Anastasia POV

Oigo, sirenas y voces hablando a mi alrededor, no sé porque no puedo despertar, solo sé que todo mi cuerpo duele. El vehículo en el que voy va muy de prisa, escucho la vos de Cristian diciendo que vienen los tres conmigo en la ambulancia, eso me alegra. Tenerlo cerca me da tranquilidad, de pronto oigo decir que hemos llegado. – A lo lejos escucho la voz de Cristian-, se oye molesto, ¿Por qué no logro despertar? Solo quiero decirle a Cristian que estoy bien, a lo lejos escucho,

- Cuídenla, ella es todo para mí –

Siento que me mueven, no me quiero apartar de Cristian el me protege, él me cuida. Solo oigo voces seguramente son doctores, solo me queda escucharlos, voy de la inconciencia a la conciencia, trato de hablar, pero no puedo, solo escucho fragmentos de conversaciones, el producto no es viable, es joven; hay que decirle al Sr. Grey; él es el padre, no sé de qué hablan, ¿Cristian el padre de quién?, de pronto escucho, -Estará en coma por unos días – 

Los días pasan. No escucho a Cristian, solo las voces de mis padres y Grace, ni Kate, ni Mia, el dolor ha ido bajando de intensidad, escucho a lo lejos,

- La inflamación del cerebro ha bajado, en unos días le quitaremos la sedación para que despierte, Grace, tu nuera necesitará mucho apoyo cuando le den la noticia; ¿Quién se la dará? –

- Por mi parte considero que debe ser mi hijo quien le dé la noticia –

De que hablan, ¿Cuál noticia?...

................

Abro los ojos despacio, muy despacio hay mucha luz, la cual lastima mis ojos por tenerlos cerrados por todo este tiempo, miro a mi lado y veo a alguien con la cabeza apoyada en la cama. Toco su cabeza muy suave para no asustarlo, levanta el rostro y veo esos ojos grises que me matan, mi corazón se acelera. Él apenas sonríe, tiene los ojos rojos e hinchados como si hubiese llorado.

- Cristian – Apenas puedo hablar, quiero levantarme.

- No te levantes nena –

¿Cristian has estado llorando? –

- Si amor mío, como no despertabas, el solo pensar en que podría perderte, me desesperó, hace más de una semana que debiste haber despertado –

- Yo quería, pero la oscuridad no me dejaba, ¿Puedes ayudarme a sentarme? Por favor –

- Cristian, ¿Sabes que me paso? Solo tengo leves recuerdos. Mi cabeza duele, – me toco la cabeza.

- Estuviste en coma inducido, por una inflación cerebral –

- ¿Cristian que noticia tienes que darme? Su actitud cambia cuando le pregunto.

- Mientras estuve en coma podía escuchar fragmentos de conversaciones, en una oí a Grace hablar con alguien, ella dijo que serías tu quien me dijera –

- Nena, esto es muy difícil para mí y para ti lo será más –

- ¡Por Dios! Cristian habla de una vez, por favor – Suspira y se dispone a hablar.

- El día del accidente tu cinturón se soltó, el auto giró varias veces, consecuentemente tú también, te golpeaste varias veces el vientre......-

- ¿Qué hay con eso? – lo miro y lo insto a continuar.

- Ana, nena íbamos a ser padres, ¿Lo sabías?-

Cientos de lágrimas empiezan a salir de mi rostro y respondo, -¡NO! –

-Ni lo sospechaba, creía que los malestares eran por algún virus o algo que había comido y no me había caído bien; Cristian, perdóname perdí a nuestro bebe –

-No, no amor no fue tu culpa, fueron esos malditos que nos sacaron del camino. Si no lo hubieran hecho, nuestro bebe estaría todavía aquí– Él posa su mano en mi vientre-

Pasamos el resto del día abrazados, Cristian no me quiere dejar sola y yo tampoco quiero que él se marche, en el día recibí la visita de mis padres y Bob que se están quedando en El Escala, ya en la tarde noche recibo la visita de la Dra. Greene.

-Ana, que bien que ya despertaste, ¿Cómo te sientes? ¿Te han dicho? – esto último me lo pregunta mirando a Cristian. Contestamos al mismo tiempo.

-Si doctora -

-Lo siento Ana, pero eres una mujer muy fuerte y joven, pueden intentarlo en el futuro, dichosamente no sufriste ningún daño que te impida ser madre nuevamente, solo necesitas reposar –

-Doctora yo.... Nosotros nos cuidábamos, ¿Por qué me quede embarazada? – tenía que hacer la pregunta.

-Bueno, se pue decir que, los anticonceptivos no son 100%, fiables, ello depende de tu metabolismo, puede ser que tu cuerpo lo consumió antes de la siguiente dosis -

-Doctora, ¿Cuándo podré salir de aquí?–

-Señorita Steel no solo depende de mí, tu sangrado ya paró, pero la tendré en observación hasta mañana, pero el neurólogo tendrá que valorarte el vendrá por la mañana, si todo va bien en unos dos o tres días te darán la salida –

Al día siguiente recibo la visita del neurólogo, un hombre joven y guapo, de cabello negro y ojos azules, me sonríe amablemente, me examina muy atentamente, se toma su tiempo y miro a Cristian tiene una mirada asesina cuando nota que el doctor se toma más tiempo de lo debido en revisarme, Cristian pone cara de pocos amigos ante tal hecho y al notarlo el doctor me suelta, diciéndome,

-Anastasia ...-

-Señorita Steel para usted– Le increpa Cristian ante el exceso de confianza de llamarme por mi nombre de pila.

-Señorita Steel, va mejorando si no presenta signos de inflamación en su cerebro podre darle de alta en unos días, por ahora me retiro – Se marcha dándome la esperanza de que ya podré regresar a mi vida, pero al recordar mi perdida me sumerjo en el abismo del dolor, el recordar haber perdido nuestro bebe, me hace sentirme la mujer más inútil de este mundo, no merezco el amor de Cristian.

Fui incapaz de sostener esa vida, que en este momento me haría la mujer más feliz de este mundo, con estos pensamientos me hundo en el abismo de la tristeza, no sé en qué momento tengo a Cristian abrazándome, pero lo aparto, no quiero que me toque, no merezco sus caricias mucho menos su amor, con esos pensamientos se abren las compuertas de mis lágrimas que empiezan a salir como cascada.

-Nena, Ana amor ¿Qué te sucede?– la vos de un Cristian preocupado me hace mirarlo y le respondo,

-No te merezco, Cristian–

-No, no digas eso nena eres todo lo que necesito, ¿Qué sucede?-

- Cristian, perdí a nuestro bebe, no sirvo, no pude retener a nuestro bebe, amor, deberías odiarme por haberlo perdido-

-No, no Ana yo jamás podría odiarte, tu eres todo para mí-

-Abrásame, Cristian tengo miedo ellos volverán a hacernos daño-, Cristian se sube a la cama a abrazarme; me siento segura a su lado. Me acaricia por todo el cuerpo y me quedo dormida.

.......................

Dos días después  fui dada de alta, mientras me cambia pensaba que ya no debía vivir con Cristian; la pérdida del bebe me atormentaban día y noche; las imágenes con un gran vientre, un bebe en sus brazos; todas esas imágenes aparecían a diario en mi mente , lo que me causaba una gran pena.

No sentía merecer el amor de Cristian, por lo que pensé en evadir la seguridad que Cristian me había puesto para cuidarme y desaparecer; me asomé por la puerta y extrañamente no había nadie afuera de ella por lo que dejé todas mis cosas en la habitación salvo un pequeño bolso con mi cartera.

Tomé las escaleras de emergencia y empecé a bajar hasta el primer piso, miré a todos lados hasta vi entrar por la puerta principal a Sawyer, mi seguridad personal, parecía que él no me había visto por lo que me escondí en los sanitarios de damas, pensé rápido; si no escapaba en ese momento no podría irme ya que toda la seguridad me buscaría.

Quería poner distancia, pensar como rehacer mi vida sin Cristian. Yo sentía que no podría seguir viviendo con su amor, porque sentía que le había fallado. Lo único que ha hecho Cristian es amarme y yo le he fallado.

Anastasia logro salir del hospital sin que su seguridad se enterara. Caminó por las calles de Seattle, hasta llegar al muelle ahí se sentó en una banca a mirar el mar, sus lágrimas brotaban sin poder detenerlas; amaba a Cristian más que a ella misma, pero no lograba perdonarse.

El día dio paso a la noche ya era muy tarde Ana tenía frio, pero más frio sentía su corazón. De pronto sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, esa misma corriente que sentía cuando estaba con Cristian, sus lágrimas incrementaron más, al saber a quién tenía a su lado, solo quería estar sola;

-¿Qué haces aquí Cristian? –

-Vine a llevarte a casa amor-

-Déjame aquí-

-No, estas débil y no has comido en todo el día–

Mientras Cristian le hablaba la tomo entre sus fuertes brazos, aunque Ana se resistía no era suficiente; Ana golpeaba el pecho de Cristian para que la dejara, pero eso ocasionaba que él la apretara más fuerte contra su pecho.

-Llora nena, desahógate, no te voy a dejar; eres el aire que respiro, no puedo estar sin ti, ¡TE AMO!-

Ana no decía nada solo lloraba y lloraba, mientras Cristian la llevaba hacia su auto en sus brazos, al entrar al auto Cristian le dio la orden a Taylor de ir rumbo a El Escala, su hogar, donde cuidaría del amor de su vida.