Capítulo 19 "Fé en el futuro"
"Se dijeron adiós, se giraron y de repente dejó de llover en la calle. Por dentro quedaba mucha tormenta todavía. Y dolía..."
Ángel Reader.
—Hola Arthur.
—¡Oh vamos Horan! No jodas.
—Es la costumbre. Entonces, ¿Dónde dejaste a mi prometido? —dijo, y una sonrisa divertida se deslizó de su boca —el futuro padre de mis hijos.
—Tu prome...¿qué?
—..."tido", dije mi prometido.
—Pero... yo no sabía que...¿Cuándo se supone que se comprometieron?
—Oh amigo...él todavía no lo sabe pero; ese hombre tendrá su cepillo de dientes en el mismo vasito que el mío —guiñó —Ya lo compré.
—Estás loco amigo. Espera...por qué no estás como...¿enojado? ¿furioso?
—En realidad ya lo sabía...—se sentó cómodamente — lo empecé a sospechar hace un tiempo. Vamos amigo ¡Ese trasero es único! Lo reconocería en cualquier parte —dijo, y se acercó al castaño dándole una palmada en el trasero.
—¡Hey! —masajeó el lugar — Lo tomaré; pero me ofende que no lo dijeras antes.
El doctor se echó hacia atrás en el asiento y cruzó una pierna sobre la otra, al mismo tiempo de se quitaba los anteojos para fingir limpiarlos.
—La otra noche en mi departamento, —comenzó a relatar—cuando Zayn te llamó ¿recuerdas? Yo estaba muy cerca, demasiado tal vez, —se sonrojó recordando mientras Louis frunció el entrecejo bromeando —y vi tu foto de contacto en la pantalla, cuando él te llamó. Y... puede ser que; aproveché mi oportunidad, lo acorralé y le dije que; o me decía todo o lo haría mío.
—¡Oh joder! —exclamó asombrado— No me digas que él...
—Exacto... ama más a su trasero porque —hizo un puchero —él confesó todo.
—Maldito irlandés manipulador! ¡Oh mi pobre Zaynee! —llevó su mano al pecho en forma dramática... exagerada—¡querías robar su virtud! ¡su inocencia! —suspiró. Luego continuó —¿Por qué no me delataste? Siendo honestos, me lo merecía.
—Es divertido perseguir a Zayn por todo el recinto hasta acorralarlo detrás de la puerta de mi oficina —hizo un movimiento con sus cejas demasiado sugestivo— si tener a Arthur pululando por ahí me daba esa oportunidad ¿qué más da? Además Tomlinson, no todo fue tan malo —miró a Richard—acostumbro concentrarme en lo bueno.
—Eres escalofriante Horan...pero, gracias.
Habían pasado tres días desde la revelación de Louis, tres tortuosos días en que se sintió en una espiral de emociones. Había llorado y reído recordando un poco de la vida en el Nightingale, extrañaba a sus amigos, pero sobre todo; extrañaba la libertad que Arthur tenía para acercarse a Harry, la confidencialidad que existía entre ambos y aquello que venían construyendo pausadamente.
Resultaba risible que una mentira lo hubiera acercado al hombre de su vida y fuera precisamente la misma mentira que ahora lo separasen.
Se encaminó hacia la sala, cruzó el jardín y observó cuán cambiado lucía, los espacios abiertos albergando narcisos y violetas daban un aspecto más hogareño, la mano de Harry estaba impregnada en cada rincón de aquel sitio donde se volvieron tan cercanos e íntimos, sintió su corazón abatirse de nuevo por la nostalgia de aquellas tardes.
Encontró a Richard, sentado, solo, triste. Había vuelto a ser como los primeros días cuando se conocieron, parecía solo un hombre triste, sin esperanzas. Se dejó caer junto a él y se aclaró la voz.
—Richard.
—¡Pussy, volviste! —se giró a verlo, su rostro se iluminó por completo y no dudó en envolverlo en un abrazo— Gracias por volver.
—Claro que iba a volver, aún nos queda mucho mundo por recorrer y una lista por terminar ¿recuerdas? —El anciano lo miró igual que un pequeño cachorro —Pero antes, quiero pedirte perdón Richard, por todo.
—Pussy, —lo interrumpió —no tienes que hacerlo. Yo siempre lo supe.
—¡¿Qué?! Pero... p-pero ¡¿cómo?! Si yo nunca, es decir; yo...
—Bueno, fue realmente fácil. Arthur Weasley era pésimo en el póker, era zurdo, más bajo si es que eso fuese posible —sonrió divertido— y murió el año pasado... —Miró a Rose que estaba cerca mientras que ésta le guiñó —yo también hice mi tarea muchacho —suspiró —Así que cuando te presentaste aquí, yo ya lo sabía. Pero te dejé continuar porque ¿quién puede recibir tanto amor de sus seres queridos como para buscar a alguien que te cuide y te haga sonreír cuando estás cerca del final y todavía quejarse?
—Tu familia te ama amigo, y yo estoy tan orgullo de ti Richard.
—Es que soy un tipo genial ¿no es así?
—Por supuesto que lo eres!
—Bien, porque he estado pensando en un helicóptero para marcar esa última casilla en mi lista ¿puedes conseguirme uno?
. . .
—Hola cariño —dijo Elizabeth regalándole una sonrisa compasiva —¿Cómo te sientes?
—Bien.
—Harry, no tienes que fingir que todo está bien cuando es claro que no lo está.
—Nonna, estoy cansado de llorar, cansado de llorar. Estoy enojado y triste. Él...quiero decir; nosotros...—bufó —no lo sé.
—Apenas han pasado tres días y yo...siento que lo extraño ¿sabes?...lo extraño tanto...y es estúpido porque él no existe. ¡Él no es real! —sus manos temblorosas cubrieron su rostro para disipar sus lágrimas —solo quiero que deje de doler. Y lo odio, odio que me haya mentido y solo quiero golpearlo y decirle que...
—Amor, mírame...no estás enojado con él, estás furiosos contigo porque a pesar de todo, lo amas y sientes que el orgullo y el miedo no te permiten decírselo pero; el amor es más grande que eso y cuando decidas dejar de ocultarte...
—No. No lo haré...
Harry pasó la siguiente hora gritando y a veces llorando, reía y maldecía por lo feliz que sintió cuando estaban juntos. Expuso sus sentimientos ante Elizabeth, reconoció que se sentía herido y que el veneno del orgullo lo estaba corroyendo, durante todo ese tiempo trajo a su memoria aquellos chistes tan malos, la cena, la adrenalina que lo hacía sentir tan vivo, la forma en cómo revolucionó su mundo con amor y diversión.
Pero sobre todo; recordó cada palabra que construyeron su estima propia, la forma en como lo hacía sentir, valioso, especial, casi inalcanzable.
—Te mereces un cómplice para la vida cariño, y no tienes que buscarlo porque ya lo encontraste, cometió errores porque no es perfecto, nadie lo es ni siquiera tú por mucho que él te vea de esa manera... la cosa es que este hombre hace que tu vida sea mejor, y aunque ahora lo niegues, él es a quien quieres recurrir si tu mundo se hunde.
—Pero me mintió... ¡se burló de mi!
—El papel de juez no te va amor —apretó su mano con cariño— ¿Alguna vez viste a Richard tan feliz como cuando él estuvo aquí? En alguna ocasión viste a tantas personas reír y bailar? Él hizo todo eso Harry, él nos hizo querer vivir de nuevo.
—Pero me mintió.
—Lo sé cielo, y ahora eres tú quien está mintiendo...
. . .
El primer encuentro sucedió dos días después de aquella conversación con Elizabeth. Harry terminaba su visita, asegurándose de no estar en el mismo lugar cuando Louis estuviera ahí pues sus visitas a Richard y los demás residentes no menguaron.
Se dirigió a la salida y al cruzar la puerta de entrada lo vio.
—Tú...—la crudeza de la realidad lo golpeó cuando se presentó frente a él un rostro nuevo y joven pero con los mismos ojos azules que tanto le cautivaron, aquellos ojos tan irónicamente familiar. Ni siquiera pronunció su nombre porque todavía se sentía extraño en su lengua. Durante cinco semanas solo hubo lugar para Arthur que parecía difícil cambiarlo por un nombre aún desconocido como 'Louis' —¿Qué estás haciendo aquí? —persistía aquella sensación de enojo y tristeza luchando entre sí.
—L-Louis Tomlinson —se presentó, su mano extendida solo rozó el aire frío porque Harry no correspondió al saludo.
—Lo sé. Ahora —aclaró—Te pregunté ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Te faltó algo por destruir? ¿Alguna mentira más? O es que no ha sido suficiente?
La culpabilidad tiró de Louis lo más hondo que pudo, amarrada a una soga llena de pesar y remordimientos.
—No, vine a ver a Richard y...
—Entonces muévete. —el tono era áspero con toda intención de lastimar al otro. Pasó a su lado evitando cualquier tipo de contacto físico.
—¿Alguna vez me dejarás explicarte?
—¿Alguna vez pensaste en contármelo? —se giró y lo miró directamente —¿en decirme la verdad? Te tengo una pregunta mejor —resopló— ¿alguna vez pensaste en cuánto me dolería?
Louis percibió la sensación de olas chocando contra él, Harry lo odiaba, sus ojos lo miraban con desprecio y eso estaba destrozando las pocas ruinas que todavía quedaban en pie.
—Siempre...
Necesitaba recuperarlo y guardaba una leve esperanza de que en el fondo, Harry estuviera herido porque, se había enamorado, quizás; tanto como él.
—¿Y aún así no te importó y seguiste adelante?!
—Tenía miedo, esa es la verdadera razón. —Declaró— Tenía miedo de perderte Harry y...después pensé que si te lo decía ...eso te haría volver con Mike y—había ese tono nervioso que había aprendido a descifrar con solo escucharlo —... no podía dejarte con él de nuevo porque... yo solo no podía dejar que te lastimara de nuevo.
—¿Dices que querías protegerme? —cuestionó con tono sarcástico —Es eso o ¿tal vez pensaste que no podía soportar la verdad? hay una gran diferencia en eso —espetó con enojo— No confiaste en mí, a pesar de todo me crees débil.
En ese momento no sabía si Harry estaba afectado de la misma forma que él o solo era su orgullo hablando a través de su voz y verlo tan vulnerable demandaba que lo confortara, que lo ciñera a su cuerpo con fuerza y susurrara palabras consoladoras, arrullarlo igual que un niño pequeño en una noche de tormenta.
—No. Eres fuerte, lo eres. —Tragó en seco cuando sintió el desazón en el tono con que Harry se burló —Pero yo...quisiera protegerte de todo.
—Debiste protegerme de ti mismo, entonces. —su voz sonó ácida, con la firme intención de lastimarlo.
Louis se veía frágil, drenado como un condenado, Harry pasó saliva con dificultad al recordar la forma en que Arthur lo había atrapado cuando caía y nunca lo soltó, ver a Louis tan indefenso generaba un caos en su mente porque su corazón solo quería abrazarlo y curarlo, hasta que ambos estuvieran bien.
—Lo sé.
—Sé que estoy siendo arrogante pero; esto me está matando, y ¡duele!...tanto. —su tono se entrecortó con el llanto —¡Yo te regalé mi maldito corazón y tú ni siquiera me lo pediste! pero yo lo hice, porque... porque confiaba en ti, ¡porque me sentía seguro contigo! —gritó, sus manos al aire intentando proyectar la magnitud de todo —La gente dice que no confíe en nadie pero yo lo olvidé y ¡confié en ti! —le apuntó directo al corazón con un golpe menor pero con un trasfondo olímpicamente avasallador — creyendo que me salvarías y ¡me destruiste! —olvidó que todavía estaban en el recinto, sus gritos se esparcían en el espacio del recibidor pero es que ya nada le importaba. Le habían roto el corazón y estaba harto de callarse.
Escucharlo con ese tono le confirmó que estaba tan abrumado con todo ese asunto y sus ojos llorosos le decían que aquello no era unilateral, no era solo su imaginación, el sentimiento de amor era mutuo.
Dolía. A ambos les dolían como el infierno, todos aquellos recuerdos cuando Harry expuso sus miedos y la forma tan delicada en que Arthur había cuidado de ellos, recuerdos que no volverían a ser y en el fondo, persistía el miedo latente de que las memorias se llegasen a borrar algún día.
—Harry escucha...
—No. No puedo escucharte porque si lo hago...Dios...no... si lo hago no podré... y necesito odiarte y...y... odio tanto esto, —sintió que sus piernas no soportarían mucho tiempo en pie, se sentía de nuevo débil —odio no poder odiarte incluso cuando actuaste como si me quisieras y dejaste que me enamorara.
Parecían dos barcos pequeños, a la deriva en un agitado mar, dos piezas separadas de un libro y páginas enteras entre ellos, prístinas, aún sin escribir, sin continuación, sin final.
—Sé que te lastimé pero déjame hacer otro intento, —Louis dio dos pasos presuroso para sostenerlo —déjame arreglarlo por favor. Hasta que no desees huir de mí, déjame intentar que puedas amarme como yo te amo Harry.
—No puedo —se alejó sintiendo que su presencia le abrumaba —porque tu cara es tan desconocida para mí. Por momentos pareces tú, si cierro mis ojos puedo verte como tú e incluso hablas como tú pero; pero no eres tú.
Esas palabras se volvieron un dolor que había acumulado y en ese momento escapaban, encontrando de frente al causante.
—Soy yo Harry, soy yo. —se miraron con tanto amor, sin palabras que lo confirmaran pero sus miradas lo supieron y hasta sus almas lo sintieron. Harry solo quería ser sostenido y Louis, solo quería abrazarlo hasta que todo dejara de doler. Intentó acercarse pero el rizado retrocedió —escucha mi voz, soy yo Harry.
—Te odio. Sí, creo que te odio... odio que sacaras lo mejor de mí.
—Pero eso ya estaba ahí, lo mejor de ti siempre estuvo ahí.
—Tal vez pero, no lo supe hasta que llegaste tú y ahora tengo que seguir por mi cuenta. Sé que está mal pero; no puedo pasar página.
—Está bien Harry. No pretendo obligarte a aceptarme, ni decirte lo que debes hacer. Solo quiero asegurarme de que lo sabes, de que realmente lo sabes en el fondo de tu alma, que te amo y eso no va a cambiar.
—Ya basta, no sigas porque no quiero creerte, no puedo, no.
—Has estado en mi corazón desde el momento en que te vi fuera de la habitación de Elizabeth, desde que te conocí y no importa lo que suceda con nosotros en el futuro, tú siempre —se acercó tan solo un poco — siempre estarás en mi corazón, porque soy tuyo...sinceramente tuyo.
—No puedo hacer esto —ese fue el momento en que Harry deslizó aquel anillo de rosa, dejando su mano desnuda y arrancando un sollozo de Louis —no puedo.
—No es lo que yo quiero Harry, pero lo respetaré —.Tomó aquel símbolo sin lograr rozar la piel ajena —Mereces algo mejor que esto, que todo el dolor y la decepción que te he causado. Así que voy a darte un último regalo, el mejor... No, escucha —murmuró cuando el rizado negó —no voy a insistir con este anillo —cerró su puño guardando aquel anillo que representaba la historia de un amor y un compromiso que no se desvanecería en mucho tiempo — Voy a dejarte ir. —Harry entonces lo miró, esas palabras captaron su atención y su alarma interna se encendió, el corazón cambió su ritmo a uno más acelerado. —Estuviste en una relación por presión y resignación, jamás te haría eso porque me odiaría y; eventualmente terminarías odiándome.
—¿Te irás? —su alma cayó a sus pies en cuanto la pregunta estaba fuera.
—Sí. —La respuesta solo acrecentó sus pulsaciones, y su labio tembló, preso del miedo por el inminente abandono —No quisiera irme, no quisiera alejarme de ti porque estaría alejando la mejor parte de mi vida pero lo necesitas. —Se aclaró la garganta para continuar, sus siguientes debían ser comprensibles porque el mensaje tenía que ser claro —Puedo vivir sin ti Harry, no eres aire pero; si me lo preguntas, no quiero. —Levantó el rostro hacia el cielo por una bocanada de aire limpio —No quiero una distancia entre nosotros sin embargo no voy a obligarte a aceptar mis sentimientos, tampoco te obligaré a permanecer junto a mí, toda mi vida he odiado las jaulas, jamás te pondría una.
—A pesar de todo, siempre serás mi persona favorita porque me enseñaste a amarme y eso nadie lo había hecho...a pesar de todo...
—A pesar de todo —repitió. Sabía todo lo que había detrás de esa declaración y cuánto les había costado a ambos —Me alegro que te quieras, el amor propio siempre te salvará... Ahora, —inhaló y exhaló con firmeza, su nuez de Adán se movió y pareció más grande por la dificultad con la que tragó — eres libre, siempre lo has sido. Ve, —dio un paso hacia atrás, despejando el camino para el rizado —ama, vive y sé feliz... yo seguiré queriéndote a la distancia, aunque estés con alguien más, en un mes, un año o en otra vida.
No dijo más pero vaciló en el último instante, como un último rayo de sol ahogándose en el horizonte. Pero el rizado se mantuvo inmóvil, incapaz de pronunciar una palabra que detuviera aquella despedida.
Louis dejó que Harry tomara la decisión, aunque precedía el desenlace. Lanzó una súplica al universo con el dolor quemando por dentro y con la convicción de que no lo merecía pero lo anhelaba.
El silencio era agonizante pero no duró mucho.
—Fuiste el mejor atardecer de mi vida pero; ya está anocheciendo y la oscuridad ya no es bienvenida a mi vida, al igual que tú... Adiós Arthur. Adiós Louis Tomlinson —dijo Harry, pero no se movió. Louis entendió entonces que era él quien debía emprender la retirada.
'Adiós' esa simple palabra dinamitó el dolor en su pecho, una palabra que se sentía como una sentencia que explotaba y hacía desaparecer cualquier rastro de esperanza para ambos.
—Te amo— dijo y el peso de esas palabras se quedaron ahí, suspendidas igual que sus almas pero Harry las atrapó y con las lágrimas corriendo por sus mejillas dio la vuelta en dirección contraria. —Ten una vida feliz —le dijo mientras Harry esquivó su mirada sin responder —mi amor—susurró.
El silencio fue interrumpido por sus pisadas alejándose.
Algunas personas cuando se marchan, se alejan en espacios silenciosos y pocos lo notan pero; Louis no. Él se marchaba y con cada paso lanzaba un millar de gritos desesperados, gritos mudos para los oídos de Harry.
El rizado sabía de la escena detrás suyo, pero se sentía incapaz de emitir un solo sonido. El silencio más ensordecedor que gritaba 'no te vayas' porque Harry se había enamorado también ¡por supuesto!
Se enamoró sin darse cuenta, alimentando su amor cada tarde, con cada plática, con cada gesto. Fue cada una de las cosas que el otro hombre hizo para enamorarlo sin proponérselo.
Harry y Arthur nunca tuvieron nada porque eso sería imposible... Harry y Louis eran todo pero no tuvieron nada y no por miedo a perder, sino por una puta vez en la vida, ganar.
A Louis le tomó menos de cinco semanas reconocer que se había enamorado, tan estúpida y verdaderamente que asustaba, como una especie de milagro, un hecho maravilloso que le ocurrió precisamente a él pero lo amaba, ¡Joder! Lo amaba pero ya lo había lastimado demasiado.
Sintió el amargo dolor deslizarse en su sistema lacerado con derrota pero tenía que dar aquel paso de amor y dejarlo en la libertad de decidir.
Su último gesto de amor fue alejarse.
El mundo los separó con su envidia y su maldad, pero nada está escrito literalmente, tal vez el universo no los quiere separados.
Por ahora solo nos quedaba tener "Fé en el futuro".
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"El pasado no te define, suéltalo y avanza porque si no; terminarás repitiendo patrones... el orgullo es un veneno mortal".
Mil gracias por leer, por favor comenten qué les pareció y voten. Me disculpo por tardar pero he estado muy enferma y bla bla...
Si alguien quiere dedicatoria, comente aquí para el próximo cap.
Un capítulo para el final!
MAKI <3
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