Parte / 12
Desayunaron juntos amenamente, Alberto salió al trabajo iba preparado para responder a las preguntas del hombre que ya consideraba su suegro, cuando llego al edificio donde se encontraban las oficinas le salió al encuentro el portero éste lo saludo amablemente como todos los días.
-Buen día Jerónimo
─Buen día señor Alberto, perdóneme, pero por orden del señor Arturo no puedo dejarlo pasar.
─Pero qué estás diciendo, hazte a un lado voy a pasar
─No me obligue a hablarle a los guardias de seguridad.
─¡¡Escúchame bien Jerónimo esto que estás haciendo no te lo voy a perdonar nunca!!
─Lo siento mucho señor, pero son órdenes del dueño.
Alberto ya no insistió más, pensó que lo más conveniente era esperar a que al señor se le bajara el coraje, se regresó al departamento al lado de Darcy.
─¿Qué pasó olvidaste algo?
─No tu padre ordeno que no se me dejara pasar
─Te lo dije, mi padre nunca me va a perdonar esto que le hicimos el me lo advirtió, no sé porque te hice caso.
─Te arrepientes de lo que hicimos
─No de ninguna manera, te amo y pase lo que pase siempre voy a estar a tu lado, quiero comprar algo de ropa, ya que salí sólo con lo que traía puesto.
─Está bien vamos.
Ese día tuvieron la primera discusión, ya que la mujer quería comprar su ropa donde siempre la había comprado una boutique donde solo las mujeres más pudientes podían tener acceso.
─No Darcy comprende que por ahora no podemos comprar esa ropa, con lo que compras un vestido, te puedes comprar un guardarropa.
─Pero que van a decir mis amistades si por casualidad me ven entrar a una tienda de ropa popular.
─No te preocupes, nadie te va a ver, tus amistades no se paran en estos almacenes.
─Está bien.
Darcy saco de su bolsa de mano unos lentes obscuros que le cubrían casi la mitad de la cara, se los puso y escogió unos vestidos, ropa interior y algunos accesorios más, se dirigió a la caja donde la esperaba Alberto, pago la cuenta y salieron subieron al coche y se dirigieron a su departamento, ella se conformó con la ropa tenía la esperanza de que su padre la perdonará.
La vida no fue color de rosa como Darcy esperaba, Alberto por más esfuerzos que hizo por hablar con don Arturo no lo logro, Darcy intento hablar con su madre por teléfono, pero siempre se la negaron por órdenes de don Arturo, Darcy busco a sus hermanas, pero también le dieron la espalda al igual que sus amigas, solo su mejor amiga Polet, siguió con su amistad, Alberto busco otro trabajo pero no lo consiguió, al parecer don Arturo se encargó de que no fuera contratado, en ninguna parte la única esperanza era que don el perdonara a su hija.
Pero los días se hicieron semanas las semanas meses, a Alberto se le estaba terminando el dinero ahorrado la desesperación hizo presa de él, una mañana Darcy se levantó y se mareo, de pronto le dieron ganas de vomitar, fue rápidamente al baño, y vomito una agua amarilla y amargosa, esos malestares se siguieron repitiendo a lo largo de los días.
Un día que Pollet, pasó por ella para ir a desayunar, vio que la mujer estaba muy mal.
─¿Pero qué te pasa? Pareces muerto
─No se hace varios días que me siento muy mal, todas las mañanas me levanto, vomito un agua amarilla, tengo unos mareos espantosos y no se me queda nada de alimento en el estómago en cuanto como vomito todo.
─Ahorita mismos vamos con Alonso para que te cheque.
─No, no que pena, nadie me debe de ver en este estado, mira que ropa tan inmunda traigo, el presupuesto de Alberto no alcanza para más.
─Sí ese es el problema vamos inmediatamente a "Marion's", para que te pongas decente, pero es importante que te revise Alonso (Alonso era el novio de Pollet, era doctor y estaba por terminar su especialidad en Ginecología.
─Está bien amiga, pero recuerda que no cuento con un peso.
─No te preocupes por eso, para que somos las amigas, estoy segura que si yo estuviera en tu misma situación tu harías lo mismo por mí ¿oh no?
─Claro que si amiga
─Vamos pues, no hay que perder tiempo.
Las mujeres salieron del departamento y se dirigieron a desayunar, aunque como dijo Darcy, no se le quedo nada en el estómago, todo devolvió, de ahí se fueron a la prestigiada boutique Marion's, Darcy escogió un costoso atuendo estuvo a punto de tirar la ropa que se había quitado, pero reflexiono y dejo que la empleada pusiera en una elegante bolsa, salieron poco después llegaron al elegante edificio donde se encontraba el consultorio de Alonso el novio de su amiga, entraron la secretaría en cuanto vio a Pollet la saludo efusivamente.
─Hola señorita Pollet.
─Hola Ernestina, está ocupado mi amorcito
─Sí, señorita, en cuanto salga la paciente, pasan ustedes, si gustan esperan, apetecen algo de beber.
Yo si, por favor un té de limón, espero esto me ayude con el estómago revuelto─, dijo Darcy.
