Capítulo 7
POV Anastasia
Vamos llegando al hotel, y decido preguntantarle, sólo por curiosidad, no es que me interese, ni nada. Y por que no quiero que se retrase.
-Disculpa, ¿tienes novia?
Seguramente su novia debe estar esperándolo y el haciéndose el lindo conmigo. Me mira como si me hubiera salido otra cabeza.
-No, Anastasia. Yo no tengo novias.- Me contesta mirándome.
¿Qué quiere decir? ¿sera gay? Si lo es, lo disimula muy bien; me dice mi subconsciente.
-Eso quiere decir que eres soltero.- le digo.
-Si, soy soltero.- me responde pasándose su mano por el pelo.
Como me gustaría hacer eso yo también. Opto por cambiar de tema de conversación.
-Así que aquí te hospedas ¿son vacaciones familiares?- le pregunto.
-Si.- se limita a responder .
-¡Vaya! debes ser rico -digo (este hotel es todo un lujo).
-Yo no. Espero pronto serlo, mis padres son los que tienen dinero. - dice de forma cortante
¿Qué le pasa ahora?
-Llegamos.- le digo.
No se si es por este poco espacio que tenemos en el auto pero esta de nuevo esta tensión y esa corriente que me recorre todo el cuerpo. Mi respiración se altera.
-¿Quieres entrar?- me pregunta mientras observa el lobby del hotel.
-No, gracias. No creo que tu familia les guste verte conmigo.- le respondo.
El me mira frunciendo el ceño como si no entendiera lo que acabo de decirle
-¿Qué quieres decir? ¿por que crees que mi familia no le agradaría conocerte?
Por que eres fea, desaliñada, torpe y tonta. Me dice mi subconsciente y por primera vez estoy de acuerdo con ella.
-Mirame.-le respondo con tristeza.
-Lo hago.- me dice mirándome a los ojos, azul contra gris .
-Creo que mejor me voy. Ya se me hizo tarde y tu familia debe estar preocupada por ti.- Le digo deseando que mi madre también este preocupada por mi y no por el auto que seguramente es lo que realmente le importa.
-Esta bien, pero no te olvides que esta noche saldrás conmigo.- me dice.
¡Ay por Dios! Mi diosa interior esta empezando despertarse.
-No lo olvidaré.- le digo entusiasmada.
Me muerdo el labio, el me mira y veo que se oscurece la mirada.
-Anastasia podrías dejar de morderte el labio.- Me pide.
-Disculpa, no sabia que te molestaba.- le respondo de forma inocente.
-No me molesta, es solo que yo también quiero hacerlo.- me dice. ¡¿Que fue lo que dijo?!
Yo lo miro con la boca abierta por lo que acaba de decirme.
Esta noche creo que va hacer la mejor noche de mi vida, pienso. Espero que no sea para reírse de ti cómo lo han echo otros chicos que te invitan salir solo por que han apostado o por burlarse de forma cruel de ti, me dice mi subconsciente.
Se acerca a mi para despedirse, me da un casto beso en la comisura de mis labios y de repente dice: -¡A la mierda la espera!- se abalanza sobre mí , y antes que me dé cuenta con una mano me toma las muñecas y con la otra levanta mi cabeza, agarra mi pelo y sujeta mi cara y me inmoviliza contra el asiento del auto y me besa.
Sus labios están sobre los míos. Casi me lastima, gimo y el aprovecha para meter su lengua en mi boca y recorrerla. Parece que tiene mucha experiencia.
Nunca me habían besado así, bueno nunca te habían besado me dice mi entrometida subconsciente. Mi lengua acaricia la suya de forma tímida e inexperta, es como una danza de roses, es un beso con deseo, pasión... ¡es increíble!
Christian Grey, el dios griego. Por que eso me parece: un dios griego, me desea, y yo lo deseo a él, aquí. No me importa que sea un auto y que nos vean.
-Eres... tan... dulce y...tan...rebelde- murmura con la voz entrecortada, de repente se detiene y se separa de mi, dejándome con ganas de más.
Observa nuestro entorno y yo hago lo mismo.
¡MIERDA! había gente observándonos.
-¿Que tendrán los autos?- hace una pregunta retórica sonriéndome, y yo creo que estoy roja como un tomate .
-Bueno, ¿como lo hacemos? me das la dirección de tu casa para pasar por ti, o no juntamos en algún otro lugar- me sugiere mientras salgo del
auto,- lo que tu quieras Ana.
¿QUE? ¿Lo que yo quiera? ¡BUENO LO QUE TU QUIERES ES TENER TODO ESTE DIOS GRIEGO SOLO PARA TI! Me grita mi subconsciente, ¡cállate zorra!
-Vale, ¿que tal si me esperas donde casi te atropellé?- le respondo.
El me mira descolocado y me pregunta: -¿Por que ahí? ¿es que quieres repetir tu hazaña?- me dice de forma burlona, yo suelto una risita .
-Que lindo sonido.- me dice sonriéndome.
-Me tengo que ir, adiós .
-Vale vemos en la noche donde me encontré contigo por primera vez.- dice y antes de despedirse me dice: -Anastasia.
-Christian- le digo a modo de despedida, y se va.
POV CHRISTIAN
-¿Tienes novia?- Suelta de repente Anastasia -.
-No, Anastasia. Yo no tengo novias.- le digo por que no quiero que se haga ideas falsas de mi.
¡Mierda, Grey! Ella solo tenía curiosidad, no quiere ser tu novia.
-Eso quiere decir que eres soltero- me dice.
-Si, soy soltero.- le respondo pasando mi mano por mi pelo ella se queda mirando. ¿Que estará pensando?
-Así que aquí te hospedas- afirma y continua, -¿son vacaciones familiares?- me pregunta, cambiando bruscamente de conversación, cosa que agradezco por que es incomodo para mí eso de las novias.
Si Grey tu solo utilizas las mujeres para follárlas, no para que sean tus novias.
-Si- le contesto de forma cortante, no quiero hablar de mi loca familia.
-Valla... debes ser rico- me dice.
-Yo no, espero pronto serlo. Mis padres son los que tienen dinero.- le respondo cortante.
-Llegamos.- dice ella estacionándose.
Afortunadamente no nos paso nada por como conduce este auto. No sé por que siento esta corriente eléctrica. En este espacio tan reducido que es el auto tengo plena conciencia de su persona. Un efluvio de su dulce perfume invade mis sentido. Su respiración se altera.
-¿Quieres entrar?-le ofrezco, conteniendome para no abalanzarme sobre ella y mirando el lobby del hotel.
-No, gracias. No creo que tu familia les guste verte conmigo.- me dice.
La miro frunciendo el ceño, por que definitivamente no entiendo lo que dice es una hermosa niña, cualquier hombre estaría orgulloso de que ella estuviera a su lado.
-¿Qué quiere decir? ¿por que crees que mi familia no le guste verte
conmigo?- le pregunto.
-Mirame.- me dice con tristeza.
No entiendo... ¿es que no se mirado en un espejo? ¿no ve lo hermosa que es?
-Lo hago.- le digo mirando sus hermosos ojos azules que creo que pueden ver mi alma oscura .
-Creo que mejor me voy. Ya se me hizo tarde y tu familia debe estar preocupada por ti.- dice pensativa.
Me pregunto si tendrá problemas familiares.
-Esta bien, pero no te olvides que esta noche saldrás conmigo.- le digo definitivamente quiero volver a verla, y no sé, tal vez podría robarle un beso.
-No lo olvidaré.- me dice entusiasmada y ahí esta de nuevo mordiéndose su labio ¡MIERDA! como me gustaría morderlo yo.
-Anastasia ¿podrías dejar de morderte el labio?- le pido antes de que haga una locura.
-Disculpa, no sabia que te molestaba.- dice inocentemente.
Esta niña es un ser único, nadie me había enloquecido de la forma como lo hace ella. Hay que señalar que acabo de conocerla.
-No me molesta es solo que yo también quiero hacerlo.- le respondo.
Ella me mira con la boca abierta. Lo mejor será irme, por que si no no respondo de mi.
Le doy un casto beso en la comisura de sus labios y ya no aguanto mas. -¡A la mierda la espera!- le digo abalanzándome sobre ella.
Por una fracción de segundo me pierdo en ella. Se me pone duro al instante. La deseo aquí en el auto ahora.Le sujeto las dos manos con una mano y con la otra levanto su cabeza le agarro del pelo mientras mis labios buscan los suyos y lo encuentran.
Ella gime en mi boca, es como un canto de una sirena,la suave jugosidad de un campo entero de frutales. Su sabor es todo me recuerda una época de paz, plenitud ¡oh por Dios! cuanto deseo a esta niña. Le meto mi lengua y noto que la de ella va con cautela, es inexperta... es como si besara por primera vez.
-Eres... tan... dulce y...tan...rebelde-le digo estoy extasiado, ebrio de su fragancia y de su sabor, de su inocencia, su rebeldía. Ella es perfecta.
Me aparto de ella observando por todos lados. ¡Mierda! había gente observándonos, pero no me importa. Acabo estar en el paraíso.
¿Que tendrán los autos?- me preguntó en voz alta.
Ella esta roja como un tomate y yo le sonrió.
Finalmente, quedamos de acuerdo que nos juntaremos donde casi me atropello. Yo me burlo de ella, y ella suelta una risita.
-Que hermoso sonido.- le comento.
¿Que me pasa? Nunca me había comportado así.
-Anastasia- le digo a modo de despedida
-Christian- me responde de forma muy sensual.
¿Que fue eso? nunca me había gustado que una mujer me llame por mi nombre ¡pero en su lengua viperina me encanto!
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