CAPITULO 26
Pov Anastasia
Me miro en el espejo. Veo a la chica pálida y angustiada , tengo los ojos rojos de tanto llorar. Es increíble que mi mundo se esté derrumbando a mi alrededor, y no soy capaz de hacer nada. Todas mis esperanzas han fracasado cruelmente. Tener una familia feliz y unida que me ame incondicionalmente, un hombre que se enamore de mi y me ame con locura como yo a él. Pero no tengo nada de eso...
Mi madre actúa como si yo no existiera. No he tenido el valor para enfrentarme a ella, pero la odio y sé que no tardaré mucho en estallar y lo peor es que Ray, mi padre saldrá lastimado con todo esto. Por otra parte, Christian no me buscó ayer cuando fuí al hotel para agradecerle a los Grey por lo que habían hecho por mí. No se encontraba, seguro había ido encontrarse con la tonta de Katherine Hyde.
Tengo una sensación de traición cruda, amarga y humillante que me recorre el cuerpo ¿Cómo ha podido ir a buscarla a ella? Siento unas lágrimas calientes y furiosas que corren por mis mejillas.
Otra vez estas llorando por alguien que no te quiere, Me dice mi subconsciente. Mi vida es un completo desastre. Y para mi desgracia acepté salir con Elliot, el hermano mayor de Christian.
Lo cierto es que Elliot es muy divertido. Ayer, cuando salimos a dar un paseo no dejaba de bromear... A diferencia de Christian, que es más serio, intimidante, controlador, sexy, guapo, lindo... ¡Mierda!
No puedo seguir pensando en Christian, y no debo de compararlos. Elliot y Christian son muy diferentes en su manera de ser y físico tampoco se parecen. Mejor me voy a la escuela y me olvido de todo, o eso intento..
● ● ●
Las clases se me hacen demasiado cortas, hacía mucho tiempo que no me concentraba tanto. Katherine y sus amiguitos actuan como si yo no estuviera, cosa que agradezco. Por que si me hubieran molestado no hubiera respondido de mí. Tengo mucha rabia guardada. Me pregunto si Katherine sabe que su padre es amante de mi madre... tal vez si lo sabe: por eso me odia tanto.
—Muy bien, chicos. Nos vemos el lunes.— dice el profesor sacándome de mis pensamientos.
A la salida me encuentro con Phoebe, nos vamos juntas. No le he dicho nada de mi madre, ni de Christian. No quiero darle lástima a nadie por mi mala suerte en la vida.
De repente, levanto la mirada y a lo lejos veo a Christian con Katherine. ¿Cómo ha podido recurrir a ella? El cuchillo que siento en el corazón se está hundiendo lenta y dolorosamente, me pican los ojos... no quiero llorar, no quiero que nadie me vea llorar. Es demasiado humillante.
No, no, no... me digo a mi misma. No sé de donde saco fuerza y sigo caminando, paso por su lado sin mirarlo, esforzándome por ignorarlo, pero de repente siento que me sostiene el brazo. Lo miro y ahí esta esa extraña corriente que me recorre todo el cuerpo.
—¡Anastasia!—Dice mi nombre a modo de saludo.
¡Como quisiera abalanzarme encima de él!
—Christian ¿Qué estás haciendo aquí?— le pregunto y mientras veo una Katherine petrificada mirándome con odio.
¡Ahí tienes... zorra! Buenas, él se olvido de ti cuando me vió. Me rió para mis adentros y estoy de acuerdo con mi subconsciente
—¿Podemos hablar?—me pregunta nervioso.
—Christian, tu y yo no tenemos nada que hablar. Ya quedó todo muy claro entre nosotros dos— le respondo.
¿Por que me hace esto? Lo adoro y lo odio.
—No, Ana. No todo está dicho.— Me Responde impaciente.
Contemplo la sombra del vello asomando por su barbilla
—Señor Grey. Christian. Por favor, aléjese de mí— le digo por que lo deseo con locura. Y tenerlo tan cerca me hace querer abalanzarme encima de el, y besarlo.
—¿Te importaría decirme lo que pasa por tu mente?—me pregunta haciendo caso omiso a mis suplicas de que se aleje de mi.
—No, Christian. No te diré nada y mejor me voy. Quedé de salir con alguien.— le digo para provocarlo.
—Con el estúpido de mi hermano, ¿no es así?— me dice furioso.
¡Mierda! Sabe que saldré con Elliot, como me gustaría que fuera él con quien saldré más tarde.
—Eso no es asunto tuyo.— le digo para ver como reacciona.
—¿Quieres que toda tu escuela escuche nuestra discusión?—me dice.
¡Joder! Olvidé que estábamos fuera de la escuela y mis compañeros nos están observando. Con Christian a mi lado, se me olvida todo.
—Mejor me voy.— le digo pero él parece no escuchar y me agarra el brazo y no me suelta. —¡SUÉLTAME, CHRISTIAN!— le grito
—¡NO!— me dice en el mismo tono. Este hombre es desesperante. Lo odio.
¡MENTIRA! LO AMAS, ÉL TE VUELVE LOCA Y ESTAS DESESPERADA PARA QUE EL TE LLEVE A LA CAMA, grita mi subconsciente y lo peor es que tiene razón
—¡ESTAS SIENDO MUY INFANTIL!— le grito más fuerte.
Me mira fijamente. Nos miramos... y de repente se agacha, me coge por las piernas y me levanta. Y, sin darme cuenta, me carga sobre sus hombros.
Mierda ¿Puede haber algo más humillante?
—¡Bájame! —chillo. —¡BÁJAME, CHRISTIAN!— grito mientras mis compañeros me miran sorprendidos.
Phoebe pareciera burlarse de mi y Katherine me mira como si no lo pudiera creer seguro cuando me vuelva a ver terminaremos peleándonos. Christian me sujeta fuerte con un brazo alrededor de los muslos yo estoy furiosa, de repente me da una palmada en el trasero. Me sorprendió y a la vez me gusto. Yo hago lo mismo empiezo a pegarle en el culo a decir verdad me gusta tocarlo ahí pero me gustaría que estuviera desnudo.
—Anastasia, si sigues gritando y pegándome te bajo y te follo aquí en la calle— me advierte.
¿Qué voy a hacer? No creo que se atreva, aunque con Christian no se a que atenerme
— ¿Qué quieres decir? ¿No te atreverías? ¿Verdad?—Le pregunto atónita y sorprendida.
La verdad no sé que palabra usar para definir como me siento. Tengo rabia, estoy celosa por que estaba con la estúpida de Katherine y también estoy muy excitada.
—¿Quieres comprobarlo?—Me replica irritado.
Estoy furiosa, aunque no estoy del todo. Después de insistir que me baje, que caminare y prometerle que hablaremos él me baja y, antes de que se incorpore, salgo disparada hacia la calle pero no recorro mucho el me atrapa de nuevo y me vuelve a cargar
—Esta bien, hablaremos.— le digo para tranquilizarlo.
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