Karina había sido arrojada al río, la corriente se la llevó sin que pudiera hacer algo al respecto, la profundidad y velocidad con la que avanzaba la hundía más cada vez, hasta que me fue a un río más abierto con una fuerza más grande, el movimiento no la dejaba reaccionar bien y a tiempo, las piedras y basura que había en el río la enredada hasta que pudo ver una cascada a lo lejos, pero esta no era totalmente empinada, era cascada pequeña tras otra, el movimiento hacia que su cuerpo se Volterra golpeándose con toda piedra, siguió así hasta que una de esas piedras pegó con su cabeza dejando la inconsciente.

Karina despertó tiempo después, sus manos estaban atadas a un poste de madera grueso, no sabía dónde estaba y miró a su alrededor, parecía una tienda de campaña, tenía una mesa de madera con frutas y verduras encima, había una hielera con carne que todavía sobresalía, una pequeña fogata con una gran olla encima, intentó ver por atrás de ella pero no lograba girar la cabeza para ver bien, en eso notó su casco encima de la mesa, lo que dejaba ver su rostro blanco, su pelo oscuro y sus ojos verdes oscuros, tenía una cicatriz en el cachete, y un mechón de pelo pintado de color rojo, desesperada intentaba zafarse, pero no pudo, por lo que solo decidió esperar.

Después de euros minutos un hombre con vestidura de granjero, de pelo negro, piel palida y una barba que se notaba, entró a la tienda.

— ¿quién eres? — preguntó Karina.

— esa pregunta debo hacertela a ti, ¿desde cuándo eres una soldado? — preguntó el hombre.

— siempre he sido una soldado, en toda mi vida — dijo Karina molesta.

— ¿qué le pasó a tu cara, y a tu pelo?

— siempre los he tenido así, es mi distintivo de las demás clones

— ¿a qué te refieres? — preguntó el hombre curioso y confundido.

— no diré más hasta que me digas quién eres tú

— no me respondiste mi primera pregunta que es justamente esa, ¿quién eres y de dónde vienés?

— yo...soy Karina...vengo de P-live

— ¿y si vienés de ahí por qué revelase esto si sabes que está prohibido?

— eres un clon, de la primera generación, de los hombres

— mi nombre es Gael, deserté hace como menos de dos meses, en la fuga de los experimentos, ví que la empresa era mala y decidí retirarme, y tú te pareces a una amiga que me ayudó a escapar

— Karla, si, esa traidora fue capturada y mejorada, también agarraron su gen y lo usaron para crear el nuevo ejercito de clones mujeres, más fuertes y habiles

— ¿y qué les pasó al resto de mis hermanos? — preguntó Gael.

— muertos, mandados a batallas a muerte o usados como comida de experimentos, o simplemente ejecutados por placer de Darth Bow — dijo Karina sonriendo.

— no puede ser — dijo Gael recargándose en otro poste de madera.

— ¿por qué desertaste? — cuestionó Karina.

— por esa misma razón, en ese lugar nos tratan como objetos, no como personas

— no somos personas reales con almas

— quizás no tengamos alma, qué eso ni siquiera existe, pero somos personas razonables y pensantes, y nos tratan como animales

— somos clones, ¿qué esperabas?

— ¿tú qué hacías en el río inconsciente? — preguntó Gael.

— perseguía a un objetivo, pero me dio una mala jugada y me terminó llevando la corriente — dijo Karina.

— no puedo permitir que regreses...vas a dar mi ubicación y no puedo dejar que eso pase — dijo Gael sujetando el arma qué llevaba Karina.

— escuchame, tienes razón, nos tratan como simples objetos, mirate, nadie te ha salido a buscar, ya te dieron por muerto, quizás hagan lo mismo conmigo, ya no tengo ningún valor, somos clones...al final todos son desechables, dejame quedarme contigo

— ¿cómo puedo confiar en ti?

— escucha, todo clon, primera o segunda generación, tiene en común un gen, es el qué controla el ARN y nos duplica de igual manera que el ser original peor con cambios, eso nos hace técnicamente primos, así que...confia en tu prima

— no lo se...

En eso una pequeña niña entró a la tienda y fue hacia Gael.

— oye, no encuentro el cepillo para lavar a Spark — dijo la niña.

Gael tomó un cepillo que se encontraba en la mesa y se lo dio a la niña.

— tengo cosas que hacer niña, toma y sigue bañando a Spark — dijo Gael.

La niña solo miró a Karina la cual levantó las cejas en señal de un saludo pero solo hizo que la niña se apresurara más a salir de la tienda.

— entonces tienes una hija — dijo Karina sorprendida.

— es una simple niña que estaba sola y sin padres, la cuido de todo peligro, y por eso mismo no quiero que regreses a P-live y les digas de mi — dijo Gael cruzado de brazos.

— escucha, si, soy una asesina por Darth Bow, pero mi moral y ética me dicen cien por ciento que matar niños está mal, no haré nada para perjudicar a un niño o niña

— bien...voy a confiar en ti, dejarás tu armadura y te pondrás ropa de la región para no llamar la atención, y nos ayudadas con el trabajo que hay que hacer

— bien, solo un problema, traeme la ropa primero y dejame sola aquí, no traigo nada bajo el traje, es parte del protocolo ahora, para ahorrar peso

— oh si, deja le digo a Miny que te traiga la ropa, en lo mientras te desamarro

Gael salió con la niña la cual terminaba de bañar a su perro, el cual era de raza Chihuahua.

— ¿Spark ya terminó su baño? — cuestionó Gael.

— sip, está listo — dijo Miny sonriendo emocionada.

— bien, ve con la alcalde y pídele ropa de mujer, dile que es para un caso como el mío, todo controlado, ¿puedes, por favor?

— claro Galy — dijo Miny corriendo emocionada por los pastizales.

Gael regresó a la tienda y desató las cuerdas de Karina la cual se liberó, Miny llegó minutos después con ropa la cual Gael le dejó en una silla de madera a Karina para después salir de la tienda dejandola sola.

Karina investigó más la tienda y vio que la parte que no podía ver había dos camas, una llena de muñecos hechos de palos y tierra con sabanas Rosas y otra con sabanas verdes y encima un casco como el de ella, solo que los rasgos eran del mismo tono verde de la cama.

Karina se quitó su traje y lo dejó a un lado de la mesa para después ponerse la ropa que le habían dejado, era una blusa rota del hombro de color roba junto a un pantalón de mezclilla rasgado de color azul, también había tenis de color rojo con rasgos naranjas los cuales se los puso de igual forma.

— curioso, le atinaron a mi color — dijo Karina riendo en voz baja.

Al final solo había un sombrero hecho de paja para el sol. Después de terminar de arreglarse salió de la tienda, vio como toda la zona estaba llena de tiendas de distintos colores y formas, como también había muchos espacios de cultivos, desde trigo hasta calabaza.

— te quedó muy bien la ropa — dijo Gael acercándose a ella.

— si, es suerte que me quedará

— igual no te preocupes, con el tiempo podrás conseguir dinero e ir a la ciudad a comprar la ropa que quieras

— pensé que me tendrías aquí como tu prisionera

— mientras no te vea salir de aquí con tu armadura no tengo de que preocuparme, si en P-live te ven con esa ropa pensaran que eres una desertora, digas lo que digas, así que no hay de otra más que adaptarte a este lugar

— no creo que sea tan difícil, nada más será cultivar y ordeñar a los animales

— suena fácil, pero al final del día terminas más cambio que una almendra

— ¿las almendras se cansan?

— así es el dicho de aquí, yo tampoco lo entiendo — dijo Gael agarrando una pala y dándosela a Karina.

— ¿qué debo hacer? — preguntó Karina emocionada.

— limpiar las jaulas de los caballos, están en el establo, anda

— eres cruel...

— y eso que no me has visto cuando de verdad trato de ser cruel, venga te ayudó

— no, ahora dejame sola, yo puedo hacerlo sin ayuda

— si es quieres

Karina se fue con la pala en mano hacia el establo dejando a Gael junto a Miny.

— ¿si sabes que terminará oliendo muy mal verdad? — preguntó Miny sonriendole a Gael.

— para eso existe el baño — respondió Gael riendo.