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Dicen que todos tienen una historia que contar, aunque sea una historia triste

Hay una parte de mi trabajo que no es muy fácil de entender.

No es algo que todos los escoltas de almas deben de hacer. Pienso que tal vez es por el hecho de que voy muchos años que el consejo me escogió.

Cuando me lo dijeron no hice muchas más preguntas y solo seguí las reglas, pero este último tiempo me pregunto si tienen algún sentido cuidar estas cartas por años.

Miro las cartas que están apiladas sobre la mesa, las empiezo a separar fijando me en las fechas y luego leo cada uno de los nombres, mientras consigo unirlas con el casillero que les corresponde. Las voy colocando en su lugar, cuando suena una notificación en mi celular. Es Hoon diciendo me habrás una reunión para los escoltas después de las 5 pm.

Guardo el teléfono y termino de colocar las tres últimas cartas cuando me doy cuenta que hay una más que acaba de llegar, la miro y me llama la atención que haya aparecido a último momento. La giró por el otro lado y veo una fecha escrita en el reverso.

29 de noviembre del 2016.

Recuerdo esa fecha. Recogí el alma de dos personas ese día, pero solo una puede arrepentirse de la elección que hizo ese día. Por eso se le permitió escribir esa carta.

La fecha de entrega de esa carta es en tres años y en este mismo día se cumple la fecha.

Vuelvo a inspeccionar la carta y cuando la volteo aparece inscrita la dirección

cheonan chungcheongnam-do 1756

Después de leer la fecha de entrega, las letras han desaparecido, entonces la guardo en el bolsillo del abrigo y chasqueo los dedos.

Al instante aparezco cerca de una parada de autobús. Compruebo y falta cerca de media hora para la reunión.

Voy caminando hacia la casa en lugar de aparecer. Ya que soy visible como un humano en ese momento avanzo por el lugar. Se siente un poco raro reconocer las miradas de las personas, pero para esta tarea de entregar las cartas, es una regla.

Una vez, recuerdo que tuve que hacer creer que era parte del servicio de correo mientras que en otra tuve que hacerme pasar por un vecino que había recibido el correo equivocado. Y espero que en esta situación no se vaya a dificultar la entrega.

Cruzo la calle y me parece que es la hora de la salida del colegio, porque veo a varios escolares, incluido los del preescolar que caminan de la mano de sus madres.

Veo a un grupo de estudiantes de secundaria pasar conversando animadamente, mientras que uno de los chicos se acerca corriendo y se les une.

Sigo mi camino y noto que algunas de las chicas voltean a verme

Ohh mira que guapo

Y es muy alto...

Parece un modelo

Escucho a mis espaldas y en ese momento avanzo más rápido. No me gusta en lo absoluto llamar la atención de los humanos y me retiro del lugar mientras aún me llega el eco de las voces de esas personas.

Llego a una calle que se divide en dos, a uno de los extremos se ve un árbol y en el otro un poste de luz, marcando la pequeña calle que se erige, colindando con una hilera de casas que están en lo que parece una pequeña subida.

Veo los números de las casas a medida que avanzo.

1657

Tiene escrita una de tejado rojo y en la siguiente, del lado izquierdo una dice

1700

Sigo recto en esa dirección y veo que me acerco cada vez más.

1751

Y continuo

1753

Y me llega el sonido de unos gritos.

—¡ES TU CULPA QUE TU PADRE HAYA MUERTO!

—Madre has bebido demasiado...

Y se escucha el sonido de un jarrón quebrándose.

—¡TODO ES TU CULPA!

—¡TIENES LA CULPA DE QUE VIVA DE ESTA FORMA TAN MISERABLE!

—MADRE CALMATE— te puedes lastimar

—¡DEJAME!

1756

Se puede leer en el rectángulo de arriba de la puerta y es de ahí también que provienen todos esos gritos.

—¡Mamá por favor!

—¡YA NO QUIERO VERTE! —¡¡VETE!!!

Y se oye el sonido de la puerta abriendo se, mientras que una mujer sacaba a empujones a una chica de unos dieciséis años. Me hice a un lado, escondiéndome detrás de una de casa de al lado y vi como la mujer la empujaba al suelo.

—Mamá... —suplicaba la muchacha

—¡NO ME DIGAS ASÍ!

—DESPUÉS DE ESE DÍA —¡NUNCA TE HE PODIDO QUERER COMO MI HIJA!

—¡TE DETESTO !— le dijo mirando la por última vez y cerrando la puerta.

La muchacha seguía sobre el suelo, llorando mientras veía la puerta cerrada de su casa. Era una chica joven y tenía el mismo uniforme de los estudiantes que había visto hace un rato.

Veía como la chica intentaba recoger sus cosas del suelo, metiéndolas como podía en su mochila.

Uno de sus cuadernos había salido volando hacia el costado izquierdo un poco más alejado del resto de sus cosas y me acerque a recogerlo.

En ese instante aproveche para guardar la carta rápidamente, entre una de sus hojas y me acerque a entregarse lo.

Ella me miro al instante

—Gracias —dijo inclinando la cabeza

Y cuando mire las demás cosas regadas por el suelo me incline para intentar ayudar, pero ella volvió a hablar.

—No es necesario— musito guardando uno de sus libros.

Y volvió a agachar la cabeza.

Asentí y me di la vuelta. Al final de alguna forma ya había entregado esa carta y no tenía por qué seguir ahí.

Me giré para verla y ya había terminado de recoger sus cosas y estaba tocando la puerta de la casa de la que había sido echada.

Y me encontré pensando que al final los seres humanos se aferraban demasiado a otras personas. A pesar de que al final terminaban solos con su dolor.

.

.

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.

Me toma un momento reaccionar y salir de mi enojo. Y corro detrás de Ji Eun.

Ya ha entrada a la sala de transición cuando veo que está caminando por el pasillo hacia las tres puertas.

No puede irse ... pienso

No todavía.

Pero en ese momento la veo girar el pomo de la puerta izquierda. Da un paso adelante cuando logro tomar su otra mano, pero ya es tarde.

Y nos hemos adentrado a través de la puerta.

Se siente como si diéramos un paso al vacío y cuando caemos estamos sobre el pavimento. Parece que hemos aparecido cerca de una avenida, a nuestro costado hay unos árboles que parecen habernos cubierto cuando aparecimos de la nada. La gente parece avanzar como si no hubiera ningún cambio en su entorno y notó un aire frío atravesándome.

Siento que ella me suelta la mano y me mira extrañada.

—¿Qué hace aquí?

—¿Por qué me siguió? —pregunta

—Ji Eun— hay algo que debía decirte.

—Recuerdas la anterior vez que ibas a elegir una de las puertas y te detuve...— comienzo diciendo, cuando veo que un rostro conocido pasa caminando.

Me distraigo un momento mirando a esta persona, creyendo tal vez que he cometido algún error. Y veo que Ji Eun se gira a ver también.

Estoy concentrado en esa persona y luego parece que viajo a ese día hace años en que la vi y se quién es. Es su madre.

La madre que creyó muerta cuando tenía solo once años.

Está ahí caminando mientras sostiene la mano de un niño pequeño. Y me doy cuenta en ese momento en cuál de las puertas hemos ido a parar.

A dónde nunca deberías ir.

Estamos aquí, pero no sé por cuánto tiempo más sea. Y tampoco si es que Ji Eun no se arrepentirá de haber hecho esta elección.

.

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Nota:

¡Hay nuevo capítulo! 

Siento que ya estamos adentrando nos más en el drama y desde aquí creo que se vienen unos giros en la historia.

Bueno espero les haya agradado la historia!

Y decirles también que van a haber actualizaciones diarias!

¡Muchas gracias por leer! Los quiero

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