Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15. ¿Sentimientos?

KELLAN:

Siento como Gia se remueve entre mis brazos, lleva dos horas durmiendo y lo único que he podido hacer yo ha sido mirarla. Tranquila, calmada, pacífica...

Poco a poco sus ojos color miel se van abriendo causando que en mi boca, inconscientemente, se forme una pequeña sonrisa. Cuando por fin despierta y me mira frunce el ceño.

---  ¿Por qué sonríes?  ---  pregunta haciendo que borre la sonrisa.

---  Nada  ---  le digo mirándola sus ojos ahora entrecerrados.

Se encoje de hombros y trata de salir de la cama pero no la dejo.

---  Kellan, tenemos que comer y entrenar  ---  me reprocha.

Resoplo.

---  Lo sé, pero aquí se está muy bien  ---  protesto acercándola más a mi cuerpo  ---  a demás, no no necesito entrenar más ¿a caso no has visto esto?  ---  digo mientras paso su mano por mi tonificado abdomen.

Ella suelta una carcajada y rueda los ojos.

---  Perdona idiota, pero no creo que a las gemelas puedas detenerlas con eso  ---   dice y hace un gesto pensativa  ---  aunque, quizá te pueda entregar como moneda de cambio por Ozak, Gianna y Lucie, te utilizarían como juguete sexual  ---  añade con una sonrisa malvada.

Abro los ojos como platos y trago saliva. 

---  No serías capaz  ---  digo.

Su sonrisa aumenta haciendo que me estremezca.

---  No tientes a la suerte Kellan  ---  susurra en mi oreja provocándome un escalofrío  ---  y ahora  ---  continúa susurrando contra la piel de mi cuello  ---  haz el favor  ---  dice besándome la mandíbula  ---  de soltarme  ---  murmura contra mis labios  ---  ¡Y mover el puto culo!  ---  grita pillándome por sorpresa a la vez que me empuja de la cama y sale corriendo hacia el baño.

Me levanto lo más rápido que puedo para evitar que cierre la puerta, pero cuando llego ya le ha echado el pestillo y se carcajea.

Gruño.

---  Muy graciosa Gia  ---  maldigo contra la puerta mientras escucho como corre el agua de la ducha  ---  déjame entrar, yo también tengo que ducharme  ---  digo tocando a la puerta.

No escucho respuesta por su parte así que me resigno y me siento en la cama a esperar que salga.

Diez minutos más tarde sale del baño con una toalla envuelta en su pelo y otra en su cuerpo. No puedo evitar morderme el labio al recorrer sus tonificadas piernas con la mirada.

Me mira enarcando una ceja.

---  ¿Quieres una foto?  ---  pregunta burlona.

Sonrío de lado mientras me acerco a ella.

---  No voy a necesitar una foto teniéndote a mi lado el resto de mi vida  ---  digo pícaramente antes de besarla.

Sus manos viajan a mi nuca y las mías a su culo cubierto por esa diminuta toalla que no me importaría para nada arrancarle ahora mismo y hacerla gritar que es mía.

Borro esos pensamientos de mi cabeza cuando nos separamos y ella pasa por mi lado contoneándose hacia la puerta de la habitación.

---  No vas a salir así  ---  le digo deteniéndola. 

Ella baja su mirada hacia la toalla y frunce el ceño.

---  ¿Por qué no?  ---  pregunta confundida.

Ruedo los ojos y le doy una de mis camisetas y un pantalón de chándal.

---  No quiero que todo el mundo vea lo que es mío  ---  le gruño.

Ahora es ella la que rueda los ojos mientras agarra la ropa que le tiendo.

---  No soy tuya simio  ---  dice dirigiéndose a la cama para cambiarse.

Me acerco a ella por detrás, rodeo su cintura con mis manos y escondo mi cabeza en su cuello. Lamo y se estremece.

---  Sabes que si  ---  digo para luego succionar su piel   ---  y tu cuerpo también lo sabe  ---  termino dándole un pequeño mordisco haciendo que gima ligeramente.

Me separo de ella haciendo acopio de toda la fuerza de voluntad que tengo y me meto al baño. Cuando salgo ella ya no está en la habitación así que decido vestirme con mi ropa de entrenamiento, que consiste en un pantalón negro de campaña y una camiseta suelta negra sin mangas. Me calzo las botas y cojo mis armas antes de salir de la habitación.

Bajo las escaleras y entro a la cocina encontrándome a Gia de espaldas a mi. Admiro la elegancia que tiene esta mujer para moverse por la  cocina como si nada. Me siento en uno de los taburetes de la barra y la contemplo. 

Puede que no lo haya admitido antes, pero esta mujer es una diosa, en todos los aspectos, en el sexo, en la cocina, físicamente, a nivel de personalidad...  es una puta diosa que me tiene aquí como pardillo contemplándola y lo cierto es que ahora mismo me enorgullece que sea mi amor eterno. Puede que ambos nos lo merezcamos por todo lo que hemos pasado, puede que esta sea nuestra recompensa. Y, espero, que por muchos problemas y obstáculos que se nos pongan por delante seamos capaces de vivir esa vida que tanto nos merecemos, esa vida que, hasta hace unos días, me parecía totalmente imposible. Quizá aún no sepamos mucho el uno del otro, quizá no nos hayamos contado nuestros peores secretos, nuestros temores, nuestras inseguridades, pero hay algo en mi que sabe que vamos a entendernos, que ya nos estamos entendiendo aunque ahora todo parezca puro deseo sexual.

De repente Gia se da la vuelta hacia mi y me mira con una pequeña sonrisa que se me contagia al instante. Y pensar que hace unos días me apuñaló varias veces.

---  Toma   ---  dice pasándome un plato de pasta a la carbonara.

Lo agarro y ella se sienta enfrente mío con otro plato. Comemos mientras hablamos de cosas sin importancia.

---  Por cierto  ---  empieza a decir antes de beber agua  ---  ¿a qué grupo entrenarás?  ---  pregunta.

Pienso.

---  Podría entrenar al grupo de armas blancas. Pero creo que el cuerpo a cuerpo es más importante.  ---  digo comiendo, ella hace una mueca  ---  ¿Si no sabes defenderte con tu propio cuerpo, de qué te sirve una arma?  ---  digo.

Ella asiente, sabe que tengo razón. Si no eres capaz de coordinarte con tu cuerpo para un beneficio propio no vas a poder usar las armas con todo su potencial. Es como en el sexo. ¿Si no sabes dónde hay que meter la polla, de qué te sirve ponerte el condón?

<<Estás enfermo, maldito cerdo>>. Era la única similitud que se me ocurría. <<Sí claro, pero si tú ni siquiera te pones condón>>.

Abro los ojos como platos y me atraganto con lo que acabo de meterme en la boca, empiezo a toser.

Gia me mira con en ceño fruncido.

---  ¿Estás bien?  ---  pregunta confundida.

Bebo agua para calmar la tos y hablo.

---  Sí, bueno, aún no.  ---  digo  ---  Ehh...  No hemos usado condón, ninguna de las veces que nos hemos acostado  ---  le digo intranquilo.

Ella se ríe a carcajada limpia provocando que la mire como si le hubiera salido otro ojo. Cuando se tranquiliza, por fin habla.

---  Tranquilo Kellan  ---  dice aún riéndose  ---  el mismo hechizo que oculta nuestra esencia evita que me quede embarazada, efectos secundarios  ---  dice tan tranquila  ---  y las enfermedades de transmisión sexual desaparecieron hace años  ---  añade.

Suspiro aliviado y ella vuelve a soltar una risita.

---  Joder, casi me da un paro cardíaco  ---  digo poniendo mi mano sobre mi pecho.

Ella me mira. 

---  Deberías haberte visto la cara de terror  ---  dice riendo.

Ruedo los ojos.

---  A mi no me ha hecho ni puta gracia Gia, no quiero tener mini Kellans ni mini Gias correteando por aquí, no aún  ---  esto último lo susurro más para mi que para ella, pero igual lo oye. 

Para de reír.

---  ¿Aún?  ---  pregunta alzando una ceja.

Me rasco la nuca. La verdad es que nunca me había planteado tener hijos, pero tampoco esperaba encontrar a mi amor eterno, así que quién sabe.

---  Eh... sí... bueno... esto... ¡Tenemos que ir a entrenar!  ---  digo levantándome del taburete y saliendo de la cocina escuchando las carcajadas de Gia.

Empiezo a andar hasta la salida del castillo y cuando estoy por adentrarme al bosque Gia me alcanza.

---  Kellan, espérame joder  ---  dice jadeando.

Me paro para esperarla y cuando está a mi lado retomamos el camino.

---  Por cierto  ---  dice captando mi atención  ---  yo también estaré entrenando cuerpo a cuerpo, Numeya entrenará a los de armas de fuego, Erik a los arqueros, la chica del pelo morado a los francotiradores, un conocido de Erik a los brujos y hechiceros, pues Suzzane ya está de camino a Moonskai. Por otro lado, el grupo de estrategias de combate estará liderado por un hombre de confianza de Numeya y el de armas blancas por Matías. Los del octavo grupo se distribuirán en función de sus características físicas entre los demás grupos  ---  me explica.

Asiento con la cabeza. 

Un par  de minutos más tarde llegamos al pabellón y vemos como los grupos ya han sido distribuidos en sus respectivas áreas de entrenamiento. Busco a Erik con la mirada entre toda la gente y me indica que vaya.

Capto la atención de Gia tocando su brazo y ambos nos dirigimos hacia allí.

---  ¿Cómo va todo tío?  ---  digo chocando mi mano con la suya.

---  Bien, de momento parece que todos están dispuestos a llevarse bien entre ellos y a colaborar para que todo salga bien  ---  dice tranquilo.

---  Menos mal  ---  musita Gia  ---   lo único que nos faltaba ahora era ponernos a hacer de niñeras de adultos inmaduros  ---  añade un poco más fuerte.

Asiento.

---  Bien, en diez minutos empezamos los entrenamientos  ---  digo  ---  nos vemos dentro de ocho horas  ---  añado  ---  por cierto, yo cenaré después de entrenar  ---  termino de decir.

---  Numeya y yo también  ---  dice Erik.

Miro a Gia.

---  Lo mimo  ---  dice  ---  vamos anda, que vaya bien Erik  ---  se despide.

Saludo a Erik con la mano y junto a Gia nos dirigimos al centro del pabellón, aquí entrenaremos el combate cuerpo a cuerpo así que solo nos queda esperar a que todo el mundo llegue.

Diez minutos más tarde, ya con todos los grupos organizados Gia habla.

---  Bien, al ser este el grupo más grande tendréis dos entrenadores  ---  empieza  ---  Kellan  ---  dice señalándome  ---  y yo. Quiero dejar algo claro. No estamos aquí para soportar sus tonterías, van a ser entrenamientos duros. Así que si alguien no se ve dispuesto a hacerlo que lo diga y será transferido a otro grupo  ---  dice severa.

Ninguno de los presentes dice nada. Lo cierto es que parecen estar en forma, pero que estén demasiado musculados podría suponer perdida de agilidad y velocidad. 

Gia me mira y me hace un gesto con la cabeza.

---  Quiero que os dividáis por parejas, me da igual si hacéis parejas mixtas o no, aquí se va a tratar a todo el mundo por igual  ---  digo mirándolos severamente a todos  ---  primero queremos ver vuestras habilidades de combate para luego poder adaptar las sesiones de entrenamiento a cada uno de vosotros  ---  termino de decir.

---  Dicho esto, quiero que paséis por parejas a combatir delante nuestro, un combate sencillo, el primero que toque el suelo con la espalda pierde  ---  dice Gia  ---  vosotros primero  ---  señala a una pareja de vampiros.

La pareja se posiciona delante nuestro y empieza a pelear.

---  La velocidad no supone un problema para los vampiros  ---  le susurro a Gia.

---  No, pero la fuerza sí  ---  dice ella sin despegar la mirada de ellos.

Finalmente la pareja termina de combatir con uno de los muchachos en el suelo.

---  Bien, tenéis buena técnica y la supervelocidad juega a vuestro favor, pero os centráis demasiado en eso y dejáis de lado el hecho que tenéis otra habilidad, tenéis mucha fuerza y no la estáis usando  ---  dice Gia  ---  debemos mejorar eso.

La pareja asiente.

---  Bien  ---  digo y paso mi mirada entre los presentes  ---  vosotros  ---  digo señalando a un chico y a una chica, un licántropo y una ninfa  ---  no podéis transformaros ni usar vuestros poderes más allá de la fuerza, velocidad...  ---  aclaro.

Ambos asienten y empiezan a pelear.

---  Son buenos  ---  dice Gia.

---  Sí, pero si no empiezan a tener en cuenta los puntos débiles del otro van a tirarse así hasta que se cansen  ---  digo a lo que ella asiente.

Diez minutos más tarde aún no han terminado y empiezan a notarse cansados.

---  ¡Vale chicos, quietos!  ---  grita Gia pero ellos siguen con lo suyo  ---  ¡He dicho quietos! ¿O a caso estáis sordos?  ---  repite metiéndose entre ellos y separándolos haciendo que ambos caigan sobre sus traseros.

Contengo una carcajada al percibir la cara roja de Gia.

---  Si digo que paréis paráis al instante  ---  dice mirándolos a los dos  ---  ¿Está claro?  ---  ambos asienten mientras se levantan  ---  Bien  ---  dice regresando a su lugar.

---  Vuestra técnica es impecable  ---  digo y ambos sonríen.

---  Pero no vais más allá, os centráis en hacer los movimientos a la perfección y no os fijáis en el otro, no buscáis sus puntos débiles y eso sólo provocará dos cosas, la primera, que os canséis inútilmente, y, la segunda que vuestro contrincante os mate  ---  dice Gia con severidad.

Pasamos así las próximas dos horas y cuando hemos dividido a los soldados por debilidades y fortalezas empezamos por fin el verdadero entrenamiento.

---  Bien, quiero que os fijéis en lo que vamos a demostraros ahora Kellan y yo  ---  dice Gia.

La miro extrañado.

---  Sígueme el rollo  ---  me dice en voz baja.

No sé por qué, pero me da la impresión de que va a patearme el culo.

Nos ponemos uno frente al otro y a nuestro alrededor se forma un corralillo de personas que nos miran atentamente.

---  Como podéis ver, Kellan es más alto que yo y, en teoría más fuerte. Pero yo puedo tomar ventaja sobre eso  ---  dice Gia poniéndose en posición de ataque  ---  no voy a atacarlo por delante, porque es muy predecible y eso le dará la oportunidad de defenderse más fácilmente  ---  dice esto y en un parpadeo se posiciona detrás mío pero antes de que su pierna impacte detrás de mis rodillas para hacerme caer la agarro y la atraigo hacia mi.

---  La cosa está en saber anticiparse a los movimientos del contrincante, para eso debemos tener claros sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Los primeros los necesitamos para anticipar qué hará, y los segundos para saber cómo podemos impedirlo  ---  digo pero antes de poder hacer mi próximo movimiento, el pie de Gia que aún mantenía en el suelo viaja a mi rostro golpeándome con fuerza haciendo que suelte su pierna y mi cabeza se incline ligeramente hacia atrás.

Ella da una voltereta hacia atrás y aterriza sobre sus pies. Paso mi mano por mi labio y noto como la sangre inunda mi boca, escupo y Gia sonríe.

---  Aprovechar el despiste del oponente puede ser muy beneficioso para nosotros  ---  dice Gia mientras vuelve a ponerse en posición de ataque.

Me fijo en como posiciona los brazos y lo veo. Sonrío.

---  Una vez encontréis un punto débil, no dudéis en atacar, puede ser vuestra única oportunidad  ---  digo mientras lanzo un puñetazo al costado izquierdo de Gia, ella se queda sin aire por unos segundos pero antes de que pueda volver a atacar planta su rodilla en mis partes  ---  joder  ---  maldigo mientras me retuerzo de dolor en el suelo.

Ella sonríe y dirige su atención a nuestro público. Aprovecho su distracción para tirarla al suelo barriendo sus pies con los míos. Cae de bruces al suelo y protesta. Me pongo sobre ella y agarro sus manos por encima de su cabeza.

---  Una vez tengáis a vuestro contrincante inmovilizado llega el momento de rematarlo, podéis hacerlo a golpes pero yo prefiero no mancharme más las manos  ---  digo dirigiendo mis manos hacia su cuello  ---  la manera más fácil de ahorcar a alguien es posicionando nuestro brazo al rededor de su cuello, en este caso al estar contra el suelo podemos usar nuestras manos y el peso de nuestro cuerpo o subir una de nuestras rodillas sobre su tórax para hundirle el esternón y provocar que las costillas perforen los pulmones  ---  digo poniendo una de mis rodillas sobre su pecho mientras ella se resiste.

De un momento a otro una de sus manos se dirige a mi pelo y la otra a la rodilla sobre su pecho. Con su mano en mi pelo empuja mi cabeza hacia abajo mientras con la otra aparta mi rodilla de encima suyo provocando que mi cabeza se acerque a la suya y ella lo aprovecha para levantarse de golpe golpeando con su frente mi nariz desorientándome y quedando ella sobre mi.  Noto como la sangre empieza a bajar de mi nariz.

---  Nunca os confiéis de tener a vuestro oponente reducido, puede aprovechar cualquier oportunidad para cambiar las tornas y mataros  ---  dice mientras se aparta de encima mío y se levanta tendiéndome la mano.

---  Bien, ahora quiero que empecéis a combatir entre vosotros teniendo en cuenta lo que os hemos dicho cuando habéis combatido delante nuestro y lo que acabáis de ver  ---  digo.

Los soldados asienten y empiezan a pelear mejorando todos los detalles que les hemos comentado.

Me giro a ver a Gia, tiene un corte en una ceja, en el pómulo y sangre baja de su nariz.

---  Ven  ---  le digo.

Ella me sigue a través del pabellón hasta que llegamos a la zona de primeros auxilios. Le indico que se siente en una de las sillas y voy a por un botiquín. Regreso con una botella de alcohol y vendas y empiezo a pasarlas por su rostro limpiando los restos de sangre mientras ella mantiene los ojos cerrados.

---  Déjame ver las costillas  ---  le digo.

Ella se levanta la camiseta mostrándome un moratón en el costado donde antes le he golpeado. Paso la yema de mis dedos por encima haciendo que se estremezca.

---  ¿Te duele?  --- pregunto.

Niega.

---  Pegas fuerte, pero mi cuerpo suele procesar los golpes bastante rápido.  ---  dice riendo  ---  Te toca  ---  me señala la silla vacía a su lado mientras se levanta.

Agarra el alcohol y las gasas y empieza a limpiar mi rostro con delicadeza. Cuando termina se me queda mirando y alzo mis cejas.

---  ¿Qué?  ---  pregunto confundido.

---  Nada  ---  me responde negando con la cabeza.

Le cojo los brazos y la acerco a mi sentándola sobre mis piernas.

---  ¿Qué haces?  ---  pregunta ella riendo.

---  Voy a besarte  ---  digo cerca de su rostro.

---  ¿Ah si?  ---  pregunta coqueta posando su mirada sobre mis labios.

---  Sí  ---  digo contra su boca antes de besarla.

Pero antes de que nuestros labios se rocen siquiera se empiezan a escuchar murmullos y cuchicheos en todo el pabellón. Ambos fruncimos el ceño y nos levantamos para ir a donde se está reuniendo toda la gente.

Miro hacia el centro del corro que se ha formado y me quedo sin aire prácticamente al ver lo que se encuentra ante mis ojos.

---  Ozak  ---  susurra sorprendida Gia. 

N/A:

¡Holiis!

Hasta aquí el decimoquinto capítulo, cuéntame qué te parece en los comentarios y si te gusta deja tu estrellita⭐. Recuerda que así conseguiremos que la historia llegue a más personas 💕💫.

¡Al fin Kellan nos deja ver sus sentimientos!
¿Crees que Suzzane logre infiltrarse con las gemelas?
Parece que a nuestros personajes les esperan días intensos de entrenamiento.

Kellan y Gia no se han cortado un pelo... a la mínima oportunidad que han tenido para demostrar sus habilidades así lo han hecho
¿Crees que será una buena idea mezclar especies después de lo sucedido en las Guerras de Cristal?

¡Por cierto, por si aún no te has enterado, he empezado otra historia! Se titula 'El pecado tiene nombre de mujer' y te invito a que le eches un vistazo al primer y segundo capítulo ya publicados en mi perfil de Wattpad. ¡Me encantaría que le dieras una oportunidad y me contaras qué te parece!

Espero que te guste la historia y te agradecería si pudieses compartirla con tus amigos y amigas para que puedan disfrutarla igual que tu. ¡Recuerda que puedes seguirme en wattpad e instagram para enterarte de todas las novedades!

¡¡Disfruta de la lectura!!

•Neoma•

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro