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16. Traición

GIANNA:

Me acerco a Ozak que permanece en el suelo, en el centro del cúmulo de gente, está magullado y, posiblemente deshidratado. Me agacho a su lado.

---  Ozak  ---  lo llamo captando su atención, sus ojos inyectados en sangre me miran sin rastro alguno de sentimiento  ---  ¿Os han soltado?  ---  pregunto extrañada buscando a las chicas.

Niega.

---  A ellas no, me han soltado a mi  ---  dice mientras intenta ponerse de pie. Kellan lo ayuda sujetándolo.

Frunzo el ceño.

---  ¿Y por qué te han soltado?  ---  pregunto aún más extrañada  ---  ¿Están bien las chicas?  ---  añado sin dejar que responda.

Me mira.

---  No lo sé, lo único que recuerdo es que me desmayé y me desperté en medio del bosque hace casi una hora. Las chicas están peor que yo, pero vivas.  ---  explica y se lleva la mano al lateral de su cabeza haciendo una mueca.

Le retiro la mano y logro apreciar un corte no muy profundo pero que aún sangra.

---  Está bien, ve a que te curen esto  ---  le digo aún no muy convencida  ---  Luego quiero que nos reunamos en el castillo y me cuentes todo lo que recuerdes  ---  le digo.

Él asiente pero antes de que se vaya llegan Erik y Numeya y se abalanzan hacia su padre para abrazarlo.

---  ¡Papá!  ---  exclaman los dos.

Ozak les devuelve el abrazo y ellos empiezan a hacerle preguntas. Kellan se acerca a mi.

---  ¿Qué es lo que no te encaja?  ---  pregunta.

Frunzo el ceño y lo miro como si tuviese tres cabezas.

---  ¿Cómo sabes que hay algo que no me encaja?  ---  le pregunto confundida, no he dicho nada sobre eso.

Él se encoje de hombros y mete sus manos en los bolsillos de su pantalón.

---  No sé  ---  dice  ---  tu cara desde que ha entrado no ha mostrado ni una pizca de alivio y tu cuerpo se ha mantenido tenso durante la conversación. Además, puede que a mi tampoco me termine de cuadrar algo...  ---  dice mirando hacia Ozak y los chicos.

Resoplo.

---  Es que...  ¿por qué lo han soltado?, a ver, no es que no me alegre de que esté bien y lo hayan soltado, pero ¿Por qué ahora? ¿Y, por qué a él?  ---  digo mirándolo a los ojos.

Kellan asiente y suspira.

---  Tiene que haber alguna explicación.  ---  dice  ---  Pero mientras, sigamos entrenando  ---  añade mientras se dirige de nuevo hacia la zona de combate.

El pelotón de soldados ya se ha disuelto por completo y todos han vuelto a sus zonas de entrenamiento así que hago lo mismo.

Pasamos las siguientes cuatro horas entrenando y corrigiendo a los soldados, Kellan por un lado y yo por el otro, de vez en cuando nuestras miradas coinciden.

Cuando ya son las doce de la noche terminamos y los soldados se van a sus barracones.

Kellan llega a mi lado cubierto de sudor con una toalla al hombro y una botella de agua en la mano. Mis ojos se abren como platos, llevo desde hace cuatro horas muriéndome de sed porque me terminé mi botella.

Kellan ríe y me tira la botella. La cojo al vuelo y me bebo lo que queda de agua.

---  Joder  ---  digo aliviada.

Kellan niega con la cabeza.

---  Podrías habérmela pedido  ---  me dice llegando a mi lado a lo que yo me encojo de hombros.

Empezamos a andar hacia la salida del pabellón y cerramos las luces de este. 

Suspiro. Espero de verdad que las chicas estén bien. Lucie fue lo más importante para Mac y para mi durante nuestra relación y no me perdonaría perderla de nuevo, no sabiendo que a su madre tampoco la pude salvar. Y Gianna, joder, esa niña lleva mi nombre pero es completamente diferente a mi y por eso es que me encanta... No permitiré que les suceda nada, antes me pasa algo a mi que a ellas.

Miro a Kellan que camina a mi lado. Aunque me cueste admitirlo, me gusta. Joder si me gusta... puede que sea por el vínculo o puede que no, pero me parece el ser más bueno que he conocido jamás. Es comprensivo y atento aunque no presiona ni es demasiado empalagoso, simplemente sabe entenderme, sabe cuando puede y cuando debe callar, como ahora. Si hace unos meses alguien me hubiese dicho que iba a conocer a mi amor eterno, o que este existía, me habría reído en su cara sin dudarlo. ¿Pero ahora? Puede que aún no esté enamorada, pero no puedo negar la atracción que sentimos el uno por el otro y eso que nuestros cuerpos aún no se han reclamado porque no han podido detectar la esencia del otro.

Kellan me mira antes de entrar al castillo. Alzo las cejas.

---  Sabes, no lo tenía demasiado claro, pero sí, definitivamente sí, escucho lo que piensas  ---  dice intentando contener una sonrisa.

Abro los ojos como platos y noto como me arden las mejillas.

---  ¿Has escuchado todo eso?  ---  pregunto horrorizada.

Él asiente divertido. Frunzo el ceño.

---  Mierda, ¿hace cuanto puedes escuchar mis pensamientos?  ---  le reprendo.

Se encoje de hombros.

---  Desde esta mañana, pero a ratos  ---  dice también confundido.

---  Debe de ser cosa del vínculo  ---  murmuro pasándome las manos por el rostro frustrada  ---  Mierda  ---  protesto resoplando.

Me apoyo contra la pared del pasillo cerrando mis ojos.

Lo último que me faltaba ahora era que este idiota engreído supiera que me gusta.

Noto como sus manos se posan en mis hombros y automáticamente desaparece todo rastro de tensión en mi cuerpo. Abro los ojos y lo veo delante de mi, su rostro lo suficientemente cerca del mío como para que nuestros alientos se entremezclen. Suspiro ligeramente al posar mi mirada en sus ojos gris tormenta que me analizan como si nunca hubieran visto a nadie como yo.

---  Gia.  ---  dice llevando una de sus manos a mi mentón  ---  Tú también me gustas  ---  susurra sobre mis labios.

Hago un gesto sorprendido pero antes de que pueda decir algo más sus labios ya han atrapado los míos en un beso que demuestra lo que sentimos el uno por el otro. Es un beso tranquilo, sin prisa. Paso mis manos a su nuca para profundizarlo y él dirige una de las suyas a mi trasero al mismo tiempo que acerca sus caderas a las mías. Gimo y él empieza a dejar besos por mi cuello. 

---  ¿Gia? ¿Kellan? ¿Habéis llegado?  ---  escucho la voz de Numeya desde el salón.

Kellan se separa de mi rápidamente y yo separo mi cuerpo de la pared, cuando Numeya se asoma por el pasillo nos mira extrañada.

---  ¿Habéis venido corriendo?  ---  pregunta con el ceño fruncido mirándonos a los dos.

Miro a Kellan y su respiración está igual de agitada que la mía.

Trago y cojo aire para responder.

---  Eh, sí, venimos corriendo desde el pabellón  ---  digo mirando a Kellan de reojo, él contiene una risita.

Numeya nos mira con los ojos entrecerrados mientras asiente con la cabeza.

---  Mi padre os está esperando en la sala de reuniones  ---  dice cambiando de tema y poniéndose completamente seria.

Asiento.

---  ¿Cómo está?  ---  pregunto mientras empezamos a andar por el pasillo.

Numeya suspira.

---  Bien, un poco cansado, pero las heridas que tenía eran superficiales  ---  responde mirándome.

Miro a Kellan de reojo.

Algo no me cuadra, no puede ser que solo tenga unos rasguños, solo por haberse resistido cuando lo secuestraron debería tener heridas defensivas y lo único que he podido apreciar ha sido el pequeño corte en su cabeza...  

Creo que estoy paranoica, debería alegrarme de que esté bien, pero no puedo, no sabiendo que las chicas siguen allí.

---  Numeya, dile a Ozak que primero cenaremos, necesitamos reponer energías  ---  dice Kellan posicionándose a mi lado.

Numeya nos mira a los dos y asiente con la cabeza antes de irse.

Me siento en uno de los taburetes de la cocina y apoyo mis manos sobre la isla dejando caer mi cabeza sobre ellas. La mano de Kellan se posa en mi espalda y traza ligeros círculos sobre ella. Suspiro y levanto mi cabeza mirándolo a los ojos, me transmite calma, paz y comprensión. 

---  Van a estar bien  ---  dice mirándome a los ojos.

Asiento y me levanto para prepararnos algo para cenar.

Nos hago un par de sándwiches y zumo de naranja. Cenamos tranquilamente y cuando terminamos Kellan limpia los utensilios que hemos usado. Cuando ya está todo limpio nos encaminamos a las escaleras y, una vez llegamos a la segunda planta, entramos a la sala de reuniones, ahí se encuentran Erik, Numeya y Ozak, que parecen estar recuperando el tiempo que han pasado separados. Me siento en una de las sillas frente a Ozak, y Kellan se sienta a mi lado mientras los hermanos se quedan al lado de su padre.

---  ¿Y bien Ozak, recuerdas algo que nos pueda ser útil?  ---  pregunto  ---  Supongo que tus hijos ya te habrán puesto al corriente de nuestro plan  ---  añado antes de que responda.

Él asiente y carraspea.

---  Sí, estoy al tanto.  ---  dice mirando a sus hijos  ---  Respecto a lo otro...  no recuerdo prácticamente nada  ---  dice rascándose la nuca, entrecierro los ojos  ---  lo único que se es que iba a buscar a la bruja y a mitad de camino todo se volvió negro, luego desperté en una sala oscura y mugrienta y las chicas ya estaban allí  ---  me explica.

Asiento y aprieto la mandíbula. No me sirve de nada lo que me dice.

---  ¿Y cuando te sacaron, viste o escuchaste alguna cosa?  ---  insisto.

Niega. Resoplo. 

---  Sé lo que ya sabemos todos, que están en Moonskai, en el edificio gubernamental y que no hay manera de entrar ni salir de la ciudad sin ser visto  ---  responde.

Vuelvo a resoplar. Joder. Paso las manos por mi pelo y tiro de el con desesperación. No me está sirviendo de nada, es un puto callejón sin salida y estoy empezando a perder la paciencia.

---  Está bien  ---  dice Kellan mirándolos a los tres mientras se levanta  ---  será mejor que vayáis a descansar, mañana hay entreno de nuevo y debemos reponer fuerzas  ---  añade.

Los tres se levantan, nos desean buenas noches y se van.

---  No lo entiendo  ---  susurro  ---  de verdad Kellan, no consigo entenderlo  ---  le digo mirándolo a los ojos. Mis ojos arden al intentar contener las lágrimas.

Kellan vuelve a sentarse a mi lado girando mi silla para quedar cara a cara.

---  Tiene que haber algún motivo por el que lo hayan soltado, quizá lo han liberado como prueba de vida, para que veamos que están bien  ---  dice.

Alzo las cejas. Tanto él como yo sabemos que eso es bastante improbable, pero sino no sé qué pensar.

---  Venga  ---  dice levantándose y tendiéndome una mano  ---  vamos a dormir, estos días van a ser duros para todos y lo mejor que podemos hacer por ahora es tratar de descansar lo máximo posible  ---  termina.

Agarro su mano y me levanto, él empieza a andar hacia la puerta sin soltarme, salimos de la sala y me lleva a su habitación. Me suelta la mano y camina por ella. Lo sigo con la mirada hasta que se detiene frente a la cama y se quita la camiseta.

Suspiro inconscientemente al observar su torso definido y cubierto de tinta. Acto seguido se baja los pantalones quedándose en unos bóxers negros que se ajustan a su figura.

Joder, menudo culazo.

Se me escapa una risita tonta ante mis ocurrencias.

---  ¿Qué es tan gracioso?  ---  pregunta mirándome con picardía.

Me encojo de hombros.

---  Nada  ---  miento.

Él se acerca a mi como un depredador a su presa y cuando está lo suficientemente cerca me toma de la cintura y haciendo que con mis piernas rodee la suya. Camina hacia la cama sin dejar de mirarme a los ojos, cuando por fin llegamos me sienta y me besa con calma. Le sigo el beso hasta que empieza a tornarse fogoso y él se separa.

---  ¿Por qué paras?  ---  pregunto con el ceño fruncido mientras trato de besarlo de nuevo.

Kellan sonríe.

---  Aunque me encantaría follarte ahora mismo, debemos aprovechar al máximo las pocas horas que tenemos para dormir  ---  me dice mientras me quita el top y el sujetador  ---  Cuando esto se tranquilice no pienso dejar que salgas de la habitación  ---  añade pasando sus manos por mi cuerpo.

