Todo empezó como una broma inocente, tú y tus amigos pasaron por un mercado donde se encontraban un montón de tela abrigada pero no muy favorecedora, el día de la celebración más importante se acercaba así que hicisteis un reto, ese material se transformaría en un sweater y sería el outfit de todo el día, olvidando los vestidos y pantalones ajustados.

Pensaste que sería divertido pero al atraer las miradas de una cantina empezaste a arrepentirte, lo que nunca pensaste fue en la reacción de tu novio. 

-No me creo que me lo hayas roto (soltaste una pequeña risa).

Ambos estabais de viaje a la siguiente parada de las vacaciones en un cubículo para dormir estrecho, estabas boca abajo sin ropa y tu compañero, encima de ti, rozaba tú espalda con los dedos.

-Sabes que no pude evitarlo, y además no fue mi culpa, fui a quitarlo y se enganchó al acostarnos aquí.

-claro...claro, voy a fingir que no te ha excitado más esa ropa cutre que mi mejor lencería.

Él levantó las cejas desconcertado y con las mejillas rojas.

-No se trató de eso, simplemente estabas radiante hoy.... sonreías todo el tiempo como si todo la presión de los últimos meses se fuera...y me perdí. Me contagié del entusiasmo. 

Te incorporaste un poco para besarlo. 

-Solo por esa respuesta, puedes romper lo que quieras....