Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• CHAPTER 10 - TASTE OF YOU

Julia se levantó temprano y se alistó para salir, como era costumbre. Todas las mañanas salía de su departamento para ir al gimnasio y ejercitarse. Estaba un poco desilusionada ya que, luego de dos días de haber visto a Venom en televisión, su tío no se había molestado en tratar de localizarlo. La chica lanzó un suspiro, decidida a buscar a Eddie por sus propios medios. Quizá se dirigiera a las oficinas del Daily Bugle con el pretexto de hacerle una visita a Peter y, si tenía suerte encontrarse con Brock, o al menos, alguien que le diera informes para encontrarlo.

La noche anterior le escribió a su correo electrónico del periódico, pero estaba segura que Eddie no revisaba ese correo hasta que entraba a su trabajo, así que, como era temprano, sabía que aún no vería sus mensaje. La joven abrió la puerta de su apartamento y por un breve instante quedó petrificada al ver a Eddie delante de ella.

Esa mañana, Brock decidió levantarse temprano y ejercitarse un poco en el gimnasio del edificio. Le parecía un desperdicio no hacerlo ya que la renta del departamento incluía el uso del lugar cuantas veces quisiera. El hombre abrió la puerta de su apartamento y salió de este, quedando bastante sorprendido y anonadado al encontrarse con Julia, quién curiosamente era su vecina.

-¡Vaya, vaya! - Murmuró Venom - ¿Quién lo habría imaginado? Nuestra Julia vive en el apartamento de enfrente y, tal parece, es la "famosa" amiga de Mary Jane.

-Tienes razón, compañero - Exclamó Brock y esbozó una gran sonrisa mientras agitaba su mano a modo de saludo - Esta sí que es una encantadora y placentera sorpresa. Acabamos de encontrar a Julia sin siquiera buscarla.

-¡Qué descuidados fuimos! - Gruñó el klyntar - Estábamos tan inmersos en nuestros propios asuntos que nos olvidamos por completo de nuestra princesa.

Eddie no le respondió, sus ojos miraban a la joven, quién también lo miraba, como preguntándose si realmente era su imagen física y no se trataba de sólo alucinaciones. Eddie repasó lentamente a Julia. Su hermoso rostro estaba sonrojado, sus ojos verdes, bien abiertos por la sorpresa brillaban cual estrellas. Lentamente su vista descendió por el cuerpo de Julia, quién vestía un ajustado top de licra color rosa, así como unos leggins entallados que acentuaban su cintura y sus caderas.

-¡Carajo! - Exclamó Venom con un tonillo burlón - ¿Qué fue eso? - Continuó con sorna - Estás muy feliz de verla, ¿no es así?

Eddie ignoró el comentario de su amigo, aunque, ¡claro que estaba feliz de verla! Su cuerpo había reaccionado al verla, tan perfecta y sensual. La chica se veía maravillosamente bien. Además, por raro que eso fuera, él la había extrañado y mucho.

-¡Eddie! - Exclamó Julia - ¡Eddie! ¡Dios mío! - Gimió - ¡No es cierto! ¡Dime que estoy soñando! - Murmuró y comenzó a reír, feliz de haber encontrado a Brock.

El hombre caminó velozmente hacia la joven para abrazarla y lanzó un suspiro. A su nariz llegó el aroma del perfume de la chica, ¡lo recordaba! Era el mismo perfume que había usado el día que la entrevistó y realmente le encantó. Eddie la estrechó con fuerza, disfrutando del calor del cuerpo de Julia, mientras que ella cerraba los ojos, disfrutando también de ese abrazo.

Por un instante, la chica se preguntó si se trataba de un hermoso sueño... ¡no! Era la realidad, una bellísima realidad. Por un tiempo creyó que no volvería a ver a Eddie ni a saber de él, pero después, cuando vio las noticias y leyó los diarios, se dio cuenta que él estaba en Nueva York; pero la ciudad era grande y encontrarlo sería una tarea dura. Sin embargo, la casualidad los volvió a unir. ¡Y eran vecinos!

-No estás soñando, pequeña - Exclamó Eddie, visiblemente emocionado por el reencuentro - Pero... ¡qué pequeño es el mundo! ¿No lo crees?

-¡Creí que no te volvería a ver! - Suspiró Julia - Pero, ¡estás aquí! - Murmuró mientras sus manos palpaban el pecho del hombre - ¡Y eres mi vecino! - Gritó emocionada.

-No me imaginé que vivías aquí también, con Mary Jane - Sonrió.

-Pues ya lo dijiste, ¡qué pequeño es el mundo! - Rió la chica, recordando las palabras de su amiga - ¡Ay qué tonta soy! - Gimió Julia - ¿Cómo estás? ¿Cómo está Venom? - Preguntó en voz más baja - Vi las noticias la otra noche y... - Se detuvo - ¿Te gustaría pasar a mi casa? - Preguntó - Ahí podemos hablar con un más libertad ¿no te parece?

Brock asintió y tomó la mano que Julia le tendía para entrar en la casa, observando el lugar con atención y admirándolo. Para su sorpresa, se trataba de un departamento modesto, pero decorado con gusto y feminidad, la presencia femenina era más que notoria en todo lo que lo rodeaba y Eddie sonrió al darse cuenta de ello.

-Yo estoy bien - Exclamó Eddie abriendo los brazos - Se nota, ¿no? - Murmuró entre risas y Julia asintió - Respecto a Venom, él también está bien, llegamos a Nueva York con otra mentalidad, queriendo hacer las cosas de otra forma... algo más heroico - Dijo el hombre y volvió a reír.

-Así como Spider-Man - Exclamó Julia emocionada de que finalmente alguien ayudara a su amigo con tan pesada carga.

-¿Pero qué es lo que le pasa a esta? - Preguntó el klyntar sorprendido - Por favor, Eddie, dile que no nos compare con ese renacuajo, remedo de superhéroe.

Eddie abrió la boca para decir algo, pero de pronto, la silueta del enorme gato de Julia apareció en el recibidor, el minino gruñó al intruso y comenzó a bufar, arqueando su lomo, completamente erizado. Eddie se hizo hacia atrás de manera instintiva, mientras que Venom se sacudía, ese gato parecía querer saltar sobre él y hacerlo trizas con sus afiladas garras.

-¡Te dijimos que ese gato no era de fiar! - Venom emergió de pronto y miró fijamente al gato - ¡Ahora quiere matarnos! - Gruñó - ¡Pero que se atreva si puede! No vamos a dejar ni un pelo, ¡nos lo comeremos! - Dijo y miró a la joven - Por cierto, ¡hola Julia! ¡Oh que gusto de volverte a ver, saludarte y saber que estás bien!

-¡Venom! - La voz de Julia interrumpió al klyntar, quién esbozó una enorme sonrisa al verla - ¡Por favor! Ten un poco de paciencia, a Borg le cuesta un poco confiar en los extraños, pero es un amor una vez que se acostumbra a tu presencia - Murmuró la joven un poco enfadada ante el comentario de Venom.

-¡Lo siento, Julia! No era mi intención... - Se excusó, pero fue interrumpido.

-Lo que pasa es que Venom le tiene miedo - Exclamó Eddie esbozando una sonrisa burlona - Y cuando algo le parece desconocido, siempre se lo quiere comer - Murmuró el hombre sin dejar de burlarse de su compañero - En realidad nunca había visto a un gato, sólo a Borg, a quién por cierto le encanta observar a nuestras gallinas...

-¡Yo no le tengo miedo a nada! - Se defendió Venom

-¡Ay, esas adorables gallinas! - Exclamó Julia, emocionada y abrazó con fuerza a Eddie - Me encantan - Dijo mientras sus ojos brillaban - Aunque no tanto como tú a mí - Susurró con voz sensual mientras acariciaba el rostro de Eddie.

Eddie le dedicó una hermosa sonrisa y correspondió a su abrazo, pegándola a su cuerpo y acariciándole la espalda, olvidándose de la presencia de Venom y de la de Borg, quién pronto perdió el interés y corrió a ocultarse en su tipi.

