Parte/3
Lourdes se fue a vivir al departamento, siempre se veían cuando Carlos podía, ella siempre le pidió que se quedara algunas noches con ella, pero Carlos siempre se negó, solo de pensar en no hacer el amor con su fogosa esposa lo sacaba de quicio. Lourdes era virgen cuando tuvieron su primer encuentro, pero le faltaba el fuego que a Lucrecia le sobraba.
Al principio de su matrimonio, Carlos le preguntaba a su padre
─¿Padre cómo va a el caso?
─Falta poco, muy poco no te desesperes.
Después ya no le pregunto nada, había comprendido que todo había sido una treta de su padre, pero en el fondo le agradecía, si no hubiera sido por eso, él nunca se hubiera casado con Lucrecia que tan feliz hacia sus noches de pasión.
Lucrecia termino su especialidad en neurocirugía y empezó a trabajar le encantaba su profesión, pero su libido no bajo, Carlos y ella siempre hacían cosas disparatadas en una ocasión, estaban en un elevador lo bloquearon para que no se abriera y empezaron a tocarse terminaron entregados a la pasión mientras infinidad de personas esperaban el elevador, que subía y bajaba sin abrir. Cuando terminaron bajaron muy dignos diciendo, hay que reportar este elevador se trabo. Un hombre le grito a Carlos.
─Ciérrate la bragueta.
Los dos se alejaron riendo.
Este incidente les costó caro ya que no tomaron precauciones y Lucrecia se quedó esperando su regla ella quedo embarazada, cuando le dio la noticia a Carlos, este quedo impactado, le agrado la noticia aunque pensó lo que esta noticia iba a afectar a Lourdes, él había roto su promesa de no tener hijos con su esposa, nunca encontró el momento para decírselo, es por eso, que cuando la noticia salió en los principales periódicos locales en la sección de sociales Lourdes quedo devastada, ella por más intentos que había hecho por quedar embarazada, no lo había logrado.
A los nueve meses de su encuentro en el elevador, Carlos y Lucrecia se convirtieron en los orgullosos padres de Pilar. Para Carlos la niña se convirtió en la niña de sus ojos. Lucrecia se enfrasco en su carrera, aunque tuvo mucho cuidado en escoger al personal para dejar a su hija a su cuidado, a la niña no le falto nada solo una cosa, lo más primordial la compañía de su madre.
La niña creció llena de amor de sus seres queridos, sus abuelos paternos y maternos, caían rendidos ante su nieta, ya que era la única niña en la familia los demás nietos eran niños, tanto amor afecto negativamente a la niña, ya que sus deseos eran órdenes, y las más beneficiadas eran sus mejores amigas Yaretzi y Roció, aunque algunas veces ni ellas mismas la soportaban. Cuando se terminó el año escolar, el padre de Pilar le dijo.
─Hija el siguiente ciclo escolar vas a volver al colegio American School, ya termino tu castigo.
─No papi, yo no quiero volver a ese horrible colegio, me quiero quedar en la escuela de gobierno, aquí tengo a mis amigas.
─Pero hija que van a decir nuestras amistades, mi única hija estudiando en la escuela de gobierno.
─No me importa lo que la estúpida gente diga, yo me quiero quedar en mi escuela.
Pilar empezó a llorar, siempre recurría a las lágrimas cuando quería salirse con la suya.
─Está bien, querida te vas a quedar en tu escuela, pero prométeme que vas a seguir con tus clases de inglés, italiano y francés.
─Pero papá, el inglés y el italiano lo hablo perfectamente.
─Sí, pero no lo sabes leer ni escribir, tus abuelos solo te enseñaron a hablar y entender, pero es importante que aprendas a leer y a escribir en los dos idiomas.
─¿Y el francés en que me va a servir?
─¿Cómo en que tesoro? Una señorita bien debe hablar francés con el tiempo me lo agradecerás.
─Está bien papi, con una condición.
─¿Cual condición?
─Que mis amigas también tomen las clases conmigo.
─Está bien, si sus padres aceptan, que tus amigas vengan a tomar las clases que vengan.
Y así fue como las tres niñas dominaron los cuatro idiomas, español, inglés, francés e italiano, las niñas al principio no les gustó la idea de pasar tres tardes a la semana metidas en la casa de Pilar tomando clases de idiomas, Yaretzi le pidió permiso a su mamá.
─Ma, Pilar quiere que tomemos clases de idiomas en su casa tres días a la semana, por vida tuya cuando te venga a pedir permiso dile que no, porfa.
─¡Pero hija esas oportunidades como esa, no se dan toda la vida, no la desaproveches!
─¡Pero Ma, son tres días a la semana─ ¿Sabes lo que es eso? Es muy latosa.
─Nada hija, si esa niña te está dando la oportunidad no quiero que la pierdas, su amiga las necesita, se siente muy sola.
─Está bien como digas.
─Además hija ya la conocemos es solo un capricho vas a ver que pronto se va a enfadar y hasta ahí llegaron las clases, pero mientras tanto aprovecha todo lo que puedas.
Con Rosio no hubo problema ella acepto encantada, cuando le pidió permiso a su madre esta acepto sin poner ningún reparo, ya que si ella no podía costear las clases porque le iba a negar a su hija de los privilegios de los que ella había disfrutado, siempre le decía.
Recuerda hija una niña bien debe estar bien preparada Una nunca sabe.
Cuando Pilar cumplió quince años y sus abuelos llevaron a las tres chicas a Europa, no tuvieron ningún problema con el idioma y agradecieron a Dios de haber encontrado a esa amiga caprichosa.
Fueron muchos los privilegios que gozaron las dos amigas pobres de Pilar, entre ellos las clases de idiomas, natación, ballet, y la inscripción al mejor club de la ciudad al que iban al menos una vez a la semana, Yaretzi además de todas esas cosas también disfrutaba de la ropa de Pilar que ya no usaba, ese privilegio no lo disfruto Roció debido a su sobrepeso.
Hubo muchas veces que las niñas estuvieron a punto de renunciar a la amistad de la niña rica, ya que siempre se tenían que hacer las cosas como ella lo decía, terminaban peleando, pero en cuanto veía como sus amigas hacían el intento de romper con su amistad, terminaba pidiendo disculpas, estas niñas eran sus únicas amigas con las que contaba, las niñas de su mismo círculo social le sacaban la vuelta como comúnmente se dice, el padre de Pilar no escatimaba en pagar lo que fuera necesario para tener contenta a su hija, Yaretzi y Rosio al principio soportaban a su amiga rica por interés pero con el paso de los años la llegaron a querer como una hermana.
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