CAPÍTULO 16
El Plan.
Moscú, 30 de abril del 2017.
Simón sale de la espesa neblina que envuelve a la central de Moscú. Trae los hombros encorvados, un grueso abrigo de lana y viene escoltado por dos hombres.
—Bienvenida —se cruza de brazos.
—Pensé que encontraría tu trasero congelado —lo abrazo— Pero por lo que veo no se me ha concedido el milagro.
—¿Christopher no tenía mejores soldados? —mira por encima de mi cabeza— Recurrir a Patrick es un error garrafal.
—Últimamente, comete muchos — contesta Patrick a mi espalda— Le dio protagonismo a un idiota como tú.
Me aparto para que puedan saludarse. Simón es el primero en abrir los brazos.
—Me alegra verte hermano —se dicen.
Nos escoltan a uno de los edificios del comando. La central de Moscú es una de las más grande de Europa, está constituida por seis edificios de cuarenta pisos cada uno.
Llegamos a la sala de juntas. Observo que sobre la gran mesa se proyecta el holograma del casino Caden Lord.
—Tenemos poco tiempo para las preparaciones —comenta Simón dejándose caer en una de las sillas— Los Mascherano estarán aquí en dos días y ese es el tiempo que tienes para convertirte en una prostituta de alto nivel.
—¿Cuándo podemos visitar el casino? —pregunta Patrick.
—Mañana. Tanya nos ayudará, también quiere conocer a Rachel —explica— Aprovecharemos para preparar el perímetro y para que pueda camuflarse como una de sus chicas.
Mueve los dedos encima del holograma mostrando el interior del edificio.
—El casino está dividido en cuatro pisos. Tanya ha querido dar la fachada de que está abierto a todo público, obviamente, es una gran mentira. Solo lo visita la mafia y grupos insurgentes —explica— Nos haremos pasar por un grupo que fue arrestado hace varios días ya que ellos tenían planeado reunirse con los Halcones por un intercambio de favores. Concretar esto sería como ganar el premio gordo debido a que Antoni, su hermano y su primo estarán allí concretando un trato.
—Es importante obtener la Palm de Antoni en perfecto estado —dice Patrick— Tiene información de los clanes más temidos.
—Eso será responsabilidad de Rachel, es quién estará más cerca de él. Drógalo y quítasela —me mira— Estamos seguros que es él quien la posee. Debes saber que dicho aparato tiene un sistema de autodestrucción, por lo tanto, tienes evitar que la información contenida se dañe sin ser evaluada.
Vuelve a mover la mano en la mesa, aparece un Photoshop de mi nueva imagen.
—Serás Karla Hill, una ciudadana Neoyorquina: Ambiciosa y con sed de dinero. —aclara— Ocultarás tu identidad, por eso, te teñiremos temporalmente el cabello de castaño y tendrás ojos cafés. Mónica se encargará de cambiar algunos rasgos de tu cara con un poco de maquillaje.
—¿Qué tan seguro estás de que seré el prototipo de mujer que llame la atención de Antoni?.
—Toda mujer hermosa llama su atención, son su mayor debilidad. Según Tanya, solo debes comportarte como una persona coqueta y sutil.
—¿Si te oíste? —me burlo— Acabas de decirme hermosa y Patrick está de testigo.
—No eres hermosa, el maquillaje te hará lucir así —pone los ojos en blanco —En fin, necesito que te encargues del cabecilla que nosotros nos encargaremos del resto.
—¿Qué tan preparado están todos? — pregunta Patrick— Con este tipo de gente no se puede fallar.
—Los agentes que asistirán están más que listos. Las chicas que se encargarán de Alejandro y de Bernardo —vuelve a explicar— ya llevan una semana de preparación en el casino con las prostitutas de Tanya. Los únicos que deben prepararse son tú y Rachel. Ella ya ha actuado como prostituta antes, no creo que le resulte difícil
—Solo fue una hora en uno de los barrios bajos de New York, no puedes comparar eso con una profesional.
—Tomaste clases de baile árabe —se encoge de hombros— Se lo comenté a Tanya, dijo que eso te daba mucha ventaja.
Se levanta apagando el holograma.
—Tengo todo fríamente calculado. Por ahora lo mejor es que nos vayamos a descansar ya que mañana debemos estar a primera hora en el casino.
Le doy los presentes que le envió Luisa, en tanto dejo que me escolten a mi habitación.
Acomodo las pocas cosas que traje y me dejo caer en la cama. Estoy intentando convencerme que mi falta de ánimo no se debe al vacío que está causando la decisión que tomé hace pocas horas.
«Es lo más sensato que he hecho desde que volví de Phoenix» Tengo que dejar de pensar en eso y arreglar las cosas con Bratt. Liberarme de esta necesidad absurda que no sé de adónde diablos salió.
«Quiero sexo» Desde que lo vi, lo quiero todo el tiempo. Por eso es que él emana tanta seguridad ya que tiendo a ser expresiva cuando deseo algo. Me siento en la cama mientras que alcanzo mi laptop.
«No me voy a tocar» Razono, haré lo que se debe hacer en estos casos.
Llamo a Bratt quien contesta al quinto pitido.
—Hola —dice al otro lado de la línea.
—¿Te desperté? —dejo caer la cabeza en la almohada.
—No, he estado trabajando toda la noche —suspira— Hasta ahora iba acostarme.
Me frustra el silencio que surge entre las dos líneas.
—¿Podríamos hablar por vídeo chat? No puedo dormir y...
—Por supuesto cariño —lo escucho sonreír— Solo dame unos minutos, me cambio y te veo.
—Ok —Cuelgo.
Como en los viejos tiempos intento verme sexy para él. Me quito el uniforme, me visto con una playera blanca de un antiguo equipo de basquetbol y bragas de hilo. Recojo mi cabello y me aplico brillo labial.
Abro la laptop sobre la cama mientras espero su invitación al chat, aparece a los pocos minutos. Acepto el enlace mostrándose al otro lado con una sonrisa marcada por hoyuelos.
—Ahora sí podemos hablar cómodamente —me dice— hace tiempo no hacíamos esto.
—Hemos estado un poco ausentes.
—¿Por qué no puedes dormir?.
—Es una de esas noches donde me siento sola.
—No estás sola cariño, me tienes a mí. El que estemos lejos uno del otro no quiere decir que estemos solos.
—Lo sé —le sonrío a la pantalla. No quiero hablar de cosas tiernas, quiero chat hot— ¿Me extrañas?.
—Todos los días —vuelve a sonreír.
—¿En todos los sentidos? —juego con mi cabello—¿Mis besos, mi cuerpo?
—Siempre te deseo, es más, moriría por estar a tu lado en estos momentos, abrazándote, adorándote y amándote como lo mereces.
—Y yo quisiera que estuvieras aquí, para subirme encima de ti y hacerte el amor como me gusta.
—Lady James la noto tensa y ansiosa. Por ello, de estar allá te tendría en mi cama, entretanto mis manos estarían recorriendo tu espalda con uno de los masajes que tanto te relajan.
Respiro hondo «Bratt siempre es todo un caballero conmigo»
—El sexo también me relaja —empiezo.
Me libero de la playera quedándome en bragas, no obstante, la decepción llega cuando no se lo toma de buena manera.
—¡Rachel, no hagas eso! —me regaña.
—¿Qué no haga qué?—paso las manos por mi pecho— Quiero tocarme para ti.
—No hay necesidad de eso.
—¿Por qué no? Hace frío, estoy excitada y con ganas de tener un poco de acción con mi novio. No hay nada de malo en eso.
—Cariño —dice con aire dulzón— Esto es una red mundial, cualquiera puede hackear la cuenta.
—Somos una rama del FBI, no van a hackear nada —sigo— Solo quiero que hagamos algo diferente y divertido.
—Rachel, no voy a tener un video chat caliente contigo —se acaricia el puente de la nariz— Te amo y te respeto, por lo tanto, no voy a dejar que te degrades así.
Quedo peor de lo que estaba.
—No siempre tienes que ser tan alineado —vuelvo a colocarme la playera— Antes no eras así, follabas con toda la que se atravesaba. No me digas que a todas las tratabas como a mi.
—Por supuesto que no. No lo hacía porque ninguna de ellas me importaba como me importas tú —se defiende— Rachel, te amo en todo el sentido de la palabra. No necesito chat, ni llamadas calientes para demostrarlo. Cuando estemos en Londres haremos lo que tú quieras.
Respiro hondo dándome por vencida.
—No eres una puta, eres la hija de un general, una teniente. Está mal que quieras degradarte así —prosigue— Eres mi chica, actúa como tal por favor.
De un momento a otro me siento como una inmoral.
—Tienes razón, no está bien pedir algo así.
—No te sientas mal —me consuela— Fue algo impropio, solo procura que no se vuelva a repetir.
Asiento con ganas de estrellar mi Laptop contra la pared.
—Ahora ve a dormir —me pide— Mañana tienes un día agitado, no quiero que te enfermes de cansancio. Actuar como camarera del casino va a ser agotador.
¿Camarera? Seré todo menos una camarera. Intento decirle la verdad, pero no me deja.
—No quiero una palabra más, vete a dormir y lo digo en serio.
—Duerme bien —me despido.
—Al igual tú, te amo.
—Yo también
Cierro la pantalla "Eres la hija de un general y una teniente" Las palabras se quedan.
Yo antes no hacia este tipo de cosas ¿Querer chat hot? No, o sea, si lo busco y eso, pero actuando normal, no con tal grado de desespero el cual me deja como una completa ridícula.
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Despierto a la hora estipulada: Cansada, con migraña y mal genio.
La piel me cosquillea como si cargara una capa de electricidad «¿Desde cuándo sufro de ansiedad» Tomo una ducha. Para cuando salgo, la estilista me esta esperando afuera.
Prepara el tinte temporal «Castaño» Me maquilla las cejas con el mismo color, me coloca lentes color miel y me pinta los labios de rojo exuberante.
—Lista —me avisa pasándome un vestido negro de cuero con medias a juego— Sé que no es tu estilo, pero sí es del estilo de Karla.
Me meto en el ajustado vestido, me calzo las botas negras de cuero que me llegan más arriba de la rodilla. Parezco una persona totalmente diferente, no sería mala idea adoptar ésta personalidad de manera permanente para huir del caos que cargo a mis espaldas.
—El capitán te espera —dice echándome un toque extra de silicona en el cabello.
Patrick y Simón ya están en la camioneta.
—¡Qué cambio querida Rachel! —Patrick me saluda con un beso en la mejilla.
—Ya no es Rachel —lo regaña Simón— Es la prostituta Karla Hill.
—¿En serio? porque según Bratt solo seré una camarera —le reclamo por haberle mentido.
—¿Me reclamas por salvarte el culo con tu novio? ¿Cómo le iba a decir sobre tu papel? —increpa— "Hey, Bratt! Tu novia será la perra de uno de los mafiosos más grandes de Italia" Eso si hubiese escuchado genial ¿No?.
—Oh, eso es demasiado para Bratt —empieza con la burla— La aristocracia de su apellido no le permite ese tipo de cosas indecentes en alguien como su novia.
Ignoro la absurda discusión. Observo el trayecto a través de la ventanilla, Moscú es una ciudad de grandes calles al igual que los edificios. Después de una hora de recorrido, la camioneta estaciona frente a un rascacielos.
Abordamos el ascensor, Simon pulsa el botón que nos dirige al piso cuarenta y seis. La recepcionista nos espera en el vestíbulo.
—Tanya nos espera —le dice Simón en su idioma natal.
Nos hacen seguir. Más que una oficina parece un camerino lleno de fotos con bufandas colgadas de todo tipo de estilos y colores.
—Tanya, que gusto saludarte —Simón se acerca a saludar.
La mujer ronda los cincuenta años, es alta, rubia y caderona. Luce un abrigo de piel y un vestido turquesa con tacones blancos.
—Lo mismo digo, capitán —corresponde el beso— Supongo que ella es el reemplazo de la agente que fracasó.
Me evalúa.
—Así es —Simón se aparta ofreciéndome la mano para que me acerque— Karla Hill.
Fija la mirada a Patrick quien se presenta desde el umbral, ella solo asiente con la cabeza. Vuelve a enfocarse en mí.
—¿Crees que sea del gusto de Antoni?.
—Es perfecta —dice — Acompáñame, debes integrarte con las otras chicas.
Me lleva con ella guiándome a otro piso. Las mujeres están en un camerino lleno de atuendos.
—¡Chicas! —grita llamando la atención de todos— Conozcan a Karla, la nueva integrante del grupo.
Todas se vuelven hacia mí.
—Maia, acércate —pide.
La mujer obedece. Alta, delgada y con cabello corto.
—Prepárala para el show de mañana —le ordena — Apóyate en las otras chicas para agilizar el proceso.
La mira a ella y luego a mí.
—Como digas —se limita a contestar.
Tanya se va dejándome sola con el grupo de mujeres que me detallan.
—¿De dónde eres ? —pregunta Maia.
—New York.
—Americana —dice una de las mujeres de atrás en tono de burla — No son muy apetecidas aquí.
—Ella sí lo será —la reprende Maia— Tiene cara de ángel.
La mujer se abre paso entre todas plantándose frente a mí.
—Aquí las que triunfan son las que tienen cara de demonio.
—No le pongas atención —Maia aparta a su compañera cubana— Debes prepararte para el show, solo tenemos dos días. Te enseñaré el lugar, las reglas y todo lo que debas aprender.
Lo primero que hace es presentarme a cada una de mis nuevas compañeras, todas son una mezcla de cubanas, puertorriqueñas, brasileñas, españolas, mexicanas y colombianas. Ellas pertenecen a los países más apetecidos por los europeos y los americanos.
Conozco un poco sobre la historia de cada una, sin embargo, la de Maia es la más triste. Fue víctima del clan Mascherano en Madrid. No tenía trabajo, en ese momento conoció a Bernardo quien le ofreció un empleo aquí por unos meses y con una excelente paga. Lo dudó varias veces, finalmente se dejó convencer por la escasez de dinero. Dejó a sus dos hijos con su hermana y se vino a Moscú.
Al llegar a su destino fue recluida y le quitaron los documentos obligándola a ejercer la prostitución.
—¡Tú, americana! —me llama Catrina, la cubana airosa de hace unas horas— Ven para que te enseñe el baile.
La sigo hasta la última planta. La misma está llena de máquinas para apostar, juegos de azar, tubos de baile y pantallas de vídeo. Las paredes están decoradas con obras de arte que cuelgan sobre ellas, sin embargo, lo que más llama la atención es la fuente de oro sólido en la mitad del gran vestíbulo.
—No sé porqué Tanya quiere a una principiante en algo tan importante —comenta la mujer invitándome a la tarima.
—No soy una principiante —me defiendo— Ya había trabajado antes en esto.
—No sabes nada sobre los hombres que nos visitan mañana —aclara— Son nuestros clientes más importantes, debes bailar como una diosa porque si lo haces mal te van a rebanar el pescuezo.
—Lo sé.
Me despojo del vestido para ponerme la ropa que usan para practicar.
—Nuestros nuevos socios son marroquíes, así que haremos un baile árabe.
La música oriental inunda el lugar, me hago a un lado mientras la observo practicar la rutina de la danza de los siete velos.
—Ven —me invita a que imite sus movimientos.
Me uno a ella. Como ya lo dije, las cosas relacionadas con distintos tipos de danzas no son nuevas para mí.
—Muy bien —me dice a mitad de la coreografía—Solo intenta ser más coqueta con la mirada, a nuestros clientes hay que seducirlos así.
Tanya llega a la practica cuando estamos concluyendo el ensayo, se queda observando los últimos minutos. Al terminar, se acerca a mí mientras le pide a las mujeres que se retiren. Ellas se van en el momento que lo ordena.
—El capitán no se equivocó al encomendarle esta misión —teniéndola frente a frente puedo ver que sus ojos combinan con el color de su vestido— La actuación de mañana debe ser perfecta, con los Mascherano no puede equivocarse.
—Lo tengo claro —tomo una toalla para limpiarme el sudor.
—Aún estas a tiempo de arrepentirte.
—Los soldados de la FEMF no se arrepienten.
—Entonces asegúrate de arrestarlos o matarlos porque si llega a escaparse uno, te buscarán por mar, cielo y tierra hasta encontrarte, torturarte y asesinarte lentamente. Con los Mascherano no se puede jugar a ser el Héroe y tu coronel puede dar prueba de eso.
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