-¡Y tú me encantas a mí! - Murmuró Brock con la voz enronquecida y con una nota erótica.

-¡Bien, yo me largo! Los dejo solos, tórtolos - Gruñó Venom al darse cuenta que era completamente ignorado - Mi misión aquí ha terminado - Finalizó, desapareciendo dentro de Eddie.

Brock abrió la boca para comentar algo, pero Julia fue más rápida y volvió a abalanzarse sobre él mientras comenzaba a besarlo de manera desenfrenada. Eddie se sorprendió de nuevo ante ese beso apasionado... ¡hacía tiempo que no lo besaban así! El hombre apenas pudo reaccionar, estaba demasiado abrumado por ese beso que le transmitía diversas emociones; era un beso muy dulce, tierno, pero a la vez salvaje y desesperado. Julia lo deseaba... así como él a ella. El nombre la ciñó con firmeza contra su cuerpo para responder a ese beso urgente.

-¡Joder, Julia! - Gimió Eddie - Quizá parezca carente de lógica ¡llámame loco, si quieres! Pero, te eché de menos - Suspiró él contra los labios de la chica.

-¡Y yo a ti! - Le susurró ella para volver a besarlo con frenesí.

La pareja estuvo compartiendo más besos y caricias por varios momentos. Olvidándose de todo lo que les rodeaba. Julia no podía salir de su ensoñación y le dedicaba sonrisillas bobas. Eddie le acariciaba el rostro y depositaba suaves besos en sus carnosos labios. Se apartaron jadeando debido a la falta de aire.

-¡Ay, pero...! - Jadeó la joven - ¿Quieres un café? - Preguntó bastante ruborizada.

-Por supuesto - Sonrió el hombre - Me encantaría.

Rápidamente, Julia lo condujo hasta la sala y le pidió que tomara asiento, dejándolo a solas durante un instante mientras ella preparaba café y metía algunos muffins al horno para que se calentaran. Después se reunió con Brock, llevando una enorme charola en sus manos.

-¡Permíteme ayudarte! - Dijo Brock poniéndose de pie y ayudándola con la charola

Julia se sentó junto a Eddie, ofreciéndole una taza de café y un panecillo. Ella sólo lo miró fijamente, analizando cada detalle de su rostro y sus manos masculinas. Durante unos minutos ambos estuvieron en silencio, observándose.

-Y dime, ¿te ha gustado Nueva York? - Preguntó la joven sin saber qué más decir.

-Yo viví aquí por un tiempo - Sonrió Eddie - Era reportero en el Daily Bugle, pero me despidieron ya que, estando ebrio, tuve una pelea con el hijo del dueño ya que según yo, le estaba coqueteando a Annie...

-¿Annie es tu novia? - Murmuró Julia con voz queda. Parecía que Eddie tenía novia y ella casi se lo come a besos en el recibidor.

-Era - Exclamó él de inmediato - Soy un desastre con eso de las relaciones amorosas, ¡lo eché a perder y ella me manó a la mierda! - Suspiró - Ahora va a casarse con otro sujeto que seguramente es mucho mejor que yo - Finalizó y bebió un par de sorbos de café.

-Lo... lamento - Balbuceó Julia y lo abrazó con fuerza - Pero no creo que ese hombre sea mejor que tu - Exclamó la chica y lo miró a los ojos.

-¡Gracias! - Murmuró Eddie con una gran sonrisa - De todas maneras estoy aquí para tener una nueva vida, comenzar de cero y... ¿por qué no? - Exclamó encogiéndose de hombros - Darme una nueva oportunidad en el amor, después de todo, me lo merezco, ¿no lo crees?

-Claro que lo mereces - Respondió la chica con sinceridad - A mi me parece que eres un hombre extraordinario y de bellos sentimientos - Le sonrió mientras se ruborizaba y lo tomaba de las manos.

