"Nada está nunca acabado. Basta un poco de felicidad para que todo vuelva a empezar"

Émile Zola.

—¿Duele mucho? —pasó con sumo cuidado un algodón por su pómulo, Zayn se retiró de la habitación dejándolos solos, no sabría decir a quién le dolía más la situación pues ambos estaban como desvencijados, uno por el dolor y el otro por la humillación. Harry se sentía todavía incapaz de mirar a Arthur y Louis, él estaba conteniendo sus sentimientos por partida doble.

Quería salir para encontrar a Mike y romper su estúpido rostro, destrozarlo como lo merecía. Al mismo tiempo quería abrazar a Harry como Louis, quería decirle que su pesadilla había acabado porque terminar aquello solo podía convertirse en una victoria si Harry comprendía que merecía tanta felicidad como él estaba dispuesto a proporcionarla.

—No. Estoy bien Arthur, es solo un pómulo herido, bastarán un par de días y estaré como nada.

—Insisto que deberíamos ir a un hospital —Harry negó y se cruzó el brazo sobre el torso como si quisiera protegerse — Pero no vamos a discutir. Estoy aquí ¿de acuerdo?

—Gracias Arthur. ¿Puedo pedirte un favor? No le menciones nada de esto a mi Nonna.

—Descansa Harold ¿Quieres? —se levantó y dudó por un momento antes de continuar hacia la puerta.

—Siento que quieres decir algo —Louis se detuvo y giró hacia él —Adelante, hazlo.

—¡Bien hecho! —tenía una sonrisa mezclada con nostalgia pero en el fondo una chispa resplandeció.

—¿Te estás burlando?

—No —se acercó de nuevo y se detuvo a unos centímetros de tocar la cama en la que yacía el rizado, mientras escondía sus manos en el bolsillo para evitar tocarlo —Lamento que él no te valorara, pero no fue tu culpa, nada de esto fue tu culpa Harry. Por eso es momento de descansar, te lo mereces.

—Lo arruiné —sollozó —Mi vida entera está arruinada.

—No —se acercó más, una rodilla tocó el suelo para sostener su peso —Justo ahora tus posibilidades son infinitas ¿no lo ves? Ahora es cuando comienzas de nuevo, y todo puede ser emocionante y misterioso para ti. Mañana te levantarás y comenzarás de nuevo, una nueva oportunidad par-

—¡No! No quiero nada, no quiero a nadie. No más —sorbió —He terminado, me rindo, el amor no es para mí.

—El amor es para todos Harry, solo hay que ser valientes y pelear por él.

—Bien. Añade eso a mi lista de defectos. Soy un cobarde.

—No Harry, no es así. Has sido valiente por mucho tiempo, tan valiente que aguantaste mucho en silencio, pero ahora recuperaste tu poder, el poder de decidir comenzar de nuevo, escribir una mejor historia, esta vez puedes restarle algunos capítulos tristes y añadir más alegría.

—Mírame Arthur ¿puedes ver alegría justo ahora?

—Creo que a pesar de todo lo malo que has vivido, tu luz no se ha apagado.

Harry no respondió, se giró en su cama dándole la espalda a Louis y lloró mientras en su interior se preguntaba ¿Por qué? ¿qué está mal conmigo? Su mente corría veloz y solo le mostraba pasajes de su vida, las señales siempre estuvieron ahí y él no quiso verlas, Mike nunca se mostró cariñoso, evadía los toques y la cercanía, le prohibía vestir de cierta manera y actuar de otra, ridiculizaba sus decisiones y poco a poco fue alimentando sus inseguridades.

Se sentó cerca, sin invadir su espacio, solo contemplando cómo el cansancio vencía su cuerpo y sus ojos daban paso al sueño. En aquella habitación solo el tic tac del reloj se movía inquieto sin poder silenciar los sollozos más tristes que Louis había escuchado.

Su mano ardía por tocar su rostro aún amoratado, aquel golpe causó un color purpureo pero eso no disminuyó su belleza.

­— "Desearía poder amarte de cerca, tomar tu mano y decirte lo que siento pero; lo único que puedo hacer ahora es amarte de lejos, despacio y en silencio. Necesito que estés bien y no arruinaré el futuro para nosotros, esperaré lo necesario, respetaré tu proceso"—murmuró en voz inaudible.

Salió de la habitación mientras su amigo lo esperaba en la sala, en silencio.

—¿Cómo está?

—Dormido.

Louis tomó una fotografía de la mesita, Harry lucía un poco más joven junto a Elizabeth, pasó su dedo sobre el papel deteniéndose en la sonrisa del muchacho

—¿Su rostro?

—Hermoso.

—Me refiero a-

—Precioso.

—Hablo de los golpes.

—¡Oh sí! La herida de su cabeza, la lavé y desinfecté igual que su pómulo.

—¿Sanará?

—Por supuesto que sí ¿acaso no lo has visto? Es fuerte y valiente.

—No lo parecía.

—Lo es —dijo mirando la foto —es muy valiente solo necesita que se lo recuerden.

—Estás enamorado —sonrió mientras golpeó juguetonamente su brazo con el puño — Jodida y asquerosamente enamorado.

—Hablando de amores —enarcó las cejas — Necesito que le llames a Niall Horan y le digas que Arthur se quedará contigo esta noche.

—Louis, hermano me estás vendiendo ¿te has dado cuenta?

—¡Oh vamos! Creo que tarde o temprano serás suyo —alzó las cejas para fastidiar a su amigo —¿Qué te impide amar a ese hombre?

—¡Vete a la mierda! —mientras Louis cantaba aquella canción y se lanzaba sobre su amigo —¡Basta animal!

—Ya en serio ¿No te agrada? Horan parece ser buen tipo, le gustas y creo que tarde o temprano te hará suyo.

—Todavía no sé por qué aún somos amigos —espetó con fingida molestia.

—Porque me amas.

—Seguramente...

—Zee...—silenció su voz y lo miró a los ojos como buscando traspasar cada capa —¿qué pasa con Liam?

—Lo mismo de siempre... nada —dijo con un suspiro cansado —llevo años enamorado de él, solo que al parecer no es recíproco- Él ha ido de chica en chica y yo me he cansado de esperar —al principio me conformé con ser su amigo y disfrutar de su compañía en fracciones de tiempo pero; he pasado toda mi vida esperando por algo que no llegará.

—Enfréntalo. Sabes que él es medio estúpido y aún no lo sabe. Dile lo que sientes y si no es recíproco pues-

—¡Es que ya no sé qué hacer! yo solo veo pasar mi vida frente a mí y no sé. Yo... me esfuerzo ¿sabes? Todo el tiempo trato de gustarle pero no lo consigo, además... me siento, ¿solo?

—Me tienes a mí, siempre me tienes a mí Zee.

—Lo sé pero; quiero mi historia ¿o es que acaso yo no la merezco?

—¡Por supuesto que sí! Todos merecen su maldita mejor historia de amor. Pero; si quieres comenzar una nueva historia hazlo cuando estés libre de él, nadie merece estar con alguien que sueña con los fantasmas del pasado —hubo un gran silencio, nadie más dijo nada.

Louis lo acurrucó a su lado y ahí, en medio de una sala a medio destrozar; Louis suturó un poquito el corazón de las personas que tanto amaba porque cuando Zayn no rechazó aquel abrazo, supo cuán necesitado estaba de afecto. El tiempo que había pasado amando a Liam había dejado un espacio vacío donde alguna vez hubo esperanzas.

...

Es cierto que el pasado no puede cambiarse pero también es cierto que todo mejora con amor. Los siguientes dos días Arthur cuidó de Harry como pudo, siempre buscando la manera de hacerlo sonreír, de sacar su lado alegre y casi lo consiguió. Harry tuvo que reconocer, aún en medio de su propia guerra que; Arthur estuvo ahí cuando nadie más lo hizo, el que lo cuidó cuando más vulnerable estaba, el que le hacía sentirse valioso y extraordinario, el que había visto su mierda y no había huido, que lo salvó sin juzgarlo.

Por momentos la tristeza y la humillación volvían y Harry volvía a esconderse del mundo, avergonzado de haber caído tan bajo.

El tiempo es relativo pero cada palabra, para cada proceso, cada hora e incluso cada mal recuerdo, o la simple ausencia de Mike comenzaba a generar un aire limpio, como si se estuviese desintoxicando de aquella droga que tanto le dañó.

Lo verdadera y asombrosamente maravilloso es que a pesar de lo que pensó que haría, Harry no sentía ganas de buscarlo, se sentía mal pero no anhelaba con desesperación volver a verlo, quien sabe, tal vez la presencia de Arthur era como una pastilla para el dolor.

Las mejores batallas son las que libras con el paso de los días Al tercer día, estaba listo para volver al Nightingale, a su trabajo en el jardín y a visitar a su abuela.

Harry tomó el brazo de Elizabeth, ambos caminaban por uno de los pasillos del lugar, buscaban a Arthur para hablar del baile de salón que tendría lugar en dos semanas pues Elizabeth estaba muy emocionada. Llegaron a su habitación, mientras Elizabeth golpeó tres veces la puerta y Harry se mantenía detrás de ella, no esperaron la respuesta y seguros de que Arthur estaba dentro pues escucharon voces, Elizabeth giró el picaporte y sus ojos se abrieron con la sorpresa de lo que descubrió.

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"Llevas la felicidad por dentro, solo necesitas que alguien te ayude a encontrarla".

¿Qué tal mi scrapbook? yo lo amé.

MAKI <3