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12:00 to 1:00 am (Final)

Finalmente y con ustedes, la última parte de este fic. Admito que fue muy difícil hacer que esto terminase "bien" y la verdad es que el final realmente no es alegre, lo considero como un final abierto a las posibilidades del lector. Espero sea de su agrado y gracias a todos los que le dieron amor a esta retorcida historia de amor tóxico. 

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de violencia (no explícitas). 

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♫This is my life, my time, won't stop. Thank God, I'm back alive...

Debió ir tras el menor tan pronto este huyó de la habitación, debió haber hablado con él cuando le vio salir como si nada del baño justo después de la llegada de los demás al dormitorio. Debió asumir la responsabilidad de sus tan precipitados actos, hacer frente al otro, dar el ejemplo del líder que decía ser. Pero viendo como su adverso simplemente hacía caso omiso a lo sucedido y se divertía charlando, no supo hacer otra cosa que aprovecharse de la tan conveniente situación; refugiarse en el pensamiento de que quizá las preocupaciones sobraban y que no había sido un completo idiota, que Jeongin estaba bien, que todo estaba bien.

Todo estaba bien, todo estaría bien.

Su nueva y preciosa mentira favorita.

*

Eran exactamente las doce en punto de la madrugada cuando escuchó la puerta del estudio abrirse, acababa de terminar una exitosa transmisión de VLive para Stay. Sus labios seguían dibujando una sonrisa, pero la felicidad le duró poco.

Le sorprendió que alguien viniera a esa hora, no sólo por el hecho de que apenas estuvieran en promociones de su nuevo álbum y la mayoría usaba el poco tiempo libre para dormir, sino porque su visitante no era Jeongin.

-Hyun...-

...

El nombre del otro se le quedó a mitad de camino cuando una de las manos adversas fue a parar a su rostro de forma abrupta, haciéndole girar hacia un lado a razón de la fuerza del impacto. Pasmado y adolorido por lo que acababa de ocurrir estuvo a punto de reclamarle cuando nuevamente sintió otro golpe en el mismo lugar; intuía que al menor debía dolerle la palma de la mano tanto como ahora le dolía a él la mitad del rostro.

-¡Eres un imbécil!-

...

-¡Eres un maldito infeliz!... Cómo te atreves a hacer algo así, Chan.-

-H-hyun...-

-Ni se te ocurra. Ni se te ocurra intentar defenderte. ¿Cómo pudiste?... Cómo pudiste abusar de alguien que te ama tanto... ¿¡Por qué le hiciste eso a Jeongin!?-

-Yo, espera... Cómo...-

No tenía cabeza para dar con respuestas coherentes, Hyunjin le había tomado desprevenido y peor aún... Le acariciaba la herida que ignoraba tener. Intentaba hilar un pensamiento con otro, pero el miedo al ver la furia e incredulidad en los ojos adversos no le dejan avanzar, apartaba la mirada de su opuesto incapaz de reaccionar. Nada tenía él a su favor para defenderse en esa ocasión.

-Tú no qué... ¿Tú no pensaste que estuvieses abusando de un menor de edad?... Porque te recuerdo que Jeongin sigue teniendo 17, Hyung. No se te pasó por la cabeza que el niño estaba llorando porque quería que te detuvieras, ¿hm?... Maldición. Nunca en mi vida pensé que te diría esto pero me das asco.-

Hubo una pausa en la cual sólo pudo registrar el sonido de la elaborada respiración de Hyunjin, en ese momento se sintió con valentía suficiente para encarar a su adverso, pero la mezcla de sentimientos que consiguió en ojos del otro le hizo revolver el estómago. Hyunjin sentía asco por lo que había hecho, sentía asco por su culpa y ahora estaba sufriendo al borde de las lágrimas por culpa de la ira que él mismo le había desatado.

Eso, en definitiva, no eran los sentimientos apropiados que una persona debía tener por su líder. No eran ni por asomo las cosas que hubiese querido que Hyunjin sintiera por él ni ahora ni nunca. Lo que le hacía pensar... Si esto es lo que sentía Hyunjin por él... ¿Qué sentiría Jeongin? La sola idea le hizo considerar que el mundo se le estaba cayendo a pedazos, la ansiedad que se alzó como una pared de fuego le quemó la garganta en segundos, volviéndose un doloroso nudo el cual intentó tragarse, pues, además del dolor en su rostro no era ni una milésima del dolor, que supuso, quizá sentían sus menores.