-De hecho, hay una chica que me gusta mucho - Continuó Brock sin dejar de mirarla - Es una joven muy bella, rubia de ojos verdes y encantadora sonrisa - Dijo y esbozó una sonrisa pícara - Que además en dueña de una voz maravillosa, dulce y poderosa - Exclamó al tiempo que le guiñaba un ojo - Quiero conocerla, que seamos amigos y, ¡bueno! ¿Por qué no? Si ella quiere... ser algo más.

Julia casi grita, llena de emoción al escucharlo. Él estaba hablando de ella, esa forma en que la miraba se lo hacía saber. En realidad, ninguno de los dos tenía compromiso y eso le daba esperanzas de comenzar una relación ese precioso hombre. Para Julia, Eddie era un gran hombre, valiente, amoroso, encantador; un poco locuaz y, lógicamente, completamente diferente al resto de los demás tipos que ella conoció.

A la chica le encantaría tener una relación con Eddie, un amor que trascendiera, crear su propia historia de amor. Una historia maravillosa, hermosa, perfecta y única La chica se mordió el labio inferior y lo miró con ternura.

-¡Sí, sí quiero! - gritó Julia llena de felicidad y sus labios cubrieron de besos el rostro de Eddie, quién sonrió complacido.

-¡Guau! ¿Qué fue todo eso? - Preguntó Venom dentro de la cabeza de Eddie - ¡Hasta yo estoy sorprendido! Realmente lo estás tomando muy en serio, ¿no es así Brock?

-Lo estoy tomando en serio, ¡ella me gusta! - Exclamó el hombre - No puedo ocultarte nada, bien sabes que la pienso, la sueño y... ¡ya, no me molestes! Sólo desaparece y déjanos solos.

Venom volvió a guardar silencio y a dejarlo en paz, su compañero tenía necesidades físicas y estuvo en abstinencia por un buen rato, así que era hora que liberara un poco de tensión.

Por su parte, Eddie respondió al beso de Julia y de inmediato introdujo su lengua en la boca de la chica, explorándola y llenándose con su dulce sabor. ¡Joder, esos besos! Le hacían saber de sus tantas noches necesitado de compañía, de charla, de besos, abrazos y sobre todo, ¡de amor y comprensión femenina! El hombre la rodeó con sus fuertes brazos, para profundizar ese beso que comenzaba a incrementar la pasión, deleitando sus sentidos. Julia tiritó, dejando escapar un pequeño jadeo cuando la tibia mano de Eddie se coló bajo su top para acunar uno de sus senos, estrujándolo suavemente.

Julia le echó los brazos al cuello, dejándose llevar por ese beso ardiente y que poco a poco la calentaba como el sol en una tarde de verano y esas caricias tan suaves como el terciopelo y tan delicadas como la porcelana. La chica parecía que se elevaba por los aires y cerró sus ojos para disfrutar de la intensidad de ese momento. Ella también estaba necesitada de caricias, de amor y de sexo... pero ahora Eddie se encontraba tan cerca de ella, besándola con sus labios suaves y carnosos... ¡pero ese beso! Lentamente la estaba transportando a la gloria.

Poco a poco, el beso fue in crescendo, las manos de Eddie abandonaron sus senos para descender por su espalda y sujetarle el trasero, pegándola más a su cuerpo, Julia podía sentir la dureza de su pecho aplastando sus pechos por encima de su ropa. La lengua del hombre se enredó con la de ella, mientras las manos de la joven jugaban con su cabello halándolo suavemente. Dentro de ambos, el deseo primitivo se incrementaba, excitándolos hasta el límite.

De manera súbita y brusca, Eddie se separó de Julia, quién le dedicó una mirada de confusión y excitación. El hombre tomó el rostro de la joven con ambas manos, lo acarició, descendiendo por su cuello y sus hombros, sujetándolos de manera firme.

-¡Vamos a tu alcoba! - Gruñó el hombre lleno de deseo.

Julia ahogó un gemido e instantes después lanzó un grito cuando él la levantó en brazos. La chica sonrió y lo miró con pasión antes de señalar una de las puertas. Eddie caminó con ella en brazos, abrió y entró en la estancia, lanzándola a la cama. La chica cayó sobre esta con un grito al tiempo que él saltaba sobre ella, como una fiera sobre su presa.

Julia le dedicó una mirada perversa, respirando con dificultad. Brock le sonrió con complicidad, buscando el borde de su top y tirando de esta para sacarla del cuerpo de la chica, ella gimió y rió ante la acción del hombre, Eddie la miró con lujuria, la necesitaba, iba a poseerla, ¡ansiaba a esa mujer! Él se incorporó un poco para admirar la desnudez de ese torso femenino. La piel de Julia se erizó ante su mirada tan intensa y penetrante. Volvió a lanzar otro gemido y, de forma involuntaria, arqueó la espalda para ofrecer sus pechos.

Eddie continuaba mirándola, los ojos de la chica estaban clavados en los suyos, el pecho de Julia subía y bajaba por la agitación, las mejillas estaban encendidas, el pelo rubio revuelto sobre el colchón y sus rosados pezones endurecidos lo tentaban a hacer tantas cosas con ellos. El hombre dejó escapar un sonido gutural y le sujetó las muñecas para levantarlas por encima de su cabeza, mientras él se lanzaba sobre sus senos, chupándolos y mordisqueando sus pezones.

El cuerpo de la joven se retorcía debajo de Eddie al sentir cómo la lengua y la incipiente barba del hombre rozaban sus senos. ¡Estaba gozando de ese placer! Era como una pequeña tortura mezclada con pasión. Julia jadeó y dejó escapar una carcajada sensual cuando los labios de Brock succionaban con violencia su areola.

Eddie jadeó al escucharla reír y le sonrió. Sus manos le soltaron las muñecas para comenzar a masajear esos senos hinchados y enrojecidos por sus besos. La espalda de la joven volvió a arquearse, pidiendo más y más. Incitándolo a que la hiciera suya, que no se detuviera y siguiera dándole placer, ¡lo necesitaba, deseaba tenerlo entre sus piernas! De la garganta de Julia se escapó un sonoro suspiro, cuando él le pellizcó el pezón derecho, recibiendo una descarga eléctrica. Esa sensación la excitó más y volvió a arquearse en súplica silenciosa.

El pantalón que ella llevaba puesto salió disparado por los aires y cayó en un rincón de la habitación. Eddie la miraba como poseído, estaba disfrutando de verla gozar, de ver cómo se retorcía ante sus caricias, de cómo le ofrecía su cuerpo y le exigía en silencio que la tomara de una buena vez. Brock se despojó rápidamente de la ropa que cubría su cuerpo, hasta quedar completamente desnudo delante de la chica, quién lo miraba con satisfacción y deleite, mordiendo sus labios y rozando apenas su piel desnuda con las yemas de sus dedos.

Las manos de Brock dibujaron la silueta de la mujer, comenzando por su cabeza, la acarició, deslizándose por su cuello, hombros y sus senos, apretándolos con fuerza, mientras que Julia se quejaba y gemía. Las manos masculinas se deslizaron por las costillas de la chica, deteniéndose en sus caderas; llevándose consigo sus bragas, hasta dejarlas en el piso de la habitación. Ella tenía los ojos cerrados, estaba mareada por la excitación que le provocaban esas caricias desesperadas que le provocaba deliciosos estremecimientos.

¡Experimentar la suave piel de Julia bajo sus manos y observar los gestos en su hermosa cara lo estaban llevando al borde de la enajenación! Eddie se inclinó sobre la chica y la besó de manera tórrida, sujetándola por las caderas y obligándola a balancearse, frotando su cuerpo contra el suyo. Julia posó sus manos en la ancha y musculosa espalda del hombre y clavó sus dedos en su carne, sintiendo cómo el sexo duro y caliente del hombre se friccionaba contra su vientre.

Ambos gemían a la par, Julia sentía cómo la humedad brotaba de su sexo, parecía que iba a derretirse, sus caderas se meneaban, pero ¡necesitaba más! Eso ya no era suficiente; ella se quejó y le suplicó que la tomara de una vez. Eddie sonrió, mordiendo con suavidad su labio inferior para después abandonar su boca y comenzar a repartir varias mordidas sobre su pecho y su vientre, deteniéndose exactamente frente a sus muslos cerrados. Brock frotó las palmas de sus manos sobre ellos y los separó de golpe, logrando que un nuevo grito de gusto saliera de los labios entreabiertos de Julia. El hombre se inclinó, besando la parte interna de sus piernas y contempló con ojos famélicos el sexo rosado, húmedo y palpitante de la mujer. Posteriormente, su ancha lengua se deslizó por la intimidad de Julia, quién bufó y colocó sus manos sobre los hombros masculinos, echando la cabeza hacia atrás, encantada con esa fricción de su lengua sobre su clítoris.

Eddie chupaba con placer y estiró su mano para apretar uno de los senos de Julia, las caderas de la joven describían un rítmico vaivén, mientras gemía descontroladamente, ¡no sabía por cuánto tiempo iba a soportar eso! Un nuevo clamor nació en ella cuando los dedos de Eddie acariciaron su humedad, empapándose de sus fluidos. Lentamente, uno de ellos entró en ella y la espalda de Julia se arqueó, permitiéndole mayor acceso y poco después, otro más se enterró en su ser, mientras su lengua no dejaba de dibujar círculos o bien, sus dientes mordían su clítoris hinchado. Los movimientos de la boca y dedos de Eddie fueron más agresivos, al tiempo que el vaivén de las caderas de Julia se unía a ellos. Los dedos de la joven se crisparon sobre los fuertes hombros del hombre, lanzando un potente grito, convulsionando y corriéndose en la boca del hombre.

El cuerpo de Julia temblaba ante esa fuerza descomunal que la había hecho gozar y la había transportado hasta las montañas de la locura, sin embargo, ella anhelaba otro tipo de contacto y parecía que Eddie se estaba tomando su tiempo para dárselo, pues continuaba limpiando los restos de su orgasmo. Él se incorporó, dedicándole una mirada feroz y voraz, Julia se estremeció al darse cuenta que esa mirada también le decía que ese hombre necesitaba más y como ella, tampoco estaba del todo satisfecho.

Eddie la empujó con su cuerpo para devorar su boca en un tórrido beso que le exigía más, despertando de nuevo esa excitación en sus cuerpos. Volvió a acariciarla con urgencia, arrancándole gemidos de dicha y gozo. Brock se puso de rodillas delante de ella y la jaló por las caderas, separando sus piernas. Julia lo miró con ojos suplicantes, llenos de deseo y se arqueó, para ofrecerse otra vez, invitándolo a llenarla. El tenía razón, ella también lo necesitaba con urgencia. El hombre sonrió triunfante al darse cuenta que ella pensaba lo mismo y sujetó su pene erecto para deslizar su punta por toda la feminidad de la joven, ella abrió los ojos de golpe ante esa caricia y clavó sus uñas en el colchón.

Un quejido ahogado se escapó de la boca de la chica cuando, otra vez, el sexo de Eddie se deslizó por la entrada de su vagina, dibujando círculos sobre su clítoris. Ella gritaba y se arqueaba de placer, disfrutando de esa deliciosa tortura.

Brock la embistió con fuerza y la chica gritó embriagada de placer, las uñas de la mujer arañaron la espalda masculina. Julia mordió el hombro de Eddie cuando él comenzó a moverse dentro de ella. La joven se acopló poco a poco a sus movimientos y lo siguió, mientras el placer se posesionaba de sus sentidos. La espalda de la chica se arqueó, balanceando las caderas con erotismo, trazando pequeñas espirales. Él entraba y salía de su cuerpo, gozando de la fricción de sus sexos, desconectándose del tiempo y del espacio, centrándose únicamente en su placer, disfrutando de su íntima unión, deliciosa y a la vez mágica.

La boca del hombre mordió uno de los senos de la chica y ella lanzó un chillido, mezcla de gozo y dolor, pero se mantuvo firme, balanceándose al mismo compás que el cuerpo de Eddie le dictaba. Brock deslizó su mano por su nuca y la atrajo hacia él para besarla con frenesí y lujuria. Hasta que esa delgada línea entre la realidad y la locura se rompió, liberando sus cuerpos y lanzándolos fuera de este mundo, disfrutando de la dicha que los embargó al experimentar ese orgasmo doble.

