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Dicen que el dolor cambia a las personas pero lo que no dicen es que también las puede destruir.
Apenas ha pasado una semana desde que Tae Yoon murió. Y no he querido salir de casa, solo me quedo viendo la imagen que tengo en un cuadro de nosotros en el verano pasado.
Nuestras sonrisas ahí y siento que quiero regresar el tiempo.
Miro a través de la ventana y ya esta amaneciendo de nuevo, pero no siento ganas de salir de esta habitación. Tampoco he ido al trabajo en estos días.
Mi jefa se canso de llamarme y supongo que ya estoy despedida.
El día anterior vino Tae Ho.
Pero no pude acercarme y abrir la puerta. Siento que no puedo verle la cara. Y se repite en mi mente la misma pregunta.
¿Cómo podría si por mi culpa su hermano murió?
Ni siquiera puedo perdonarme yo misma.
Es tan difícil respirar. Siento que el dolor es lo único que hay para mi estos días.
Escucho un ruido y miro en dirección a la puerta y escucho de nuevo la voz de Tae Ho. Ha vuelto a venir.
—Noona— por favor come algo al menos. Lo estoy dejando aquí en la puerta. Porfavor .
Siento de nuevo una punzada de dolor en el corazón. A pesar de ser la responsable de la muerte de Tae Yoon, su hermano menor, aun cuida de mi.
Debería odiarme y no estar aquí. Debería decir que es mi culpa y que nunca volverá a verme.
—Noona—vendré a diario hasta que salgas—le oigo decir.
—...Además hoy es tu cumpleaños. Por favor come algo.
Siento de nuevo ese dolor. Siento que no merezco que sea tan bueno conmigo... mi cumpleaños.. eso ya no importa. No debería recordar esas cosas.
Este día no es importante para mí. Desde antes ya era el día de un doloroso recuerdo.. y mientras que Tae Yoon estuvo hizo que olvidara ese dolor pero ahora que el también se ha ido, no puedo soportarlo.
Este es el día en el que no existo.
Escucho unos pasos avanzando y pienso que Tae Ho ya se está yendo pero le escucho hablar de nuevo.
—Si necesitas saberlo. No te culpo.
—Mi hermano siempre sonreía cada que estaba contigo. Jamás podría odiarte.
Me quedo a un lado de la puerta con la mano en la cerradura pero siento que no puedo girar la manija.
Y me derrumbó a un lado e intento contener las lagrimas.
Intento respirar.. no quiero que Tae Ho me escuche. Lo mejor es que piense que no estoy en casa. No quiero que se siga preocupando.
—..esto te pertenece— dice.
Y luego escucho unos pasos alejando se, espero un rato y abro la puerta cuando creo que ya se ha ido.
Tae Ho ya no esta y en el suelo hay una bolsa de papel, que se ve tiene unos tápers con comida y a un lado hay una caja de metal color azul con algunas pegatinas de estrellas.
Los tomo y vuelvo a entrar con ellas en la mano.
Coloco la comida sobre la mesa y la caja a un lado. La sigo mirando y aunque dudo por un moneto, la abro.
Dentro hay muchas fotografías. En una de ellas se ve a Tae Yoon y Tae Ho junto a sus padre y madre cuando eran más pequeños. Los cuatro sonrientes.
Hay más de ellos de cuando eran más pequeños, las miro y se ve que tuvieron una infancia feliz. A medida que voy pasando las fotografías me encuentro viendo como Tae Yoon creció. Siento una punzada de dolor y pienso que es mejor no seguir mirando las imagenes cuando paso a la siguientes y veo que son fotografías nuestras.
De cuando acabamos la escuela. Una de nuestra primera cita. Del día en que vimos juntos la primera nevada. Una de cuando salimos a ver los fuegos artificiales. Hay muchas y en todas se nos ve sonriendo felices.
Siento que los ojos se me llenan de lagrimas..
Tantos momentos juntos, que ahora son solo recuerdos.
Me invade un sentimiento de tristeza y siento que no puedo ver lo más. Y cuando estoy a punto de devolverlo a su caja noto un papel cuidadosamente doblado que está debajo. Lo saco y veo su letra escrita. Es una carta.
Y la leo.
"Ji Eun.
Quería pronunciar tu nombre en voz alta varias veces. pensaba que si lo hacía aparecerías mágicamente como ese día en la tienda pero no ocurrió.
Y hasta llegue a pensar que nunca te volvería a ver.. pero sabes cada que veía caer la lluvia pensaba en ti .. en lo que dijiste y eso hizo que no me rindiera.
Y un día sucedió.
Sin esperarlo estabas ahí en mi misma escuela. Te vi entre los pasillos e intente que me vieras pero sostenías un libro y tu mirada estaba fija en él.
Y aunque suene cursi pensé que tal vez ese era el comienzo de nuestra historia.
Desde ese momento no pude dejar de sonreír.
Y cuando dijiste que si querías salir conmigo sentí que mi corazón latía con fuerza. Al fin estaba pasando. Mis sentimientos eran correspondidos y eso me hacía feliz.
El día de la nevada no pude dejar de darle vueltas a lo que te quería decir. Pero quería que fuera especial y aún estaba ahorrando para comprarte un regalo.
Y cuando llegara la primavera sabía que podría decírtelo.
Esas palabras que expresan todo lo que siento.
Te amo, Ji Eun.
Eres la única que esta en mi corazón. Desde el día en que me sonreíste no he dejado de pensar en ti. Y me parece un sueño el tiempo que hemos pasado juntos.
Por eso quiero ver que sonrías y quiero ser quien cause tus risas. Si lloras quiero estar a tu lado. Y si te sientes perdida quiero ser tu apoyo para encontrar el camino.
Quiero ser la persona que este a tu lado siempre. Porque nunca te voy a dejar sola.
Y quiero que podamos tener días así de soleados. Y que veamos juntos el arcoíris después de la lluvia.
Esa es mi promesa.
지연 사랑해.
Tengo la carta aún entre mis manos y veo como mis lágrimas empiezan a caer.
¿Por que tenías que morir?¿Porque todo lo que amo desaparece?!¿Por que debo sufrir así?!
Lloro con fuerza y siento que quiero gritarle al universo ¿por que me hace esto?
Acaso me esta probando para ver hasta cuanto dolor puedo aguantar.
Las lágrimas siguen cayendo y siento que no puedo respirar, me duele el corazón.
Intento respirar pero el dolor no se va. Toco el lugar donde va mi corazón y lo golpeó. Quiero que todo lo que siento se termine.
Y me doy cuenta que ya he tomado una decisión. No puedo vivir en un mundo en donde no esta él.
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Llegamos a la habitación 301. Esta en el ala de pacientes oncológicos y lo que primero que pienso es que encontraremos a un anciano pero en su lugar lo que veo es a un niño durmiendo sobre esa cama.
Su cabello esta muy corto y su piel esta muy pálida. Y antes de que pueda decir algo Young Dae habla
—Tiene cáncer— en etapa terminal.
—Es muy pequeño para morir— le digo.
—La muerte no distingue entre las edades— me dice como si se repitiera eso a diario.
En ese momento se abre la puerta e ingresa una enfermera a ver como están sus signos vitales. Su presión es baja y la enfermera murmura algo..
Saca su teléfono, marca un número y luego de tres timbradas le contestan.
—Señora— el paciente esta muy débil..
—Creo que debería venir a verlo— dice y voltea a ver la pantalla del teléfono. Al parecer acaban de cortar la llamada.
La enfermera mira al niño y se puede leer en su rostro la expresión de tristeza que tiene. Pero parece que ya no hay más que pueda hacer.
Cierra la puerta con cuidado y se va.
Pero el ruido que hace el cerrojo termina por despertar al pequeño que al inicio parece somnoliento y luego se percata de nuestra presencia al otro extremo de la habitación. Nos observa esta vez con los ojos muy abiertos.
—¿Quiénes son ustedes? — pregunta dudoso.
—Nosotros somos... —comienzo a decirle, cuando caigo en la cuenta que no tengo una idea muy razonable de como explicarle quienes somos y porque vinimos a verlo.
—Somos unos amigos especiales que visitan personas— le digo.
—¿Son amigos de mamá?— pregunta un poco más animado.
—Si exacto — le respondo al instante.
Young Dae me da una mirada desaprobatoria pero lo cierto es que no se que hacer en estos casos, nunca he recogido un alma, así que no se como hacer este trabajo y pienso que una pequeña mentira no hará la diferencia.
—Tu nombre es — Young Deuk — ¿cierto?— le pregunta el escolta.
—Si— Ajusshi—me llamo igual que mi padre.
—¿También lo conociste?— le pregunta.
—Uhum.
—Podrías decirme cómo era él—le pide el pequeño.
Y me doy cuenta que Young Dae de alguna forma conoce a estas personas. Hasta en el momento antes de venir su actitud ha sido distante, no hace preguntas y solo explica las cosas pero con este niño siento que es diferente.
Y me pregunto si tal vez por eso dijo que necesitaría ayuda. Acaso .. esta persona tiene que ver con su vida pasada antes de volverse un escolta de almas?
Lo observo dudar por un momento antes de contestarle—Él era una buena persona.
—Su posesión más preciada siempre fue su familia... y dijo que amaba mucho a su hijo.
—Habría querido conocerlo..
—Te pareces mucho a él.. — le dijo y pude notar un rasgo de tristeza en sus palabras.
—Entonces te puedo decir —tío— pregunta.
—Sí— le responde esbozando una sonrisa triste.
Estaba observando los, Young Dae había cambiado completamente al hablar con el niño, parecía cercano y ahí fue que entendí el favor que me había pedido antes de ingresar a la habitación.
—Si ves que tardo demasiado en hacer el trabajo. Recuerda me quién soy.
Y lo volví a mirar. No quería arruinar ese momento, pero debía cumplir con lo que le había prometido.
—Young Dae— Eres un escolta de almas. Recuerda lo.
Él me miro con una expresión entre triste y dolido pero la cambio rápidamente. Lo vi volver a adquirir su tono serio cuando hablo de nuevo.
—Young Deuk— lo cierto es que vine a conducir tu alma al más allá.
—Tú tiempo en la tierra de los vivos ha acabado— dijo mirando lo a los ojos.
Y me di cuenta en ese momento lo duro que era despedir a las personas y en especial a las que se quiere. Y es aún peor tener que fingir que no sientes nada al hacerlo todos los días.
Convivir con la muerte era algo que el escolta de almas parecía ya haber aceptado, pero ¿por que con esta persona era diferente?
—Entonces ya no volveré a casa...— dijo entristeciendo se el pequeño.
—Iré a donde fue la abuela y papá.. —¿al cielo?—pregunto
—Pero .. que hay de mamá.. debía cuidarla..— y que hay de Sami— quien va jugar con él si no estoy
—NO QUIERO IRME TÍO— dijo comenzando a chillar.
Young Dae estaba dando un paso adelante cuando lo detuve y tomé su mano. Él me miro al instante, sus ojos parecían suplicar.
—Sabes que no puedes cambiar su destino— le dije.
Y fue ahí fue que se oyó el sonido de la maquina marcando que ya no habían signos vitales.
Seguido del ingreso por la puerta de la enfermera y el doctor, que intentaron reanimarlo pero ya no había nada que hacer. El niño había muerto. Y su alma iba a ir a otro lugar donde esperaba que su destino fuera distinto al que le había tocado vivir aquí.
Miré a Young Dae y parecía estar mirando a la persona que acababa de entrar por la puerta.
—Si no fuera por ella —él aún seguiría vivo— susurro con enojo.
Voltee a verla y por alguna extraña razón me parecía haberla visto antes.
Y me pregunté ¿ qué es lo que había pasado entre estas personas para que el escolta de almas estuviera tan involucrado?
Y si es que al final el pasado también nos terminaba persiguiendo a todos.
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NOTA:
Advierto que no pago terapias! Y creo que debí avisar que tuvieran pañuelitos a la mano..
Lo siento mucho! Pero este cap ha sido muy emotivo! :"(
Espero haya logrado mover un poco sus corazones. Y que les haya agradado el cap!
Debo decir que ahora si que esta completo el capítulo y después de haberlo editado, me ha agradado mucho este resultado final! Espero también les agrade a ustedes!
Y bueno si les gusta la historia agradecería ver sus votos y comentarios... (solo si es que quieren xd)
Muchas gracias por leer!
Los quiero! ♡
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