
CAPITULO 28
POV Christian
—Muy bien ¿Quien empieza?— Pregunta juguetona Anastasia.
—Bueno, las damas primero.— le digo para no ser yo quien comience.
—Que conveniente¿verdad?— Puntualiza ella.
—Entonces ¿como lo hacemos?— le pregunto.
—Que tal si yo pregunto y tu respondes.
—Esta bien, pregunta.— le digo.
—¿Las cicatrices de tu pecho son por la varicela?
Mierda ¿Que le digo? La verdad, Grey. Tú empezaste con este juego cuando le preguntaste que pasaba por su mente...
—Tuve un comienzo duro en la vida— Le respondo.
—No entiendo. me dice.
—Mejor, pregunto yo.— le propongo para que ella no siga preguntándome por mis cicatrices.
—¡No es justo! tu no dices nada. Teníamos un trato— Protesta Anastasia.
—Siempre tan ávida de información— Le digo.
—¡Ya cuenta Grey! si no, yo no te cuento nada— dice enojada.
—La mujer que me trajo al mundo, era una puta adicta al crack.
—¿Grace?— me réplica sorprendida.
—No, mi madre biológica. Grace es mi madre adoptiva— le aclaro.
—¿Era?— pregunta.
—Murió.— le contesto.
—¿Hace mucho?—vuelve a preguntar.
—Murió cuando yo tenía cuatro años. No la recuerdo. Solo recuerdo ciertas cosas.— ... Pero Nadie debería tener esa mierda en la cabeza.
—¿Y las cicatrices?— me pregunta.
—El proxeneta de mi madre me utilizaba de cenicero.— le respondo ahogándome por los recuerdos.
Ella abre la boca horrorizada.
—Él encontró el cuerpo de la puta adicta al crack y telefoneó a las autoridades. Aunque tardaron cuatro días en encontrarlo. Él se fue, cerró la puerta... y me dejó con ella muerta— le sigo contando. ¡MIERDA! ¿por que le estoy diciendo todo esto?
—¿Por eso no te gusta que te toquen? pregunta aguantando el llanto.
—Asi es, Anastasia.— le digo
Caen las lagrimas por sus mejillas, yo le acaricio y le limpio las lagrimas
—No llores, Ana, por favor. Por favor, no llores por mí no merezco que una joven dulce inocente tenga compasión ni lastima por mi.—le digo de forma triste.
—No es lastima, Christian... solo que ¿Que ser humano utiliza el cuerpo de un niño como cenicero o lo deja por cuatro días con un cadáver?— me dice llorando
—Bueno... te toca a ti ahora.— le digo para distraerla, tratando de no llorar.
—Esta bien.— me dice limpiando sus lagrimas. —Mi padre biológico murió cuando era una bebé. Dice.
—Lo siento— le digo
—No importa, no me acuerdo de él— Me aclara, y continua, —Mi madre al poco tiempo de enviudar conoció a Ray Stelee. Se enamoraron o eso creo y se casaron.— yo asiento con la cabeza al escucharla. —Ray me dió su apellido, y su amor. A decir verdad, me lo ha dado todo. No he tenido una vida llena de lujos, ni dinero, ni grandes cosas materiales, pero él me lo dió todo y nunca me ha faltado nada. — la escucho hablar con orgullo de su padre, y sigue con su relato —La relación con mi madre, nunca fué de las mejores, pero nos queríamos mucho.— Termina de hablar tomando aire.
—¿Que paso?— le pregunto por que de seguro paso algo.
—Unos años atrás, todo cambió. Yo me volví muy rebelde, empecé a pelearme con mis compañeros de escuela, mi madre cada vez que me iba a buscar y tenia todas las anotaciones que escribían los profesores y director por mi comportamiento se enojaba más conmigo. Cada vez, nuestra relación fue de mal en peor— dice mientras se le escapa una lagrima.— Eso llevo que mi madre se aleje de mi padre, o ha sido unas de las razones. Ella me odia... He sido un maldito accidente en su vida— dice llorando.
—¡No, nena! no eres un maldito accidente— le digo ¿Es que no lo entiendes? Ella es un lindo ángel de ojos azules.
—Claro que si, Christian. Si yo no hubiera nacido, ella sería feliz— dice tristemente.
—No, Ana. No lo entiendo, ¿por que dices eso?— le digo, —Bueno, continúa— le digo
—Como te dije, somos personas humildes. Mi madre nunca le ha gustado esta vida, ella siempre a querido más y desde hace algún tiempo ella ha empezado a usar ropa cara, maquillaje, perfumes caros. A mi padre no le alcanza el dinero para que ella se dé esos gustos, ni ella trabaja y un día apareció con un auto... el que llevaba el día que te conocí— dice sonriéndome —y ni mi papa ni yo sabemos de donde saca el dinero.
—¿Tal ves ella...?
—No lo digas, Grey.— dice antes de terminar mi pregunta.
—¿Estas bien Ana?—Le pregunto por que esta muy pálida.
—Si, Christian. Estoy bien.— responde, y recupera la compostura, —bueno, ahora continuas tú— dice
—¿Qué más quieres que cuente?— le digo.
—No sé, de tu familia ¿son los tres adoptados?
—Si, somos los tres adoptados. Elliot es el mayor ya estaba cuando llegué con los Grey. Mía llego tiempo después— le digo .
—¿Por qué los Grey adoptaron a tres niños?— pregunta
Por que ellos no pudieron tener hijos.—le digo.
—Tienen mucha suerte. Se ve que Grace es muy linda, dulce. Es una gran madre.— dice con voz teñida de tristeza.
—Entonces, ahora de nuevo vas tu— le digo.
—¿Qué más quiere que cuente?
—No sé ¿que fué lo que te llevo al mar hace unos días?
—No quiero recordarlo— dice entrelazando sus dedos y mirando hacia abajo.
Yo la tomo por la sien y la obligo a mirarme
—Vamos, Anastasia. Acordamos ser sinceros— le digo mirándonos.
Ella toma una bocanada de aire y asiente con la cabeza.
—Esta bien, te diré— dice resignada —ese dia escuche a Katherine hablando de tí. Decía que la habías invitado a salir...— ¡Mierda, Grey! esto no pinta nada bien.
—A mi me dio rabia, celos y me abalance encima de ella, aunque ella me provocó primero y comenzamos a pelearnos pero nos separó el profesor... y de nuevo la misma rutina que el director llama a los padres y todo eso. Lo bueno fué que mi madre no contestó el teléfono por que me ahorro otra pelea, aunque hubiera preferido pelearme con ella y no ver lo que ví— dice y de nuevo se llenan sus ojos de lagrimas.
—¿Qué fué lo que viste?— Pregunto con curiosidad.
—Bueno, como te contaba... como mi madre no llegó a buscarme a la escuela, me mandaron sola a casa. Durante todo el camino lloré por tu historia con Katherine y cuando llegué a casa escuche unos gemidos. Pensé que mis padres se estaban reconciliando, no quería interrumpirlos, estaba por irme, cuando escuché la voz de un hombre y no era la de mi padre y automáticamente fui a ver de quien se trataba y entré en shock cuando ví de quién se trataba... era el padre de Katherine Hyde. Mi peor enemiga. Así que inconscientemente me dirigí a la playa, el resto ya lo sabes— dice con rabia.
—Lo siento— es lo unico que puedo decir. Maldita la madre que tiene, Ana solo merece amor
—Supongo que es lo que me toco...aprenderé a vivir con ello —murmura con tristeza.
—¿Saliste con Katherine?—
—Anastasia, yo me encontré con ella en el centro comercial. La invité a salir para jugar, es una zorrita bastante fácil. Pensé que no aceptaría, pero aceptó. No pensaba salir con ella, pero tu comportamiento en el hotel conmigo, me puso furioso, así que salí con ella, pero es una persona muy irritable, tonta, superficial, pareciera no tener cerebro.— le digo a modo de disculpa.
—Pero... la fuiste a buscar a la escuela...— continua, tratando de no enojarse.
—No fuí a buscarla a ella, te fuí a buscar a tí. No quería que salgas con mi hermano. Así que estaba dispuesto a secuestrarte— le digo de forma burlona. ella me sonríe
—Bueno, creo que ambos tenemos nuestras propias sombras.— me dice burlonamente.
—Eso creo...la vida es dificil—murmuro
—Lo mejor de mi vida, ha sido conocerte—Mierda.
Para las nuevas lectoras; esta historia ya lo tenia publicada
Pero lo anule para corregirla y cambiar algunos capítulos.
Gracias por leer votar y comentar
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