Ambos cayeron exhaustos sobre el colchón, respirando entrecortadamente, Julia aún permanecía abrazada al cuerpo de Eddie, esperando a que sus cuerpos recuperaran su aplomo y vigor.

[ 📰 📸 🎤 ]

-Y... ¿qué va a suceder ahora? - Preguntó Venom, logrando que Brock saliera de su ensoñación.

-¿Cómo que, qué va a suceder ahora? - Respondió el hombre lanzando un suspiro - Seguir con nuestros planes, nuestra vida, así como se había pensado en un principio...

-¡No es eso a lo que me refiero! - Gruñó el simbionte - Me refiero a la situación con JULIA, cabeza hueca - Murmuró - Ella está muy ilusionada contigo... hasta me atrevo a decir que está enamorada.

-¿Y qué sabes tú del amor? - Bufó Eddie.

-¡Pues yo sé mucho! - Se ufanó el klyntar - Incluso sé más que tú... mi conocimiento es infinito, ¡muy superior a cualquier ser que habite esta galaxia y sus alrededores!

-No seas exagerado - Murmuró Brock echándose a reír pero después guardó silencio, adoptando un aire más reflexivo.

Eddie miró a Julia, quién dormía profundamente dándole la espalda. Quizá fuera muy apresurado afirmar que había amor entre ambos. Pero era cierto que existía una fuerte conexión y una gran química. Quizá con el paso del tiempo y la convivencia cercana, esa conexión podría hacerse más fuerte y dar paso al amor. El hombre lanzó un suspiró y acarició la espalda desnuda de la chica, centrando su atención en su marca de nacimiento.

-Voy a proteger a Julia - Exclamó el hombre con firmeza - Realmente ella me interesa, ¡me gusta mucho! - Murmuró - Ella despierta en mí nuevas emociones, ¡nuevas sensaciones! Es algo completamente distinto a lo que había entre Anne y yo... - Suspiró y volvió a mirar a la joven - Siento un cariño muy especial por Julia, ¡y no me preguntes ni cómo surgió! Simplemente la vi y todo en mi interior se descontroló y...

-¡Lo sabía! - Gritó triunfante el simbionte - Ella te movió el tapete, desde que entró a ese cuarto donde la entrevistaste. Yo sé todo de ti, no puedes ocultarme nada, pero me gusta que te sinceres conmigo y me cuentes tus cosas sin tener que andar de metiche dentro de tu cabezota de burro - Murmuró su compañero y se echó a reír - Y respecto a lo que dijiste, ¡claro que la protegeremos! Aunque déjame decirte que Julia no está del todo indefensa, ¡ella tiene a alguien más!

-¿Qué estás diciendo? - Preguntó Eddie, sorprendido - ¿Cómo que a alguien más? ¡Explícate!

-No sé muy bien quién sea - Le respondió Venom con calma - Pero no es un enemigo y tampoco lo podrás considerar un rival de amores.

-¿Entonces?

-Es todo lo que puedo decirte - Comentó Venom, dejando a Eddie con una enorme interrogante - Pero... es hora de que te espabiles y salgas de tu sueño de amor, que se te ha hecho tarde para ir al trabajo - Finalizó, mientras Eddie se ponía de pie de un salto, despertando, en su intento a la hermosa rubia que estaba durmiendo junto a él.

[ 📰 📸 🎤 ]

¡Vaya! Todo ha sido muy rápido entre Eddie y Julia. Pero ambos se gustan y traían ganas. Con el tiempo se irá dando la relación y bueno, tendremos mucho amor.
Aunque, no sólo va a quedar aquí, se vienen más cosas, el peligro acecha. Manténganse pendientes.
Gracias por su apoyo y no se olviden de votar, comentar y recomendar la historia.
Besos 💋 💋 💋

Maria Decapitated 💀

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro