Que hermoso día para recibir un arresto ¿No? Pero primero lo primero, la triple notificación de las demandas de divorcio. Cómo conseguí el acceso a su oficina es lo de menos, lo importante ahora es que el osito con la cámara que dejé ayer en la tarde sabiendo que él hoy le llegaría la noticia es lo realmente relevante.

Las tres vemos en vivo, como él llega a su oficina y entra una mujer, una que lo odia tanto como nosotras y que se va a encargar de sacar el oso, cuándo los oficiales lleguen para arrestarlo y llevarse todo. Voltea y nos da el ok mirando hacia la cámara que tiene escondida. En cuánto lo notifican y él se sienta en su escritorio a leer los papeles su rostro se desfigura, creo que este es uno de los mejores momentos de mi vida.

—¡¿Verónica qué significa todo esto?!

—Significa que ya no quiero estar casada contigo ¿No sabes leer o te falta compresión de texto?

—¡No voy a firmar algo tan absurdo! ¡Te daré hasta que llegue a casa para que pienses en el error que quieres cometer!

—Yo te doy a ti 24 hs para que saques tu basura del departamento o te dejo todo afuera.

—Yo voy a ser un poco más benévola —dice Aurora— te doy 48 hs.

—Yo, seré la mala de la historia —dice Iris—, tus cosas ya ni siquiera existen en mi casa.

—¡¿Qué hacen las tres juntas?! ¡Esto lo planearon! —comienza a bajar la voz—, escuchen, perritas ¿Piensan que pueden contra mí? Ninguna va a dejarme, si lo intentan voy a matarlas, se los juro, les juro que las mataré si intentan dejarme.

—Suerte con eso, imbécil —le dice Iris cortando la llamada.

Él comienza a explotar, toma su chaqueta y en cuanto está por salir de su oficina entra la policía para reducirlo mientras le leen los cargos y sus derechos, las tres sonreímos victoriosas frente a la computadora y cerramos la notebook, cuando nuestra mujer infiltrada entra llevándose el oso con la cámara.

—Esta hecho —digo respirando aliviada.

—Finalmente —dice Aurora.

—Ahora solo queda ver como se pudre en la cárcel —dice Iris— ¿Celebramos? Claro que tú —le dice a Aurora— tomaras jugo nada más —ella sonríe y asiente—. Le diré al abogado que le sume amenaza de muerte a los cargos, tenemos la grabación del video y la llamada.

Iris y yo, nos ponemos ebrias y felices con champagne, Aurora se ríe mientras nosotras hacemos el ridículo. Había arreglado todo con mi casero y terminé el contrato de alquiler, llené el auto de mis cosas, me deshice de sus cosas, no antes de entregar a la policía su computadora, personal portátil. Todas sus demás cosas las doné a la caridad, ni siquiera deje un par de calzones.

—¿Estás segura de irte? —me dice Johan.

—Sí, lo estoy, no quiero estar en este lugar, este departamento se irá transformando en un mal recuerdo y aparte quiero estar cerca de ella.

—¿No es demasiado pronto, Vero? —lo observo con mala cara— No me mal interpretes, me encanta verte feliz y Dios sabe que jamás soporté al imbécil de Luke, pero creo que vas dando zancadas en vez de avanzar paso a paso y me da miedo que llegues más rápido a toparte con una pared.

—Sé que tienes miedo y yo también si te soy honesta, pero quizás este es el nuevo comienzo que me hacía falta y no voy a irme a vivir con ella, pero si cerca, muy cerca, alquile un departamento algo pequeño, pero es más que suficiente para mí, y tener un pequeño estudio con mis cosas para las sesiones de fotos, no quiero abusar de su hospitalidad y yo también creo que es demasiado que vaya a vivir con ella cuando recién nos estamos conociendo —él suspira—. Nos seguiremos viendo solo estamos a cuatro horas de distancia.

—Está bien —me abraza fuerte y re correspondo el abrazo—. Te amo muchísimo, mi pequeño retoño gay —me río y me aparto pegándole.

 —¿Está todo listo? —entra Aurora y nos ve con una gran sonrisa.

Desde que apareció, las tres nos llevamos un poco mejor, se ofreció a ayudarme con la mudanza y solo acepte su ayuda para ayudarme a llevar mi auto, mientras Johan me ayudaba a llenar el camión de mudanza.

—Sí, solo me estaba despidiendo de este insoportable —vuelvo a abrazarlo fuerte, porque sé que no le gusta mucho los abrazos, pero no voy a tenerlo tan cerca ahora para molestarlo—. Tú estás bien ¿cómo se está portando el bebé? —toco su vientre de cuatro meses, que se nota cada vez más.

—Se porta bien, al parecer le gusta dormir, casi no se mueve en la mañana. Voy bajando entonces, te espero abajo —ella se marcha y él me mira.

—Vas rápido en la escala gay —blanqueo los ojos— ¿Iris está de acuerdo con un poliamor?

—Solo nos llevamos bien, estoy con Iris.

—Claro, claro. Ten cuidado con las calladitas que son las peores —me guiña un ojo y sale con una caja y lampara en sus manos. Volteo a ver este departamento vacío por ultima vez, suspiro y cierro la puerta tomando una planta y la ultima caja que me quedaba—. Manejen con cuidado y me avisas cuando lleguen. Un gusto conocerte Aurora —la despide con un abrazo fugaz—, cuida a mi amiga por fis, es lo mejor que tengo, incluso mejor que todos mis novios juntos y mi propia familia —Aurora se ríe.

—¿Te vas a poner sentimental? —lo abrazo fuerte por un momento— Te aviso cuando llegue, te amo y cuídate ¿okay?

Me subo al camión de la mudanza y ella en mi auto, llegamos al mi nuevo destino, paro frente al edificio de departamentos con la alegría de un nuevo comienzo, abro el camión y solo la dejo ayudarme a cargar cosas livianas, entonces llega Iris con un gran sonrisa y un ramo de flores.

—¿Llego muy tarde?

—Pero si estabas trabajando —me acerco a abrazarla y besarla.

—Estaba, no iba a dejarte sola con la mudanza, son para tu nuevo hogar —me da el ramo de flores que van con colores amarillos, naranjas y rojos—. Hola Aurora —la saluda con un abrazo fugaz—, gracias por haberla acompañado, pero no debes hacer fuerza —toma la caja que tiene entre sus brazos— ¿cómo está el bebé? 

—Se porta bien —le dice con una gran sonrisa.

Entre las tres bajamos y descargamos todo al segundo piso, mientras la rubia ordena y acomoda un poco todo, nosotras subimos las cajas y cosas por el ascensor, lo ultimo que no entró en el ascensor fue el colchón y el armazón de la cama, que subimos por las escaleras, así como también la heladera, cocina y con lo que batallamos un poco, el pequeño sofá, que un vecino nos ayudó a subir por la escalera. Con todo adentro y el camión vacío nos sentamos agotadas finalmente sobre el sofá las tres, Aurora deja un plato lleno de sándwiches sobre una las cajas frente a nosotras, tres vasos y una gaseosa fresca mientras se sienta en medio, hace una mueca de dolor y ambas estamos con la mano de cada lado en su vientre acariciándolo.

—¿Estás bien? —le pregunta Iris preocupada.

—Sí —ella suspira—, solo tengo que descansar un momento. El viernes tengo la ecografía para saber que es... ¿quieren...?

—Sí —respondemos ambas—, estaremos ahí, mándanos la dirección y la hora —le digo.

—Claro —suspira y acaricia mi mano, para estirarse y tomar un sándwich.

—Esto es el nuevo comienzo —sonrío tomando mi teléfono y lo pongo en modo selfie para tomarnos la primera foto las tres juntas—. Digamos feliz comienzo.

Las tres sonreímos diciendo feliz comienzo, mientras tomo una serie de fotos, haciendo caras, riendo o simplemente relajadas, como cuando capturo a Iris hablando con Aurora mientras afirma la cabeza sobre su mano que tiene el brazo apoyado en ele respaldar del sofá, y con la otra acaricia su vientre, luego me mira y me tira un beso guiñándome un ojo. Tal vez a esto refieren en lo cuentos que tantas veces leí de pequeña o es lo que hablan en las películas, sobre los finales felices que experimentan los protagonistas, tal vez este es el momento crucial con música de fondo, donde el protagonista principal se da cuenta de que es el lugar donde quiere estar y ellas son las personas de las que quiere seguir rodeándose.

Pero ni esta es una película o cuento, ni nosotras somos personajes literarios de algún libro o historia, esta es la vida real y esto es la ilusión de una fantasía o de un deseo demasiado ingenuo de mi parte, porque para llegar a nuestro final feliz, todavía nos quedaría un largo camino por recorrer y una muerte en medio de eso, la muerte de Luke, que definitivamente va a marcar un antes y un después.