Capítulo 5:

- ¡¿Hola?! -Grita una voz femenina en el bosque -¡¡ ¿Hay alguien allí?!!

Con el cuerpo magullado y lastimado por las bruscas caídas que ha sufrido, cojea hacia las tinieblas que arropan la fértil vegetación, exhalando una frescura casi helada que besa la piel de la joven que mira a su alrededor, perturbada pero dispuesta a revelar la verdad. Saca la grabadora, pero se le cae al suelo tras sobresaltarse por un ruido que rompió el silencio de la noche. <<No, por favor. No otra vez...>> Ha huido por mucho tiempo. Tiene que salir de allí. Del bosque. Caminando por un rato más se lastima el pie con algo que pisa. Por curiosidad revisa el objeto que pisó sin poder creerlo....

Un teléfono. Lo aprieta para sí y sale corriendo. Corriendo al mismo tiempo que revisa el teléfono: batería media cargada, tiene señal y cobertura. Hay llamadas perdidas en el buzón de llamadas pero lo ignora. Solo marca el número antes de que repiquetea el celular. Lo intenta varias veces pero nada. Marca otro número y tampoco. Marca el de su amigo. El de su trabajo. El de su jefe...

-El número que usted marcó no existe. Por favor, vaya a....

-Joder...
Murmura la joven, tan perpleja como confundida. Desde que estuvo huyendo las preguntas se arremolinaban en su cabeza igual que un enjambre de abejas. Hace otra llamada pero esta vez nota algo raro: el fondo de pantalla tiene una foto de Victoria, su amiga, junto con su tía Anna. Revisa la lista de contactos, deteniéndose, ve la galería. Es el celular de Anna. ¿Cómo es posible? ¿Cómo llegó aquí, en este bosque?

Sabe que debe de estar muy lejos de la ciudad o de una carretera, no tiene sentido que Anna haya perdido ese teléfono en aquel bosque oscuro y lúgubre. Se acuerda de las llamadas en el buzón de mensajes y los oye por curiosidad. Empieza a caminar, alerta a algún otro sonido.

<<- ¿Hola?>> Dice uno de los mensajes de voz que por algún motivo no pudo enviarlos.

Este es otro...:

<<-Hola, soy yo...tengo un problema y necesito tu ayuda. Quiero que le digas a Victoria que olvide el asunto que le envié por emails y que, bajo ninguna circunstancia venga a Portland. Cosas muy malas van a suceder y yo estoy haciendo un esfuerzo por escapar de este lugar. Cooper, impida que mi sobrina se involucre en esto....-un sonido extraño, como si respirara agitadamente -Si es posible, sácala del país, eres la única en quien puedo confiar, me ayudaste cuando perdimos a nuestros padres... -unos sonidos extraños. ¿Está corriendo? Se oye ramas partidas al pisarlas -evite que pise este lugar, es muy peligroso...

Otro mensaje no enviado, pero este está dirigido a Victoria.

<<-Cariño, revisa mi correo, la contraseña es "SOMBRA" y métete allí para que leas y publiques lo que he averiguado en Portland, no es mucho y tampoco es lo que uno imagina pero es la verdad. Ahí están todas las respuestas. Asegúrate de que nadie más lo sepa. No confíes en nadie....>>

Dicho esto, un terrible grito suena antes de cortarse la llamada.
Luego de escuchar otros mensajes se le ocurrió una idea, pero debía salir de bosque, y no hallaba como escapar. Todo estaba oscuro a excepción del celular que sostenía. Volvió a correr pero en otra dirección, buscando una luz artificial, aunque sea breve o lejana que pudiera guiarse para salir. En tanto que marca otro número sin saber si le permitiría la señal.

Sin saber que en silencio una silueta delgada y macabra la seguía, tan terriblemente cerca, que si no fuera porque flota en el aire como un espectro fantasmal...hace tiempo que Alicia habría escuchado sus pisadas y saliera huyendo de él...

Si es que en verdad estaba allí. ...

***

Sentada con mi computadora reposando en la cama, junto con una taza humeante de chocolate para vencer este agujero en mi pecho por la ausencia de Anna y la desaparición de Alicia, escribía la crónica que está exigiendo Richard para publicarlo en el amanecer; aprovechando que otros periodicos publiquen artìculos obsoletos, entre otras tonterías mientras "nosotros" revelamos una historia que impacte a Nueva York...
En serio...¿Dónde tiene Richard la cabeza? Es mi jefe pero, a veces tiene unas ideas que no sé donde las saca...
Antes de escribir la crónica le anuncié a mi jefe que Alicia desaparecido, con el que me respondió sin más que lo metiera en la historia para agregarle mas dramatismo...casi lo maldije por se tan insensible. Siempre es así, pero a veces se pasa. La ira, la tristeza, el miedo, me llenaron como veneno contaminando mi sangre. Tachando esas emociones en las palabras que plasme para el reporte que mi jefe de seguro lo titularia: Horror e injusticia en Portland. Niños muertos y personas desaparecen y a la CIA le importa un bledo.
Estoy casi segura que así lo pondrá. Le hablé por telefono lo sucedido, todo, excepto que un niño o espectro me persiguió...(No sé que coño era esa cosa). Pero no negué que alguien me persiguió con malas intenciones. Dijo que lo incluyera también.

"Si es posible, escribir que, Probablemente el asesino sea el mismo que persiguió a una escritora que huyó por su vida antes de desaparecer el sospechoso ante la aparición de un taxi". Exagerar algunos detalles para vender una buena historia.

¿Quieren una buena historia? Se las daré...

Esto es lo que narre:

En la población de Portland, Oregón, el miedo y el horror acecha las calles y a sus habitantes, del cual no salen de su desconcierto por la tragedia que asola desde hace semanas cuando hallaron el cuerpo de Norman Collins, de 10 años de edad, que se dedicaba a jugar futbol para entrar a las Ligas Mayores del estado, una meta que fue rota al ser hallado estrangulado en un lago cercano al bosque despues de llevar 3 dìas desaparecido. Su muerte fue solo el comienzo, inició el 29 de marzo. Un niño simpático, sociable y popular en su colegio que todos adoraban. Así mismo Emma McCain , una niña de 9 años que murió el 7 de Abril luego de desaparecer 3 días antes, también. Adorable y con una sonrisa que nunca más expondría.

El funeral de ambos, conmovedor, no cerrarían las heridas o el dolor que su ausencia marca en sus familias y amigos. Y por causa de la falta de pistas y del dudoso móvil que sigue el asesino la investigación ha quedado estancada, dejando perplejos al grupo policial que ha cerrado filas a las declaraciones por falta de pruebas sólidas. A causa de ello la CIA tomó riendas en el asunto, pero no por ello cesa las desapariciones en los jóvenes, especialmente niños y jovenes adultos. Hasta ahora se ha reportado 2 niños asesinados, entre ellos 4 desaparecidos: Lucas Johnson, de 10 años. Max L. de 9 años. Elena Black de 14 años, y su amiga Beatrice H.J, de 13 años; 2 mujeres asesinadas y 2 desaparecidas: una periodista y una escritora. Entre ellas 1 desaparecida que resulta ser hermana de la periodista, a ninguna se le han encontrado los cuerpos. A ninguna le han abierto una investigación. De rumores se nutre los civiles para llenar las grietas de dichos sucesos. Y hay sucesos que siguen en pie por resolver pero no fueron anunciados oficialmente...

La muerte de David Nicholos, por ejemplo. Se cree que fue suicidio, pero pudo haber sido homicidio por el perfil psicológico trazado en la escena del crimen, pues en cada asesinato hay unas pocas cosas que concuerdan: las victimas desaparecen y 3 días después son asesinados según lo que revelan la autopsia para ser hallados los cuerpos. Todos son niños o jovenes adultos que se centran más en las hembras que en los varones. Hay quienes declaran que la CIA no esta cumpliendo su trabajo para desenterrar la verdad. Han tomado la investigación en sus manos pero no han avanzado.

<<-Es verdad...solo esperamos que la policía nos dé respuestas. Temo que los periodistas y reporteros la han pasado muy mal buscando declaraciones. Por algo no quieren hablar, ni siquiera piensan seguir indagando sino dejárselo a los Federales, como si fueran a resolver algo. >>

Fueron las palabras de Jane Howard, de 32 años, ama de casa quien conoció a los niños fallecidos y que exige justicia para sus memorias. Lo mismo declaró su amiga Beatrice J. De 30 años, profesora, estas palabras:

-<<Si, por culpa de la CIA nadie sabe que sucede o qué tienen. Solo quiere hacernos creer que todo es un accidente o mierdas de ese tipo. ¿Por qué están empeñados en ocultar estos casos? ...>>

Los medios de comunicación han tratado de seguir de cerca estos hechos pero no han logrado salir de allí con vida, o los asesinan o desaparecen en extrañas circunstancias.
Entre ellos Michelle K. Una destacada escritora del Diary Day, fue hallada asesinada en el día de ayer en una casa de alquiler, estrangulada.

Justo después desaparecería la fotógrafa Alicia Johnson (se sospecha que fue testigo de la muerte de Michelle pero fue secuestrada por el asesino, quien probablemente haya perseguido a la escritora que vino con Alicia Jhonsson, Victoria Hawking, de 20 años; antes de desaparecer misteriosamente tras aparecer un taxi que por poco atropella a la joven) según las palabras del comisario Andrew Forman. Se ha iniciado su busqueda pero hasta ahora no hay señales de ella ni del asesino pese a que se ha barrido la zona, aunque el caso apenas se ha abierto la CIA vuelve a involucrarse pero esta vez para desmentir lo que es obvio y tachando su desaparición como el de las otras victimas que han pisado Portland...: "algo merecido por andar de curiosos, por meter sus narices en donde no les conviene..." Lucas Thompson, encargado de la CIA , declaró ayer que las desapariciones de los periodistas y participantes de los medios de comunicaciòn que arriesgan sus vidas para ofrecerles noticias al publico para mantenerlos comunicados y al tanto de los hechos actuales, ."..son consecuencias que ellos mismos se buscaron..."

Los ciudadanos de Portland sospechan que dichas declaraciones no son más que una tapadera que encubre los verdaderos hechos. Que la CIA y los Federales no estan empeñados en averiguar las muertes y desapariciones de las victimas por algún motivo en concreto, por ello tratan de silenciar a los medios; y pruebas hay de sobras de los juegos sucios que utilizan para ocultar la tragedia y el miedo que vive Portland...

Al terminarlo le hice unos ajustes y se lo envíe a Richard por correo. Quedandome agotada por la falta de descanso. Me acuesto; un silencio sepulcral me acompaña a medida que cierro los ojos y me quedo profundamente dormida.

En mis sueños, vagos e inciertos, un aura expectante, perturbador y peligroso envuelve la casi desnuda habitación del cual me hallo. Me veo ahí en la cama, dormida, ajena a la falla eléctrica que se produce, a la presencia fantasmal que realiza una niña de 8 o 9 años; vestida con sencillo vestido blanco manchado en sangre en el cuello abotonado. Su cabello, de un castaño largo y abundante oculta ligeramente su rostro, pero es la sonrisa, grande e iluminadora, que se me hace vagamente familiar....

Surge sin previo aviso, no hay nada al llegar la luz, pero cuando se va y regresa allí esta ella. Salta de las sillas y viene hasta la cama. Siento que alguien salta en ella mientras sueño con la niña que sonríe...

Se detiene, mirándome, se agacha y murmura a mi oído: "Ella está en camino, sal de aquí lo antes posible..."

Despierto, levantándome desorientada. Miro mi alrededor, contemplo la desnuda habitación antes de desplomarme, mirar a mi derecha el espejo que cuelga allí; reflejando a mí acostada con la ropa puesta y...

Y...

No, no es posible.

¿Cómo? ¿Cuando?

Hay alguien debajo de mi cama.

Una silueta oscura, delgada y hecha de sombra parece observarme fijamente.

Me quedo inmóvil.

Sopesando las opciones que carezco. Tratando de calmar mi agitada respiración al ver la extraña silueta moviéndose...

Salto de la cama, corro y abro la puerta...

No hago otra cosa que correr tan rápido como pueda. El pasillo se extiende en un laberinto largo, asfixiante, claustrofóbico. Un terrible silencio ahoga mis pisadas. El miedo me ahoga. El único ruido que oigo es el tambor que golpea en mi pecho...tan acelerado, tan fuerte, tan dolorosamente agitado. Llego a las escarelas y bajo apresuradamente, casi saltando de los escalones y alerta de no romperme un hueso. Por el rabillo del ojo noto que me sigue...

Grito.

Sus ojos son como el carbón. Sin iris. Nada blanco. Solo un vacío terroríficamente hueco. Igual que los del niño que me persiguió desde la carretera. Solo que esta vez es una mujer de rostro hermoso, ataviada con un vestido de seda semejante a la tinta. Con una tela de encaje cubriendo sus largos y esqueléticos brazos. Su cuello como de cisne. Su piel color marfil en aquel cuerpo espantosamente alto, delgado y desnutrido...sosteniendo una cabeza normal y bello; a excepción de sus ojos demoniacos, su boca cosida. (Si es que la tiene) y su largo cabello blanco, del color de la luna, flotando fantasmalmente con hebras abundantes.

Su silueta espectral desprende pavor y horror mientras se desliza velozmente hacia mí. El aire, pesado, se llena de voces sin previo aviso.
Me caigo varias veces y siempre me levanto, asustada. Cada vez esta más cerca, puedo sentirla, su presencia es casi palpable. Su voz acaricia mi mente con una voz dulce y maternal resonando el espacio estrecho con una extraña canción que lo canta con una melodía similar a la de cuna...:

"No nos abandones.
No nos olvides.
Solo tú puedes salvarnos.
Te esperamos, no nos olvides.
Las sombras tienen nombres."

Otras voces, infantiles, cantan también mientras corro. No sin antes sentir que algo en esa canción me es vagamente familiar...

"Las tinieblas tienen nombres.
Te invocan.
Te llaman.
El mensaje de los Antiguos,
No lo ignores.
Recuerda sus nombres."

Para mi horror, me encuentro acorralada. Estoy atrapada, no hay salida, no hay escapatoria. Miro mi alrededor asustada, buscando inútilmente una salida, mientras veo como la aterradora criatura se me acerca con extraños pasos. Lentamente viene a mí. Me quedo inmóvil. Voy a morir. Voy a morir. El miedo, el horror, el shock, me apuñalan el pecho; petrifican mi cuerpo en tanto que un sudor helado se desliza en mi espina dorsal.

Lo lamento. Lamento no haber hecho lo que te prometí...

Mi mente se congela... ¿Qué estoy lamentando? ¿Y a quién? Algo. Algo olvidé y es importante, el problema es que no lo recuerdo. No sé a quien le hice una promesa, ni el cuándo ni el cómo. Pero este sentimiento de culpa pesa por motivos inexplicables.

Cierro los parpados para no verle esos ojos. No quiero verla, quiero que se vaya. Que me deje tranquila. Aguardo con temor su cercanía, ya latente, palpable, espero con el nudo en la garganta y este pavor consumiéndome antes de que su aliento helado besara mi piel.

Dios mío...

Sé que me susurra al oído cuando su dulce voz susurra estas palabras: IMEGUE.

Y esas palabras...desbloquean algo en mi mente. En mis recuerdos. Devolviéndome un pasado olvidado...: Una mujer de cabellos rojos y ojos azules me canta una canción de cuna estando yo acostada en una cama del hospital. Era solo una niña. Pero lo recuerdo, no...No recordaba que yo estuviera enferma. Aún así reconozco a la mujer que me canta porque conservo sus fotos tras su muerte. Mi madre. No tengo recuerdos de ella porque un serio golpe en la cabeza durante un accidente que mató a mamá afectó mi memoria. Por ello perdí cualquier recuerdo de los pocos años que viví con mi madre, una belleza excepcional que me cantaba con una voz tan prodigiosa. Aturdida por el impacto de aquel recuerdo no me doy cuenta hasta casi terminando la canción lo que dice la letra...

"No nos abandones.
No nos olvides.
Solo tú puedes salvarnos.
Te esperamos, no nos olvides.
Las sombras tienen nombres.
Las tinieblas tienen nombres.
Te invocan.
Te llaman.
El mensaje de los Antiguos
No lo ignores.
Recuerda sus nombres."

No puede ser...

¿Cómo es posible? ¿Por qué?
...La canción de esa muchacha de ojos negros es la que me cantaba mi madre antes de olvidarla...

-Si hallas el origen de esta canción encontrarás las respuestas. Murmura el espectro femenino que susurra en mi oído...volviéndome en sí.

El susto que me produjo me causó mareos que advertían mi desmayo. Me desplomé al suelo antes de que la oscuridad me tragara y perdiera la conciencia.

Segundos después abro los ojos, despertándome.

Estoy en mi cama, no hay nadie más además de mí. Evaluó mi entorno extrañada y confundida. ¿Todo fue un sueño? ¿O me habré desmayado y aquel espectro me trajo para acá...? No, no tiene sentido. ¿Por qué habría de asustarme para hacer que saliera de aquí y acorralarme? ¿Para luego traerme de regreso? El sueño, si es que lo fue, es extraño y confuso. ¿Fue real? Tal vez...lo sentí muy real, o lo fue. No...No estoy segura, estoy muy confundida excepto por una cosa: recordé a mi madre. Lo hice. Creí que nunca llegaría a recordarla. Estoy sorprendida por ello, igual que el hecho de que ella me cantaba esa canción...

"Si hallas el origen de esta canción encontrarás las respuestas..." ¿A qué se refiere? Antes de poder seguir pensando oigo que tocan la puerta, me levanto apresuradamente para abrir cuando...

La puerta se abre sin haberlo hecho y se desploma al suelo una joven de cabellos dorados sucios y la ropa en mal estado, llena de barro. Jadeando, recuperando el aliento antes de levantar el rostro perlado en sudor y mirarme.

Ahogo un grito.

Es Alicia.

- ¡¡Alicia!! -exclamo, entre aliviada de verla y preocupada por el estado en que se encuentra -ay... ¿Qué te sucedió? ¿Dónde estabas? Qué susto me diste, te he estado buscando y tuve que mandar a la policía a que te buscara, aunque no lo creían necesario y...

-Tú... ¿Llamaste...a la policía...? Pregunta entrecortadamente.

-Sí, he estado asustada y les dije que alguien quiere matarnos. No sé que les pasa, tampoco me creyeron. No se toman en serio los casos y eso que son de la CIA...

-No son de la CIA... -susurra, la miro con el ceño fruncido -fingen que vienen de ahí para monitorear lo que sucede en Portland, e incluso son los que están detrás de los asesinatos...o eso es lo que creo...y atraparte sin llamar la atención. Matarme o asesinarnos a ambas si es necesario....

-Alicia... ¿De qué hablas?
La levanto de allí mientras cierro la puerta, sea lo que sea que haya padecido mi amiga debió afectarla mucho...

-Anna... -me quedo paralizada al oir su nombre -ella lo supo. Ella te dio las respuestas...eso fue lo que dijo...quería advertirte que no vinieras para acá. Le pidió hasta ayuda a alguien en quien confiaba que te sacara del país...tenemos que irnos. YA .

-Pero...

-AHORA.

-¡¡Hay que sanarte!! -exclamo -¡¡¡Estàs muy mal herida!!!

-...Estoy bien...

-No, no lo estás...

Es muy pesada, con dificultad logro tumbarla en la cama con el cuerpo en mal estado.

-Voy a llamar a alguien. Digo despues de acostarla, voy a pedir ayuda cuando ella me agarra la mano, deteniendome.

-Los bolsillos... revísalos...oiga las grabaciones, ahí estan las respuestas. -hace una pausa, respirando con difucultad -estoy cansada, necesito dormir...agua, quiero agua.

-Tranquila, voy a darte agua y comida.

-No confies en nadie... -sigue sin soltarme la mano -nos vigilan, ellos...
Cierra los ojos para quedarse profundamente dormida en un instante.

Algo pasó, algo muy, muy malo. De otro modo no me suplicaría que no avisara a nadie. Aunque...sus palabras carecen de lógica, reviso los bolsillos de su pantalón y los de su chaqueta donde encuentro su teléfono, un mini microfono en su escote al moverla y un celular con manchas de barro seca...

Me quedo en shock al verlo; es el celular de Anna. Lo reviso para comprobar que es de ella... sí, es suyo, pero...¿Donde demonios lo consiguió Alicia?

Me meto en Documentos para buscar las grabaciones pero solo hallo videos, y estoy segura que no son los episodeos del dorama Escarela al Cielo que tanto le gustaba. Estos son videos para tener una base para escribir sus artìculos. Abro el priner archivo y siento un nudo en el pecho al ver su rostro, tan hermoso, de rasgos semejantes a los míos y es que tenemos la misma estatura, hasta pondríamos pasarnos por hermanas si no fuera por el cabello...el suyo es rubio y el mío pelirrojo. Los ojos de ella son turquesas y los míos son esmeraldas. Ella empieza a hablar como si estuviera dando un discurso por televisión...un modo de ensayar sus breves apariciones.

Veo todos los videos.

Oigo todas las grabaciones.

Trato de resolver el enigma de la desconocida canción "Las Tinieblas tienen Nombres" con la voz de Anna flotando en el aire. Guiandome.