El reloj en la esquina de la pantalla de su teléfono marca las 3:15 AM. Jimin entrecierra los ojos al ver los pequeños números, frotando sus ojos cansados para ver si tal vez estaba equivocado. Cuando los números no cambian, gime y se levanta para sentarse. Las mejores sábanas se acumulan alrededor de su cintura mientras se rasca la nuca. Yoongi ya debería haber llegado a casa. Mirando al otro lado de su cama, la encuentra vacía una vez más.

La cosa buena, Jimin sabe que Yoongi no lo está engañando.

Saliendo de las cálidas sábanas, Jimin busca en la habitación su sudadera y su chaqueta. Después de ponérselos, se dirige a la puerta de su casa, se pone los zapatos y coge las llaves del coche. Con lo tarde que es, duda mucho que sea fácil traer a Yoongi a casa a pie.

Es un corto trayecto hasta el estudio en el que Yoongi pasa la mayor parte del tiempo, su amante por así decirlo. A Jimin no le importa, le encanta la pasión de Yoongi por la música pero odia cuando Yoongi antepone esa pasión a su salud.

Después de aparcar el coche, Jimin calcula lo que Yoongi ha hecho hoy al descuidar su salud. Sabe que le trajo a Yoongi un pequeño almuerzo alrededor de la una o las dos e hizo que Yoongi comiera frente a él, pero si ha estado en el estudio desde entonces eso significa que se perdió la cena. Su teléfono marca las 4:00 AM, lo que significa cerca de 14 horas sin comer y probablemente casi un día sin dormir más que unas cuantas siestas.

"Por qué amo a este idiota." Jimin refunfuña, sacando las llaves del auto y saliendo del mismo.

El edificio del estudio está oscuro, sólo las tenues luces nocturnas de los pasillos guían el camino de Jimin. El suave roce de sus zapatos con las baldosas del pasillo es el único sonido que se escucha mientras se dirige al estudio de Yoongi.

Al llegar al estudio, Jimin se detiene frente a la puerta. No puede oír ningún ritmo musical, así que concluye que Yoongi debe tener los auriculares puestos o estar escribiendo la letra. Sacudiendo la cabeza, abre la puerta.

El estudio está tenuemente iluminado, la lámpara junto a la cabeza de Yoongi es la única fuente de luz. El pelo plateado de Yoongi brilla bajo la luz blanca, pero también lo hacen las bolsas bajo sus ojos. Su cabeza está apoyada en la palma de una de sus manos, con la cabeza inclinada hacia un lado para que la mitad de su cara esté a la vista de Jimin.

Con cuidado, Jimin se acerca a Yoongi y apoya suavemente su mano en su hombro. "¿Yoongi?"

Yoongi ni siquiera lo mira.

"Vamos, necesitas dormir, cariño."

Yoongi refunfuña algo indescifrable mientras parpadea con rapidez, luchando por mantener los ojos abiertos.

"Necesitas ir a casa y dormir." Jimin aprieta sus hombros y trata de hacer que se mueva.

"No, necesito resolver esto". Yoongi se encoge de manos y mira fijamente el papel. "Jiminie, ¿cuál es mi aura?"

Una risa suave como campanadas llena la habitación mientras Jimin sacude la cabeza. "No sé, pero necesitas dormir más de lo que necesitas para terminar estas letras."

"No, necesito descubrir mi aura, esta canción, esta letra, la necesitan, creo... creo que..."

Con un beso en la cabeza de Yoongi, Jimin mueve las manos de éste y le cierra el cuaderno. Yoongi mira el cuaderno, y su mano cae a su lado.

"Hey, casi lo tengo."

"Podemos hablar de tu aura después de que hayas dormido más que un par de siestas."

"Me gustan las siestas. Son divertidas."

Jimin tiene que contener su risa, mordiéndose el labio inferior mientras sus ojos brillan. "Te amo." Susurra contra los suaves mechones de pelo de Yoongi, antes de coger su cuaderno y ponerse a recoger sus cosas.

Una vez que ha recogido las cosas de Yoongi, se acerca a él y le agarra de los brazos, tirando de él. Yoongi protesta de forma ahogada mientras Jimin le rodea la cintura con un brazo.

"Si se te ocurre llevarme como a una princesa... acabaré contigo." El tono suave de la voz de Yoongi no deja ninguna amenaza, así que Jimin sonríe.

"De acuerdo, cariño, lo que tú digas"

Jimin apaga el equipo del estudio, apaga las luces, levanta la mochila de Yoongi sobre su hombro, y luego comienza a guiar a Yoongi por el pasillo.

La cabeza de Yoongi se apoya en el hombro de Jimin, su brazo suelto sobre los hombros de Jimin mientras su otra mano agarra ligeramente el borde de la camisa de Jimin. Esta es una de las pocas veces que Yoongi se muestra realmente tierno y vulnerable.

De los labios de Yoongi salen frases suaves, rasposas e ininteligibles mientras bajan al coche. Las divagaciones suenan como las de un tipo que acaba de fumar un poco de hierba, y aunque Jimin ha visto a Yoongi cansado, cree que ha llegado a un nuevo nivel de cansancio.

Colocar a Yoongi en el coche fue relativamente fácil. Al ser Jimin más fuerte que él, le resulta bastante fácil meterlo en el asiento del copiloto y ponerle el cinturón de seguridad.

Mientras Jimin se inclina para abrocharlo, Yoongi sonríe y le palmea la cabeza. "Eres un buen príncipe, material ideal para un marido."

Jimin no puede evitar el rubor en sus mejillas cuando las palabras de Yoongi calan y su mano recorre el costado de Jimin. Rápidamente se aleja del alcance de Yoongi, cerrando la puerta y acercándose al lado del conductor. Mientras se desliza, puede sentir la mirada de Yoongi sobre él.

"Lo digo en serio", aclara Yoongi, "quiero casarme contigo algún día."

"Hablemos de esto más tarde, cuando no estés drogado"

Yoongi frunce el ceño. "Puede que sea un loco de mierda, pero sé lo que digo"

"Bueno, al menos sabes que estás loco." Jimin refunfuña mientras arranca el coche.

Al salir del estacionamiento, Jimin escucha a Yoongi revolverse en su asiento. Con un vistazo ve a Yoongi luchando por desabrochar su cinturón de seguridad.

"¿Qué estás...?" antes de que pueda obtener una explicación Yoongi tiene su cinturón de seguridad desabrochado y está recostando su cabeza en el regazo de Jimin.

"Es un viaje corto." Es todo lo que dice Yoongi antes de quedarse quieto.

Con el coche detenido en el borde del aparcamiento, Jimin mira a Yoongi. Siente que el aliento lo abandona por un segundo, y vuelve con prisa mientras apoya una mano temblorosa en la cabeza de Yoongi. A veces, le resulta difícil creer que Yoongi es suyo y que es la única persona que ha visto este lado de él. Le sorprende.

Tras respirar profundamente, Jimin vuelve a centrarse en la habitación y sale del aparcamiento, dirigiéndose a su casa.

El viaje es corto y una vez que llegan a casa, Jimin aparta a Yoongi de su regazo el tiempo suficiente para llegar a su lado del coche y sacarlo. Yoongi ya está dormido, así que Jimin no tiene reparos en levantarlo al estilo nupcial y llevarlo dentro. De alguna manera, consigue abrir la puerta de una patada y cerrarla con Yoongi en brazos y se siente muy orgulloso de su habilidad. Lleva a Yoongi a su habitación.

Las sábanas aún están desordenadas y Jimin acuesta a Yoongi sobre ellas suavemente. Yoongi se despierta un poco al sentir la cama debajo de él, parpadeando sus ojos cansados hacia Jimin.

"¿Casa?" Pregunta en voz baja, frotándose los ojos mientras se incorpora con lentitud.

Jimin sonríe. " Casa, cariño."

Yoongi asiente y se agacha para quitarse los zapatos. Jimin le deja desvestirse antes de ayudarle a meterse bajo las sábanas.

Cuando Jimin intenta alejarse, la mano de Yoongi se extiende y agarra su muñeca con fuerza.

"Lo que sea por lo que te vas puede esperar." Las palabras de Yoongi son lentas, como si tuviera que pensar cuidadosamente para sacar las palabras. "Sólo, abrázame, duerme."

"¿Cómo puedo resistirme?" Jimin canturrea suavemente.

Ante la suave sonrisa de Yoongi, Jimin se mete en la cama con él. Yoongi inmediatamente rodea la cintura de Jimin con un brazo y entierra su cabeza en el pecho de Jimin. Un suave y satisfecho suspiro sale de Yoongi mientras se acurruca en Jimin. Jimin lo observa mientras lo rodea con sus brazos, pasando suavemente los dedos por su pelo.

"Te amo, Yoongi." Jimin susurra en su cabello una última vez, sólo que esta vez Yoongi aprieta su cintura en respuesta, presionando un beso en la clavícula de Jimin antes de dejar que el sueño se lo lleve.