The great emperor with viperine composure
Cultivated through the slaying of my enemies
Even when they dare follow the hawk of light
They will have no choice but to submit
Era el último día del tour en Asia, su primer conjunto de conciertos en el continente oriental y si bien tenían miedo de no tener tantos fans en aquellos lugares, todo había sido sólo eso, miedos, ya que los boletos en varios países como Tailandia, Corea del Sur, y Filipinas se habían agotado.
Mientras que en la India, Vietnam, Camboya e Indonesia y otros tanto habían llegado a los setenta y cinco y ochenta y cinco por ciento de afuero de los escenarios donde se presentaron.
Esto había puesto muy de buenas a todos los chicos, quienes no habían epseraod este tipo de recibimiento en tierras orientales, a pesar de tener un disco enfocado en toda su mitología y creencias antes de la llegada europea a sus tierras.
Pero si los tenían.
Viendo como el fanbase de aquellas tierras los habían recibido con los brazos abiertos, y hoy en su último concierto en Tokyo los tenía muy emocionados, a ellos y a sus parejas.
Se iban a presentar en el famoso Tokyo Dome, donde habían vendido un aforo de aproximadamente cincuenta y siete mil personas y habiendo vendido alrededor de cuarenta y cinco mil entradas, y se había dado el rumor que personas de otros países que no los habían alcanzado a ver en sus respectivos países o donde tenían prohibido entrar, como países árabes, por la temática de su música, iban a ir a verlos al país del sol naciente.
Fernanda estaba sentada a las afueras del estadio donde se iba a presentar y a lado de ella Michael, los dos tenían una lata de refresco cada uno, y estaban viendo el pasar de las personas en el sol otoñal.
—¿Cómo te sientes Fer? —le preguntaba su mejor amigo.
—Estoy bien amigo, no esperaba que nos fuera tan bien en este tour para ser sincera, venía sin muchas esperanzas en este tour —le daba un sorbo a su coca cola.
—¿Por qué pequeña? —cuestionaba el chico.
—Sabes que son un poco más reservados acá que en Europa o América, y la verdad no pensaba que fueran a aceptarnos con nuestro género.
—Pero si hay bandas de nuestro estilo aquí y demás, no veo el por qué pensabas eso —estaba un poco confundido el rubio.
—Lo sé amigo, pero también analiza, son bandas no muy conocidas en la escena, o ¿me equivoco? —preguntaba Fer.
Michael analizaba lo dicho por su mejor amiga y tenía cierta verdad en lo dicho, muy pocas bandas podían salir de los países asiáticos por diversos motivos, desde lo tradicionalistas que son, hasta incluso la censura cómo en los países árabes, donde si querían tocar, pero se Fer cómo Ishtar se habían negado a salir con el Hiyab en países como Afganistán e Irán y tenían que ir más cubiertas en otros países cómo en los Qatar siendo que ella se vestía muy similar a los hombres de su banda y por ejemplo Sayumi tocaba muchas veces en falda de cuero.
Se había opuesto a eso ya que su música representaba mucho el escupirle a la religión a la cara y no cambiaría eso ni vendería su ideología sólo por unos cuantos dólares.
De hecho, en la página oficial de Instagram habían aparecido toda la banda pidiendo disculpas a países de medio oriente y sus fans por no presentarse en ahí, algo que jamás habían hecho, pero sentían que se los debían y esto si bien había puesto a sus fanáticos en dichos sitios, también los había hecho verse muy bien, al señalar que, si bien no respetaban como tal la creencia oligarca de los sitios ni la opresión a la mujer, tampoco buscaban que sus fans estuvieran en peligro por escucharlos.
De hecho, los demás miembros de la banda habían controlado lo que decía Fernanda, sabían que ella no temía echarse a una religión entera encima, y al ser una persona que seguía la filosofía satanista, ella detestaba todo tipo de creencia opresora cómo lo era el islam y eso no era más que un secreto a voces, todo mundo sabía que la Emperatriz era la persona más antirreligiosa del mundo.
—Tu siempre has sido una gran líder y en lo que nos has guiado jamás te has equivocado Fer, y con este tour y el de hace unos años en Latinoamérica lo demostraste —la veía Michael.
—Si supieras cómo moría de la ansiedad y miedo de haberla cagado con esto, y lo de Latam, sin embargo, nuevamente se tuvo éxito en esto y todo gracias a ustedes —chocaba el puño con su mejor amigo.
—Todo ha sido gracias a tu inteligencia Fersita y eso lo sabes muy bien, no sé por qué nunca tomas el mérito que te corresponde.
—No es lo que busco, si jamás te negaré que este ha sido mi sueño desde que empezamos a tocar hace años, pero también era el suyo y yo sólo quería que lo lograran, yo fregué muchas veces nuestras oportunidades en el pasado, era mi turno poder hacer todo posible —sonreía de lado la chica.
Michael escuchaba las palabras de Fer y le dolía su pecho al ver que se seguía culpando por lo que había pasado en las batallas de las bandas, pensaba que ya había puesto de lado eso.
—Ninguna de esas veces fueron tu culpa pequeña y lo sabes, tu no pediste que tu mamá muriera y pues tampoco lo que paso con Astrid —al decir eso Michael se pausaba un poco, sabía que, a pesar de todo, el pasado aún lastimaba un poco a Fernanda.
—No supe poner mi madurez encima de mis caprichos, habíamos ganado, por primera vez en tantos años que lo intentamos —comentaba Fernanda.
Michael la interrumpía.
—Lidiaste con mucho dolor y es algo que no volverás hacer.
—Lo sé, tu estas a mi lado hermano.
21 horas Domo de Tokio.
Los chicos estaban prendidos en ese momento, llevaban treinta y siete minutos tocando acababan de ejecutar la canción de Sin Salida de uno de sus más recientes trabajos.
De hecho, habían elegido agregar a su repertorio media hora más de música por el gesto que había hecho los fanaticos de japón al entrar Fernanda.
Había sido épico, siendo que, al ser anunciada por Erick, y ella pasando a tocar con su bajo en el hombro siendo sostenida por su bastón, todos habían hecho la clásica reverencia de aquel país al ver a alguien de sumo respeto, esto había movido mucho a la bajista.
—¿Cómo estan Japón? —gritaba Erick al micrófono, —Hemos decidio alargar este concierto, media hora más del tiempo que ya teníamos previsto, muchas gracias por ser este gran público y abrirnos sus brazos en su hermoso país.
Esto hacía brincar a muchas personas de felicidad.
—Nuestra siguiente canción es una que en su continente gano mucha fama e incluso fue trend en el Tik Tok de acá de Asía.
Los espectadores sabían a cuál se referían y se escuchaba el grito de ovación de los presentes.
—¡Nueve Ilusiones!
La batería de Michael empezaba a retumbar por todo el estadio, incluso algunos podían jurar que sentían las vibraciones de esta en sus cuerpos, de lo potente que él era al tocarla.
Landon veía a su papá desde el backstage y sentía un gran orgullo a sus nueve años de ser hijo de ese gran músico, y quería ser cómo el cuándo fuera grande, por eso se esforzaba en sus clases.
Astuta mujer con pelaje de zorro
Hermosa criatura desoladora de oriente
Inteligencia digna de los dioses
Destruye el imperio de los oligarcas.
Voz digna de los grandes salones del sol naciente
Cortesana de los emperadores
Diosa terrenal de la inteligencia y astucia
Muéstranos tu forma, enseña tus nueve colas.
La voz de Erick perforaba los oídos de todos los presentes, sus growl eran dignos de los mismos diablos del infierno mientras que su voz profunda parecía la de un abismo sin fondo, su técnica cacofónica era impecable.
Mientras que las guitarras a manos de Robert y Sayumi no tenían igual, nadie se atrevía a decir quién era mejor que el otro porque era imposible los dos tocaban con gran maestría y ocasionaban que sus instrumentos parecieran hachas de batalla blandidas en una guerra.
Coro
Azota la nación de antaño
Destruye el imperialismo de los opresores
Enciende tu fuego sepulcral
Desata la guerra entre los señores feudales.
Rostro de fuego infernal
Mueve tus colas al compás del viento
Quema el desolado mundo
Muestra tu furia en la desolación del continente
El poder de tus mil años retumba en los tambores de los ejércitos
Manipula al hombre a tus placeres,
Hazlos danzar a la par de tus deseos
Atormenta con tu brillo al emperador
Pero a todo esto, el bajo de Fernanda llevaba siempre la marca de la melodía, armonizaba de una manera tan perfecta la brutal música que creaban y sabían que las letras habían sido escritas por ella, mostrando no sólo su destreza con la música sino en la parte de la creación de las melodías en general.
Por algo era considerada una diosa hecha mujer.
Coro
Azota la nación de antaño
Destruye el imperialismo de los opresores
Enciende tu fuego sepulcral
Desata la guerra entre los señores feudales.
Tamamo no Mae, zorro de las nueve colas
Devora la vida de tu esposo,
Gobierna Japón en tu ilusión
Y quema aquel sol naciente.
La canción culminaba con un gran grito de Erick.
El estadio estaba eufórico y se podía escuchar un pequeño cantico que decía
"Beyond The Light" una y otra vez.
Eran los mejores.
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