Y sí, Hyunjin era un dramático la mayor parte del tiempo, pero sus venenosas palabras tenían razón de ser. Le daba crédito al menor por tener el coraje para enfrentarse y venir a buscarle defendiendo a Jeongin. Pudo haber reído por la mezcolanza extraña que se adhería a su pecho, pero el orgullo que Hyunjin le generaba por tan noble acción se disolvió con el espeso manto de culpa e insatisfacción.

En medio de su disputa mental sintió al más alto acercarse hasta donde estaba y empuñando el cuello de su chaqueta le alzó para quedar a su altura. Podía notar la rabia derramándose de los orbes ajenos sobre su persona, lo tenso que estaban sus músculos en aquella mueca de disgusto. Suponía que ganas no le faltarían al otro para golpearle pero este a su parecer hacía un excelente trabajo para abstenerse, sin embargo, dentro de sí hubiese preferido el dolor físico de una buena paliza, todo era mejor que abrir los ojos a realidad que sus propias mentiras le habían impedido apreciar.

Cualquier cosa hubiese sido mejor que la sentencia dictada por su menor a continuación...

-Vuelves a ponerle un dedo encima a Jeongin y te despides de tu carrera. No me importa lo que pase con el grupo, tú no te vuelves a salir con la tuya.-

Había mucho más que el otro quería decir, sabía habían incontables insultos con su nombre enredados en la lengua del menor, pero para su sorpresa todo terminó en esa advertencia.

La tensión continuaba inquebrantable entre ambos, se sentía incluso a punto de sofocarse. Estaba en espera del siguiente golpe cuando el otro terminó por soltarle haciéndole caer en el piso sin cuidado alguno. No le dolió haber terminado dolorosamente sobre sus rodillas en tan aparatosa caída, le dolió cuando volvió a respirar y sus pulmones se negaron a tal acción. Su pecho oprimido incrementaba sus ansias y ahora sus ojos llenos de lágrimas nublaban su mirada.

¿Qué era todo eso que ahora le tenía temblando en el suelo? ¿Jeongin se habría sentido así?...

No paraba de repetirse que llorar no servía de nada, sin embargo, no encontraba como detener las lágrimas que seguían vertiendo sus ojos. No sabía cómo aminorar el descontrol de su cuerpo, los sollozos y las sacudidas involuntarias que su llanto le provocaban hacían oprimir su corazón con más ganas.

Había sido tan egoísta.

Si era cierto eso de que las personas nunca lloraban por la razón que creían, entonces... ¿Por qué estaría llorando él ahora si no era por Jeongin? O por Hyunjin, o por todas las estupideces que le habían llevado hasta allí.

Había defraudado a su equipo, había defraudado a sus fans, a su familia, se había defraudado a sí mismo y, lo peor de todo... Había defraudado a Jeongin. Nada le dolía más que saberse la causa del sufrimiento ajeno. Jeongin era el niño de sus ojos, la persona a quien más quería consentir y bañar en agradecimientos por simplemente ser él, por su convicción y su actitud, por sus niñerías y buenos sentimientos... Pero qué quedaba de todo eso ahora que había roto al más pequeño, al Jeongin que estaba seguro hubiese puesto sus manos al fuego por él.

Se contuvo para no dejar salir lo que sabía hubiese sido un lamento doloroso, se tragó todo y se permitió a sí mismo seguir saboreando de la amargura merecida.

Roto. Así como se sentía alzó la mirada como si del techo del estudio fuesen a lloverle milagros, pero lo único que seguían cayendo eran los lamentos de sus labios. La desesperación por encontrar un alivio momentáneo fue mucha de un momento a otro y, para cuando se dio cuenta ya con el celular en mano marcaba el número de Jeongin apurado.

No tenía por qué quedarse allí toda la vida sintiéndose impotente, ¿o sí? Hyunjin no podía negarle intentar arreglar la situación.

Se limpió el rostro con las mangas de su chaqueta e ignorando la incomodidad generada por tanta humedad en la tela, siguió insistiendo en las llamadas esperando a que el menor le respondiera. Ya para la séptima llamada sentía que la espera había sido demasiada y más decidido que nunca resolvió que lo mejor era buscar al menor y hablar directamente con él, afrontar los hechos y hacer lo que desde un principio debió haber hecho.

Se arregló un poco para no delatarse con sus ojos hinchados a la salida del estudio, y a pasos apresurados, con el corazón desbocado se dio a la tarea de empezar a cumplir su objetivo.

Él era el líder, seguía siendo el líder.

Él arreglaría eso.

*

Era aproximadamente la 1:15 am cuando entró al dormitorio corriendo y sin aliento. Se sentía cegado, pero su objetivo era claro. Lo primero que hizo fue registrar que Hyunjin no estuviese y para su suerte no hubo rastro de este, mejor aún, cuando dio con el rostro del menor entre los demás que ocupaban la sala, fue hasta este y le tomó con gentileza del brazo para luego llevarle consigo a la primera habitación en su camino encerrándose con este, ignorando las preguntas y protestas que los demás vociferaban a sus espaldas.

-J-jeongin... Escucha. Necesitamos hablar.-

...

-H-hyung... No. Por favor... No.-

El que Jeongin declinara de inmediato sus intenciones sólo lograba acentuar el dolor en su pecho. En los ojos de Jeongin podía ver miedo, incluso quizá asco... El mismo que había procesado Hyunjin con tanta amargura. Y quiso acercarse y volver a tener a ese niño entre sus brazos y rogarle su perdón, pero ya no podía simplemente actuar a sus anchas porque incluso sin avanzar el otro se alejaba de donde él estaba.

-Déjame salir, Hyung. P-por favor...-

Notó el ligero quiebre en la voz de Jeongin y se llevó ambas manos al rostro para esconder lo obvio. Ahora volvía a llorar frente a su adverso, se sentía indefenso, y esta vez estaba seguro sus lágrimas se vertían de sus ojos con más desespero.

-J-jeongin... Perdón, perdóname. No debí hacer eso, estuvo mal. Sé que lo que hice estuvo mal.-

...

-Antes de hacerlo tenía todas las intenciones de hablar contigo y contarte lo que me estaba pasando, pero y-yo...-

-¡Abre la maldita puerta Chan!-

Aquel estrépito sonido cortó sus lamentos y cuando volvió a sonar nuevamente supo de quien era aquella voz. Estaba completamente seguro de que la puerta no iba a durar demasiado a juzgar por los golpes o patadas que Hyunjin le daba, pero si lo que le quedaban eran segundos antes de que su vida terminara, los aprovecharía.

-Jeongin... Me dejé llevar. No debí hacerlo, f-fui un imbécil y no debí haberte besado ni siquiera la primera vez. No pensé en lo que podría pasar, estaba cegado por el estrés... P-pensé que hacía lo correcto por ti y por mí y...-

-Te lo juro, Chan. Si me entero que le pusiste un dedo encima a Jeongin voy a matarte. ¡Abre la maldita puerta, ahora!-

El desespero y el miedo desfiguraban el rostro de su adverso quien entre lágrimas intentaba hacer caso omiso a todo lo que pasaba a su alrededor al taparse los oídos con las manos. En su interior el coraje y la ansiedad le jugaban en contra y para cuando se hubo acercado al menor, teniendo el rostro ajeno empapado entre sus manos, listo para seguir con su discurso, la puerta finalmente cedió.

-Quítale las manos de encima o te parto la cara.-

Su garganta se sintió seca y por su espalda el sudor frío le hizo las cosquillas más desagradables de su vida, la mirada de Hyunjin era incluso más pesada y amenazante que antes. Sentía que los sonidos se hacían lejanos las preguntas de los otros que seguían sin entender y los sollozos del menor empezaban a parecer un trabalenguas, sólo era verdaderamente consciente de los ojos que le miraban iracundos.

-H-hyunjin...-

-¿Te lo tengo que repetir?-

Ya había soltado al menor cuando nuevamente Hyunjin le alzó en un movimiento limpio propinándole esta vez un golpe en el estómago. Escuchó a lo lejos las exclamaciones de los demás y mientras caía adolorido en el piso, veía a todos dividirse entre ayudarle y confrontar a su agresor.

-¿¡Qué mierda está pasando entre ustedes!?-

La voz inconfundible de Woojin terminó por callar el bullicio. Con ayuda de Felix y Jisung se pudo colocar de pie y ante la mirada acusatoria de Woojin finalmente se decidió a hablar, siendo interrumpido por Hyunjin.

-Pasa que nuestro queridísimo líder estuvo jugando durante casi cuatro meses a ser el novio falso de Jeongin. No conforme con ilusionarlo y prácticamente reclamarlo como si fuese un objeto, también decidió abusar sexualmente de él.-

Poniéndolo desde el punto de vista de Hyunjin lo que había pasado entre el menor y él sonaba mil veces peor, no obstante a grandes rasgos era una verdad, una muy incómoda y comprometedora verdad, porque después de todo él sí había usado a Jeongin, sí le había ilusionado, sí había...

El silencio era tan abrumador que quiso gritar y salir corriendo, quiso llorar con más ganas que nunca esperando que sus patéticas lágrimas fueran consuelo suficiente, pero no lo serían.

-Chan... ¿Lo que dijo Hyunjin es cierto?-

Registraba aquel tono de confusión e incredulidad en la voz de Woojin y por más que quiso negar, igualmente cedió pero fue incapaz de hablar así que solo asintió, estaba avergonzado. Inmediatamente las manos que le servían de soporte le fueron soltado y volvió a caer de rodillas en el suelo. No tenía cara para ver a los demás, no tenía ya más coraje para enfrentar esa situación. El silencio había regresado y se estaba cobrando lo poco o nada de su sanidad, ya ni siquiera escuchaba los sollozos de Jeongin, pero lo agradecía porque quizá eso significaba que el menor estaba mejor o al menos sintiéndose a salvo con los otros.

-C-chan... ¿Por qué?... ¿Por qué hiciste algo así? Ese no eres tú. ¡Qué carajo!-

...

-¡Yah! Si van a echarle la culpa a alguien entonces yo también merezco la parte que me corresponde.-

Alzó la mirada inmediatamente al reconocer a Jeongin hablando acelerado. Estaba furioso y a pesar de que temblaba mientras intentaba alejarse del agarre de Hyunjin igual logró conseguir abrirse emocionalmente al debate.

-Todo esto empezó por mi culpa. Fui un día al estudio a hablar con Chan Hyung porque estaba preocupado por su estado de salud, llevaba días sin dormir y yo solo quería hacerle saber que si me necesitaba podía buscarme cuando quisiera así que lo besé. Y después de eso volvimos a besarnos cada madrugada que podía escaparme al estudio para estar con él. Si él tiene culpa de algo yo también porque sabía que me estaba usando y lo dejé.-

El testimonio de Jeongin logró dejarle de piedra. La expresión de asombro en el rostro de todos era similar a la suya, pero con el asombro también venía de la mano la confusión. Se incorporó como pudo y viendo al menor a los ojos le miró con cierta indignación.

-Jeongin por qué... ¿Por qué no dijiste nada si sabías que te estaba usando?-

-Porque esa era mi única oportunidad de estar contigo. Sabía que tú no te dabas cuenta de lo posesivo y confundido que te estabas volviendo, sólo continué porque no quería dejar ir tan rápido lo que había conseguido. Si vas a sentirte mal por lo que pasó entonces yo también puedo hacerlo porque al final de cuentas terminamos usando al otro.-

...

Las palabras se le atoraban en la garganta y ahora el enojo empezaba a ser evidente. Recordó vagamente haber pensado hacía meses en que eso era una posibilidad y que el menor también estaba usando para su propio beneficio, pero que si se usaban mutuamente no habría un problema, sin embargo, igual lo había, siempre lo habría.

-De acuerdo, un momento. Esperen un momento. Si ustedes dos estaban de alguna manera al tanto de lo que pasaba a qué se refirió Hyunjin cuando dijo que habías abusado sexualmente de Jeongin.-

Ante la pregunta no pudo hacer más que bajar la mirada y apretar los puños, juntando valor para terminar de afrontar aquello.

-Porque Chan...-

Escuchó a Hyunjin empezar a hablar e inmediatamente le calló al lanzarle una mirada fulminante. Había sido suficiente y por más noble que fueran sus actos ya no iba a dejar que le siguiera pisoteando, no después de enterarse de que el menor no había sido tan santo en todo el asunto y que de alguna manera habían acabado en una inapropiada relación de mutuos beneficios.

-Antes. Mucho antes del comeback Jeongin fue al estudio una noche y... Pasaron cosas bajo el consentimiento de ambos. Después de eso no pude... Controlarme y, hace unos días le obligué a que tuviera... Cierta intimidad conmigo.-

Estaba avergonzado de admitir aquello frente a los demás y viendo de reojo a Jeongin pudo saber que el otro se sentía igual.

