Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sol: La bola

    Cargo una caja de hielo con un regalo que me había entregado Luna la última vez que nos vimos. Ella dijo que, si Marcus se encontraba en una pésima situación, que le entregara la bola que está adentro, que lo ayudaría a lidiar con casi cualquier cosa. Mi hijo se encerró en su habitación desde la ejecución de Rebeca ya hace una semana. Se niega a salir o probar bocado, solo algunas migajas, pero casi ha estado con vida gracias al alcohol que roba de las bodegas del palacio.

Entro en su habitación y sale una botella directa hacia mi dirección, pero tengo los reflejos tan activos, que la esquivo sin mucho esfuerzo.

—Lanzar botellas a las personas es peligroso, puedes matar a alguien —le digo a Marcus que se encuentra sentado en el suelo rodeado con docenas de botellas de vino, whisky y creo que sangría.

—Lo dice el hombre que le prende fuego a la gente —dice mirándome molesto—. Pero supongo que no puedo ir en contra de las reglas de dios.

—Solo vine a dejarte esto. —Dejo la caja en una mesita—. Tu madre me dijo que te diera esto si te encontrabas mal.

—Qué lindo gesto, por favor mándale mis agradecimientos —dice sarcástico. Niego con la cabeza y tomo una botella y se la lanzo. La botella le alcanza por poco la cabeza—. ¡¿Te has vuelto loco?!

—Cuando dije que nadie puede hablar mal de tu madre, me refería a TODOS, incluyéndote —le digo acercándome hacia a él y él retrocede—. Dime otra vez algún insulto y te juro que esta vez no fallaré.

—No diré nada, pero no quiero nada de ella —dice levantándose torpemente.

—¿No quieres nada de la mujer que te dio la vida? —digo casi pegado a él. El mal olor de alcohol, sudor y creo que vomito me pega horrible en la nariz. Pero me da igual—. Tienes su sangre, sus huesos, existes por ella ¿y me dices que no quieres nada de ella?

—¡Nos dejó! ¡Se largó! ¡No le importamos en lo más mínimo! —exclama furioso—. ¡Ella prefirió su reino por encima de su familia!

—Ella escogió a su familia, solo que tú estás tan inmerso en tu resentimiento hacia tu madre, que no lo ves. Tu madre pelea para estar todos juntos ¿y qué hacen tu hermana y tú? huyen y la desprecian en cada reunión —Él intenta interrumpirme, pero lo miro de tal forma que se calla—. Tu madre te adora, adora a cada uno de sus hijos. Y no es excusa el tema de la muralla que nos separa, porque desde hace bastante tiempo que la evitan. Cuando teníamos los acuerdos de visitas mensuales, los tres se venían conmigo sin chistar, dejando a su madre sola...

—Este es su hogar...

—¡No lo es! Solaria nunca fue el hogar de tu madre, su hogar somos nosotros, tus hermanas, la familia es su hogar. Un lugar, un palacio no lo es —exclamo agitado—. ¿Qué tenemos que hacer tu madre y yo para que lo entiendas?

Él intenta decir algo, pero sus lágrimas le ganan y empieza a llorar. No me importa el mal olor de mi hijo y lo atraigo a mis brazos. Él se desahoga en mis hombros mientras que le sostengo la cabeza con mi mano izquierda en su cabellera rubia y mi mano derecha en su espalda.

—Papá está aquí para ti y lo sabes —le digo en su oído—. Todo lo que hago es para que estés a salvo, todo lo hago porque te amo.

—No... tenías que... quemarla —gimotea y lo aparto para verlo—. Quería que me dijera la verdad.

—La verdad es que no vas a obtener más amor que el de tu familia, ese es único amor verdadero que vas a recibir. Porque los que dicen ser tus amigos, solo buscan beneficiarse de ti y de mí. Las mujeres con las que te acuestas solo les interesa tu dinero y tu título. —Le sostengo fuerte las mejillas—. Algún día vas a encontrar a la mujer de tu vida, la que te eleva, la que busca tu felicidad y que respete tu familia y lo que eres. Pero de resto no necesitas estar con ella para ser feliz, necesitas enfocarte en ti y en esta familia. ¿De acuerdo?

Él asiente y se limpia con la manga de su camisa el rostro.

—Hijo, te adoro con cada fibra de mi ser, pero por mi madre, báñate ¿quieres? —le digo y él asiente enérgico. Camina torpe hacia el cuarto de baño y se encierra, examino a detalle la habitación de Marcus y de verdad esto es un chiquero. Botellas por doquier, platos de comida sin terminar y el cesto de basura lleno de vómitos. Llamo a los guardias y les ordeno que traigan el personal de limpieza.

Me siento en el sofá a la espera que mi hijo salga y vengan las mucamas. Las segundas llegan en menos de tres minutos, un grupo de tres mujeres se encarga de dejar este lugar impecable y oliendo a lavanda y no a vino con queso podrido. Mi hijo sale en toallas y sus ayudantes lo visten con ropas sencillas. Las mucamas terminan y todos salen de la habitación.

—Mejor —digo complacido y él solo hace una mueca—. Vamos a seguir conversando, dijiste que Rebeca no te dijo la verdad.

—Ni siquiera Daniela o todo lo que dijo era cierto —dice sentándose a mi lado—. Ella tenía un abogado que...

—Eran pareja y también lo ejecuté —respondo y él no dice nada—. Le pedí a tu tío que investigara su pasado. Los hombres que se presentaron hace días, no son ni la mitad de las personas estafadas por esa mujer y su cómplice.

—Y yo caí como imbécil —dice con el ceño fruncido.

—Pues sí —respondo asintiendo, él me mira mal—. Hijo, las cosas como son. Cometiste errores y ahora te tienes que enfrentar a ellos. —Él se descompone y yo pongo la mano en su hombro—. Pero no significa que los enfrentes solo, me tienes para apoyarte en todo lo que considero que es bueno para ti.

—Ya no es "en todo lo que hagas" —dice mirando la caja de Luna.

—No, va a ver cosas que no estaré de acuerdo y te las haré saber de inmediato —digo honesto.

—Que consuelo —exclama derrotado—. ¿Y qué haré ahora? Prácticamente seré la burla del reino por dejarse embaucar de la forma más absurda.

—Ellos no les interesas, tú puedes hacer lo mismo. Los comentarios duelen, pero solo son relevantes cuando vienen de las personas correctas —digo levantándome y voy por la caja de mi esposa—. Tu madre desde que llego a Solaria, recibía insultos desde todos lados. Le decían una cantidad obscena de injurias que cada día iban afectando más y más su personalidad. Incluso llegó a estar ebria de vez en cuando.

—Ella no se emborracha —dice Marcus extrañado.

—No lo veías, pero yo sí. Odiaba con cada fibra de su ser este lugar. —Tomo la caja y la llevo a la cama—. Tu madre aguantaba por nosotros, pero en el fondo quería decapitar a todo ser que la insultara. No lo hizo porque no la dejé.

—Mi tío una vez me mostró carpetas llenas con todos los nombres de los que insultaba a mamá —dice tomándose sus manos—. No quiero odiar a todos a mi alrededor, en cierto punto quiero confiar en alguien de aquí.

—No puedes confiar en nadie de aquí que no tenga tu sangre —le digo entregándole la caja—. Tu familia tiene el poder del universo, en tu sangre corre parte del poder mismo del universo. Y cruzar nuestro linaje es crucial para que sigamos teniendo todo lo que poseemos y hagamos lo que queramos. Es por eso que las mujeres con las que te acuestas no pueden quedar bajo ningún concepto embarazadas de ti.

—Me cuido papá, no soy tan idiota —masculla observando la caja de hierro—. Solo quiero saber para qué sirvo dentro de esta familia. Flora me cuenta que su señor las prepara desde niñas para ser diosas ¿y yo? ¿me quedaré como un simple príncipe?

—Lo de simple lo defines tú. Tu tía Estrella ni siquiera es princesa, pero ha hecho tantas cosas impresionantes —digo volviendo a sentarme—. Hay muchas formas de servir a esta familia, desde ser un dios, hasta un empresario. O un fiscal. —Se le ilumina el rostro, pero niego con la cabeza—. Sé que existe el nepotismo, pero tampoco lo voy a implementar tan descaradamente.

—Es complicado poder igualar lo que ustedes hacen, no quiero quedarme atrás. Quiero ser alguien importante sin tener que decir que soy tu hijo. Quiero brillar por mí mismo.

—Trabajar por lo que uno quiere y encima beneficiar a tu familia, son las mejores cosas que puedes hacer —digo amable—. Tienes una larga vida por delante Marcus, una vida donde harás grandes cosas. Pero por los momentos enfócate en crecer como persona y trabajar por lo que deseas, que cuando llegue el momento de que te toque pedir un trabajo, no vean solo a mi hijo. Sino a un gran hombre trabajador, que resuelve cualquier conflicto que tenga por delante y que tiene la suficiente humildad de reconocer cuando falla y aprender de ellas.

—Sí padre. —Él toma la caja de mis manos—. Ya abramos esta cosa, me estresa que la tengas y no la abras.

Levanta la tapa y saca una bola de hielo con un soporte para sostenerla.

—¿Una roca fría? —comenta consternado. Veo la caja y hay una nota.

—"Pon tu mano extendida en la parte superior de la bola" —digo y hago lo que dice la nota. La bola se pone azul y hacia el frente lanza una luz blanca hasta que esta toma forma de Luna.

—¿Está grabando esta cosa? —dice mi esposa tocando algo en la nada.

—Sí su alteza —dice una chica a su lado señalándonos—. Puede decir todo lo quiera y cuando termine, nos avisa.

—Está bien, Aurora. Muchas gracias —dice sonriente y la chica sale fuera de la vista—. Hola, mi amor ¿cómo estás? Si te preguntas qué es esto, es un mensaje grabado y guardado en la bola que estás sosteniendo. Esa bola pueda guardar toda la información que quieras, así como este mensaje que estoy grabando. —Ella luce tan hermosa como siempre, tiene su cabellera suelta y ondulada. Un vestido sencillo azul con mangas largas y unas botas peludas grises—. Marcus, sé que no has querido hablar conmigo de tus asuntos por mucho tiempo y si soy honesta me entristece que ya no seamos unidos como cuando eras un niño. Entiendo que los hijos a una edad determinada toman su camino lejos de sus padres. Pero quiero que sepas que las puertas de mi casa y mi corazón siempre estarán abiertas para ti si un día quisieras venir. —Ella se junta las manos y traga fuerte—. Pero me imagino que todavía no es el momento, y como no puedo estar allí para darte un abrazo o validar tus emociones como quieres. Es por eso que he preparado esto para ti. —Una mano le entrega una bola exacta a como la que carga Marcus—. Esta bola, o bueno, la que tienes en las manos. Esta es solo de ejemplo. Está repleta de canciones de múltiples artistas que te pueden ayudar. ¿Pasas una decepción amorosa? Hay muchas canciones que hablan de eso. Cualquier situación, hay una canción para ti...

Detrás de Luna aparece Dorian haciendo caras graciosas, Luna se percata y lo toma en brazos.

—¿Quieres decir algo a tu padre y hermano? —le pregunta Luna a Dorian y él se esconde en el hueco del cuello de Luna y ella le soba la espalda con una sonrisa—. Papá te ama ¿lo sabes hijo mío?

—Quiero jugar mami, vamos a jugar. —Dorian le empieza a tomar del pelo a Luna—. Vamos mami.

—Suéltame o no jugamos —le dice firme, él la suelta nervioso y se vuelve a esconder—. Bueno como decía, la bola puede detectar tus emociones en el momento que pones la mano encima de ella. Puedes configurar la bola para que te presente las canciones de forma aleatoria, con esto puedes escuchar una canción de un artista, pero la siguiente no será del mismo. Pero si configuras la bola para que te presente las eras de cada artista, escucharás un aproximado de quince canciones que te contará una historia en concreto. Un ejemplo, ven Aurora. —La chica que había ayudado a Luna en un inicio empieza a explicar en qué consiste un "era musical"—. Nuestra música, como la de varios artistas de mi generación nos enfocamos más en crear canciones que conecten con la audiencia. Creamos canciones que nos ayuda a liberar muchísimas emociones y también nuestros oyentes se pueden identificar con las mismas. También como artistas nos gusta concientizar sobre muchísimos temas y el arte nos permite transmitir nuestras posturas en ciertos temas. Nuestra música habla desde el sentimiento de no servir para lo que venimos al mundo, hasta pelear por los derechos sociales.

Luna asiente, mientras que duerme a Dorian.

—La bola que tiene en sus manos tiene todas nuestras cinco eras. Más las eras de diez artistas más. —La mujer empieza a explicar cómo podemos escuchar las eras de cada artista. La bola que usan de ejemplo lanza un cuadrado donde están los títulos de las canciones, con una pintura con el nombre del artista y de sus canciones. Nos enseña a pasar, pausar y retroceder por si nos gusta algo. También en crear listas de reproducción.

—Esto solo se ha hecho con cinco bolas, sería de mucho agradecer en no venderla. También en no dejarla caer o mojarla, ya que lo dañaría —explica la mujer—. Creo que ya debe ir cortando el mensaje, mi señora. La bola no tiene tanto espacio para un mensaje tan largo.

—Oh, qué mal —exclama Luna desanimada—. Bueno, en ese caso. Marcus, Sol, Flora y Fauna. Si ven esto, quiero que sepan que los amo y los adoro como no tienen una idea. Espero poder estar con ustedes lo más pronto que los dioses lo permitan... Dorian, les manda saludos desde sus sueños.

Luna agita la mano y la transmisión se corta.

—¿Entendiste algo? —pregunta Marcus observando la bola en sus manos.

—Para nada, sólo veía a tu madre y a Dorian.

Volvemos a repetir el mensaje de Luna, Marcus y yo nos acostamos en el piso mientras que las canciones suenan. Marcus se levanta en un determinado momento y trae una caja de pañuelos, le agradezco y me sueno la nariz. Muchas canciones me hacen reflexionar sobre mi vida, relación con mis padres, hijos y esposa (en el buen sentido). Marcus se lo toma aún más personal con las canciones de despecho, él me pide que lo deje solo después de un rato.

Empiezo a trabajar en la adquisición de bienes de la familia Casa Blanca, el corazón de mi hijo quedó destrozado y, por ende, yo les destrozaré sus vidas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro