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Capítulo 28

Narra Tabby.

Uff, lo que te contaré puede que me lleve más tiempo de lo que pensé, de todos modos te lo contaré para que entiendas mejor el como fue que cambié mi forma tanto de vestir y colo solía ser antes.

Para empezar yo solía vivir en el estado de Pennsylvania, más precisamente en una pequeña ciudad llamada Scranton. Es ahí donde yo nací y crecí, mis padres y yo solíamos vivir en una casa que antes era de mis abuelos por parte de mi mamá.

En ese tiempo nosotros vivíamos de lo más normal, yo recuerdo que mis padres solían llevarme a visitar a mis abuelos y me divertía con ellos, lastimosamente mi abuelo falleció debido a su avanzada edad, y solo quedó mi abuela materna, en ese entonces yo apenas tenía 4 años.

Ya hablando de lo que fue mi vida en aquel entonces yo solía ser una niña muy amable, educada y servicial, si, ya sé que dirás de que era muy distinta a lo que soy actualmente. Pero dejando esos detalles te contaré más a profundidad como era mi día a día viviendo en Pennsylvania.

Vemos como la familia McClean se preparan para comenzar con pie derecho este día. Se puede ver a una pequeña Tabby de unos 5 años, quien se preparaba para ir a la escuela. A lo que sus padres se dirigen a ella para estar seguros.

_ ¿Estás lista para tu primer día de clases, cariño?— preguntaba Teddy a su hija.

_ Si mami, estoy lista.— respondía la pequeña Tabby.

_ Excelente mi pequeña, ya es hora de dejarte a la escuela o sino se te hará tarde.— comentaba Wilson.

Así los señores McClean subieron al auto junto a su hija, la pequeña pelinegra se le veía contenta de ir a su primer día de clases en el primer grado, quería demostrar que es una niña lista y que sus padres se sientan felices de ver como ella aprende mucho.

Llegando a la escuela los señores McClean fueron hasta donde es el salón de clases de su hija, se podía ver a otros padres de familia quienes también fueron a dejar a sus hijos al mismo salón.

_ Aquí es tu salón de clases. Esperamos que te vaya bien, y recuerda prestar atención a lo que dicen los maestros y también de portarte bien. ¿Entendido?— dijo Teddy a su hija.

_ Si mami, te prometo que seré una buena alumna y la mejor del salón.— dijo Tabby con una sonrisa.

_ Así se habla cariño, ya nos tenemos que ir. Vendré a recogerte más tarde, adiós Tabby.— decía Wilson.

Antes de irse ambos padres le dieron un abrazo a su hija y esta misma entró a su salón, vio quienes serán sus compañeros en su etapa de primaria. Cuando las clases comenzaron la profesora se dirige a sus alumnos para que estos se presenten ante sus compañeros.

_ Muy bien niños, antes de empezar me gustaría que cada uno vengan hasta el frente y digan sus nombres para que sus demás compañeros sepan sus nombres.— decía la maestra.

Cada alumno de una fila fue hacia el frente y dijeron sus nombres, además algunas cosas de más que eran opcionales decir, es ahí que le tocaba a Tabby en pasar adelante y decir su nombre.

_ Hola a todos, me llamo Tabby McClean, y espero podamos ser amigos todos nosotros.— decía la pequeña Tabby.

Mi primer año en la primaria no hubo nada interesante más allá que hice unos cuantos amigos, pero la mayoría se cambiaron de escuela al año siguiente. Para el segundo año de clase tampoco ocurrió la gran cosa, pero para el tercero si que habría algo que cambiaría mi vida.

Un día que estuve con mis padres durante una salida en familia estuvimos paseando para distraernos un poco. Cuando pasábamos por una plaza fue que vi a un señor quien estaba tocando un violín, todavía recuerdo la melodía que ese señor tocaba, era tan bello que bien podría estar en un recital.

Yo al escuchar ese violín me quedé completamente enamorada, nunca antes en mi vida había escuchado una melodía tan hermosa como esa. Desde ese entonces no podía dejar de pensar en ese señor tocando el violín, por lo que un día le dije a mis padres de que quería aprender a tocar dicho instrumento.

_ Mamá, papá, quiero aprender a tocar el violín.— decía Tabby a sus padres.

_ ¿Tocar el violín? No veo nada de malo que lo hagas, podemos inscribirte para que puedas aprender.— dijo Teddy.

_ Si gustas ahora mismo te llevaré a comprarte un lindo violín, luego de ver tus notas te mereces un regalo de nuestra parte.— decía Wilson a Tabby.

Ese mismo día mi padre me llevó a comprar un violín, si te preguntas es el mismo que aparece en la foto que acabas de ver hace unos instantes. Al día siguiente me llevaron a mis primeras clases de violín, al principio me costó un poco pero en aquel entonces aprendía rápido pude saberme las notas más simples para tocar notas improvisadas.

Pero lo que yo si quería era aprender las mismas notas que tocó el señor al que miré días atrás. Cuando pude aprenderme de memoria las notas lo demás fue pan comido para mí.

Aunque no conforme con eso aproveché en inscribirme a un festival de talentos en mi escuela. No fue nada difícil que iba a hacer, por lo que tocaría con mi violín una hermosa melodía, cuando se dio el día del festival estaba algo nerviosa, pero no dejaría qué el miedo me invadiera, yo quería ver a mis padres orgullosos de mí, más que todo porque soy hija única.

_ La siguiente participante en salir al escenario es la alumna Tabby McClean.

Tabby salió al escenario luego de escuchar su nombre, al salir vio a mucha gente reunida, sentía algo de nervios, ya que es la primera vez que hace algo así. Pero luego se calmó al ver a sus padres quienes estaban presentes para verla participar.

Fue así que Tabby tomó su violín y comenzó a tocar algunas notas dejando ver que aprendió mucho en dominar dicho instrumento a pesar que lleva poco tiempo tocando dejando ver que aprende rápido.

Tabby había dejado a todos sorprendidos, en especial a sus padres, quienes no dejaban de alentarla, y sobretodo Wilson había traído una cámara de video, quería mantener este bello momento para el recuerdo.

Es así que se dio a conocer quien ganaría en este festival de talentos, todos estaban reunidos y solo uno de ellos se llevaría el trofeo a casa.

_ Veamos quien es el vencedor en este festival de talentos. Y es..... ¡Tabby McClean!

Yo estaba emocionada al ver que había ganado, yo no tenía intenciones de ganar en aquel entonces, solo me importaba participar y demostrar que tanto había mejorado con el violín, y tal pareció que me había lucido.

Recibí un trofeo el cual es el que viste en la caja junto a las demás cosas mías, después de ese festival y de aprender mucho con el violín las cosas mejoraron en mi vida. Otra cosa que también hacía en ese entonces era ir a la iglesia, yo iba a misa muy seguido junto a mis tías, quienes son hermanas de mi padre.

Sé que también estarás pensando de que fui antes una religiosa, no lo niego, solía ir a misa los domingos y en actividades, como ayudar a la gente necesitada o recaudar dinero para las personas que perdieron sus pertenencias en algún desastre natural.

Pero así fue, antes solía ir a misa con mis tías, no hubo un momento en que no asistía, incluso llegué a formar parte del coro de la misma. Ahí fue que conocí a una amiga con la cual me llevaba muy bien.

_ Hola, tú debes de ser Tabby, tus tías me contaron de ti. Me llamo Teresa.

Tabby vio a la niña que le habló, la cual es una niña de su misma edad, quien tiene el cabello de un color rojizo con unas trenzas, llevaba un lindo vestido color azul y unos zapatos negros.

_ Mucho gusto, y me alegra que mis tías Mabel y Katie te hayan contado sobre mí.— respondía Tabby.

_ ¿Te gustaría que hablemos un poco? Ya que me interesa conocer a personas nuevas.— decía la pelirroja.

_ Claro, a mí también me gusta conocer gente y ser amigos.— respondía la futura rockera.

_ No te he visto en mi salón de clases, ¿Acaso eres de otro salón?— preguntaba Teresa.

_ Ni yo tampoco te he visto, puede que estemos en escuelas distintas y por eso ninguna de las dos nos hemos visto.— respondía Tabby.

Es ahí que Tabby comenzó a hablar con Teresa en donde ambas contaban cosas de sus vidas, el como le van en la escuela, temas relacionados con la iglesia entre otras. Pero fue cuando ambas contaron sobre lo que hacen luego de la escuela.

_ ¿Sabes tocar el violín? Eso es genial.— comentó Teresa.

_ Así es, incluso gané un festival de talentos. Me encanta poder tocar mi lindo violín.— respondía la pelinegra.

_ Yo estoy aprendiendo a tocar el piano, aunque en estos momentos estoy en unas clases de ballet.— decía Teresa.

_ ¿Ballet? Yo también quiero aprender a bailar ballet.— dijo Tabby.

_ Escuché que hay cupos para más alumnas que quieren aprender. Mis padres te puede dar información de la escuela de ballet y así tus padres puedan inscribirte.— contaba Teresa a Tabby.

Así como lo acabas de escuchar además de aprender a tocar el violín también me interesó aprender sobre el ballet. No fue difícil convencer a mis padres de poder estar en esa escuela de ballet con mi amiga en ese entonces.

Tengo que decirte algo, esos trajes de ballet por más lindos que se vean lo cierto es que en ocasiones son algo molestos, sobretodo en la parte de los muslos, te aprietan un poco y sientes como si la sangre no corre por ese lugar.

Cuando fui a mi primer día en la escuela de ballet lo sentí tal como en mi primer día en la escuela, pero ya poco a poco iba perdiendo ese miedo a la timidez, ya comenzaba a socializar más con las demás personas.

_ Buenas tardes mis amores. Antes de comenzar les quiero presentar a su nueva compañera. Pasa adelante pequeña, dile tu nombre a tus compañeras.— decía la maestra de ballet.

Tabby se acercó a sus nuevas compañeras para saludarlas, llevaba ya consigo la ropa necesaria para sus prácticas de ballet.

_ Hola a todas, me llamo Tabby McClean, y espero podamos llevarnos bien y siendo todas mejores amigas.— dijo Tabby a sus compañeras.

_ Tabby, que bueno que ya estés aquí. Nos vamos a divertir mucho nosotras dos junto a nuestras compañeras.— decía Teresa a la pelinegra.

_ Será divertido, ya quiero que empiece las primeras lecciones y así aprender a bailar.— respondía Tabby.

Fue así que comencé ahora con mi travesía en aprender sobre el ballet, y como te he contado yo solía aprender demasiado rápido, no me costó mucho el aprenderme los pasos, el pararme de puntas y girar. En cuestión de semanas ya era considerada una de las mejores de la escuela, tanto así que participé en otro concurso en el cual participaron otras escuelas de ballet del estado de Pennsylvania.

El día del concurso igualmente estuvieron mis padres presentes y también mis tías, quienes querían verme participar. Yo para ese momento ya no sentía nervios como la primera vez, ya sabía como mantener la calma, por lo que comencé a bailar al ritmo de la música.

Después de esa demostración de lo que ha aprendido la pelinegra fue que ella fue tras backstage en donde estaban ahí tanto su maestra de ballet como Teresa, quienes habían visto como Tabby se había ganado al público.

_ Lo hiciste muy bien, no me cabe la menor duda de que eres una estudiante prodigio.— dijo la maestra.

_ En verdad eres increíble Tabby, tus pasos de baile son tan único que nadie podrá igualar.— comentó Teresa.

_ Muchas gracias, por ahora hay que esperar hasta que las demás participantes terminen de bailar y esperar a ver quien será la ganadora.— respondía la pelinegra.

Después de que otras participantes fueran al escenario era momento de ver quien de todas será la ganadora. Habían un total de 15 participantes incluida Tabby, a lo que la encargada de nombrar a la ganadora se hizo presente.

_ Y con ustedes, la ganadora del concurso de ballet de este año es...... ¡Tabby McClean!

La pelinegra se había emocionado de haber ganado este concurso, algo que no lo veía posible, más que todo ya que participó para divertirse, no le interesaba demasiado ganar. Tabby dio un paso adelante y recibió un listón de primer lugar, además de unas zapatillas nuevas de ballet.

En ese momento yo estaba haciendo cosas grandes sin darme cuenta, de haber sido yo una persona sedienta de ganar todo lo habría hecho de forma más seguida, pero al tener una consciencia muy inocente y también de carente de competitividad no lo hice. Aunque no solo gané en ese concurso de ballet.

Tiempo después para una feria de ciencia el maestro de turno había ordenado hacer grupo de dos para llevar a cabo un experimento. Y yo al ser una alumna muy destacada y muy lista todos querían estar conmigo, pero afortunadamente me había tocado con una amiga que hice cuando estaba en esa escuela.

_ ¿Que idea se te ocurre para la feria de ciencia?

_ Aun lo estoy pensando Misty. Pero no hay que entrar en desesperación, tenemos tiempo para pensar en que podemos hacer para la feria de ciencia.— respondía Tabby a su amiga.

Ambas amigas hicieron lo que había dicho la amante del violín, de pensarlo mejor y no hacer todo a las prisas, pero tampoco dejar todo a última hora. Mientras Tabby volvía a su casa luego de sus prácticas de ballet fue hasta la sala en donde quiso ver el canal donde suelen dar canciones cristianas.

Cuando de pronto vio un programa en donde se veía unos paneles solares, explicando sobre el uso de los mismos y como éstos pueden generar energía orgánica y que no daba el medio ambiente. Al ver eso fue que a Tabby se le ocurrió una idea de lo que pueden hacer para la feria de ciencia.

Durante el recreo fue que Tabby se reunió con su amiga Misty para contarle de su idea para la feria de ciencia.

_ Misty, se me ocurrió una brillante idea que podemos hacer para la feria de ciencia.— dijo Tabby a Misty.

_ ¿En serio? Dímelo.— respondía Misty.

_ Podemos hacer un proyecto que involucre energía solar. Podamos hacer que un aparato funcione con dicha energía.— respondía la pelinegra.

_ Me gusta la idea que tienes. ¿Y que podemos usar para llevar a cabo el proyecto?— preguntaba Misty.

_ Pensaba usar una licuadora o un microondas. Pero dudo que mis padres me dejen usar una de ellas.— dijo Tabby.

_ Yo también le diría a mis padres y tampoco estoy segura de que me deje usar la licuadora.— comentó Misty.

Es así que ambas amigas estuvieron pensando que podían usar para llevar a cabo el proyecto, la idea es buena pero no podían usar algún electrodoméstico de sus casa ya que sus padres no les dejarán usarlo. Cuando de pronto a Misty se le ocurre una idea.

_ ¿Y si lo usamos con un juguete? Mi hermano menor tiene unos robots de juguete, podemos usarlo para así realizar el proyecto.— contaba Misty a Tabby.

_ Es una buena idea, más tarde iremos a tu casa y con un juguete de tu hermano haremos nuestro proyecto.— dio su visto bueno Tabby.

Más tarde luego de la escuela vemos a las amigas quienes fueron hasta la casa de Misty, tomaron uno de los robots de juguete del hermano menor de Misty y es ahí que llevarían a cabo el proyecto.

_ Bien, ya tenemos a nuestro voluntario. Ahora lo sigue es, ¿Como le haremos para que funcione con energía solar?— preguntaba Misty.

_ Vi en la televisión que para generar energía solar se usan unos paneles. Podemos hacer nuestro propio panel solar, solo debemos de buscar materiales que necesitamos.— respondía Tabby.

_ En el garaje hay algunas herramientas y materiales que mi papá usa. También podemos usar la computadora de la sala para saber más sobre paneles solares.— dijo Misty.

Dicho y hecho las amigas se pusieron manos a la obra para llevar a cabo su proyecto el cual sería del asombro de muchos. Les tomó varios días el hacer qué su experimento funcione, para ello usaron algunos materiales improvisados, como una pequeña placa de metal, papel aluminio, un pequeño cristal y unos cables delgados.

A falta de dos días para la feria de ciencias era hora de que las amigas pongan a prueba si su experimento funciona o no.

_ Aquí vamos, esperemos que funcione.— dijo la pelinegra.

Fueron al patio trasero de la casa de Misty y aprovechando que el cielo estaba completamente despejado fue que hicieron la prueba definitiva. Misty tenía una mano tapando el pequeño panel solar y con la otra sostenía el robot de juguete.

Lo puso en el suelo y esperó unos segundos para quitar su mano del panel improvisado, cuando la quitó vieron que el pequeño robot comenzó a moverse lentamente y sus pasos poco a poco se iban haciendo levemente más rápido, esto impresionó a las amigas quienes habían hecho algo posible.

_ ¡Se mueve! ¡Realmente se está moviendo!— exclamó Tabby.

_ ¡Esto es increíble! ¡Hicimos un verdadero proyecto!— dijo emocionada Misty.

Luego de ver que su proyecto fue todo un éxito fue que Tabby se dirige a su amiga.

_ Ahora que nuestro robot funciona será mejor que lo lleve a casa. No quisiéramos que algo le pase, sobretodo tu hermano menor quien podría tomarlo sin saber lo que hicimos.— dijo la pelinegra.

_ Entiendo, es mejor evitar un problema grande. Será mejor que debas volver a casa.— respondió Misty.

Tabby hizo lo que Misty le dijo y regresó a casa llevando consigo el proyecto para la feria de ciencia. Llegando el día de la feria de ciencia en la escuela que estudiaba nuestra rockera favorita se puede ver varios proyectos los cuales los compañeros de Tabby hicieron.

Algunos de los cuales eran los muy conocidos volcanes con bicarbonato, otros hicieron una maqueta del sistema solar, entre otras más. Es ahí que el maestro de Tabby en compañía del director y otro maestro vieron el proyecto de Tabby y Misty, a lo que el maestro pregunta sobre el proyecto.

_ ¿Y cual es el proyecto de ustedes?

_ Hicimos nuestro propio panel solar usando algunos materiales simples como papel aluminio, un cristal y una pequeña placa de metal. También de unos cables que están conectados en este robot de juguete.— respondía Tabby.

_ ¿Y funciona?

_ Por supuesto, solo vean esto y quedarán asombrados.— respondía Misty.

Es ahí que Misty se dirige a una de las ventanas qué había en el techo del gimnasio de la escuela donde entraba luz del sol. Misty colocó el robot de juguete en el suelo y este al recibir el contacto de la luz del sol este comenzó a moverse por si solo, los maestros y el director quedaron asombrados al ver como el robot de juguete se movía.

_ ¡Increíble! El robot se está moviendo.

Al ver que dicho experimento funciona y que no había duda que dicho proyecto fue hecho por Tabby y Misty, no había rastro de haber sido hecho por alguien más. Sin duda alguna ya tenían a las ganadoras.

_ Luego de ver su proyecto no me cabe la menor duda de quienes son las ganadoras. Ustedes son las afortunadas de llevarse el listón del primer lugar.

Tanto Misty como Tabby se alegraron de que su proyecto fue el ganador de la feria de ciencia, ambas amigas lo celebraron al ver que ambas son unas genio.

Ni yo misma me puedo creer que en verdad había hecho junto a mi amiga Misty un pequeño panel solar, luego de esa feria de ciencia Misty me dio el listón que ganamos, ya que ella sentía que me lo merecía. Todo en mi vida era más que alegría, absolutamente todo me salía bien, y pensaba que todo seguiría así.

Pero lastimosamente a veces la vida te suele darte un golpe silencioso cuando ve que a alguien le va bien, ya que si no le hace algo realmente malo a esa persona la vida no podrá estar en paz. Un día cuando estaba en mi casa haciendo mis tareas vi como parte del techo se cayó.

Las paredes de la casa estaban muy débiles, y el suelo ya estaba todo gastado, mis padres al ver todo lo que sucedía en la casa fue que llamaron a un experto para hacer una revisión minuciosa a toda la casa para así dar una respuesta de lo que hay que hacer.

_ Y díganos, ¿Como está la situación de nuestra casa?— preguntaba Wilson.

_ Antes de responder a su pregunta yo les haré una. ¿Hace cuanto están viviendo en esta casa?— preguntó el experto.

_ Desde que me gradué de la universidad. Ya que esta casa me la dio mis padres, la construyeron tiempo después que mi padre volvió luego de estar en la segunda guerra mundial. En ese entonces él tenía 18 años, y mi madre 17.

_ ¿Su padre estuvo en la guerra? No se moleste por la pregunta que le haré, ¿Cuantos años tiene usted?

_ Tengo 32, es que soy la menor de entre 4 hermanos. Hubo una separación de años en los cuales nacieron mis hermanos y yo.— respondía Teddy.

_ ¿Y cuando fue la última vez que le dieron un mantenimiento a la casa?

_ Hace unos 20 años atrás. Mi padre lo hizo él mismo para no tener que gastar mucho dinero.— contó Teddy.

_ La verdad no me sorprende que haya pasado mucho tiempo desde la última vez que le hicieron un mantenimiento a su hogar. Ya que siendo honesto y no es broma lo que diré, aun no sé como es que la casa sigue de pie sin que haya colapsado.

_ ¿Que quiere decir con eso?— preguntaba Wilson.

_ De que el estado de la casa es tan grave que les saldrá muy caro repararla. Prácticamente les saldría más barato comprar una casa nueva que hacerle una reparación a esta casa.

Tanto Wilson como Teddy estaban sin palabras al oír lo que había dicho el experto en construcción, de que el estado de su hogar es tan grave que en cualquier momento la casa les vendrá abajo si no hacen algo al respecto. Y por lo que dijo el experto les saldrá muy caro el reparar su hogar.

_ ¿Está seguro que no se le puede hacer algo a nuestra casa?— preguntaba Teddy.

_ Tristemente no, toda la infraestructura está muy débil, no hay nada que se pueda hacer. Es lo único que les puedo aconsejar, les sale mejor adquirir una nueva propiedad qué gastar una fortuna en reparar esta casa.

_ Lo entendemos. Muchas gracias por venir aquí a contarnos lo que acaba de ver, yo le pago por sus servicios.— dijo Wilson al experto.

Más tarde vemos a Wilson y Teddy quienes no sabían que harán ahora, ya que como mencionó el experto la casa se encuentra en una situación muy complicada y que les saldrá una fortuna el repararla, más de lo que podrían gastar.

_ ¿Y que haremos ahora? No tenemos el dinero suficiente para hacerle un arreglo a nuestro hogar.— preguntó Teddy a su marido.

_ Lo mejor será buscar un nuevo lugar para vivir. Entiendo que esta casa le perteneció a tus padres y que pasaste toda tu vida aquí, pero ha llegado el momento de dejarlo atrás y seguir adelante, por nosotros, por nuestra hija, quien es nuestra obligación de que ella viva en un lugar seguro.— dijo Wilson a su esposa.

Teddy lo pensó detenidamente lo que dijo Wilson, que es momento de dejar atrás el hogar que sus padres construyeron y que pasó toda su niñez y adolescencia ahí, ya no hay nada que se pueda hacer para salvar la casa, les saldría más costoso la reparación total a comparación de que llegaran adquirir una nueva propiedad.

Sobretodo pensó en su hija, ya que no se imagina el día de mañana si la casa llega a ceder y les caiga encima, no quería que eso le suceda tanto a Tabby así como a ellos dos. Por lo que no tuvo más que aceptar lo que dice su esposo, de buscar un nuevo lugar donde vivir.

_ De acuerdo, debemos de buscar una buena casa, lo ideal para nosotros 3, y que esté en buen estado.— respondía Teddy.

_ Me pondré a ver en Internet y en el periódico. Espero poder ver una buena ganga en una casa que tenga las mismas características que la nuestra y podamos vivir tranquilos.— dijo Wilson.

Mis padres me contaron esa misma noche la situación en la que se encontraba la casa, yo al no tener idea sobre infraestructura solo sabía que nuestra casa estaba muy vieja y que era momento de buscar un mejor lugar para vivir.

Todo en cuanto a mí no me podía quejar, iba tanto a mis prácticas de violín y de ballet, mientras mis padres se encargaba de buscar una nueva casa. Y fue cuando mi padre pudo al fin encontrar una buena casa para nosotros, solo que había un pequeño detalle en eso.

_ Teddy, Tabby, les tengo buenas noticias. Pude encontrar una buena casa la cual está a buen precio y que tiene más habitaciones por si llega visitas.— contaba Wilson a su esposa e hija.

_ ¿En serio amor? Eso es increíble, ¿En donde la encontraste?— preguntaba Teddy.

_ Fue cuando estaba en mi hora de descanso cuando recibí una llamada de mi hermana Mabel. Le conté un poco de lo que estaba pasando y ella me contó que había una propiedad en venta.

_ Por lo que le pedí que me pasara el número de teléfono del propietario, hablé con él y fui a ver la casa. Lo mejor de todo es que la casa se ve casi nueva, solo la usaron un par de veces y ya, tiene 5 habitaciones y dos baños.

_ Y en cuanto al precio es una ganga, con todo eso es una oferta que no se puede dejar pasar.— contaba Wilson a su familia.

_ Ya me gustó lo que dijiste, no debemos dejar pasar esta oportunidad de tener una mejor vivienda.— comentó Teddy.

_ Aunque solo hay un pequeño detalle sobre la casa que fui a ver y que tal vez no les guste a ustedes.— dijo Wilson.

_ ¿Y cual es ese pequeño detalle, papá?— preguntaba Tabby.

_ Si, ¿Cual es el detalle? ¿Acaso esa casa también se cae a pedazos?— quería saber Teddy.

_ No es nada de eso, como dije la casa se ve casi nueva, solo se usó un par de veces, se ve como si recién la hicieron. El detalle es la ubicación de la misma, ese es el detalle que no les va a gustar.— aclaró Wilson.

_ Oh, ¿Acaso se encuentra en un vecindario aledaño? ¿O está a las afueras de Scranton?— preguntó Teddy.

_ Es más lejos que eso, la casa se encuentra en el estado de Nueva York.— respondía Wilson.

_ ¿Hasta Nueva York? ¿Y dices que fuiste hasta allá?— preguntaba Teddy sorprendida.

_ Incluso yo me sorprendí cuando le hablé al dueño de la casa y él me dijo en donde se encontraba la propiedad. Por más que suene loco lo que tuve que viajar lo cierto es que la casa en si está muy buena, me aseguré de que no hubiera nada malo.— respondía Wilson.

_ Te entiendo, pero ir hasta otra ciudad, no lo sé, empiezo a dudar de que sea buena idea.— comentó Teddy.

_ Pensé lo mismo luego de ver la casa, entiendo que es algo difícil el tener que mudarnos hasta allá, pero piénsalo mejor, tendremos una mejor casa que es más grande que esta incluso tiene más habitaciones, es perfecta para cuando lleguen visitas.

_ Una oportunidad así no se vuelve a repetir, yo le pedí al dueño de la vivienda que me diera chance de un día para tomar la decisión contigo. No fue fácil convencerlo pero me prometió no vender la casa antes.

_ Así que, ¿Que decides? ¿Mudarnos hasta Nueva York? O ¿Quedarnos aquí y gastar una fortuna reparando la casa?— preguntaba Wilson a su esposa.

La ama de la casa lo pensó bien de todo lo que le contó su esposo, si bien le atrae la idea de tener una casa más grande y con más habitaciones, 5 en total, y que esté en un buen precio es una oferta que prácticamente se la están regalando.

Aunque por otro lado no quería dejar la ciudad donde ella ha vivido toda su vida, además de que tendría que dejar su trabajo y buscar otro estando en Nueva York, además de otros detalles como buscar una escuela para inscribir a Tabby, también de que ella allá tendrá que seguir con sus prácticas de violín y de ballet.

Pero dejando de lado todo eso que se podría resolver sin ningún problema, lo cierto es que tiene que darle la razón a su esposo, de lo que gastarán en reparar la casa no les quedaría nada, quedarían con una deuda que no llegarán a pagar y que Tabby deberá de hacerlo cuando ellos ya no puedan.

_ De acuerdo, pero la mudanza no lo haremos pronto. Hay que esperar como mínimo a que Tabby termine el año escolar.

_ También debemos de buscar trabajo para así no tener que estar desesperados buscando uno cuando ya estemos ahí.— respondía Teddy.

_ Me alegra saber que tomaste una buena decisión. Y sobre lo que dijiste también pensé lo mismo, hay que esperar hasta que Tabby pase de año para poder inscribirla en una escuela en Nueva York.— comentó Wilson.

_ Y también eso le dará tiempo para despedirse de sus amigos, por lo que debemos de hacer eso. Esperar a que ella termine el año escolar y nosotros debemos de buscar trabajos en Nueva York y así podamos estar preparados para mudarnos.— decía Teddy.

Unos días después mis padres me contaron la situación de la casa y me dijeron que nos íbamos a mudar, pero que sería a otra ciudad. En ese momento yo estaba algo triste al saber que ya no vería a mis amigas Teresa y Misty, pero no podía hacer nada para que mis padres cambien de opinión, aparte que era consciente de que la casa ya estaba en sus últimas.

Pasó el tiempo y todo con respecto a la mudanza comenzó, mis padres lograron encontrar trabajo en Nueva York, por mi lado seguía en lo mío sin olvidarme de que pronto me iría a vivir a otra ciudad.

Cuando llegó la navidad fue alegre, aunque no tanto como deseaba ya que iba a dejar la casa donde crecí. Y cuando comenzó el año nuevo fue era momento de comenzar con la mudanza, fui con mis amigas para despedirme de ellas, yo les había dicho que me iría a vivir a otra ciudad.

_ Supongo que este es el adiós. Realmente te vamos a extrañar mucho, Tabby.— dijo Teresa.

_ Nosotras te recordaremos mucho, incluso podemos seguir en contacto, aquí tengo el número de teléfono de mi casa, así seguiremos estando juntas pero estando lejos.— decía Misty.

_ Yo también las extrañaré, espero poder venir a visitarlas, mi abuelita vive en una casa de retiro aquí, cuando venga a visitarla también las visitaré y podremos pasar todo el día juntas.— contaba Tabby a sus amigas.

Las 3 amigas se dieron un abrazando dejando notar en sus rostro qué iban a extrañarse mucho, pero Tabby prometió volver cuando vaya a visitar a su abuela en la casa de retiro donde se encuentra. Más tarde vemos a Tabby quien en compañía de sus padres se prepararon para el viaje el cual sería muy largo y tardarán muchas horas en llegar a su nuevo hogar.

El viaje que hicimos desde Scranton hasta Manhattan fue algo largo, incluso llegando a ser igual de largo al viaje qué hicimos para venir a Canadá. Cuando llegamos a nuestra nueva casa fuimos recibidos por mis tías, ya que mi padre les avisó de que llegaríamos pronto y ellas nos estaban esperando.

_ Qué bueno que ya llegaron. Nos alegra que no hubo ningún contratiempo en su llegada.

_ Mabel, Katie. Me alegra verlas nuevamente y que nos reciban en nuestra nueva casa.— dijo Wilson a sus hermanas.

El padre de familia fue a donde estaban sus hermanas para darles un abrazo. Ambas mujeres son casi gemelas, siendo una mayor que la otra, además de que son muy religiosas y que van a misa y realizan actividades de la iglesia en la que asisten junto a su queridisima sobrina.

Y hablando de sobrina, se ve a Tabby bajar del auto de sus padres al ver a sus tías. Se dirigió a sus tías para también darles un abrazo a ellas.

_ Tía Mabel, tía Katie.— dijo la pelinegra.

_ Hola querida, veo que haz crecido mucho.— dijo Katie a Tabby.

_ ¿Te gusta lo que haz visto durante el viaje?— preguntó Mabel.

_ La verdad si, hay muchos edificios por todos lados. No es como en Scranton, voy a extrañar mucho nuestra otra casa, pero al menos esta se ve muy linda.— respondía Tabby.

_ Y te va a gustar como luce por dentro y también la que será tu habitación a partir de ahora.— dijo Wilson a su hija.

_ Nosotras les ayudaremos en llevar todas sus cosas dentro de la casa para que no les lleve mucho tiempo.— dijo Katie a su hermano y cuñada.

Todo ese día la pasamos acomodando todo lo que trajimos de la casa vieja a la nueva, lo bueno de esa casa era que tenía lo primordial que era una estufa, un refrigerador, y también tenía un sótano. Cuando ya nos habíamos acomodado en nuestra casa lo siguiente a seguir era que mis padres me inscribieran a una escuela del lugar.

Uno pensaría que este cambio de aire sería un buen comienzo para mí en una nueva ciudad. Como me hubiera gustado poder predecir el futuro, ya que así me hubiera ahorrado lo que sucedería más adelante, lo que para mí fue el inicio del fin de lo que alguna vez fui.

Ese año comencé el cuarto grado, todo en cuanto a mí no hubo mucho que resaltar, solo yo demostrando que tan inteligente soy participando en clases y entregando los trabajos correspondientes. Además que yo seguía en lo mio, yendo a misa con mis tías y también asistiendo a mis prácticas de ballet y de violín, mis padres vieron que también ahí había una escuela de ballet y por supuesto clases de violín.

Ya para el quinto año fue que comenzó todo el trauma que a día de hoy no he podido olvidar. Un día cuando estaba en la cafetería de la escuela vi como apareció un grupo de 3 chicas, las cuales eran una rubia, una de cabello negro, y una chica de piel morena, todas ellas vestían a la moda además de caminar de una forma lenta pero queriendo llamar la atención.

_ Vaya, esas chicas si que se llevan ropas muy lindas. ¿Quienes son ellas?— se preguntaba Tabby.

_ ¿No sabes quienes son ellas? Son las Jennifers. Las chicas más populares de la escuela.— respondió una chica a Tabby.

_ Hasta ahora escucho hablar de ellas. No pensé que habría chicas populares.— comentó Tabby.

_ ¿Acaso nunca has visto a chicos populares?— preguntó la misma chica.

_ En la escuela qué estuve antes no había chicos o chicas populares. Todos eran normales.— respondía Tabby.

Algo que se me olvidó mencionar es que en mi antigua escuela no había ningún chico o chica popular, tal como conté todos eran alumnos normales sin mucho que destacar más allá de actividades fuera de la escuela, como yo que asistía a clases de ballet y de violín. Pero en esa escuela en Nueva York veía varios chicos y chicas populares, pero esas 3 qué se hacían llamar "Jennifers" eran más populares que el resto.

Yo no estaba muy interesada en estar con personas así, más que todo ya que yo quería tener amigos para poder pasar el rato, otra cosa más que debo de contar es que durante el cuarto año no había hecho un solo amigo, más allá de estar con algunos para ciertas tareas, pero ya siendo amigos nunca pasó.

Por lo que el quinto año ahí haría amigos, hablando de amigos, yo en ese entonces seguía en contacto con mis amigas Teresa y Misty, a ellas les contaba mi día a día. Pero volviendo a lo que estaba, un día cuando asistí a una de las actividades de la iglesia a la que asistía con mis tías, yo estuve con unos niños más junto al pastor ya que haríamos dibujos en la pared.

_ Bueno niños, es momento de pintar las paredes para que luzca bien, ya todo está preparado, hicimos un trazo en donde deben de usar los pinceles con pintura. Así que pueden dibujarlos como quieran.— decía el pastor.

Los niños hicieron lo que el pastor les dijo y comenzaron a pintar las paredes las cuales habían unos trazos de unos dibujos en los cuales se pueden ver algunos animales, algunas flores y otros detalles a los cuales los niños dejarían volar su imaginación.

Tabby dibujaba del color correcto a los animales, también pintaba de lindos colores las flores qué a ella más le gusta. Cuando terminaron los chicos fueron a limpiarse y a irse a sus hogares, pero en eso el pastor se dirige a Tabby esto con el fin de decirle algo.

_ Espera un momento, Tabby. Hay algo que me gustaría pedirte antes que te vayas.— decía el pastor a Tabby.

_ Por supuesto Pastor Benjamin, ¿Que es lo que necesita?— preguntaba Tabby.

_ Tus tías Mabel y Katie me han contado mucho de ti, que eres una niña muy responsable y servicial, y que en la iglesia a la que asistías cuando vivías en Scranton solías hacer muchas actividades, algo que sin duda me sorprende.— decía el pastor Benjamin.

_ Así es, me gusta participar en varias actividades, más que todo en conocer a más personas con las cuales llevarme bien.— respondía la pelinegra.

_ Hay una actividad que quisiera que hagas, es para una campaña que haremos en colaboración con otras iglesias para ayudar a los hospitales que atienden niños con cáncer.— contaba el pastor.

_ Cielos, en ese caso le ayudaré, quiero que todos esos niños se puedan recuperar, toda ayuda es bien recibida.— respondía Tabby.

_ Por supuesto, toda ayuda será bien recibida por Dios y así ayudaremos a los niños. Ven acompáñame.— decía el pastor Benjamin.

Tabby acompañó al pastor de la iglesia a una habitación en la cual se usa para confesar los pecados de la gente. La pelinegra vio como el pastor tomó una cámara de fotos a lo que ella le pregunta.

_ ¿Y que debo hacer exactamente?— preguntaba la pelinegra.

_ Te sacaré algunas fotos las cuales pondré en un sitio web que también es parte de la colaboración. Para que así más gente lo vea y quieran ayudar a los niños.— contestaba el pastor.

_ Ya veo, es una excelente idea, incluso podríamos hacer un anuncio en la televisión.— contaba Tabby.

_ Incluso eso pensamos hacer, por ahora quiero tomarte algunas fotos, esto mismo hice con otros niños como tú que también quisieron participar.— respondía el pastor Benjamin.

Tabby simplemente hizo lo que el pastor le dijo y para ello posó para la cámara, mostrando su mejor sonrisa en cada foto.

_ Perfecto, déjame tomarte algunas fotos más.

_ Excelente, ahora una mirando a la cámara.

_ Realmente eres muy buena en esto. Ahora estando sentada.

_ Muy bien, muy bien. Otra estando sentada nuevamente.

_ Para terminar una estando de pie.

_ Listo, con esto terminamos.— dijo el pastor Benjamin.

_ ¿Por qué tomó tantas fotos?— preguntó Tabby.

_ Es para elegir cual de todas pondremos, si fuera yo pondría todas, veré si puedo convencer a los administradores de la página web si pueden hacer eso, de poner todas tus fotos.— respondía el pastor.

_ Lo entiendo, me gustó poder hacer una buena acción de caridad para los niños con cáncer.— decía la pelinegra.

_ Si en caso necesitan más fotos te avisaré. Ya puedes ir a tu casa, que Dios te bendiga.— dijo el pastor Benjamin.

Tabby se retiró del sitio para ir a su hogar contenta de poder ayudar a los más necesitados, sea cual sea la ayuda ella aportará su grano de arena para así ver al prójimo feliz y dándole gracias a Dios de poder estar un día más en este planeta.

Unos días después vemos a Tabby quien se encontraba en la biblioteca de la escuela haciendo unas tareas, cuando de pronto vio a una chica quien necesitaba ayuda para tomar un libro que estaba en la parte alta.

_ Por ahí hay una pequeña escalera qué puedes usar para tomar los libros que están arriba.— decía Tabby a la chica.

_ Oh, muchas gracias, eres muy amable.

Tabby al ver que ayudó a esa chica volvió a su lugar a seguir con sus tareas, cuando vio que justo ahí estaban nada menos que las 3 chicas llamadas Jennifer, cosa que sorprendió a Tabby, a lo que ella se acercó para preguntar que necesitaban.

_ ¿Necesitan ayuda en algo?— preguntó Tabby.

_ La verdad si, necesitamos que nos ayudes con algunos ejercicios de matemáticas, es muy difícil para nosotras.— respondió la Jennifer rubia.

_ Ya veo, por mí no hay problema con ayudarles con eso. Les puedo darles unas lecciones rápidas.— aceptaba Tabby.

La amante del violín se dispuso a ayudarles a las 3 chicas populares sobre algunos ejercicios de matemáticas que a ellas les cuesta un poco entender.

_ Ahora tienen que poner el resultado aquí de la división qué acaban de poner aquí, es sencillo esta respuesta.— dijo Tabby.

De pronto unos libros de un estante se cayeron de forma repentina, cosa que alertó a Tabby, al ver lo que sucedió no quería dejarle eso a la encargada de la biblioteca, a lo que decidió recogerlos y colocarlos en su sitio.

_ ¿Que fue lo que pasó? Fue como si algo o alguien dejara caer estos libros. Fue demasiado extraño.— comentó la pelinegra.

Luego de acomodar los libros volvió para continuar con las lecciones para las 3 Jennifers. Volvió y vio que ellas habían puesto el resultado de las divisiones qué les había puesto a ellas.

_ Vaya, las respondieron muy bien. Las felicito.— felicitó Tabby a las chicas.

_ Eso fue muy sencillo. Podríamos hacerlo de nuevo solo que ya no tenemos tiempo.— respondía la Jennifer pelinegra.

_ Yo puedo ayudarles en aprender todo lo que necesiten. Solo me dicen cuando podamos hacerlo.— dijo Tabby a las chicas.

_ Es una excelente idea, nosotras te avisaremos y así podamos reunirnos.— respondía la Jennifer morena.

Al principio no sabía como debía de actuar al estar con chicas populares como ellas, ya que nunca había hecho algo parecido. Días después ellas me pidieron ayuda para unas tareas, aunque aquí ellas querían hacerlo en grupo y no por separadas, no quería discutir sobre ese detalle.

Fueron pasando los días en donde yo seguía ayudando a las Jennifers en sus tareas cuando la maestra avisó de que deberíamos de hacer grupos de 4 para unas tareas que debíamos de hacer. Y mi sorpresa fue grande cuando las mismas Jennifers me pidieron personalmente formar parte de su grupo.

_ Oye Tabby, ¿Te gustaría formar parte de nuestro grupo? Solo somos 3 y nos falta una.— dijo la Jennifer rubia.

_ ¿En verdad? ¿Quieren que forme parte de su grupo?— preguntó Tabby sorprendida.

_ Por supuesto, nos has ayudado bastante y queremos devolverte el favor siendo parte de nuestro grupo.— respondía la Jennifer morena.

_ No tienen que agradecerme, y me halaga poder estar con ustedes. ¿Y en donde nos podemos reunir para hacer los trabajos?— preguntaba Tabby.

_ Podemos hacerlo en mi casa, mis padres no suelen estar en casa debido a que están trabajando, es un lugar perfecto para realizar el trabajo.— respondía la Jennifer pelinegra.

_ Bien, podemos aprovechar hoy mismo para comenzar, ¿Que les parece?— preguntó Tabby.

_ Nos parece bien, en ese caso nos reuniremos en casa de Jennifer.— respondió la Jennifer rubia.

Ese mismo día fui a la casa de la Jennifer de cabello negro, en donde hicimos parte del trabajo, aunque después de hacer las tareas la Jennifer morena me llevó a la sala para hacerme una manicura.

_ Tus uñas son muy lindas, pero se verían aun mejor con un esmalte, y tengo uno que combina con tu falda.— dijo la Jennifer morena.

_ ¿En serio? No suelo pintarme las uñas, pero no estaría mal el ver como quedan.— respondía Tabby.

Es así que Tabby vio como la Jennifer de piel morena le aplicaba en sus uñas un esmalte de color morado, color que es su favorito. Siendo su primera vez haciendo algo así le parecía increíble, y más que sus uñas se veían muy lindas.

_ Y listo, ¿Ves? Te dije que tus uñas se verían aun mejor con este esmalte.— decía la Jennifer.

_ ¡Wow! Realmente se ven lindas, no pensé que se verían muy hermosas.— exclamó Tabby.

En eso aparecieron las dos Jennifer faltantes y vieron que Tabby se veía sus uñas mientras se le veía muy feliz.

_ Vaya, tus uñas se ven hermosas.— comentó la Jennifer pelinegra.

_ Muchas gracias, Jennifer me las pintó y no puedo dejar de mirarlas.— respondía contenta Tabby.

_ No fue nada, tengo práctica en aplicar esmalte de uñas, no por nada mis uñas y las de Jennifers lucen bien.— dijo Jennifer morena.

_ Creo que ya fue suficiente trabajo por hoy, mañana podemos continuar para así avanzar en la tarea.— dijo Jennifer rubia.

_ Tienes razón, debo volver antes de la cena, las veré luego chicas.— se despedía Tabby de las chicas.

Después de estar con las Jennifers haciendo la tarea es que Tabby volvió a su casa, en el camino pudo ver a varios artistas callejeros, además de personas que llevaban consigo unos pequeños altavoces mientras se escuchaba algunas canciones.

En eso apareció un chico con un pequeño altavoz y se escuchaba la mítica canción de la banda Kiss, "I was made for loving you" Tabby al ver al chico cantando esa canción fue que se dirige a ese chico.

_ Oiga, ¿Podría bajarle un poquito a su música?— pedía Tabby al chico.

_ ¿Acaso no te gusta las canciones de Kiss?

_ No sé quienes son, además mis tías dicen que la música de ellos es del diablo.— respondía la pelinegra.

_ Tus tías están locas, las canciones de Kiss no tienen nada que ver con el diablo. Mejor me voy de aquí.

Tabby vio como el chico se fue mientras seguía escuchando esa música la cual sus tías les ha contado que esos cantantes han hecho rituales para invocar al diablo. Unos días después se ve a Tabby quien luego de realizar algunas actividades en la iglesia a la que asiste fue que nuevamente el pastor Benjamin le pidió unas fotos más.

_ Muy bien, quiero ver una sonrisa angelical qué tienes pequeña.

_ Excelente, te tomaré otra foto estando cerca de la ventana.

_ Magnífico, con eso es suficiente.— respondía el pastor Benjamin.

_ ¿Los señores de la página web querían más fotos de nosotros?— preguntaba Tabby.

_ Así es, también pensamos en subir algunos videos y con las fotos que hemos tomado de ustedes vendrá muy bien.— respondía el pastor.

_ Qué bien, ya tengo que irme a mis prácticas de ballet. Nos vemos luego.— dijo Tabby al pastor.

Después de hacer sus actividades de la iglesia Tabby tuvo que volver a su casa para prepararse para sus prácticas de ballet. Todo para Tabby va marchando bien en lo que es su segundo año viviendo en Nueva York, aunque ni ella sabe lo que le espera a ella y que hará que su vida tal cual como es actualmente cambie para siempre y lo será así sin posibilidad de que sea la misma.

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Hola amigos del metal, ¿Como están? Espero que bien.

Vemos aquí como Tabby le cuenta a Lincoln sobre su vida antes de mudarse a Canadá. En donde ella era alguien distinta, una niña ejemplar y aplicada, que iba a la iglesia y que hacía varias actividades fuera de la escuela como lo son clases de violín y de ballet.

También de que ella y sus padres tuvieron que dejar la casa donde solía vivir debido a que la misma ya estaba muy vieja y se empezaba a caer a pedazos y el repararla les saldría muy caro a los señores McClean. Por lo que nos les quedó de otra que mudarse de casa, y se fueron hasta Nueva York.

De momento todo parece ir bien en cuanto a Tabby, pero apenas es una pequeña probada de lo que se viene y ya algunos ya han hecho sus hipótesis de lo que pudo pasarle a nuestra rockera en su niñez. Pero aún no se adelanten, qué se viene lo chido.

Ya sin nada más que decir los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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