-No estoy orgullo de lo que hice pero sí tenía intenciones de hablar con Jeongin. No se suponía que esto iba a salirse de mis manos y mucho menos que Hyunjin se enterara, pero ya está hecho y al menos vine a intentar solucionarlo.-

Aunque fuese precipitado, el alivio empezaba a llegar a su cuerpo y la tensión al menos ahora le dejaba respirar. En la mirada de Jeongin ya no había miedo y mucho menos asco, pero seguía sintiendo la molestia que reposaba en su expresión exhausta.

El resto de la conversación grupal la lideró Woojin quien entre molesto y preocupado alzaba la voz de vez en cuando para puntualizar que él y Jeongin habían actuado mal. Las protestas de Hyunjin dieron lugar a un par de gritos y nuevas disculpas, Felix tuvo que meterse en el medio para evitar otro confinamiento y finalmente las cosas parecieron llegar a su fin cuando el menor habló.

-Esa noche dejé que Chan continuara porque una parte de mí quería creer que Chan de verdad me amaba y que esa iba a ser mi primera vez en intimidad con él. M-me resistí porque obviamente me di cuenta que no me sentía realmente preparado. La verdad... sólo tenía miedo de lo rápido que estaba sucediendo. Fue un error decirle a Hyunjin Hyung porque todo se salió de control.-

-Jeongin...-

-No. No quiero seguir hablando de esto a menos que sea sólo con Chan Hyung. Lamento que todos tuvieran que verse involucrados, pero este es nuestro problema.-

Y a pesar de la mirada de desaprobatoria de Hyunjin y la preocupación latente entre los demás nadie pudo negarse a Jeongin. Sin embargo, con una única condición de que no tardasen más de diez minutos hablando todos salieron de allí con sus propios pensamientos, dudas e inseguridades sobre lo acontecido. Ya habría tiempo para volver a hablar en grupo, eran fuertes eso no tenía por qué vencerles.

Así fue como terminó sentado a la orilla de la cama de Felix con un Jeongin cabizbajo a su lado.

-Perdón por haber hablado con Hyunjin...-

-Hiciste lo correcto al no quedarte callado.-

-P-pero... Debí haberte buscado a ti, no a él...-

-Sí, lo mismo que debí haber hecho yo.-

Tomó las manos del menor entre las suyas y las apretó un poco queriendo de alguna forma volver el tiempo atrás para que nada de eso fuese el presente en el que estaban viviendo.

-Hyunjin Hyung te odia porque gusta de mí.-

...

-¿Q-qué?... Jeongin qué...-

-La noche que le confesé lo que había pasado me dijo un par de cosas que sólo hicieron más obvia la situación. Él piensa que yo no lo sé. No dejes que te siga intimidando solo hace las cosas por celos y coraje.-

-Creo que a todos nos falta una clase sobre cómo controlar nuestras emociones.-

-Yo... Pienso que todos nos queremos tanto que ya no sabemos diferenciar de los límites que hay entre un cariño fraternal.-

Las palabras del menor llegaron profundas a su pensamiento. En una pesada exhalación dejó ir más de la dureza acumulada en sus hombros y en ese momento internalizó... Jeongin tenía razón cuando decía aquello.

-Pero Hyung... Yo sí sé que lo que sentía y siento por ti era el gusto que uno tiene por una persona con la cual quisiera pasar el resto de su vida para tener una casa grande y llenarla de niños y cachorritos, es decir, eso es lo que me haces sentir. Perdón por haber jugado contigo...-

Ante la declaración del menor los sentimientos le hicieron un nudo la voz y para cuando volvió a abrir los ojos ya tenía a su adverso entre los brazos.

-Lamento que las cosas salieran de esta manera, Innie... Perdóname también por haberme excedido.-

-Ya no quiero pensar más en eso Hyung. Dejemos al pasado ser.-

Y por más sorprendido que quisiera haberse sentido en el momento en el que Jeongin le besó, no pudo hacer más que suspirar de verdadero alivio. Jeongin le desgarraba con crueldad hasta el alma al imprimirle los sentimientos crudos de su juventud, podía jurar que aquello le mataría, pero siempre el contacto físico con el menor haría su trabajo de salvación.

El beso tan pausado del menor le daba calma a su agitado ser, los labios aunque secos de su adverso se seguían sintiendo como la almohada más reconfortante. Ahora que besaba a Jeongin después de semejante tormento encontraba la verdadera realización:

Él y Jeongin no habían cerrado aquel tóxico vínculo.

Jeongin siempre sería... Su placebo.

Pero él seguiría siendo el líder.

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Gracias por leer. Nos vemos en otra ocasión. ╭(♡・ㅂ・)و ̑̑

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