8
Dicen que la vida es inesperada, porque de un momento a otro todo puede cambiar
Habían sido unos días difíciles.
Estaba aprendiendo a vivir sola, hacerme cargo de la casa, comprar la comida, mantener limpio el lugar a demás de la escuela y el trabajo medio tiempo en la tienda de conveniencia.
No tenía la edad de un adulto pero ya tenía que convivir con todas estas responsabilidades y parecía que mi energía se estaba agotando estos días.
Mientras desayunaba, sin darme cuenta me encontré mirando el asiento vacío en la mesa, el lugar donde se solía sentarse la abuela. Y me encontré pensando que aunque ella ya no estuviera debía cumplir lo que le había prometido.
Comí el último bocado de arroz de mi plato y luego me fui a lavar los platos. Cuando los deje secando, fui por mi mochila y salí.
Los últimos días iba caminando hacia la escuela, para tratar de ahorrar un poco de dinero. Cuando llegué a la parada de autobus, el semáforo estaba en rojo.
Esperé un momento a que cambiará, cuando el bus abrió su puerta, ví a algunos estudiantes con mi mismo uniforme y también estaba Tae Yoon, que me miraba como si esperaba a que subiese también.
—Puedes subir primero — me indico.
—Esperaré el siguiente bus— le dije.
—Oh—respondió encaminandose al bus y pasando su tarjeta.
Voltee la mirada hacia el cruce de la calle y el bus avanzo. Cuando pasaron unos segundos más el semáforo cambio a verde. Y me fui caminando.
Llegué con el tiempo justo, antes de que sonará la campana. Y cuando entré al salón vi a Tae Yoon sentado abriendo su cuaderno y cruzamos miradas.
Me apresuré a mi asiento y la profesora comenzó con la lección de ese día. Estaba tomando apuntes de lo que decía, debía estar atenta a su explicación ya que faltaba muy poco para terminar la escuela y sabía que después no me podría pagar una academia por lo que debía aprovechar al máximo las clases.
Mientras le daba la vuelta a la hoja de mi cuaderno, mi vista reparo en la ventana que daba hacia el patio y me di cuenta que pequeñas gotas de lluvia estaban comenzando a caer a través del cristal.
Me dije que tal vez se detendría al paso de unas horas, pero cuando terminaron las clases ya estaba lloviendo y recordé que había olvidado traer el paraguas.
Vi como mis demás compañeros se detenían en la entrada y abrían sus paraguas.
Extendí la mano y cayeron unas gotas empapando me.
—Esta lloviendo mucho—escuché decir alguien detrás mío y me voltee al instante.
Era Tae Yoon había aparecido sin hacer ruido y sostenía un paraguas celeste. Me estaba mirando e hizo un movimiento acercando el paraguas y lo coloco en mi mano.
—Toma esto— me dijo mientras esbozaba una sonrisa.
—Eh—pero..
Y le vi caminar hacia adelante sosteniendo su mochila sobre su cabeza mientras le caía la lluvia.
Me tomo un momento ir detrás de él, caminaba rápido y cuando lo alcancé lo miré confundida.
—¿Por que te fuiste así?—le pregunté.
—Funcionó— dijo con su sonrisa .
—¿Qué?
—Sabía que si te decía para compartir el paraguas te sentirías incomoda.. —y aunque lo necesitarás dirías que no.
— Así que pensé que ir bajo la lluvia serviría— dijo tomando el asa del paraguas.
—Ahora si podemos ir juntos sin que te sientas de esa forma—dijo intentando esbozar una sonrisa
—Tae Yoon.. lo de la mañana.. —comencé diciendo.
—Pensé que me estabas evitando a proposito — dijo un poco triste
— No fue por ti que no subí—le dije. Pero no pude explicarle el porque, no quería que sintiera lastima por mí, por la situación que estaba viviendo.
Y seguimos avanzando juntos, mientras sentía que había un silencio que se había instaurado entre nosotros.
Y de pronto me encontré observando lo, su cabello aún se veía algo mojado por la lluvia y caía encima de su rostro cubriendo le un poco la frente. Sus cejas estaban curvadas ligeramente y sus ojos se veían de un color marrón y parecían tener un brillo.
Creo que debí mirarlo fijamente que se giro a verme. Y al instante aparte la vista.
—Ji Eun—dijo.
—Eh?
—¿Puedo preguntarte algo?
Asentí.
—Dime —¿podrías recordar a alguien que solo viste una vez hace muchos años?— pregunto deteniendo se.
No sabía que responder en ese momento, solo me quedé en silencio y él continuó.
—Y si esta persona...te habría ayudado en el momento más difícil de tu vida.. la dejarías sufrir sola cuando esta pasando por lo mismo?— dijo mirando me directo a los ojos.
—No— le respondí sin dudar.
—Para mí tu eres esa persona—me respondió mirando me.
—Algunas veces tenemos que soportar la lluvia para poder ver el arcoíris— me dijo.
—¿Lo recuerdas?—
Y ahí lo entendí todo.
En ese momento lo sabía. Sin tener que responderle. Sabía que no volvería a estar sola de nuevo, mientras él estuviera a mi lado.
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Estoy bebiendo un sorbo del te mientras miro las enormes paredes de la sala de transición.
El lugar parece menos ruidoso y calmado a diferencia de la vez que llegue por primera vez.
En ese momento no son visibles ninguna de las dos escaleras, y comienzo a pensar que tal vez solo son visibles cuando hay una persona que esta destinada a una de ellas. Y miro al final del pasillo y veo que por el contrario aún se mantienen las tres puertas en el mismo sitio que las vi el día anterior.
Las miro y se que al final tendré que decidirme por una de ellas, pero en ese momento debo esperar a que regrese el escolta de almas. Por lo que sigo su consejo y cuando termino de tomar el té me dirijo al gran estante de libros que esta en la sala.
Miro entre varios títulos, veo uno de Kim Chae Won, es Espejismos de otoño, tiene la tapa de color amarillo pálido y se ve algo gastado, como si hubiese sido leído varias veces.
Al su lado esta Nuestros tiempos felices de Gong Ji Young, seguido de Todas las cosas de nuestra vida de Hwang Sok Yong, que tiene una portada colorida, como si alguien hubiese pegado muchas envolturas juntas, en una especie de collage.
Y en el siguiente nivel me encuentro con varios libros del mismo autor, Byung Chul Han, lleva escrito en varios de ellos y me doy cuenta que he visto ese libro antes, leo el título Las caras de la muerte dice. Y lo saco de su lugar.
En ese momento escucho un ruido y acto seguido noto que el suelo bajo mis pies se mueve, me apoyo en el librero para no caerme y siento que empieza a girar. Cuando termina veo que estoy en otro espacio. El piso esta firme de nuevo y delante mío, se ve una pequeña estancia.
Al frente hay unos muebles color gris y una mesa pequeña en el centro, las paredes son blancas y hacen que el lugar se vea más luminoso. Avanzo y dejo el libro sobre una de las mesas, recorro el lugar y veo que al lado izquierdo hay una cocina moderna, vuelvo la vista hacia la sala y veo que las cortinas ondean, haciendo que entre una corriente de aire. Me acerco, el lugar parece tan lleno de luz y parece que no contrasta en nada con la sala de transición.
Abro el ventanal y veo lo que parece ser una terraza con una vista enorme a la ciudad. El cielo se ve despejado y claro, parece un día precioso. Miro los edificios a lo lejos y me doy cuenta que debo estar en un piso muy alto. Giro la vista, noto una hilera de pequeñas macetas con plantas y en el centro hay unos sillones de madera con una mesita de centro, sobre la que hay una libreta de cuero marrón.
Me causa curiosidad y la tomó.
Se abre en una página donde hay letras escritas junto con el esbozo del rostro de una mujer, que parece no estar terminado.
Hay un tiempo en que solo te puedo ver.
El recuerdo se desvanece antes de que pueda llamar tu nombre y solo veo esa sonrisa, antes de que desaparezcas de nuevo.
A veces me pregunto si eres real...
Es extraño quererte de esta forma.
¿Algún día seré capaz de saber la verdad?
—¿Qué estas haciendo aquí? —escucho de pronto.
Y alzo la vista, veo a Young Dae, que me mira desde el otro lado de la habitación, se acerca y me quita la libreta de las manos.
—¡NO TE DIJE QUE NO TOCARÁS NADA MÁS!
—Es solo que.. cuando tomé un libro..
—TE DIJE QUE NO PODÍAS TOMAR NADA DE LA TERCERA FILA.
—No tenía idea de que...
—JI EUN—¿Acaso no puedes seguir una simple indicación?
—Lo siento— le dije disculpando me.
—Siento ocasionar problemas.
—Pero lo hiciste— habla aún enojado.
Y le miro apenada, parece que desde que he aparecido solo me he convertido en una molestia para el escolta de almas y antes de que pueda causar algún inconveniente más, lo digo
—Creo que será mejor que elija una de las puertas de una vez.
Y el no responde.
Se siente como si hubiera decidido que ya es momento de continuar y dejar de ser una carga para los demás. Sea cualquiera el destino que me toque. Lo aceptaré.
Y camino por el lugar que vine sin mirar atrás.
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NOTA:
*Todos los libros mencionados existen de verdad y son de autores coreanos.
Quiero decir que espero que se noté lo mucho que a esta autora ( osea yo xd) le gustan los días de lluvia!!
Y bueno lo prometido es deuda jaja xd Hay actualización!
Por eso aquí les dejo este nuevo cap para que le lloren :") Broma. Es que últimamente soy muy fan de los pañuelitos jaaja
Pero este cap creo que ha salido un poco más tranquilo.. a diferencia de los anteriores.. bueno eso creo. Además esta situación se está empezando a poner tensa! Estos personajes aún ocultan sus secretos..
Y estoy que quiero que salga la verdad ya jajaj xD Pero tendrá que esperar unos caps más!
Bueno.. muchas gracias por continuar leyendo la historia! Y dando le su apoyo!
Decirles que si les agrada lo que escribo, podrían dejar sus votos y comentarios ( bueno solo si es que quieren xd )
Muchas gracias por leer! Los quiero ♡
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