Parte/14
Mientras tanto Alberto estaba reunido con su mejor amigo y confidente.
─¿Que pasa Alberto?
─Ya no puedo más, nada salió como lo planeé el viejo, no da su brazo a torcer, ya casi me terminé el dinero que tenía ahorrado.
─¿Y qué piensas hacer?
─Me voy a ir de aquí, el viejo me bloqueo nadie me da trabajo, en cuanto digo mi nombre me dicen que la vacante ya está ocupada.
─¿Y a donde se van a ir si se puede saber?
─No se puede saber, y no nos vamos, me voy
─¿Vas a abandonar a Darcy?
─Sí, ten en cuenta que voy a empezar de cero, ella solo me estorbaría
─Pero no te has puesto pensar, ¿Qué va hacer?
─Tú sabes los motivos por los que estoy con ella, yo no, la amo y si sigo con ella no sé cómo va a terminar esto, quizás le estoy haciendo un favor y cuando el viejo se dé cuenta que su hijita está sola, la vuelva a recibir en su casa.
─¿Y si eso no pasa?
─Tiene a Polet, ella no la va a dejar sola
─Eres muy egoísta, pobre Darcy dejo todas las comodidades por ti y como le pagas abandonándola.
─Ya, ya no me sermones, tu hiciste lo mismo, sólo que a ti si te salió la jugada, no me digas que te casaste muy enamorado de Ivón, acaso tu no hubieras hecho lo mismo si estuvieras en mi lugar.
─No lo sé, hermano, quizás sí.
─¿Y cuándo te vas?
─Ahora mismo ya tengo listas mis maletas aproveche que Darcy Salió con Polet, va estar fuera toda la mañana, no me quise ir sin despedirme de ti ya que eres mi mejor amigo, perdona que no te digo a donde voy, pero no quiero que en un momento de debilidad se lo digas a Darcy, cuando se dé cuenta de mi partida a ti va a ser el primero que te va a buscar.
─¿Y si su padre sigue en su postura de no perdonar a Darcy, ¡que va hacer?
─Tiene a Pollet ella no la va abandonar
─Bueno hermano me voy.
─Los dos hombres se dieron un fuerte abrazo, Ramiro le dijo
─Mira este es un apartado postal aquí me puedes escribir, no me tengas sin noticias.
─Está bien amigo, me voy tengo que recoger las maletas antes que Darcy regrese.
─Te deseo buena suerte, espero tener noticias pronto de ti.
Ramiro se quedó viendo el coche de su amigo hasta que se perdió doblando una esquina, realmente le dolió la partida de su amigo se conocían desde que nacieron ya que sus madres habían sido las mejores amigas.
Mientras que Alberto huía como un cobarde dejando a la deriva a Darcy, esta recibía una devastadora noticia dadas la circunstancia en que estaba viviendo.
─Darcy sin error a equivocarme después de la revisión que te hice y todos tus malestares que estas sufriendo se deben a una sola cosa.
─¿Es grave lo que tengo Alonso, dímelo no me tengas en esta incertidumbre?
─Cálmate Darcy no te alteres, lo que tienes no es grave, estás embarazada.
─¿Qué dices? Embarazada.
─Sí, mujer nada del otro mundo, te voy a ordenar estos análisis para ver como andas y recetarte vitaminas si las necesitas, te voy a recetar este medicamento para contrarrestar los vómitos y mareos, al parecer todo está bien solo tienes que vivir lo más tranquila que se pueda.
Darcy casi no lo escuchaba, después de la sorpresa se tranquilizó, quizás este niño ablandara el corazón de su padre y por fin la perdonara, Pollet y Darcy salieron del consultorio de Alonso, pasaron por la farmacia a surtir la receta, Polet dejo a Darcy en la puerta del edificio donde vivía y se fue rápidamente ya que tenía un compromiso social.
Darcy entro al departamento y se extrañó de no ver a Alberto, estaba demasiado cansada se quitó la elegante ropa que Polet había pagado y se dispuso a colgarla en el armario, tomó un gancho y al momento se dio cuenta que la ropa de Alberto no se encontraba.
─Pero qué diablos, ¡donde está la ropa de Alberto, las maletas tampoco están.
Aventó el vestido en la cama y febrilmente empezó abrir cajones.
Nada, no hay nada de la ropa de Alberto
Corrió al baño, todo lo de Alberto había desaparecido, su rasuradora, la loción para después de afeitar, su cepillo de dientes su bata de baño, sus sandalias, fue hasta el tocador, tampoco se encontraba su costoso perfume que ella le había regalado, nada no había nada, recorrió la recamara con la vista y fue hasta ese momento que vio la carta en la mesita de noche, con pasos lentos fue hasta ella la abrió, después de leerla se escuchó un grito desgarrador, Noo... todo a su alrededor se oscurecido y no supo más de ella.
Abrió lentamente los ojos, escuchaba una voz muy lejana, por favor Darcy despierta, despierta por favor.
-¿Qué paso, dónde estoy?
-Estás en la clínica donde trabaja Alonso
-¿Pero por qué?
-Gracias a Dios se me olvido decirte algo y me regrese, cuando iba a tocar el timbre te escuche gritar, te hable sin recibir respuesta alguna de tu parte, le dije al conserje que abriera tu puerta con la llave maestra, cuando entre te encontré tirada en el piso sin sentido, no lo pensé ni un momento y con ayuda del conserje te traje al hospital, ya te atendieron tu hijo no corre peligro.
Darcy empezó a recordar lo sucedido, un llanto incontrolable la ataco, tanto que Polet le hablo a una enfermera está a la vez le hablo a un doctor el cual le ordeno a una enfermera que le aplicara un calmante le dijo a Polet.
-Por favor cuida que no se agite es malo para él bebe.
-Ya estas calmada, ya me vas a decir ¿Qué te pasa?
Y sacando la carta de su bolsa le dijo – acaso esta carta tiene algo que ver.
-¿La leíste?
-No, de ninguna manera, la tenías fuertemente agarrada en el camino al hospital la soltaste y la guarde.
-No, hay problema la puedes leer.
Darcy mi amor, ya no puedo más, me voy de tu lado para no hacerte más daño, quizás cuando tu padre sepa que ya no estoy contigo te otorgue el perdón, tengo que empezar de nuevo en un lugar donde el poder de tu padre no me alcance, lo nuestro fue muy bonito, fuimos muy ilusos, en creer que él me iba a aceptar.
Sí, por algún motivo tu padre sigue sin perdonar tu falta no estás sola tienes a Polet a tu lado ella no te dará la espalda como a mí me la dieron todos mis amigos.
No me busques, entre menos sepas de mi es mejor para ti, olvidarme espero que pronto encuentres un hombre a tu altura, yo no soy ese hombre, te quiere.
Alberto.
Polet arrugo la carta mientras decía.
-Maldito, cobarde.
-A ella nunca le había caído bien, siempre intuyo que era un arribista, pero su amiga estaba muy enamorada y a ella no le competía abrirle los ojos, su amistad estaba de por medio, abrazo a su amiga mientras le decía dulcemente.
-Calma Darcy yo siempre voy a estar a tu lado ahora lo que importa es tu hijo, tienes que ser fuerte, si Alberto no fue capaz de valorar el inmenso amor que sientes por él, no merece tus lagrimas
-Pero ahora que voy hacer Polet, con que voy a subsistir, hay gastos, pagar la renta, la luz, el agua, la comida, y ahora este hijo
-Tranquila ya veremos que hacemos, lo importante es que salgas del hospital, primero es lo primero ya veremos vamos a ir paso a paso.
El doctor recomendó que Darcy permaneciera en el hospital por tres días, para que se tranquilizara, Polet fue hablar con doña Cayetana la madre de Darcy.
-Polet en que te puedo ayudar, por teléfono me dijiste que te urge hablar conmigo.
-SÍ señora, no me voy a andar con rodeos se trata de Darcy.
-Darcy ya lo decía yo, que otra cosa te podría traer a esta casa siendo la mejor amiga de mi hija. ¿En qué te puedo servir?
-Señora Darcy necesita su ayuda.
-¿Mi ayuda, acaso no dejo todo por irse con el arribista de Alberto?
-Señora Alberto la abandono.
-Claro que se podía esperar, al ver que de nosotros no iba a sacar nada ahora se larga y la deja a la deriva.
-Señora eso no es todo, Darcy está embarazada
-¿Embarazada solo eso nos faltaba?
-Mira Polet yo no puedo hacer nada, yo no me voy a poner en contra de mi marido ella eligió entre su familia y ese hombre, lo eligió a él, ella ya no tiene familia.
-Pero señora Darcy es su hija, no tiene dinero.
-Ella no pensó en mi cuando se fue de esta casa, su padre se lo advirtió que si ella salía de esta casa sería para siempre, pero si puedo hacer algo por ella, dame su domicilio le voy a mandar todas sus pertenencias.
-Gracias señora, algo es algo
-Gracias a ti Polet por ser tan buena amiga, cuídala por favor.
Polet le entrego un papel donde apunto la dirección de su hija y se despidió.
-La señora en cuanto salió Polet se dirigió a su recamara, a llorar no era tan insensible como parecía, pero había sido educada para que nadie la viera llorar, ya que las lágrimas eran signo de debilidad, cuando le paso el ataque de llanto tomó el teléfono y hablo a su corredor financiero; le dio la dirección que le dio Polet, él le dijo en donde quedaba la colonia, ella pensó que no era buen lugar para que su hija viviera, le encargo que buscara una vivienda en un lugar decente. Así lo hizo compro una casa en un fraccionamiento de clase media alta que era en el mismo donde vivía Yaretzi.
Pasaron tres meses sin que Polet supiera de doña Cayetana, ella pagaba los gastos de su amiga, un día recibió una llamada de la señora.
-Polet me urge hablar contigo ¿puedes venir a la casa?
-Sí,señor voy inmediatamente para su casa; ella subió a su auto y llego en menos deuna hora a la mansión.
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