Su pecho ardía tanto que respiraba con dificultad.

Sin importar el dolor, sus piernas seguían corriendo. Podía escuchar sus palpitaciones.

Y lo veía a él.

Recuerda la vez que lo conoció. Era el nuevo de la clase, demasiado tímido para sobrevivir a la escuela, pero a su vez, era como un rayito de sol, no le hablaba a nadie a menos que fuera absolutamente necesario.

Se enamoró de él a finales de marzo, cuando la primavera estaba en su apogeo; recuerda que una hermosa voz interrumpió su siesta, y cuando abrió los ojos, pudo ver a BaekHyun sentado en la hierba, cantando mientras dibujaba una mariposa que posaba en una bella flor.

—No te muevas—dijo con voz suave. —La espantaras.

A pesar de que nunca se habían hablado, lo obedeció. Cuando la mariposa voló, se acercó con lentitud al chico que seguía pintando algunos detalles en su cuaderno de dibujo.

—Nunca había visto una mariposa de ese color.

—No son muy comunes, pero yo las amo.

—Ah ¿si?

—Las verdes son mis favoritas.

—¿Por qué? ¿Qué significan?

BaekHyun lo miró con una sonrisa, sus ojos tenían un brillo único, sentía su propio corazón acelerarse, no había mucho espacio entre ellos.

—Nuevos amores.

Tenía razón.

Chanyeol terminó enamorándose profundamente de su compañero de clases. Era un amor puro e inocente, tenían mucho en común, prácticamente, eran almas gemelas.

Baekhyun era más bajito que él, tan delgado que temía que fuera a romperse en un abrazo. Era un niño bonito, tranquilo, tímido y serio, demasiado concentrado en sus estudios. Mientras que Chanyeol era alto, torpe, y no le importaba mucho la escuela, prefería pasar el rato disfrutando con sus amigos.

Recuerda esas miradas entre clases. Fugaces, cargadas de sentimientos, con una invitación a verse más tarde. Todas acompañadas de pequeñas y coquetas sonrisas.

Recuerda su primer beso; fue un día de verano cuando jugaban en su jardín con globos de agua, el alto quiso usar la manguera como ventaja, sin darse cuenta de que se había atorado, y terminó rompiéndose cuando tiró de ella.

—¿Te han besado bajo la lluvia? —. Preguntó después de ver al bajito jugar bajo el agua chorreante de la manguera.

—Esto no es lluvia, Chanyeol.

Pero Chanyeol no lo escuchó y terminó por juntar sus labios con los del contrario. No sabía cómo debía besar a un chico, él siempre salía con chicas y siempre se consideró heterosexual, hasta que Baekhyun apareció en su vida. Al besarlo, sus preocupaciones desaparecieron, pues sus labios encajaban perfectamente, los movió con lentitud disfrutando de la suavidad contraria, pensando en lo mucho que llevaba deseado besar ese pequeño lunar que adornaba sus finos labios. Así fue su primer beso. Bajo una lluvia artificial.

El sonido del claxon llamó su atención, casi lo atropellaban, mas no detuvo su carrera, solo podía pensar en una cosa: BaekHyun.

Recuerda todos los besos que se daban bajo las gradas de la escuela. Aquellos besos que eran secretos, las incontables veces que se encerraban en salones vacíos solo para estar juntos, recuerda cada beso, largos o cortos, los recuerda todos.

Recuerda las veces que tomó su mano bajo la mesa de la cafetería. Las citas que tuvieron en la última función del cine, las veces que se quedaban en la casa del otro, jugando y riendo, comiendo pizza o frituras, viendo series o haciendo tarea.

Recuerda a BaekHyun durmiendo entre sus brazos, aferrándose a su cuerpo como si en cualquier momento fuera a desaparecer.

—Tengo miedo, Chanyeol.

—¿Qué te da miedo?

—De que esto no sea real.

—Lo que siento por ti es muy real. Nunca había amado a nadie tanto como te amo a ti.

Por supuesto que también recuerda las veces que lo empujó frente a toda la escuela. Recuerda la decepción en sus ojos cuando negó frente a todos que se "conocían", también las veces que sus amigos lo intimidaron y él no hacía nada más que observar.

Claro que recuerda la vez que le gritó "Déjame en paz, maldito gay", empujándolo con tanta fuerza que le abrió una herida en la cabeza. Su corazón punzó de dolor al ver la enorme tristeza que inundó la cara de su amado, lo había herido no solo físicamente, había roto sus promesas.

Gritó hacia el cielo deteniéndose frente al puente. No pudo contener su llanto cuando recordó que habían sido más las humillaciones que los besos. Jalo de su cabello negro cerrando los ojos, dejándose caer de rodillas frente a las flores que decoraban aquel punto del barandal.

La última vez que lo vio fue un miércoles por la tarde. La luz en sus pupilas se había apagado, ya no había ninguna sonrisa en su rostro, sus hermosos ojos almendrados ya no se convertían en medias lunas, parecía que se movía más por inercia que por cualquier otra cosa.

Eran las tres de la tarde cuando lo vio subir a la azotea de la escuela, pero no lo siguió, más tarde supo que sus amigos lo golpearon. A las cuatro de la tarde BaekHyun le envió su ubicación, y al llegar, su pequeño novio lo miraba desde el borde del puente, su labio inferior temblaba, aún partido por el golpe que él mismo Chanyeol le dio el día anterior cuando trató de abrazarlo en los pasillos de la escuela.

Tenía miedo, y Chanyeol también.

Quería detenerlo; "Aléjate de ahí" quiso decir, pero las palabras no salían de su garganta. Y entonces llegaron sus amigos, los mismos que lo intimidaban, gritándole insultos y animándolo a saltar.

BaekHyun no dejó de verlo nunca. Le dedico una pequeña sonrisa antes de dar el último pasó hacia atrás.

Y Chanyeol no pudo hacer nada.

Un alarido de dolor salió de su garganta al recordarlo.

BaekHyun quería que lo salvará y no lo hizo.

—Lo siento—. Dijo entre sollozos, temblaba incontrolablemente, los recuerdos lo atormentaban demasiado.

La foto frente a él, de un BaekHyun sonriendo, lastimaba su conciencia. Él había sido el culpable de todo, por su culpa su niño bonito dejó de sonreír. Le dio la felicidad y luego se la quito. Ni siquiera le había llevado una flor o una vela.

—¡Lo siento!

Gritó luego de ponerse de pie y posar sus manos en la orilla del puente, inclinó la cabeza para seguir llorando, y entonces, una mariposa se posó sobre su mano. Recordó el primer día que habló con él, como Baekhyun lo miraba mientras explicaba el significado de cada una de las mariposas y sus colores, ese pequeño brillo travieso que  muchas veces vio cuando hacían el amor bajo las sábanas del alto, Chanyeol no lo sabía, pero se había enamorado de él desde el primer momento.

—Las verdes también son mis favoritas.

El viento golpeaba fuertemente contra su cara. Frente a él, estaba BaekHyun. Tan hermoso como lo recordaba, con sus ojitos almendrados hechos medialunas, con una sonrisa que calentaba todo su pecho, extendiendo una mano hacia él, y esta vez, Chanyeol no tendría miedo de sostenerla.

Cuando sus dedos por fin se entrelazaron, supo que Baekhyun ya lo había perdonado.

No saben cuánto espere para publicarlo; aprovecho este espacio para invitarlas a seguirme 🥺 y también para festejar a JongDae ¡viva los novios! 🥴