La habitación nuevamente estaba en silencio, había dos camillas menos y cada vez se veía más vacío. Rosé permanecía entre los brazos de Jisoo, aún seguía un poco helada, su prometida le daba calor con su cuerpo y la cubría con su casaca.

Solo quedaban cuatro parejas, y sabían perfectamente que los acuerdos habían acabado, ahora todo dependía de cada uno, no podían confiar más.

_Mina...- Chaeyoung giró a verla, se veía preocupada, junto a un leve temor. Mina le prestó atención - por favor...- tomó su mano - no vayas a renunciar...¿Sí? - había suplica en su mirada - no me dejes aquí, te lo pido.

Mina acarició su mano con su pulgar, levantó la mirada a ella y mirándola a los ojos, mostró una triste sonrisa.

_Nunca lo haría - la atrajo en un abrazo, dónde Chaeyoung se escondió en su cuello - te amo, no voy a dejarte.

Tzuyu mirada a la pareja, no podía permitirse sentir empatía por alguna de ellas, eso significaría elegir morir, y eso no lo va a hacer. Sana dormía a su lado, sobre su hombro. Ella se sentía demasiado cansada, pero decidió no dormir, tenía que vigilar a las demás parejas.

_Quedan pocos - Momo pronunció, Dahyun estaba recostada en su hombro - y podremos salir de aquí.

_Lo sé...- respondió por lo bajo - lo sé - estaba pensativa.

En una habitación más pequeña, una máquina daba pitidos de unos latidos. Los ojos del rubio apenas se mantenían abiertos, estaba demasiado débil.

Su mirada se dirigió a la puerta cuando esta fué abierta, en segundos, esa sonrisa fría volvía a aparecer, Haein entraba con total tranquilidad.

Ahora entiende porqué hay un vidrio en medio del cuarto.

Detrás de la puerta, Lisa escuchaba lo que decía, las mismas palabras que le había dicho a ella. Giró lentamente a su derecha y vió a uno de los guardias ingresar, estaba segura que iba a hacer lo mismo con Jimin.

_Entonces. ¿Decides unirte a nosotros? ¿O prefieres morir dignamente?

Jimin miraba el arma a su alcance, el mismo guardia le ofrecía la pistola. Cruzó miradas por un momento con Haein, y tomó con mano temblorosa el arma.

_Vamos, dispara, así puedes unirte a nosotros - pedía Haein sin borrar su sonrisa.

Jimin guío su mano hacia el guardia, apuntando directa a su pecho, pero Haein no parecía afectarle en nada, parecía un divertido juego para él. Miraba con mirada fría y sonrisa torcida aquella acción.

Los ojos de Jimin se cristalizaron, seriamente llevó el arma directamente a su cien, pudo notar que Haein borró aquella sonrisa y se mantuvo serio. El rubio cerró los ojos con fuerza y disparó, pero el impacto no llegó, quedando aturdido.

_Es una lástima...- pronunció Haein - hubieras sido un buen apoyo para Last Game - lo miró con amargura. Le hizo un gesto al guardia que estaba dentro y se retiró del cuarto.

Lisa se mantuvo en su posición al verlo irse. Cuando desapareció del pasillo, pudo escuchar un disparo que vino de dentro de la habitación. Sintió un nudo en la garganta al saber lo que significaba, a pesar de sentirse decaída, solos suspiró y tomó valor para ingresar, tenían que llevar el cuerpo.

Cuando abrió la puerta, lo primero que vió fué a Jimin levantarse del suelo y apuntarla con la pistola, estaba nerviosa y asustado.

_¡Espera! - levantó las manos y se protegió detrás del vidrio - ¡No dispares! - Jimin temblaba, estaba sollozando. Había peleado con el guardia antes que le dispare, aparentó no tener fuerzas para moverse y eso le funcionó para atacarlo desprevenido - mírame - Lisa se quitó la máscara, dejando sorprendido al rubio.

_Tú...- retrocedió - estás en esto...- enfurecía - ¡Estabas en esto!

_¡No! ¡No! - miró hacía la puerta, nerviosa - no grites, podrían venir - alertó - me ofrecieron lo mismo, yo decidí quedarme, no quise esto. Baja el arma, por favor - volvía a ver en dirección a la puerta - antes de qué vengan.

_T-tú...vas a matarme - respondió Jimin, negando.

