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Tristan: La tesis de Lou

Después de unas horas en la tina, Lina y yo nos acostamos exhaustos en la cama.

—Para ser dioses, si nos cansamos ¿verdad amor? —cuestiona Lina en mi pecho, yo me rio y ella atrae la gruesa sabana y nos cubre a ambos.

—Eres una mujer difícil de complacer, no importa si eres o no una diosa —digo abrazándola y ella hace una risita—. Eres maravillosa cariño.

—Lo sé, por eso te casaste conmigo —dice cariñosa. Ella me acaricia el pecho con cuidado—. Eres con un buen vino.

—¿Cómo así? —pregunto mirándola y ella sigue tocándome de forma seductora.

—Entre más pasan los años, más bueno te pones. —Ella se me monta encima y empieza a darme besitos en mi pecho, mientras que se restriega en mi pene.

—Me alegro saber que te gusto tanto como tus vinos —digo controlando mis ganas de no tomarla por no sé cuanta vez o arruinarlo con lo que le tengo que decir.

—No, me gustas más que mis reservas de licor —dice llegando a mi pene. Está bien, lo que le tengo que decir puede esperar.

Ella me lleva al paraíso con su boca, ella tiene el poder ahora y no pienso quitárselo por nada en el mundo. Flexiono mis piernas y ella me acaricia mis bolas mientras que me da la mejor felación que un hombre puede pedir. Carajo, esa mujer me tiene justo como quiere. Estiro mis manos para mantenerla en ese lugar, le retiro el cabello del rostro para que no se atragante. Lina da el golpe final y el orgasmo llega hasta tal punto que me quedo dormido.

Lo malo de vivir en un planeta es que la luz del sol penetra en tu habitación y así en tu cara. Abro lento los ojos y lo primero que noto es el mar de cabello rojizo en mi pecho. La abrazo y la volteo para que no le pegue el sol a su bello rostro, sólo yo puedo verla desnuda. Ella protesta, y se voltea poniendo su delicioso trasero con mi entrepierna.

—No voy a caer de nuevo —le digo apartando el cabello de su cara.

—Como digas amor —dice sin abrir los ojos. Le acaricio sus brazos hasta meter mi mano en su pecho y apretar un seno—. No sigas señor Godness si no quiere sufrir las consecuencias.

No presto atención a su amenaza y sigo amasando ese rico seno. Ella ronronea y se estira, me mira amenazadora, pero no le presto atención.

—Estás tentando a tu suerte —dice mirándome soñolienta.

—Lo sé —digo con mi mano en su seno—. Sé que es temprano, pero te quiero contar algo.

—Ni se te ocurra arruinar esto Tristan —me amenaza en serio—. Hoy es la presentación de tesis de Louisa y lo menos que quiero es arruinarlo con uno de mis cambios de humor. Ya me dices mañana.

—Está bien amor —digo y le beso en los labios.

Ambos salimos de la cama y nos arreglamos para asistir a la presentación de nuestra hija. Louisa se fue bien temprano para afinar los detalles. Lina y yo desayunamos en el comedor privado. La presencia de Alexander la pone tensa, no es para menos. Seraphine me advirtió de seguir con el tratado con ese hombre, pero una alianza con su gobierno es tan beneficioso que me ayudaría expandirme. No todo podía ser tan perfecto, y mantengo mi postura de mantener lejos a mis hijos de mis asuntos. Pero ¿qué hago si estos meten sus narices en mis conflictos? Ya el daño está hecho, Alexander se fijó en mi hija y Louisa no sé si le daría pie a esa relación.

Lina me saca de mis pensamientos al decirme que mis padres, mis hijos Lucian y Seraphine, mi hermana Luna y su hijo, y Demian con su familia están aquí. Saludo a todos y nos preparamos para irnos a la hacienda de la amiga de Louisa. Mis hijos, Lina y yo vamos en un carruaje.

—¿No se ha ido? —pregunta mi hija Seraphine seria. Niego con la cabeza—. ¿Ya la vio? —Asiento—. ¿Y bien?

—Que quiere nuestra bendición para cortejarla —respondo sin emoción.

—Agradezco no hablar de ese imbécil —interviene Lina molesta. Ella se trajo su bola anti estrés.

—¿De qué me perdí? —pregunta Lucian confundido.

—Pues déjame decirte que ya está en la hacienda con Lou y dispuesto de invertir la cantidad que sea con tal de que acepte salir con él —cuestiona mi hija molesta—. La cuestión es si ustedes aceptan o no esa relación.

—Dejemos para después esa conversación —digo para cambiar de tema y Lina me mira molesta.

—No voy a aceptar esa relación, no me importa si paga cien millones de coronas —exclama tajante mi esposa.

Nadie dice nada hasta llegar a la hacienda, nos bajamos todos y seguimos el camino de graba hasta llegar a unas gradas donde están algunos familiares de los compañeros de mi hija, el jurado y el mentado señor Crown. Lina aprieta esa cosa y yo le tomo de la mano. Mi familia se ubica en la quinta grada, se ve aún mejor la vista de la pista, la cual está en perfectas condiciones. Lina se sienta a mi lado derecho y mi padre pide sentarse a mí lado y mi madre al lado de mi padre.

—Quiero que me digas quien es ese tipo y por qué busca estar con Louisa cuanto antes —exclama mi padre molesto, pero en voz baja. Lina vuelve a apretar esa cosa. Procedo a contarle todo desde mi mente y él escucha serio—. ¿Mi padre aprobó esto?

—Muy a mi pesar —responde Lina guardando lo que quedó de la bola en su bolso—. ¿Usted puede persuadir para que no suceda?

—Por lo que me dice, el plan de mi padre empezó hace mucho. No se puede detener por mucho que ustedes intervengan —dice mi padre analizando la pista y el invento de Louisa abajo—. Lo que pueden hacer es vigilar el proceso y mantener a Louisa a salvo. Ese hombre quiere casarse con Lou, y en su mente no hay nada que no haría para que eso suceda.

—¿Y Lou? ¿ella no puede atrasar esto? —cuestiono preocupado—. No quiero que mi hija salga lastimada.

—Lou le llama la atención, pero no busca nada serio por los momentos lo cual es normal para alguien de su edad —responde mi padre más aliviado—. Sólo digo que ustedes controlen a esos dos, mas no pueden pararlo. Además, estar con alguien mayor no es tan malo, miren a Aryana y a mí. —Lina y yo lo miramos fulminantes—. Me ofenden.

—Sí papá, ustedes dos son un buen ejemplo —digo sarcástico.

—¿Puedes creerlo mujer? Nuestro hijo dice que no somos un buen ejemplo —exclama mi padre y mi madre lo mira ácida—. Saben qué, frenen el cortejo por un tiempo, pero tienen que estar conscientes que ellos terminarán juntos quieran o no.

—Gracias señor Cosmo. Tristan y yo nos encargaremos —dice Lina con una sonrisa educada.

Mi padre cambia de tema sobre mi vida de conquistador. Dice que se siente orgulloso por todo lo que he conseguido y mi madre solo asiente. Lina habla con Luna y Demian, él está interesado en el invento de mi hija.

—Me gustaría invertir, se ve bastante prometedor —dice Demian viendo las últimas pruebas del artefacto antes que mi hija y sus compañeros se pongan a correr en la pista.

—Ya Tristan y yo empezamos la financiación, si quieres invertir eres bienvenido, pero con bajo nivel de acciones —interviene Lina. Alzo una ceja confundido, se supone que somos ella y yo. Que no quería que nadie más se involucrara.

—¿De cuánto estamos hablando? —cuestiona Demian cargando a su segundo hijo.

—¿Te parece si lo hablamos luego y así te muestro tu participación? —le propone mi esposa y él asiente.

Le toma la mano a Lina y ella me la aprieta levemente. Necesito más información, pero eso será luego. Ahora sólo importa Louisa, ella empieza la demostración con sus compañeros. El invento avanza como lo había planteado, sólo motor e ingenio, nada de magia o algún animal que arrastre el auto. Dan como unas diez vueltas en una velocidad lenta, para pasar a una velocidad mayor por otras diez vueltas. Cada diez vueltas aumentan aún más la velocidad hasta que llegan a un punto que se difumina la silueta de los autos. Louisa no mentía cuando dijo que estaría dando como unas trescientas vueltas.

Un chico que sostiene unas banderas, saca una bandera de color blanca con el número cien. Con eso, los autos hacen una maniobra peligrosa y se giran para que los conductores manejen de al revés. De esa forma, bajan la velocidad y se mantienen lejos unos del otro. De igual forma, las acrobacias no dejan de impresionar. Mi hija es una mujer brillante, sé que la creación de este invento les corresponde a otras personas, pero ella también puso su corazón y mente en esto. Y con el apoyo necesario podrá sacar su invento adelante.

Creo que el hecho de ser un dios me salva de que no me dé un infarto al ver como Louisa empieza a derrapar por el camino de tierra. Las primeras pruebas son un éxito, los vehículos completaron las pruebas que fueron sometidos. Luego le siguen los camiones de cargas de quinientos kilos, los vehículos más livianos con cargas de máximo doscientos kilos y, por último, los que están diseñados para altas velocidades, pero con una carga menor que algunas valijas. Todos pasan las pruebas. Pero el último modelo se somete a una carrera para mostrar la velocidad en términos de persecución.

Louisa acelera sin piedad y maneja como si ella fuera indestructible. Tengo el corazón en la boca y cuando por fin termina la demostración, siento que el órgano vuelve a su lugar. Los tres se bajan de los autos y el jurado examinan los autos. El equipo de Louisa explican cada auto, sus partes y sus funciones. El Jurado observa todo con una amplia sonrisa, por supuesto que están felices. Lo que hicieron esos chicos es revolucionario, vehículos capaces de conducirse sin necesidad de animales que los arrastren.

—Me tienes adentro Lina —dice Demian emocionado.

La familia espera a que los jueces les den la máxima nota a los chicos y bajamos para felicitarlos con el resto de los otros familiares de los compañeros de mi hija. Lina y yo llegamos hasta Lou y la abrazamos con fuerza

—Estoy muy orgulloso de ti, mi amor —le digo en el oído—. Estás destinada a crear cosas maravillosas, quiero que lo sepas y que tendrás un futuro prometedor.

—Gracias papá —dice soltándose y con lágrimas en los ojos—. Significa mucho.

—Tu papá y yo te apoyaremos en todo lo que necesites, todo está cubierto —le dice mi esposa a Lou y eso hace que ella empiece a llorar. El resto de la familia la felicitan enérgicos. Me alejo un poco para hablar con la señorita Samanta. Lina me ve y asiente.

—Muchas felicidades por lo que crearon, estoy impresionado por lo que hicieron hoy —digo honesto a la chica y ella asiente súper feliz—. Como se lo dije a mi hija, usted está adentro con ella en esto. Y mi esposa y yo estamos complacidos en invertir en sus inventos. Espero que pueda aceptar mi propuesta.

—Eh... yo... gracias. Muchas gracias —la chica exclama extasiada y me abraza fuerte.

—De nada, considero que al igual que mi hija, ustedes dos tienen mucho potencial que hay que alentar e invertir —digo dándoles unas palmadas y ella de inmediato me suelta apenada—. ¿Te parece que hablemos mañana por la tarde? Así puedo preparar una propuesta para ti y tú pensar en lo que quieres conseguir con tus inventos.

—Eh, si claro. Mañana será —dice con una gran sonrisa—. ¿En su palacio?

—Sí, estarán algunos miembros de mi familia y mis consejeros. Todos los involucrados que estuvieron en la creación del invento, también están invitados —digo amable.

—Sí, señor. Todos estaremos allí —dice feliz—. Y perdóneme por el abrazo, no estuvo bien.

—Está bien, hasta mañana —digo alejándome y ella va con su familia dando salticos.

Regreso con Louisa que está siendo abordada por Demian y Luna. Lina se mantiene a su lado y Lucian abraza a su hermana menor por la espalda. Las familias de los muchachos nos hablan del baile que realizarán en honor a los jóvenes por su logro. Dicho baile se hará al finalizar el acto de graduación que será dentro de dos meses.

Los jóvenes nos conducen hasta la hacienda donde se celebra un banquete. Louisa nos conduce a una sección del salón donde una amplia mesa adornada de forma bonita y rustica. Percibo que el señor Crown llama a mi hija y ella va con él a una esquina. Amplifico el oído para escuchar lo que dicen.

—Ya me tengo que ir a mi planeta. Ya me despedí de su padre y quería hacerlo con usted y felicitarla por el gran invento. Veo mucho potencial en usted —le dice amable.

—Muchas gracias por venir señor Crown, espero verlo en el baile de graduación si no hay problema —dice mi hija encantadora.

—Por supuesto que lo haré, cualquier oportunidad para verla es oro para mí —dice en un tono seductor. Maldito hijo de puta, das un paso más y eres hombre muerto—. Fue un placer conocerla princesa, espero que llegue el momento para bailar con usted.

Mi hija sonríe y el señor Crown se va. Lou regresa con nosotros, intento que vuelva la alegría y el orgullo. Lina la recibe con los brazos abiertos y me mira conciliadora. Por supuesto que no haré un escándalo, no soy ese tipo de hombre.

La familia y yo pasamos una tarde agradable, convivimos con las otras familias y los jurados por igual. Son personas agradables y amables. Louisa está que no aguanta la felicidad, eso es en lo que me enfoco. La felicidad de mis hijos, su progreso y desarrollo es lo que importa y ningún idiota va a arruinar eso.

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