La suave melodía se escuchaba en la habitación, la chimenea ubicada a un costado de la cabaña brindaba calor al hogar, sobre está una olla con guisado de conejo.

¡la,lara,lalala!

Una mujer tarareaba una tonada, la misma tonada proveniente de una vieja caja de música, una melodía ligeramente triste pero hermosa.

¡Gu, Gu!

Sonrió al oír a su pequeño hijo, un niño hermoso de cabello rubio, tan encendido que se podía confundir con un tono naranja

Solo ellos dos se encontraban en esa pequeña cabaña, el padre había salido a cazar.

Afuera una llovizna anunciaba una tormenta, esto preocupo a la dama.

La puerta se abrió de golpe y ella se alegro al ver a su marido ahí, estaba por correr a abrazarlo cuando se dió cuenta de algo, su esposo estaba bañado en lodo y sangré, tenía muchas heridas y...

Miró con terror una sombra detrás de su amado, era un hombre muy alto, más que el marco de la puerta, corpulento y muy sucio. Este arrojo el cadáver de su esposo al suelo, la dama grito horrorizada, intento tomar a su hijo y salir de ahí, más ese sujeto fue más hábil, se arrojo contra ella y comenzó a extrangularla, lágrimas de impotencia corrieron por su mejilla, con su último aliento extendió su mano llamando a su hijo.

....¡Mime!

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Folkell era un exconvicto que acababa de escapar de las autoridades Noruegas , acusado de asesinatos y robo, recién había atacado a la familia real y estuvo a punto de matar a la princesa Hilda, por fortuna Sid, uno de sus guardias, logró repeler su ataque y hacerlo huir.

Se interno en los bosques y tras varios días de supervivencia extrema, buscando un refugio, dió con un cazador, un hombre joven de cabello castaño,que regresaba a casa con un pequeño ciervo.

Lo atacó por la espalda, no le dió tiempo de reaccionar, cogio una piedra y golpeó su cabeza hasta matarlo, después siguió su camino hasta esa pequeña cabaña...los dioses le sonreían, había encontrado un pequeño refugio.

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(Varios años después.)

El pequeño Mime caminaba despacio, había salido a recoger algunas hierbas de su minúsculo jardín para la comida de su padre.

Folkell se había quedado con el y lo uso como excusa cuando algunos soldados aparecieron en la cabaña, dijo ser un viejo cazador viudo, que vivía solo ahí con su hijo, los guardias le creyeron y se marcharon de ahí, sabían de la pareja que vivía en medio del bosque, era una pena que la mujer muriera dejando solo a su esposo e hijo.

Durante este tiempo la vida fue muy dura para Mime, apenas empezó a caminar, el hombre se encargo de torturarlo, lo golpeaba, le dejaba sin comer, lo usaba cual esclavo. El chico le tenía miedo y aceptaba los maltratos ya que según su padre se los merecía, porque al nacer su madre murió, esa culpa siempre atormentaba al menor que intentaba redimirla complaciendo a su padre.

Con mucho cuidado y tras recibir varios azotes esa mañana, con sus pequeñas fuerzas logró poner la olla al fuego, comenzó a picar lo indispensable, zanahoria, papas, algunas hierbas, agregando al estofado, el aroma empezó a inundar la habitación, cuando Folken llego era la hora de la cena.

Su padre era alguien muy alto y fuerte, en una ocasión le vio golpear a dos hombres en el pueblo por molestarse al ver como reprendía al niño, desde entonces nadie lo ayudaba y solo sentían lastima por el.

Folkell ingreso y el chico brinco del susto, se apresuró a servir sin decir una sola palabra, había aprendido que su padre odiaba el ruido. Espero paciente a qué el hombre terminara de comer, devorando casi todo lo de la olla, los restos era con lo que alimentaba a su "hijo".

Recoge todo y no hagas ruido, quiero descansar.

El mayor se fue a la pequeña habitación que había en la casa a dormir, el niño dormía en el suelo junto a la chimenea, al menos no pasaba frío.

"...la...la...la.la.la.."

Todas las noches tarareaba una canción, una tonada triste arraigada en su mente, no recordaba dónde la escuchó.

"Limpia todo y ten la cena preparada, volveré al anochecer"

Su padre siempre se marchaba al pueblo u otros lugares, no sabía a qué, la única vez que le llevo tuvo ese conflicto y después jamás volvió a sacarlo, dejándole solo en casa, esto era un alivio para el menor.

Comenzó a limpiar tarareando esa melodía, terminó la cocina y se encaminó a la habitación de su padre, odia ese lugar, mientras recogía la ropa y limpia el vomito producido por el alcohol un pequeño crack se escucha bajo sus pies, una tabla floja.

Curioso, como cualquier pequeño, Mime levanta la tabla y se lleva un gran sorpresa, hay un hueco enorme en el suelo, repleto de monedas y demás joyas, así como un par de cuchillos manchados con sangre seca. Esto asusta mucho a Mime, que se aleja horrorizado, tenis planeado salir corriendo pero.

🎶🎶🎶🎶🎶🎶

Algo se escucha, una melodía que al niño le parece familiar, con mucho miedo se acerca de nuevo al agujero, mete su pequeña cabeza adentro y comienza a buscar, escondido en lo más profundo Mime alcanza a ver una caja de metal, un pequeño cofre oxidado y viejo, el pequeño estira sus manos y consigue tomarlo.

Comienza a examinarla, tiene un grabado muy curioso, parece ser una arpa, sus deditos recorren el grabado, la gira y encuentra una palanca.

🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶

El pequeño escucha la melodía, le parece tan familiar, es la misma que escucha todo el tiempo, sin conocer el motivo pequeñas lágrimas escurren por sus ojos.

....¡Mime!...

¡Ah!

Un susurro, alguien dijo su nombre, espantado tiro la caja, temiendo que su padre regresó, más al girarse no vio a nadie.

Mime dudo un poco, pero al final tomo la caja y se la llevó.

Cuando Folkell regreso la cena estaba lista. El asesino iba todos los días a pueblos vecinos y caminos, continuando con su horda de asesinatos, regresando con algunos botines, en cuanto juntarse más dinero se largaria de ese lugar para siempre, tal vez asesine al mocoso, después de todo ya no era útil.

La noche avanzo y Mime espero a que su padre se durmiera para sacar su tesoro, junto a la chimenea una suave melodía lo arrullo.

Por su parte Folkell no la paso también. El hombre podía escuchar una melodía lejana, parecía el sonido de un piano u arpa, estaba en su habitación pero el ruido lo hizo parar de sobresalto, por alguna razón tenis miedo.

-tap-tap-tap...

Unas pisadas lo pusieron alerta alguien estaba caminando por el pasillo, se levantó furioso creyendo que era el pequeño, en tres zancadas llegó a la entrada pero...

Mime estaba dormido frente a la chimenea, cubierto con una manta, esto sorprendió a folkell, que incluso se acercó a revisar, pero el niño parecía llevar dormido mucho tiempo, estaba por retirarse cuando algo captó su atención, una pieza hubicada a un costado del mocoso.

La irá lo invadió, esa caja estaba en su escondite ¡¿Cómo es que ese mocoso la tenía?!

¡Maldito ladrón!

Enojado tomo al niño del cabello y lo despertó.

¡Desgraciado, voy a cortarte las manos!

¡No, no papá, no me pagues!

El hombre lo tiró al suelo y empezó a patearlo, Mime lloraba y suplicaba perdón, en un movimiento Folkell tiro la caja y está comenzó a sonar de nuevo.

🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶

¡tap-tap-tap!

Las pisadas volvieron a escucharse, solo que en esta ocasión acompañadas de un lamento muy agudo.

El grito asustó a Folkell, que dejo de lastimar al niño y miró al pasillo.

¿Que diablos?

La música terminó y los ruidos se detuvieron, curioso, el hombre se encaminó a su cuarto.

Mime se arrastró hasta la caja , la abrazó con fuerza temiendo que su padre se la quitará.

Folkell entro a la habitación pero no había nadie, era extraño, podía jurar que escuchó a una mujer llorar y...

🎶🎶🎶🎶🎶

La melodía sonó de nuevo, por miedo Mime había activado la caja ya que está lo calmaba.

¡Ahhhhhhhh!

De nuevo el lamento, fuertes pisadas se escucharon resonando en la madera, parecía que alguien venía corriendo desde la entrada hasta él.

Folkell intento regresar con el niño pero la puerta se cerró de golpe, todo estaba obscuro mas sabía que no estaba solo, una respiración extra se podía escuchar.

¡¿Quien está ahí?! Sal maldito, te mataré.

Saco su cuchillo listo para defenderse.

¡Crack!

Una serie de rasguños se escuchaban, miraba a todos lados intentando ubicar a su atacante, enorme fue su sorpresa cuando se dió cuánta que venían del techo, cuando levantó la vista alcanzó a distinguir la silueta de una mujer.

Está se arrojo contra el y comenzó a rasguñar su cara, intentaba quitársela pero le era imposible.

De improviso la música seso y la mujer desapareció, Folkell se levantó asustado mirando a todos lados, tomo la daga que se le había caído durante el ataque y salió de ahí, corrió a la entrada, donde Mime estaba por activar de nuevo la caja.

¡No!

Corrió hasta el y le arrebato la caja, impidiendo que la accionara de nuevo.

Mime observo horrorizado la cara de su padre, la sangre escurría por esta y algunas tiras de piel colgaban de sus mejillas.

¡Mocoso estúpido, casi me matas!

Lo arrojo de una patada a un costado, levantó la caja lista para destruirla pero...

🎶

La pequeña palanca dió un giró, una nota se escuchó acompañada de un fuerte paso y...un golpe, alguien había golpeado la puerta con fuerza.

🎶🎶

¡No! Maldita porquería, no.

Folkell sostuvo la manija, la cual comenzaba a girar por si sola. Ejercía su monstrosa fuerza buscando mantenerla quieta pero no lo conseguía, la palanca quería girar.

Con cada vuelta los pasos se acercaban más y los golpes en la entrada se incrementaban.

¡No, No!

En la última presión la palanca se rompió, la caja cayó al piso abriéndose, dejando al descubierto ese viejo cilindro de metal y el peine que hace sonar las notas.

Los ojos del bandido miraron aterrados como el cilindro comenzó a girar y sus bordes producían la nota al chocar con el peine.

🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶

Un fuerte grito y pisadas corriendo.

****///

¡Abran, abran en nombre del rey!

Sigfrido golpeaba la puerta con fuerza, el y sus hombres habían seguido el rastro de un asesino hasta esa cabaña.

¡AGHHHHHHHH!

Se escuchó un grito aterrador, seguido del de un niño, los hombres empujaron la puerta pero está no sedia, pasaron un par de minutos cuando finalmente lograron abrir.

Miraron horrorizados la escena.

Mime estaba en un rincón del cuarto, llorando mientras abrazaba la vieja caja de música, en medio de la sala estaba Folkell, había sido extrangulado hasta la muerte, su cara estaba casi irreconocible debido a los arañazos, sus ojos estaban abiertos hasta casi salirse, tenía una mueca de terror en el rostro y su lengua estaba morada.

Pero lo más aterrador era la "mujer" sobre el.

El cadáver de una dama, momificado por el frío de la montaña, estaba montada sobre el hombre, con sus esqueléticas manos rodeando su cuello.

Había salido de su tumba dispuesta a cobrar venganza y proteger a su hijo.