_No, no lo haré, por favor, baja el arma, van a venir si no le llevamos un cuerpo.

_¿A qué te refieres? - le era difícil confiar.

_Está muerto. ¿Cierto? - miraba al guardia en el suelo, Jimin asintió - está bien, ellos esperan un cuerpo, llevemos la de él.

_¿Quieres ayudarme? - preguntó, temeroso.

_No quiero matar a nadie - respondió - solo quiero salir de aquí, debemos salir de aquí.

Jimin, dudoso, miró el cuerpo en el suelo y luego a ella. Aún asustado, asintió y lentamente bajó el arma, Lisa no dudó en acercarse de inmediato y comenzar a desvestir al guardia.

_¿Tienes un plan? - preguntó Jimin.

_Solo uno por ahora, debes ponerte este trajo, apresúrate - el rubio asintió y comenzó a ayudarla, ambos estaban atentos a la puerta - nosotros éramos los encargados de llevar el cuerpo, así que te vestirás de él y lo llevamos. ¿Está bien? Lo vamos a envolver con la sábana para que no vean su rostro.

Jimin asintió, quitándose el uniforme verde que tenía y vistiendose, mientras Lisa vigilaba por el rabillo de la puerta, solo unos guardias caminaban por los otros pasillos.

El rubio soltaba algunos quejidos de dolor, la herida en su cabeza era grande, pero no grave, tenía puntadas por la cortada que ocasionó la caída.

Jimin caminaba nervioso mientras empujaba la camilla, miraba a través de la máscara todo el lugar, a cada uno quien pasaba. Lisa estaba en frente, guiaba al rubio para que nadie sospeche, a ella ya le habían mostrado el lugar y dónde se quemaban los cuerpos.

Llegaron a una habitación dónde habían dos guardias en la puerta, Lisa pronunció una cuantas palabras y ellos asintieron, dándoles el paso.

Jimin empujó la camilla e ingresaron, la habitación era oscura y se sentía el calor del fuego por los hornos que se mantenían calientes. El olor era muy extraño y desagradable, suponía la razón de aquello.

Lisa abrió uno de los quemadores y tomó los pies del guardia muerto, Jimin ayudó en cargarlo y colocarlo sobre la tabla que lo guiaría dentro.

Lisa hizo a un lado a Jimin y empujando con fuerza, metió el cuerpo dentro y el fuego apareció de inmediato.

_Listo - Lisa cerró la puerta de metal - debes hacer lo que yo haga. ¿Está bien? No sé mucho, pero podrá despistarlos.

_¿Cómo saldremos de aquí? - preguntó Jimin.

_Aún no lo sé, tienen cámaras por todos lados - decía con frustración - por ahora solo debemos seguir sus reglas.

_Está bien...- asintió, no muy seguro - espero no me descubran.

_¿Ya averiguaste todo lo necesario? - Haein se mantenía en su escritorio.

_Sí...- el guardía estaba en desacuerdo con su plan, pero no podía negarse - ya está toda la información de cada uno.

_De acuerdo - se puso de pie, caminó en su despacho y se detuvo frente a las cámaras, veía cada una de ellas - cuando terminé estos juegos, irán por ellos. ¿Entendido?

_Señor...- pronunció, nervioso - ellos...

_¿Tienes algo que decir? - giró a verlo sobre su hombro, esperando en silencio.

El guardia bajó la mirada, siendo dominado por el temor y negó.

_No, señor - respondió por lo bajo.

_Entonces todo está bien - volvió su mirada al frente, volviendo a sonreír - los próximos juegos serán más productivos que este, ya lo verás.

El guardia veía la lista que tenía en su mano, su mirada temblaba de solo ver aquellas fotos de los siguientes participantes. Su enojo fué creciendo, entrando en razón. No podía permitirlo, era algo muy inhumano.

Iba a sacar su arma para enfrentarlo, cuando Haein disparó directo en su frente, él ya se esperaba esto después de analizar el tono de su voz, era alguien muy analítico.

_Sabía que no me servirías por mucho - lo veía en el suelo, el piso se llenaba de sangre por el disparo - tenías un corazón demasiado sensible.

En la mano del guardia, aún se sostenía aquella ficha, y en una de esas líneas, se podía ver perfectamente la edad de uno de los siguientes participantes: ocho años.