Este capítulo es corto, basado en una Creepypasta llamada el conejo de pascua, ojalá y les guste....y los asusté un poco 😈😈
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El reloj marcaba las dos y media de la madrugada.
Natasha se encontraba acostada en su cama, fue un día agotador y necesitaba recuperar energía.
Gruñó un poco al escuchar como la perilla de su puerta giraba y está iba abriendo.
Unos pequeños pasos se dirigieron hasta su cabecera.
-mama.. mamá
Le costó trabajo abrir los ojos, al hacerlo se encontró con su pequeño parado frente a ella.
-mmm... Hyoga...que sucede
-mami...el conejo de pascua se come mi chocolate.
-eh?!
-el conejo de pascua se come mi chocolate!
-mmm...no amor, el conejo da los chocolates...ve a dormir
-pero mamá
Pero la mujer no escuchó, estaba tan cansada que giro sobre su costado y se quedó dormida.
El pequeño salió de la habitación, más no pasaron ni diez minutos para que regresara corriendo, asustado.
-mama,el conejo de pascua se come mi chocolate!
Brinco a la cama e intento despertar a su madre, Natasha abrió los ojos molesta, estaba exahusta y no quería liderar con las pesadillas de su hijo.
-Hyoga basta! Ya te dije, el conejo no se come los chocolates, se los da a los niños buenos, ahora se un niño bueno y ve a dormir a tu cuarto, mamá está cansada Hyoga.
Sus ojitos azules se llenaron de lágrimas pero aceptó, moqueando bajo de la cama y se dirigió a su cuarto.
Al pasar por la sala se quedó de pie, mirando al Interior de esta, ahí se hallaba un ser amorfo. Un hombre con orejas y cola de conejo, de cabellos verde, con grandes garras y colmillos. El ente se divertía masticando un poco de carne, se giro a ver al chiquillo que lo contemplaba desde la entrada con sus grandes ojos azules.
-mama dice que debo ir a dormir.
Afirmó el chiquillo apretando su pijama blanca.
-si...se un buen niño y obedece...cuando termine iré por ti.
Hyoga soltó un sollozo y salió corriendo a su cuarto, a esconderse bajo las mantas de su cama.
La mañana llego y Natasha se levantó con ánimo renovado, se sentía mal por haber corrido a su hijo la noche anterior, en compensación le prepararía un rico desayuno de panqueques y jugó de fresa, el preferido de su niño.
Se dirigía a la cocina pero al llegar a la sala quedó impactada, había un enorme charco de sangre en medio de la alfombra, aterrada corrió al cuarto de su pequeño llamándolo a gritos.
Pero Hyoga no estaba en su cuarto, la habitación estaba vacía y la cama desordenada, las sábanas tenían sangre y en el centro alcanzo a divisar la placa de identificación de su pequeño perro cocker, el nombre de chocolate se alcanzaba a apreciar bajo una serie de rasguños.

Muajajaja....pobre patito, ahora sí se lo comió Shun😭😭😭😭