Los latidos de la muerte
Dva
Ya pasaron dos semanas desde que vimos a Tri salir, de no sé donde, para hablarnos como si fuéramos perfectos extranjeros para ella. Entiendo el hecho de que ella no conoce a Tesla, pero, ¿Cape? ¿Su Capuccino? Eso no tiene sentido, esa cosa no nos debe estar pasando.
Ya sabía yo que reiniciar a una persona molestará al bienestar de sus conocidos. Personalmente, me es difícil hablar con ella como si fuera mi alfa, ella es menor que mí para considerarla como mi jefe y recibir órdenes de ella.
Pero bueno, yo no soy quien crea y da las reglas, yo debo obedecer aunque la niña quien es mi jefe perdió su buen sentido y se está comportando como una estúpida perra mandona.
—¿No llevas tu rabòday puesto? —Me pregunta Adin invadiendo mi habitación con su uniforme puesta y sus armas ya preparadas.
En realidad, el rabòday es una revolución en la música haitiana que consiste en aumentar el ritmo e incitar a la gente a bailar, sin medir las palabras de las canciones. En Neutre, es un aparato con un único uso: recibir correos urgentes.
—¿Por qué llevaría mi rabòday? El coach dijo que sin nuestra alfa no iremos a ningún lado —contesto sin hacer caso a su nuevo look.
Adin se ha cortado el cabello y se hizo una jota mayúscula en la cabeza, lo que la hace parecer un poco más chico que chica. Ya no hay ni la sombra de la chica que andaba llorando por ser la única sin novio o pretendiente.
Mi relación con Tesla no es de lo más lindo como lo dejamos aparecer en público, pero ambos preferimos reglar nuestros asuntos personales en privado que delante de un grupo de cotilleos quienes no se molestarán en agregar más vinagre que sal.
Amar es más complicado de lo que parece. Hay tantos otros verbos dentro de este único verbo de cuatro palabras que es difícil no perderse en el camino. Lo importante es saber que no importa cuantas veces podremos caer en el abismo de los sentimientos, tenemos que levantarnos y seguir adelante. No podemos tener la misma historia de amor con personas diferentes, no importa si al final terminamos cornudos y con los sentimientos heridos.
El corazón no se rompe, el corazón no puede romperse, lo que nos duele tanto son los recuerdos, los hábitos y el tiempo perdido con esa persona quien creímos que era el amor de nuestra vida, el futuro de un nosotros. Si el corazón pudiera romperse en mil pedazos, no cabe duda que ya no existirían humanos en la tierra. Lo que se rompe es nuestra fuerza de seguir creyendo en el amor, de dar a nuestra historia en la humanidad una nueva trama por miedo. Miedo a no caer en la misma trampa, miedo a no pasar unas cuantas veces en el mismo rincón oscuro de una felicidad efímera.
—Tenemos que llevar estos atuendos sobre nuestros uniformes, ¿¡te imaginas el calor!? —Lo peor es que al final terminamos decidiendo lo peor para nosotros. Puede ser que decidimos envejecer sin conocer el verdadero amor o que pasamos de novio en novio hasta un punto que la sociedad nos trata de puta o de rompecorazones— Dva, ¿me estás escuchando?
Una cosa está segura, desde el momento que decidimos tener a alguien como nuestro, haremos todo para obtenerlo, aunque para eso debemos fingir desinterés y pasar a otra cosa, siempre terminamos obteniendo lo que queremos cuando se nos salen los tercos.
—¿Están esperando una invitación para ponerse en marcha? —Tri entra en mi cuarto igual de alistada que Adin, hizo unas trenzas en su cabeza que deja ver que tan frentona es y también qué tan severa puede ser— Dva, la misión no se hará solita. ¡Apresúrate!
—Así de apresuradas éramos para salvar a los Bainet y a los Americanos —digo entre dientes.
—¿Qué dijiste bêta?
—¡Ayy Tri por favor! Ya es mucho de no poder llamarnos la una por el verdadero nombre de la otra, no nos aburres con tus omegas y betas —Nos defiende Adin—. ¡Estamos hartas!
***
—Está así de silenciosa desde que salió de tu cuarto Dva, ¿qué pasó ahí dentro? —pregunta Cape.
Estamos en un campo de maíz, fingiendo ser humildes campesinos para poder liberar a estos campesinos que pidieron nuestra ayuda, ya que los Rusos están pillando sus plantaciones.
—Lo mismo de siempre, que deje de comportarse como nuestra alfa, que no somos una manada —contesta Adin—. Ahora debe estar enojada por no poder participar en esta misión.
Mitexei es nuestra capitana de equipo, nuestra alfa para la misión de hoy. Desde la mañana ella intenta separarnos con los chicos, pero sin resultado, ya que debemos permanecer juntos por el bien de la misión.
Tri fue obligada a quedarse en el campamento de Neutre, ya que los resultados de su psicólogo llegaron y no son para nada buenos. Todavía ella está en su zona blanca y eso es peligroso para enemigos como amigos.
—Ya vienen, sería importante que dejéis vuestra charla para un día lluvioso —comenta Mitexei con un tono sarcástico—. Él que se queda herido, será abandonado.
Un escuadrón de soldados Rusos se está aproximando, silbando una canción que no conozco. Nos ven trabajando y empiezan a golpear a los verdaderos campesinos que están a unos metros de nosotros, eso sin saber que estamos aquí.
—¡Perezosos! ¿Dónde están vuestros pagos? —Uno de los soldados dispara en el aire y todos nos ponemos bocabajo al suelo, siguiendo las consignas de los campesinos quienes nos dijeron que cuando los soldados Rusos disparan es para que ellos les muestran obediencia— Hoy queremos llevar a unas distracciones, que las vírgenes hagan un paso adelante.
Nadie se atreve a moverse, nadie menos una campesina de trece años más o menos. Una niña muy delgada, con pelo recogido en un moño por encima de su cabeza. Por su color de piel se distingue que es de padres morenos y blancos, no se puede ver bien su cara, ya que llevamos todos cubrebocas.
—No podemos dejarlos llevarla, no sabéis qué tan insoportable es de deber servir a un hombre con su cuerpo —dice Adin enojada—. Es asqueroso tener que soportar a un solo hombre, imaginan lo que pasará con ella cuando la llevan con sus tropas.
—Si ella es la única virgen de aquí, tiene mucha suerte de ser la amante de uno de sus jefes —dice Cape—. Aunque tampoco podemos llamar eso suerte de ser la esclava sexual de alguien.
—Ella no es la única virgen de aquí, parece que se olvidaron de Dva —dice Adin burlándose de mí.
—¿Y quién te dijo que Dva sigue siendo virgen? —pregunta Tesla haciéndome un guiño que me recuerda aquel día que casi perdemos a Tri.
Desde aquel día, ya no soy una de las vírgenes de Neutre. Ya experimenté todo, bueno menos relaciones anales, ya que a mí me asquea esa cosa. Con solo pensar en con qué se puede encontrar el miembro o la lengua de la persona me da náuseas.
—Esperaremos a que los campesinos se pongan en fila para atacar a los soldados —ordena Mitexei.
—No les podemos poner en peligro, debemos… ¿Butterfly?
Sigo la mirada de Cape y me quedo con los ojos desorbitados al ver a Tri con su equipo de KSCR salir detrás de los soldados.
—¿Está loca? ¡Es mi misión! —Se queja Mitexei como si el hecho de que Tri y los Lonbraj están caminando directo a una suicida no la afectara para nada.
Tri levanta el pulgar, los Lonbraj se dispersan sin levantar sospechas en el campo enemigo.
Tri levanta el dedo medio, los Lonbraj levantan sus armas. Me sorprende ver que sus armas no son más que materiales utilizados por los campesinos para plantar.
Tri levanta el meñique, los Lonbraj atacan a los soldados Rusos sin piedad y acaban con ellos.
—¿Escuchas eso Mitexei? Son los latidos de la muerte que están resonando en el silencio ensordecedor del campo —digo—. Esa es nuestra jefa, nuestra alfa, tú no eres nada más que un tiempo perdido.
Adin y yo nos unimos a Tri y los Lonbraj en la batalla, matamos y dejamos en vida, pero discapacitado. Eso es para que puedan volver a sus casas y descansar, ojalá su gobierno les dé algo de comer.
—¡Butterfly! —Cape la jala y la abraza fuerte.
—Prefiero que no vuelvas a hacerlo. Ya les dije que no me acuerdo de ustedes y que no quiero acordarme de nada ni de nadie —asevera—. No les dejé hacer la tontería que estaban a punto de hacer porque no quiero tener en la mente el hecho de que hubiera podido salvar a los campesinos y que yo no lo hice, no lo hice por ninguno de vosotros.
Después de decir eso, se da la espalda y se va como si nada. Echo de menos a esta chica sonriente, no me gusta está versión de Tri.
—¿Puedo saber lo que te está molestando tanto? Hemos ganado, ¿no? —pregunta Cape abrazándome por detrás una vez que estemos solos.
—Sí, pero no podemos festejar la victoria con Tri. Hubiera sido nuestra primera fiesta como los lienzos de las trenzas de la guerra.
—No te preocupes, la recuperaremos mucho antes de que las estrellas pierdan sus luces —contesta dejando un beso en mi cuello—, ¿te apetece un masaje general?
—Me apetece tu cuerpo servido desnudo en un plato —contesto girándome para poder besarlo.
La puerta se abre con un golpe, Adin entra en el cuarto con la respiración sacudida. Abre la boca unas cuantas veces, pero ningún sonido sale de su boca. Ella se golpea la garganta con la palma de su mano para liberar el nudo que se hizo presente en su garganta.
—Techo… Suic¡dar… Tri…
Los tres salimos corriendo de la habitación. No sé cómo, ni porqué, pero a lo que me dijo Adin, Tri se quiere suic¡dar y eso no lo voy a permitir.
Y si un día piensas en suicidarte o tienes pensamientos negativos, sepa que aquí estamos los amigos para darte ánimo.
No importa si no nos conocemos, si un día necesitas hablar estoy aquí.
Eres mi lector, mi lectora y me preocupo por tí.
Face/IG: Cesar O' Cesar Escritora
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