3
Dicen que si estás destinado a una persona, no importa el tiempo, siempre encontraran una forma de reencontrarse.
Estoy corriendo por un lugar que parece la playa. Sostengo la mano de alguien y veo su sonrisa.
Oigo su voz llamándome
—Young Dae—A ¿dónde estamos yendo?—pregunta.
—En un momento lo sabras—me oigo decir.
—Ahora abre los ojos— le digo retirando mis manos que cubrían sus ojos.
—Es mi regalo para ti —Dijiste que querías ver el atardecer.
—Si—¡Es increíble!
—Los colores del cielo son preciosos.
Le tomo la mano y le sonrió. Ella me devuelve el gesto y nos quedamos viendo el espectacular paisaje.
—Sabes que te quiero—comienzo diciendo.
—Oh—dice ella intentando ocultar una sonrisa.
—¿No piensas decir nada más?
—No.
Y la escucho reír.
—Te quiero de aquí hasta donde termina el mar
—¿Tan poco?
—Tonto—Pero si el mar es inmenso—dice y me lanza un poco de agua jugando.
—Ey—¡estas evadiendo el tema de nuevo!
—Toma esto—dice y me lanza más agua.
—Y esto para ti—le digo y le lanzó un poco de agua.
—¡Alcanza me si puedes!—grita de repente y se va corriendo por la orilla de la playa. Al instante la sigo.
Me toma unos minutos llegar a su distancia y cuando la tengo a un lado, la rebaso.
Ella se esfuerza por alcanzarme pero parece ya algo cansada, así que voy aligerado el paso y me acerco a retarla.
—¿Ya te rindes?
—¡Eso nunca! —dice y me empuja a un lado y continua corriendo.
—Bien—tu ganas— le digo.
Al final terminamos cansados de correr y nos tumbamos sobre la arena.
Ella me mira y se ríe.
Se nota que me esforcé mucho ya que aún sigo intentando recuperar el aliento.
—Ya ves no debiste competir conmigo— dice.
—Te deje ganar esta vez—le digo.
Y ella sonríe.
—También me gustas Young Dae—dice mirándome, esbozando una sonrisa preciosa.
Y antes de que pudiera hacer o decir algo. El recuerdo se desvanece.
Abro los ojos y estoy en el tren. Apenas han pasado unos minutos desde que me dormí pero pareciera que hubiera sido más tiempo.
A un lado de la mesa está mi libreta junto con un bolígrafo. Anoto lo que recuerdo e intento dibujar a la mujer que he visto en mis sueños pero cada que intento esbozar la imagen de su rostro, siento que en mi mente se desdibuja y solo me queda un recuerdo borroso.
Cabello negro. Vestido largo. Un collar y una sonrisa en el rostro.
Eso es lo único que consigo sacar del sueño. Y luego lo demás se ha ido.
Cierro la libreta y veo por la ventana intentando distraerme. Se ve que el invierno ha llegado a su fin. Los árboles tienen hojas color rosa. Sin duda la primavera está cambiando todo.
He visto pasar muchas veces esta estación pero ahora en particular me trae una sensación extraña.
Pienso que tal vez sea por que cada vez tengo sueños más seguidos, duran más tiempo y los siento muy vividos como si en verdad hubieran sucedido.
Será acaso que ¿estoy viendo los recuerdos de mi vida pasada?
Siempre veo a esa mujer en sueños pero cuando despierto no puedo recordar su rostro.
Inconscientemente la he buscado todos estos años.
He escoltado infinidad de almas pero ninguna ha sido ella. Y empiezo a creer que tal vez no existe y solo vive en mi imaginación.
En ese momento suena mi teléfono es hora de continuar con mi trabajo. Y eso implica que no hay espacio para sentimientos.
***
Llego al hospital y veo algunos enfermos caminando por los pasillos. Recorro el lugar buscando el alma que debo escoltar, cuando me choque con alguien.
—Lo siento—se disculpa ella, inclinando la cabeza.
Al instante se que es Ji Eun.
Su rostro se ve desencajado y triste. Es evidente que ha estado llorando.
Parece estar pensando en muchas cosas, ya que ni siquiera me mira.
Continua su camino y se sienta en una de las sillas del ala de urgencias.
Tiene la mirada perdida y cuando doy una pisada para acercarme escucho a unas personas venir.
Es una mujer mayor, seguida de un chico con uniforme de secundaria.
—¿Qué fue lo qué sucedió?
—Estábamos cruzando el semáforo cuando un auto paso.
—Y tu ¿no estas herida?—¡porque solo tuvo que ser mi hijo!
—Mamá calma te— habló el chico.
—¡Ves porque no quería que estés con él! — solo traes desgracias.
—Ya basta, madre—Ji Eun también lo está pasando mal—solo esperemos que mi hermano este bien.
—El médico no ha dicho nada—pregunto el chico.
—Sigue en cirugía— le respondió ella.
La mujer seguía mirándola enojada y se rehusó a sentarse con ellos, por lo que Tae Ho, siguió hablando con Ji Eun.
—Noona—no pienses en lo que dijo mamá.
—Ya verás que Tae Yoon es fuerte y se recuperará.
—Y—Toma esto—dijo sacando de su bolsillo.
Era pequeña caja con un lazo azul.
—El quería dártelo hoy—pero supongo que por la emoción se lo olvidó en casa.
Al abrirlo se veía que dentro traía un papel pegado.
"Al fin siento que puede ver el arcoíris después de la lluvia. Gracias por estar a mi lado. Felices 1000 días juntos"
Ji Eun esbozó una sonrisa triste y en ese momento salió el médico.
—Los familiares de Kang Tae Yoon—llamó.
—Soy su madre—se apresuro a decir la mujer.
Al instante Tae Ho y Ji Eun la siguieron y se quedaron a un lado.
—Doctor—¿ cómo está mi hermano?
El médico miró primero a la madre y luego a ellos.
—Lamento tener que darles malas noticias —Había perdido mucha sangre y no resistió a la operación.
—¿Qué?—NO PUEDE SER VERDAD.
—¡DIGAME QUE ES UN ERROR!
Tae Ho se había quedado sin palabras y Ji Eun parecía no reaccionar.
No podían creer lo que les estaba diciendo el médico.
—Mi hijo..
Tae Ho comenzó a hablar—hermano. No puede ser...— y comenzó a llorar.
Ji Eun permaneció inmóvil mientras le caían más lágrimas.
En ese momento la madre se acercó donde ella.
—¡MALDITA!—ESTO ES TU CULPA
Y la comenzó a sacudir, empujándola, Tae Ho al instante intento detenerla.
—Madre—¿Qué sucede contigo? Ji Eun también está sufriendo.
—SI MI HIJO NO TE HUBIERA CONOCIDO AÚN SEGUIRIA VIVO.
—TU LO MATASTE.
—MADRE—Basta. No es culpa de nadie.
—A todos nos duele que Tae Yoon haya muerto— dijo el muchacho conteniendo las lágrimas.
—SIEMPRE LE DIJE QUE NO LE TRAERÍAS NADA BUENO.
—UNA HUÉRFANA SIN FAMILIA—SOLO ATRAES LA MUERTE A DONDE VAS.
—ESTAS MALDITA.
—Noona..- habló Tae Ho
—Perdón.. —Perdónenme- pidió Ji Eun. Y se veían lágrimas cayendo le.
Tae Ho intento acercarse pero ya era demasiado tarde, ella se dio la vuelta y se marchó corriendo.
La miré irse.
Sabía que debía seguir con mi trabajo, pero no pude evitar sentir una sensación extraña.
De alguna manera esta chica hacia que me preocupara, pero sabía que eso no podía ser posible.
Y me encontré reprimiendo esa sensación. Sabía que las emociones humanas eran lo más peligroso.
.
.
.
.
.
Luego de un momento aparecimos en la sala de transición. Sólo que en esa ocasión a diferencia de las demás, no se podía vislumbrar ninguna de las dos escaleras.
Y en su lugar resaltaba un gran ventanal.
El lugar parecía menos sombrío y la luz que entraba hacia más visible las puertas.
—Entonces —¿ya estoy muerta?—preguntó.
—Todavía —Estas en un punto medio entre la vida y la muerte.
—Los que terminan aquí es porque están en coma pero su alma aún se rehúsa a morir así.
—Entonces si muero así — a ¿ dónde iré?
—Sólo morirás. No hay segundas oportunidades para los que eligen el suicidio.
—Entonces nunca los volveré a ver.. —dijo en un susurro.
—Y ¿si llegará a despertar?
—Los que llegan aquí nunca lo hacen. —Aun así hay algunos a los que se les concede un último acto de bondad.
—Si es que aún desea vivir.
—A ¿qué se refiere?
—Dígame— ¿puede ver algo al final del pasillo?
Ella se giró y miro el lugar —Hay tres puertas enormes— respondió segura.
—Entonces creo que su alma aún se aferra a la vida.
—Esas puertas solo son visibles si aún le queda la convicción de vivir.
—Cada una ofrece la oportunidad de cambiar su destino.
— Y ¿si voy allá podre ver a las personas que amo?
—Una de ellas la puede llevar a dónde debería estar, la otra a dónde desearía estar y la última a dónde jamás debería ir.
—Y— ¿ cómo sabré cuál es la indicada?
—Es algo que solo tu debes decidir.
La vi sentirse inquieta y antes de que dijera algo, busco inconscientemente algo en su cuello, lo saco hacia afuera y lo continuo sujetando. Era un collar.
Me quedé mirándolo. Un collar con un dije circular. En el interior tenía la figura de un árbol con pequeños cristales donde deberían ir las hojas.
Lo sostuvo con fuerza mientras que yo no podía apartar la vista del colgante.
—Estoy lista para decidir —dijo poniendo se de pie.
Y avanzó a una de las puertas. Estaba a punto de girar la manija de la puerta del lado derecho cuando
—Espera— le dije, sujetándola del brazo.
Y cuando volteo a verme. Sentí que me atravesó un recuerdo. Era tan vivido que no pude diferenciar la realidad.
En ese momento la atraje hacia mi y la abracé.
Había esperado mucho tiempo para encontrarla y en ese momento no podía dejar que se fuera.
.
.
.
.
.
NOTA: Ahh que emoción! ^^
NO SABEN LA DE VECES QUE EDITE ESTE CAP!! PERO AL FIN SIENTO QUE ESTA LISTO ✅ 😌 😎
☆Me encantó el resultado final de esta escena ♡
☆Espero que les haya gustado el cap! Y muchas gracias por leer!
Esta historia significa demasiado! Y poder ver sus votos y comentarios en ella, me anima demasiado!
De nuevo ¡GRACIAS!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro