Mi hermano nos visita a ambas y no solo él, mi hermano mayor con su esposa, mi sumisa hermana y el imbécil de su esposo, y mis padres... mis... padres... ¿Son ellos? En verdad ¿Son ellos?

—Bueno ¿Podemos pasar o no? —dice mi padre usando su mejor camisa y la reconozco porque es una de las que usa para ir a la iglesia.

—Sí, sean bienvenidos —Iris me aparta un poco para dejarme pasar.

Durante toda la semana después del encuentro, estuve adolorida llorando el rechazo y duelando por primera vez a mi familia, porque no es lo mismo pelearte y tener a tu familia cerca, que pelearme con ellos e irme cruzando el océano a otro país.

Ellos entran y ella me mira con una gran sonrisa, tomando mi mano, le devuelvo el gesto aliviada. Disfrutamos del día con mi familia y me sentí feliz y aliviada de ver que no mostraron rechazo para con Iris, es más mi padre pudo conectar con ella de inmediato, tanto que tuve que recordarles que yo era su hija y no ella, pero me alegra ver que le dieron una oportunidad y vieron lo maravillosa que es esta mujer, la manera en la que la miro, nos miramos y por supuesto nos queremos.

Finalmente nos quedamos a solas limpiando cuando todos se van.

—Todo salió bien, tu papá es bastante gracioso y amable.

—Bueno contigo, jamás fue así con Luke —su sonrisa se hace aún más grande—. Creo que esto está de manera implícita —tomo su mano para ir afuera y conecto la lluvia de luces en la terraza—, pero quiero dejarlo de manera explícita y como es la primera vez que tenemos un verdadero respiro de todo, aunque lo tendría que haber hecho en nuestras vacaciones —saco un ramo de flores detrás de una de las macetas donde lo escondí—, soy algo lenta y quería que todo fuera perfecto, pero el momento perfecto —me mira con lágrimas en los ojos—, es perfecto mientras tú estés en el, así que, amor ¿Quieres ser formalmente mi novia? —sus ojos se llenan de lágrimas mientras asiente y ve su mano con el anillo que le acabo de colocar.

Nos marchamos de Estados Unidos al final de este mes siendo formalmente novias, porque pareja somos desde hace tiempo. Llegamos al aeropuerto las tres, casi toda mi familia viene a despedirnos, los padres de Iris y Aurora está sola ya que su hermano no pudo venir, pero nos tiene a nosotras y a mis padres que se han enamorado como nosotras de Auveri a primera vista, Johan también está con su novio y quién casi me hace perder el avión.

—¿Listas? —les pregunto.

—Algo nerviosa, pero lista —me responde ella con su hija en brazos y otra vez veo esa mirada. Nos llaman a abordar—. Creo que es nuestro vuelo.

—Sí.

Comenzamos a despedirnos de todos, tomo el bolso de la bebé y abordamos el avión, ellas van en medio y nosotras una a cada lado, nos turneamos para cambiar y hacer dormir a Auveri, realmente funcionamos bien las tres. Iris toma la mano de Aurora en el despegue para que no le de miedo, a ella le toco el lado de la ventana.

—Vero —me susurra cuando casi todos van durmiendo.

—¿Qué pasa? —volteo a verla y ella me está mirando.

—¿De verdad crees que estaremos fuera de peligro allí?

—Eso espero —le respondo tomando su mano—, con las tres juntas será más difícil hacernos algo. No dejaré que nada les pase.

—Confío en ti —se acerca y besa mi mejilla, siento el rubor apoderarse de mi rostro—. Descansa es mi turno de cargar a Auveri —me la saca y la sostiene para que yo pueda dormir unas horas.

El vuelo no estuvo tan mal, hicimos escala, pero llegamos bien y eso es lo importante. Un auto nos esperaba para llegar a la casa, Iris arregló todo en este mes, tanto el transporte que nos esperaba al llegar para trasladarnos, como que la casa estuviera totalmente equipada para recibirnos.

—¿Qué pasa? —le pregunto a la rubia que se quedó mirando un punto fijo.

—Nada, pensé que vi algo —muestra una sonrisa y mira hacía donde mira—. Un famoso, pero no era Bono.

—Oh ¿Segura?

—Sí, no era Bono.

—Okay.

Vuelvo a mirar con atención al rededor, pero ella parece no pasarle importancia así que desisto, pero desde que pasó lo que pasó, no puedo evitar sentirme y estar en alerta. No dejaré que nada vuelva a pasarles

—¿Te gusta? —le pregunta a Aurora en cuánto entra y se queda admirada viendo todo a su alrededor.

—Es... hermoso.

—Vamos que te muestro tu habitación y la de Auveri. Con Vero la estuvimos pintando por las dudas en las vacaciones y también ambas elegimos las cosas para decorar la tuya, sino te gusta nos dices y lo cambiamos.

—¿En serio? —me mira con ilusión.

—Sí —respondo regalándole una sonrisa—, si existía una posibilidad de que vinieras con nosotras queríamos que te sintieras bienvenida. Suban, yo voy a preparar algo para que comamos. Podemos darnos una ducha luego y salir al pueblo.

—Vamos, ya conocemos a nuestras vecinas, son trieja, tres mujeres en una relación —le comenta Iris emocionada y Aurora me mira—, eso me voló la cabeza ¿Te imaginas...? —sigue conversando mientras suben las escaleras con algunos bolsos y valijas.

Luego de comer Iris va a bañarse de inmediato, también lo hace Aurora mientras yo tomo a Auveri en mis brazos y me paseo por el pórtico del patio con ella sin que le de el sol directo, los bebés tienen una piel muy sensible.

—¿Se porta bien? —giro al ver a Iris.

—Muy bien.

—Es hermosa ¿No crees? —se acerca besando su cabeza y luego me besa a mí—. Me encantaría verte así con una nuestra en el futuro.

—Ella también es tan suya como mía —escuchamos la voz de Aurora, que sale con un vestido azul, ambas nos la quedamos viendo, está hermosa— ¿Es adecuado este vestido para salir? Hace un poco de calor.

—Sí —le responde Iris—, te queda precioso ¿O no amor? —me pregunta a mí.

—Sí, te ves hermosa —una sonrisa con rubor adorna su rostro—. Iré a cambiarle el pañal y salimos ¿Les parece bien?

—Perfecto.

Aurora me ve entrar para luego conversar con Iris, que emocionada le cuenta sobre lo que hay al rededor, sobre el río y sobre nuestras vecinas. Iris se ha quedado impactada con ellas, sobre la relación que tienen las tres y la sinergia que tienen, le parece algo tan raro y único, como un unicornio multicolor, con alas de pluma morada que caga arcoíris y diamantes. Lo que me preocupa ahora es la forma en la que noto que Aurora me ve últimamente, no quiero problemas con Iris, yo no soy como nuestras vecinas y no quiero arriesgar mi relación por una triada que no estoy segura de querer.

—¿Estás bien? —me pregunta mi novia tomando mi mano— estás pensativa.

—Sí, solo... —la miro y veo que Aurora nos presta atención, pero simula no hacerlo— no es nada, creo que el viaje fue largo y tengo ganas de poder llegar a descansar.

Luego de pasear por el pueblo que tampoco es tan interesante y que pude tomar algunas fotos de todo, inclusive de ellas, volvemos a casa. Ahora en la habitación Iris me vuelve a preguntar.

—¿Está todo bien?

«No, creo que le gusto a Aurora y tengo miedo de que avance más de la cuenta, así que por favor deja de hablar de la trieja de nuestra vecina con tanta emoción, así evitas meterle y meterte ideas en la cabeza»

—Sí —respondo y bostezo—. Vamos a acostarnos, el día ha sido demasiado largo y de verdad estoy cansada. Mañana me gustaría salir a tomar unas fotos si el día se presta, ya vimos algunos locales en alquiler, pondríamos pasar a verlos mañana para la cafetería de...

—¿Segura? —me mira fijo acariciando mi rostro— ¿Es solo eso o hay algo más? —me observa tratando de dilucidar si se le escapa algo.

—Sí, amor, de verdad.

—Bien, pero mañana no puedo, ve con Aurora, tengo que ver algunas cosas de la empresa. Mi padre no se puede esperar que pasen ni 24 hs para acomodarme que ya me llena de trabajo —se acerca y me besa—. De todas maneras voy a tratar de desocuparme temprano para que tengamos una cita y bueno —comienza a besar mi cuello—, podemos ir viendo si se da lo demás, cinco días sin tocarte y probarte me parecen una eternidad.

—A mí también, pero han sido días muy estresantes.

La beso y la traigo hacia mi cuerpo acostándome con ella encima, no seguimos con los besos y caricias porque ambas estamos exhaustas y no tardamos mucho en quedarnos dormidas.

Nuestra primera noche del nuevo comienzo.

El inicio y el lugar que necesitábamos, el lugar dónde se llevará a cabo el final de Luke.