Anastasia POV

Veo el camarote principal, que es el de Cristian, y me surge una pregunta, me volteo; me doy la vuelta;

- Cristian, ¿Me harás el amor?-

Al muy guapo Cristian se le dibuja una gran sonrisa moja bragas y no aguanto más porque me lanzo a sus brazos, tomo sus labios con desespero, el responde a mi beso al mismo tiempo empieza a subir mi blusa y yo hago lo mismo con su camisa, nos separamos y no sé en qué momento ya estamos desnudos; Cristian me toma y pone de espalda a la cama, de repente veo que se dirige a mesa de noche y toma unos cuantos paquetitos dorados por lo que veo son preservativos. Sonrió aliviada al saber que los usa.

De pronto Cristian esta sobre mí, me besa con pasión yo le devuelvo el beso, baja a mi cuello, bajando a mi hombro, luego a mis senos, los toma con desespero como si estuviera hambriento, se detiene en ellos, ¡Oh, Dios! Mi cuerpo empieza a subir de temperatura, mi vientre empieza a hormiguear, en mi estomago siento como si tuviera cientos de mariposas revoloteando dentro de él, mi corazón a mil y de pronto siento explotar y me pierdo.

Cuando estoy de vuelta, Cristian me mira con la vista dilatada, diciéndome;

- Muy receptiva Nena-.

No entiendo lo que me dice solo estoy en una nube. De pronto baja a mi vientre repartiendo besos en su camino, de pronto abre mis piernas y empieza a acomodarse entre ellas y a repartirme besos, cuando empiezo a recomponerme mi temperatura empieza a aumentar nuevamente, Cristian toma mi clítoris, lo lame, lo muerde y mete uno de sus dedos en mi interior; lo empieza a mover y mi cuerpo toma vida propia y empiezo a mover mis caderas, estas sensaciones son nuevas para mí, lo de hace un rato empieza otra vez en mi cuerpo y estallo; gimo de una manera; estas sensaciones son tan intensas, Cristian se levanta y toma un sobrecito dorado lo rompe y es un condón se lo pone, ¡ Huy Dios ¡ es tan grande que me muerdo el labio inferior para no gemir, cuando veo que se posiciona entre mis piernas nuevamente; por lo que caigo en cuentas lo que va a hacer, del susto me siento sobre la cama, cerrando mis piernas.

Cristian me mira extrañado por mi reacción empiezo a temblar, no sé por qué.

Cristian se sienta a mi lado, preguntándome;

- Nena, ¿Pasa algo?, ¿No me deseas?-

- - Cristian no es eso, es solo que.... y miro mis manos, yo nunca ......-

- ¿Nena, lo has hecho alguna vez?- Niego con un movimiento de cabeza y hundo mi cara entre mis piernas.

- ¿Si quieres paramos? – me pregunta Cristian.

- Ese es el problema Cristian no quiero parar, el problema es que no se si lo hare bien- me sincero; muestra una sonrisa que me derrite y se la devuelvo.

- Nena, no sabes lo feliz que me haces, ser el primero, iremos despacio, yo te amo y lo que más quiero es que lo disfrutes como lo estoy haciendo-.

Me toma de la mano y me vuelve a acostar, me acomoda, abro las piernas para que se acomode de nuevo.

-Iré despacio, si te duele me dices y paro, ¿Entendido?-

-Entendido- contesto.

Cristian acomoda su gran pene en mi entrada, ¡Mi dios! Es tan intenso y es solo la punta; empieza a entrar, me muerdo el labio para no gritar del placer que siento, hasta que llega a un punto que empieza a doler y arder; me quejo

-¡Aaay! Para, Cristian-

-¿Te hice daño nena?

-Solo duele un poco –

-Nena ya pasará, aguanta un poco, es solo tu himen que se resiste un poco cuando se rompa ya no te dolerá-

-Continua, Cristian- le pido, me siento llena por su virilidad.

Cristian retrocede lentamente, lo veo cerrar los ojos y gime, vuelve a entrar en mí y grito de nuevo, por lo que se detiene.

-¿Más?- , me pregunta .

-¡Si!, por favor- Le contesto.

Vuelve a entrar y se detiene, me quejo al sentir que se detiene, mi cuerpo lo recibe y se adapta a su tamaño-

-¿Te gusta nena?- Cristian me pregunta, como no puedo hablar de las sensaciones que siento solo logro mover mi cabeza.

-¿Continuo?- me pregunta.

-Si, por favor- le suplico.

Y esta vez entra de un solo llenándome por completo con su gran pene, lo que siento es incomparable, estas sensaciones son nuevas para mí y no quiero que terminen. Cristian entra y sale de mi cada vez con más intensidad.

-Más, Cristian, no pares, más, más por favor- No dejo de pedir, como niña hambrienta.

-Ana, que cerrada estas. Estoy en la jodida gloria, nena-.

Me besa con pasión, yo sigo el ritmo de su movimiento de cadera, me empiezo a tensar.

-Nena vente para mí-

Los movimientos de Cristian cada vez son más fuertes y me encantan, al escuchar esas últimas palabras, todo mi cuerpo estalla, mi respiración se acelera, Cristian continua con sus movimientos, yo tampoco he dejado de moverme, cuando siento un último movimiento fuerte de Cristian, que pego mi cabeza en el respaldar de la cama y su respiración es acelerada, igual que la mía. Sale de mi con cuidado, me quejo por la sensación de vacío que deja en mi interior. Se acuesta a mi lado y me abraza por mi espalda.

-Descansa nena, no seas golosa, es tu primera vez, no lo haremos más por hoy y comeremos luego, duerme, yo lo haré – y me da un tierno beso en mi hombro.

Mis ojos pesan y caigo en un sueño profundo......

...............

Me despierto con un Cristian sobre mi repartiendo besos por mi cuerpo y abdomen, lo que provoca que me cuerpo se encienda.

-Calme esas hormonas señorita Steel, usted y yo no hemos comido desde el desayuno, necesitamos recobrar fuerzas, no he obtenido de usted lo suficiente nos queda todo el día de mañana, ahora a comer y apreciar el atardecer- Y me da una delgada en el trasero.

Nos bañamos juntos...y me sorprende encontrar ropa de mujer y más aun de mi talla.

-Es de Mia, mi hermana- me lo dice adivinando lo que le iba a preguntar.

..........

Comimos, vimos el atardecer, nos volvimos a duchar juntos y por más que le rogué a Cristian que me hiciera el amor nuevamente, se negó, por más que me le insinué se negó aduciendo a que tendríamos todo el día de mañana.........

Me despierto, por la mañana por unos cuantos rayos de sol que se cuelan por la cortina, me remuevo sin despertar a Cristian, quien esta acostado boca arriba con su cuerpo toralmente descubierto dándome una vista de su cuerpo que me quita la respiración, me paso la lengua por los labios y con cuidado me a cerco más a Cristian y tomo su pene que esta relajado, cuando lo empiezo a masajear de arriba abajo se pone duro, tenso y se hincha tanto que llena mi mano, apena mis dedos se tocan de lo grueso que es, listo para la acción, me lo meto a la boca.

-Mmmm, sabe salado, delicioso- Miro a Cristian, se ha despertado.

-¿Quiere acción señorita Steel?–

Lo miro y en movimiento rápido me aparta de él y ahora soy yo la que está debajo de él poniendo en posición de a cuatro, estira la mano y toma un condón se lo pone y en lo que menos pienso entra en mí de una sola envestida haciéndome gritar de placer.

-Grita nena todo lo que quieras nadie te va a escuchar–

Entra en mí una y otra y otra vez cada una de ellas con más fuerza que la anterior.

-Si, Cristian más, más; Cristian por favor –

-Vamos mi nena, córrete conmigo....

-Jadeo, buscando sus caderas en busca de profundidad, ¡Dios! esto es tan intenso, unas envestidas más y me corro justo después es Cristian que lo hace......

-Nena, necesito que veas a un médico para que te prescriba anticonceptivos, la verdad no me gusta usar condones, puedo buscar a la mejor ginecóloga de Seattle, para que tengas un control–

- Si, amor de acuerdo – Es lo único que puedo responder.

Pasamos todo el día haciendo el amor solo paramos para comer algo.......

...............

De regreso en la ciudad, Cristian me deja en mi apartamento, se despide quedando en vernos al día siguiente por la noche, nos damos un beso intenso lleno de promesas.........