Deja algún beso sobre la piel de mi torso haciendo que se me ericen los vellos. Baja sus manos hasta la cinturilla de mi pantalón y me lo quita besando mis muslos. Suspiro. Se separa ligeramente de mi y cuando vuelve a acercarse me pone una de sus camisetas y mientras la baja por mi cuerpo acaricia mi piel con delicadeza.

Joder, estoy cachonda, muy cachonda, y no piensa follarme. Gruño y él me mira con una sonrisa y sus ojos brillando.

---  Nena, sé que estás caliente porque yo también lo estoy, pero como empecemos vamos a pasarnos lo que queda de noche follando, y necesitamos descansar  ---  dice dándome un ligero beso y recostándose en la cama.

Suspiro resignada. Tiene razón, lo más importante ahora es entrenar para rescatar a las chicas. Me recuesto a su lado y él me acomoda sobre su pecho, nuestras piernas se enredan y nuestras respiraciones empiezan a ralentizarse. Nos quedamos dormidos en uno en los brazos del otro.

**** 

Han pasado tres días desde que llegó Ozak, no sabemos nada de las gemelas y Suzzane no ha podido mandarnos ninguna señal. Es por eso que hemos decidido que hoy mandaré un mensaje a las gemelas diciendo que estoy dispuesta a renunciar a mis poderes y a todo lo demás. Quedaré con ellas en el bosque, cerca de Moonskai para montar el teatrillo junto con mis padres.

Termino de pelear con uno de los soldados, gano yo, de nuevo.

Le tiendo la mano al chaval para ayudarlo a levantarse. La rechaza, se levanta cabreado y se larga a pasos de gigante. Suelto una carcajada.

---  A eso lo llamo yo masculinidad frágil  ---  digo al aire mientras ruedo los ojos y niego con la cabeza.

Kellan, Numeya y Erik se acercan a mi, sudados y agitados.

---  Parece que a alguien le ha dolido que lo haya derrotado una mujer  ---  dice Numeya con burla.

---  A mi también me dolería que alguien me patease el culo cinco veces seguidas  ---  bromea Erik.

Kellan niega con la cabeza mientras se ríe y se acerca a mi. Pasa uno de sus brazos por mis hombros sin importarle lo sudada que estoy puesto que él está igual. Los chicos frente a nosotros nos miran con las cejas alzadas.

Miro a Kellan.

---  Creo que va siendo hora de que lo sepan  ---  me dice mirándome a los ojos.

---  ¿Saber qué?  ---  pregunta Erik curioso.

Suspiro.

---  Estamos atados de por vida y por eso follamos como conejos  ---  espeto sin ningún filtro.

---  Gia  ---  protesta Kellan mientras suelta una carcajada.

Me encojo de hombros y vuelvo mi mirada a los hermanos. Están bastante sorprendidos.

---  ¿Y bien?  ---  pregunta Kellan enarcando una ceja.

Erik es el primero en reaccionar y una sonrisa gigante aparece en su rostro.

---  ¡Ja! ¡Me debes 100 rubíes hermana!  ---  dice tendiendo la mano frente a su hermana que nos mira molesta.

Frunzo el ceño.

---  ¿Habíais apostado sobre nosotros?  ---  pregunto medio ofendida.

Numeya suspira y le da el dinero a su hermano a regañadientes. Éste hace un pequeño baile de la victoria mientras su hermana gruñe rodando los ojos.

---  Sí, nos habíamos apostado cien rubíes, yo había dicho que no os liaríais de nuevo antes de tres meses y él dijo que lo haríais en cuestión de pocas semanas  ---  dice.

Kellan y yo reímos y negamos con la cabeza.

---  ¡Erik! ¡Para ya, ya sabemos que has ganado, no necesito que me lo restriegues por la cara!  ---  le gruñe Numeya a su hermano mientras lo agarra por la oreja para que pare de hacer su ridículo baile.

---  ¡Au! Eres una amargada hermanita, no sabes perder  ---  se burla con una sonrisa socarrona.

Numeya rueda los ojos y se cruza de brazos.

---  Venga, vamos a comer  ---  dice Kellan y empezamos a andar hacia el castillo.

Entramos al castillo y nos dirigimos a la cocina, por suerte hace un par de días contratamos a personal para que cocinara y limpiara todas las instalaciones, así no tengo que cocinar cada vez que terminamos de entrenar.

Nos sentamos a comer.

---  ¿Y vuestro padre chicos?  ---  pregunto extrañada, no he visto a Ozak en todo el día.

Ellos se encojen de hombros, Numeya sigue comiendo y es Erik quien me responde.

---  No lo sé, ayer por la noche nos dijo que hoy no entrenaría, que tenía cosas que resolver y que seguramente no volvería hasta mañana por la mañana, pero no dijo dónde iba  ---  explica para luego volver a comer. 

Asiento con la cabeza.

De un momento a otro entra la chica del pelo morado a toda prisa y con cara de horror. La miramos con el ceño fruncido.

---  Tenéis que venir a ver esto  ---  dice asustada y vuelve a salir corriendo de la cocina.

Nos levantamos todos y seguimos a la chica hasta la otra punta del recinto, más allá del pabellón. Hay un montón de soldados apelotonados mirando algo en el suelo. Nos abrimos paso entre la gente hasta llegar al centro. Numeya ahoga un grito y se abraza a su hermano. Kellan jadea a mi lado de la sorpresa y yo, yo solo miro.

---  Mierda  ---  maldigo  ---  nos han descubierto  ---  digo entre dientes. 

Frente a nosotros, en el suelo, está la cabeza decapitada de Suzzane y su corazón con un puñal envenenado a su lado.

---  ¡Bien, que todo el mundo vuelva a lo que estaba haciendo, no quiero a nadie rondando por aquí!  ---  digo pero nadie me hace caso  ---  ¡Quien no se vaya de aquí antes de que se me crucen los cables morirá de peor manera que ella!  ---  bramo señalando la cabeza de Suzzane.

Los soldados huyen despavoridos, los veo marcharse y vuelvo a centrar mi atención en la cabeza y el corazón.

Joder, era la única bruja con la que había logrado llevarme medianamente bien después de Mac, puede que no lo supiese todo de ella ni ella de mi, pero siempre nos habíamos ayudado mutuamente. 

Resoplo. Tenemos un traidor, y sí, ya lo sabía, pero el plan concreto lo conocían muy pocas personas, así que una de las personas en las que he estado confiando me ha traicionado sin dudarlo. La pregunta es ¿quién? ¿Erik? ¿Kellan? ¿Numeya? ¿Alguno de los entrenadores?.

Gruño y me doy la vuelta volviendo al castillo. Estoy cabreada, lo que peor llevo a parte de las mentiras es la traición. 

---  ¡Gia!  ---  escucho como Kellan me llama.

No le hago caso, no cuando puede ser él el que me haya traicionado. No creo que pudiese soportarlo, no ahora que por fin estoy aceptando lo que tenemos y lo que sentimos.

---  ¡Gia, para joder!  ---  sigo sin hacerle caso.

Subo a la segunda planta del castillo pero antes de que pueda cerrar la puerta de mi habitación la mano de Kellan me lo impide.

---  Vete Kellan  ---  le digo sin mirarlo.

Él frunce el ceño.

---  ¿No creerás que he sido yo, verdad?  ---  pregunta mirándome a los ojos.

No respondo. Sus ojos se agrandan al comprenderlo y me mira dolido. 

Me duele verlo así, joder si me duele, pero ahora mismo no puedo fiarme ni de mi propia sombra.

---  Gia no puedes pensar eso.  ---  dice acercándose a mi, me aparto  ---  Gia, he estado contigo casi las veinticuatro horas de los últimos días, si hubiese querido traicionarte me habría alejado de ti  ---  me dice agarrándome una mano, una corriente recorre mi cuerpo  ---  ¿De verdad me crees capaz de hacerlo si ni siquiera puedo mantenerme alejado de ti?  ---  me pregunta dolido.

Una lágrima cae por mi mejilla y él la seca con su pulgar. No puedo hacerle esto, no puedo culparle de algo que sé seguro que no es real, sé que nuestro vínculo no se lo permitiría y aún así tengo la cara dura de culparlo. 

---  Lo siento  ---  murmuro sollozando.

Él tira de mi brazo para cobijarme entre los suyos, me rodea con sus musculosos brazos y pasa una de sus manos por mi pelo para tranquilizarme.

---  No pasa nada, no es tu culpa, es normal  ---  susurra contra mi cabeza.

