen. Claramente ignorando mis quejas.

—Tienen que estar jodiendome —murmuro al entrar a un restaurante demasiado lujoso para la ropa que estoy usando. Tan lujoso que estoy segura que yo nunca entraría en él a comer porque no quiero quebrar y tener que vender hasta la virginidad que no tengo.

— ¿Es la señorita Parker? —pregunta un muchacho joven, supongo que el encargado de turno del restaurante. Sus rasgos son asiáticos y sus ojos simpáticos. Mis amigos asienten por mí—. Por aquí entonces...

—Nosotros nos quedamos en esta parte, en la mesa al lado de la ventana sino es molestia —interrumpe Erick agarrando a Philip del codo, ambos me sonríen—. Tú ve, confía un poco en nosotros y síguelo. Te juro que no es nada ilegal.

—Yo... a ver, ¿qué diablos está pasando? No voy a seguirlo sin saber en qué mierda me han metido está vez, no voy a caer de nuevo —digo frunciendo mi ceño. Recuerdo muchas bromas que ellos dos han hecho y a las cuales yo y el resto de mis amigos hemos respondido. No confío totalmente en que esto no sea una broma.

—El señor... —comienza a decir el chico que sigue mirándonos confundido, se aclara la garganta cuando Philip le dice indica que no diga nada. Me mira con honestidad en sus ojos—. Le juro señorita que no es nada ilícito ni desagradable, la información que tengo sobre esto es que una sorpresa que le resultara agradable.

—Okey. Pero si esto no me gusta, voy a irme. Y ustedes dos me deberán mucho.

—Te aseguro que nos deberás una a nosotros, mujer. Tampoco te preocupes por tomarte todo el tiempo. Hemos hablado con Aylen y Miles acordó llevarla a su casa cuando terminen en la radio. Nosotros te esperaremos y luego te acompañaremos al estacionamiento al terminar. —Veo como tratan de abrir una botella de champagne, me señala y guiña el ojo—. Confía.

—Lo dices como si fuera tan fácil. —Miro al mesero e intento sonreírle—. Tú indica el camino, te sigo.

Nos guía hacia el fondo del restaurante, al área de fumadores. El techo del pequeño patio es de vidrio y, como el día lo permite, el mismo se encuentra abierto. Hay una mesa en el centro con un plato, cubiertos y una fina copa acompañada con otra más chica; me indica que me siente y espere.

A los minutos pone una notebook adelante mío, con el cargador enchufado y la prende. En seguida abre Skype. No pasan ni 10 minutos que una llamada entra, veo el nombre y suelto una risa nerviosa, aunque no olvido lo ridículo que fue todo esto.

— ¿Me ves? —Dejo de respirar por un momento al escuchar su voz. Se siente que hace mucho tiempo que no lo veo.

—Te veo muy bien, Leo. Me gusta el smoking aun cuando no estoy vestida para la ocasión. En mi defensa no sabía nada de esto —digo señalando el hecho de que esta vestido como si fuera a una gala y yo me encuentro en jeans. Él me sonríe de todos modos.

—Era la idea, una idea muy buena, pensada por el genio que tienes adelante —responde acomodándose en su silla. Agarra la servilleta que está en su mesa y la coloca en su regazo—. Estoy estancado en Europa por unos días más pero quería verte y tener una cita como la gente, esto no suplanta el hecho que debemos tener una cita en el mismo lugar y espacio pero algo es algo. No podía esperar más.

— ¿En serio no podías esperar para verme unos días más? —Me entregan la carta, la empiezo a leer mientras a él le entregan la suya—. ¿Dónde estás?

—En el mismo restaurante que vos aunque en Londres, es una cadena bastante grande y están en casi todos lados —dice bajando la carta, destapando su cara. Observo que él también se encuentra en un pequeño patio —. Y obviamente no podía esperar para verte. No iba a aguantar mucho más, era esto o volar hasta allí y dejar todo. ¿Cómo has estado?

—Bien, cansada. Un poco preocupada. —Veo que me observa morderme el labio inferior.

— ¿Se puede saber por qué?

—No sé si debería preocuparme, en primer lugar. Es decir, son problemas personales de mis amigas —responde levantando mis hombros—, pero aun así me preocupo.

— ¿Debería preocuparme también? —Su ceño se frunce.

—Ni siquiera sé si debería preocuparme yo —contesto simplemente, le regalo una sonrisa de costado—. Pero primero deberíamos ponernos al día nosotros, ¿no? —Suelta una risa suave, rasposa y leve. Llamamos a nuestros meseros para ordenar la comida, se llevan las cartas y le guiño un ojo—. Luego te diré las novedades que puedo contar sobre mis amigos. Ya que pareces interesado en saber sobre mi vida, y ellos son una gran parte.

—Planeo saber mucho más que eso, Adela. Pero es un buen comienzo. Entonces, ¿cuáles son las novedades?

—Mi hermano mayor vive con mi hermano mellizo ahora. Mi mejor amiga empezó a salir con nuestro jefe pero ahora sale con Nathaniel Donovan.

—Él es el conductor de "The Crown", ¿verdad? —Leo me mira curioso—. No es de mis personas favoritas.

Nathaniel es conductor de un reality show y también tiene una carrera como actor pero el show es lo que realmente lo hace reconocible.

— ¿Por? —Lo miro con la cabeza inclinada, siento curiosidad. A mí tampoco me gusta por todo el tema de la infidelidad, ¿cuál podría ser la razón para que no le caiga bien a Leo?

—Trata demasiado, en todo sentido, como si debería caerle bien a todos; y a veces lo logra, menos con los chicos y conmigo. No nos gusta ir a su programa porque siempre es molesto, tratando de ser uno de nosotros o haciendo preguntas incomodas —responde encogiendo los hombros—. ¿Y a ti?

—Celine y él salieron hace un tiempo y no terminaron muy bien... digamos que tampoco es mi persona favorita.

— ¿Ves? Ya tenemos algo en común —dice justo cuando los meseros nos sirven vino en nuestras copas—. Brindemos por ello.

—Sí, tienes razón —respondo alzando mi copa y "brindando" con él —. Cambiando la conversación a temas más interesantes, ¿cómo van los conciertos por Europa?

—Bien, por ahora los conciertos fueron geniales. Aunque ahora debemos acomodar las fechas para la segunda parte del tour a fin de año. Y como queremos hacerlo por partes, sin cansarnos tanto ya que no somos jóvenes de 20 años. Además es hora de que también prioricemos nuestras vidas personales un poco.

—Tienes 30 años, Leo. No sos tan viejo como para decir eso, no importa la edad cuando la vida se vive al máximo. —El ambiente se llena de un olor a comida riquísima, a él le traen el plato primero—. ¿Salteado de arroz con...?

—Mariscos, ¿tú que has pedido?

—Pollo con salsa agridulce, es uno de mis platos favoritos, siempre que lo tienen lo pido. —Justo cuando termino la oración, llega mi plato.

—Tomo nota, tal vez alguna vez puedas probar mi pollo agridulce y decirme tu opinión.

—Mientras no tenga que cocinar, cuenta conmigo. Sé lo básico pero no soy una chef y la verdad no es mi actividad favorita.

—Sí, algo así me dijeron los chicos. Y tú hermano.

—Oh, los voy a matar. Una cosa es que lo diga yo y otra es que vayan dándome mala reputación —contesto sonriéndole y luego caigo en cuenta—. Mi hermano fue el que hablo con Erick y Philip, ¿no?

—Atrapado —dice Leo levantando las manos—, aunque insistí en ello. No lo culpes. Y con respecto a tus dotes gastronómicas, no me importa, yo puedo cocinar por ambos, todas las veces que quieras —agrega dulcemente.

—Cállate, o te tomare la palabra y te secuestrare para que me cocines todos los días. —Me recuesto sobre mi respaldo y no puedo evitar mirarlo con una sonrisa que hace mucho no mostraba.

— ¿Realmente contaría como secuestro si voy voluntariamente? —SU guiño no me pasa desapercibido.

—No lo sé, no soy policía. Qué respuesta tan cliché, Prince. Pensé que serias más creativo.

—No te asustes, Adela. —Mi nombre es pronunciado como una advertencia cuidadosa, no pierde la sonrisa pero presiento que desearía tomarme la mano—. ¿Qué te dije en mi carta, bella locutora? En un futuro cercano.

Asiento y toma más del vino. No estoy asustado pero no creo que quiera aclarárselo ahora. Porque el asustado podría ser él.

Me escondí en mi burbuja por dos años y estoy harta de ello. Quiero sentirme enamorada de nuevo, y justo en este instante, me veo enamorándome de Leo.

Hasta puedo decir que ya estoy cayendo por Leo Prince.

***

La cita termino tan bien como empezó. Leo me hablo de su familia y de sus amigos mientras que yo también compartí de mi semana. Se pasó tan rápido que apenas note que estuvimos más de tres horas comiendo y hablando por una notebook.

Cuando nos despedimos me prometió de nuevo que íbamos a tener una cita real muy pronto. Le conteste que yo considero que fue una cita muy real, que se sintió especial.

Los chicos me sonrieron con travesura en sus ojos al verme de nuevo. No hicieron muchas preguntas pero les agradecí la molestia y ellos no pararon de bromear sobre que la próxima vez ellos se unirían a la cita.

Ahora estoy en casa mirando mi celular y la llamada perdida de Celine. Antes de arrepentirme abro su mensaje de voz.

Sé que probablemente no quieras escuchar mis excusas o razones por la que hoy no fui, Brisa ya las sabe y ella entendió en parte. Pero sé, porque te conozco, que no te van a gustar a vos; no quiero pelear por esto, Adela.

No fui a la celebración de Brisa por Nathaniel, algo paso y tuve que quedarme. No quiero realmente hablar de ello, estoy cansada y agotada mentalmente.

Esto no significa que le estoy dando más importancia en mi vida, sino que de verdad paso algo importante y él me necesitaba. Yo necesitaba estar ahí. Es algo que tenía que hacer y no me arrepiento de hacerlo.

Antes de que te enojes conmigo; Jordan ya me sermone. Yo necesito a mi mejor amiga, no para más sermones, sino para que me des un abrazo. Por favor, llámame.

No puedo creerlo. La verdad que cada vez me sorprendo un poco más.

Celine simplemente lo hizo de nuevo, es como si tuviera un deja vú. Esto ya pasó la primera vez. Nathaniel la aísla, la hace sentir importante y lo único en su vida solo para que ella lo siga a todos lados. Después todo se va a la mierda cuando él busca sexo en otras mujeres.

Inhalo y exhalo. No pienso ponerme de malas por esto, tuve un día muy bueno como para estropearlo por la existencia de Nathaniel Donovan y su estúpido trasero infiel.

Tiro mi celular en la cama y me siento en ella, no quiero devolverle el llamado hoy. Tal vez mañana. No lo sé. Porque me duele ver como se vuelve un espiral del cual no sé si va a salir entera. Celine es fuerte y decidida aun cuando no ve que ella da mucho más de lo que recibe. Ella piensa que lo que le da Nathaniel es suficiente, que la relación que tienen es equilibrada pero no lo es. Suspiro y me estiro para llegar a mi celular.

Mañana hablamos, lo prometo. Tampoco quiero que estemos enojadas. Pero puedo estar de acuerdo en decir que no estamos de acuerdo en cómo manejaste la situación. Sabes de lo que hablo.

De todos modos, te llamaré luego.

Te quiero. Adela XOXO.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro