En la preparatoria, Darnell era conocido como el Príncipe D, un nombre bien merecido al ser tan atractivo, calmado, inteligente y talentoso, siempre cerca del cuadro de honor y el responsable de muchos corazones rotos, tanto de chicas como de chicos.

Hasta Rhythm y Blues admitían que era sin dudar alguien bastante influenciable y conocido, era científicamente acertado que él fuera quien era.

Y claro, todos aquellos jóvenes rebeldes lo conocían por sus increíbles fiestas secretas en la casa de sus padres.

Sin embargo, Darnell a pesar de tener un buen estatus escolar, ser el príncipe de las fiestas y de haberse enamorado con muchas personas en su vida, nunca llego a sentir más de lo que deseaba sentir.

No, no buscaba algo pasajero. Por mas meloso que sonara... Quería amarba alguien de verdad y con todo su corazón.

Y supo a quien quería querer cuando Cooper llegó como nuevo estudiante en su salón.