Levanto mi cabeza para mirarlo a los ojos y lo beso lentamente, transmitiéndole lo mal que me siento al haberlo culpado sin siquiera tener en cuenta sus sentimientos. 

Nos separamos y posa sus manos en mis mejillas.

---  Tienes que confiar en mi Gia, sino esto no va a salir bien  ---  me dice juntando su frente con la mía.

---  Lo sé, y de verdad, quiero intentarlo, pero hay alguien de los que conocían el plan que nos ha vendido a las gemelas  ---  digo frustrada.

--- Sí, a mi me gusta tan poco como a ti  ---  dice apoyando su mentón en mi hombro y dejando un pequeño beso debajo de mi oreja haciendo que me estremezca y se me escape una sonrisa.

---  Sabes, creo que deberíamos plantearnos neutralizar el hechizo que impide que nos sintamos completamente  ---  le digo un poco angustiada por su reacción.

Kellan abre los ojos como platos.

---  Vendrán a por nosotros  ---  me dice con el ceño fruncido.

Suspiro.

---  Lo sé, pero será la única manera de mantenernos en contacto el uno con el otro si las cosas se ponen feas y será la única manera de comunicarnos sin necesidad de hablar para evitar que nos puedan escuchar.  ---  le digo  ---  Creo que vale la pena correr el riesgo. La última vez que los vi estaban en la otra punta del mundo, literalmente, terminaremos con esto antes de que puedan pisar el continente siquiera  ---  trato de convencerlo.

Me mira a los ojos buscando cualquier indicio de duda. Suspira al verme completamente convencida. Asiente.

---  Está bien, hagámoslo  ---  dice acariciándome el rostro.

Sonrío ligeramente. Agarra mi mano y nos llevas hasta el sótano. Cierra la puerta con pestillo y despeja la habitación.

---  ¿Sabes que no vamos a poder controlarnos, verdad?  ---  me pregunta llevándome al centro de la habitación.

Asiento.

---  ¿Y, sabes que nos marcaremos en cuestión de segundos, no?  ---  vuelve a preguntar.

Asiento de nuevo.

---  ¿También sabes qu...  ---  le interrumpo y poso mis manos en sus mejillas.

---  Kellan, lo sé, y jamás he estado tan segura de hacer algo  ---  le digo riendo.

Suspira y asiente.

Me siento en el centro de la habitación y él se sienta delante mío. Lo miro a los ojos por última vez antes de cerrarlos.

---  Haiz quela eu os luta  (deshaz aquello que nos oculta)  ---  empezamos a susurrar con nuestros dedos cruzados  ---  Haiz quela eu os luta. Haiz quela eu os luta. ¡Haiz quela eu os luta!  

Jadeo al sentir como algo recorre todo mi cuerpo y como mi cerebro solo es capaz de centrarse en la esencia de la persona que tengo delante. Menta y chocolate. Joder.

Abro los ojos sorprendida encontrándome con los ojos, ahora dorados y brillantes, de Kellan a escasos centímetros de mi rostro.

Él gruñe y yo jadeo antes de juntar nuestros labios en el beso más jodidamente ardiente y con más sentimientos que jamás he recibido y dado.

N/A:

¡Holiis!

Hasta aquí el decimosexto capítulo, cuéntame qué te parece en los comentarios y si te gusta deja tu estrellita⭐. Recuerda que así conseguiremos que la historia llegue a más personas 💕💫.

¿Qué opinas del regreso de Ozak?
Parece que Gia no esta demasiado alegre por ello, ¿por qué será?

¡Con todo lo que tienen encima y los hermanos andan aposatando sobre la vida sexual y amorosa de Gia y Kellan!

Acabamos de perder a uno de los personajes más icónicos de estos primeros capítulos, ¿cómo te sientes al respecto?
¿Quién crees que ha podido traicionar a Gia de una manera tan rastrera?
¿Cuál crees que será el siguiente movimiento de Gia? ¿Y de las gemelas?

Por último... ¡Gia y Kellan han revelado sus esenciaaaaaas! (¡estoy chillando!). Se vienen unos días bastante moviditos para estos dos...

Espero que te guste la historia y te agradecería si pudieses compartirla con tus amigos y amigas para que puedan disfrutarla igual que tu. ¡Recuerda que puedes seguirme en wattpad e instagram para enterarte de todas las novedades!

¡¡Disfruta de la lectura!!

•Neoma•

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