BlesstheFall - Hey Baby here is the song you wanted
So here we are again, to make some sense of it all
All these sudden changes, maybe things are not so different
Rearrange the pieces, like it's all we know
It's all we know, let it go
Dos años y medio después.
—¿Todo va bien chicas? —preguntaba Erick.
Estaban en una convención de cosplay a la cual habían ido disfrazadas Jenny y Amanda, ya que ellas tenían ese pasatiempo, siendo grandes fans del anime y la cultura japonesa, al igual que Becca, sólo que ella no se disfrazaba.
—Si, todo en orden —sonreía Jenny.
Se habían disfrazado de personajes de Naruto, esta Amanda de Sakura Haruno y Jenny de Sarada Uchiha, la hija del personaje de la arquitecta, y las dos se veían muy bien.
Por obviedad los habína acompañado sus parejas y también este Chris con Becca, al igual que Astrid y Fer.
Las cuatro chicas estaban muy emocionadas por la convención, venían cada año, pero siempre había algo nuevo que les fascinaba, mientras que sus parejas solo las seguían de un lado a otro.
Era un gran contraste entre ellos, las chicas a excepción de Fer traían alguna playera de su anime en turno favorito, mientras que los chicos y la esposa de Astrid iban con playeras de bandas a excepción de Chris que traía una de Skate or Die.
Los niños se habían quedado en casa de Emily con los demás miembros del grupo de amigos, a excepción de Annie y Andy quienes les gustaba el anime.
Ni Fernanda ni Erick soltaban la mano de sus hijos por ningún motivo, dejando que sus parejas disfrutaran de este evento.
—Tanto tiempo y siguen sin gustarles el anime ¿verdad? —preguntaba Chris a sus amigos de Beyond.
—Pues no me desagrada per se, pero no soy fan del mismo —decía Fernanda.
—Me pasa igual, digo veo varias series con Jenny, pero no es como que me muera por verlas —reía por lo bajo este Erick.
—Me pasa igual, bueno para ser sinceros a mí me aburre —reía de manera nerviosa Michael, —¿Y tú?
—Me pasa lo mismo que a Erick, igual no es mi hit pero apoyo a Becca mucho.
Todos asentían.
Las chicas iban de puesto en puesto viendo la mercancía y demás.
—Bueno al menos no se estan aburriendo —decía Jenny señalando como sus parejas estaban platicando entre ellos manteniendo cerca a los niños.
—Antes no aguantaban tanto tiempo en este tipo de eventos —comentaba Amanda.
—Me cuesta creer que a Beyond no le gusta el anime —señalaba Becca.
—Pues por lo que nos dices, Chris tampoco es muy fan —comentaba Astrid quien estaba viendo una figura del anime Hellsing de Alucard.
—La verdad no, pero ve las series conmigo sin oponerse —sonreía la manager Sk8.
—Michael ni por error ve anime, siempre ha dicho que es para niños sosos —reía Amanda.
Todas las veían con un intento de sorpresa en sus rostros intentando ocultar sus muecas de diversión.
—Fer es muy neutral en eso, si sabe que un anime me gusta, se pone a verlo conmigo, no se aburre ni nada, pero tampoco se nota muy entusiasmada de verlo —decía Astrid.
—Bueno ellos siempre han sido así —puntualizaba Amanda, —digo recuerden como en la secundaria y prepa molestaban a los otakus.
Esto hacia soltar una carcajada a las tres chicas de Beyond The Light mientras Becca tenía los ojos abiertos como platos, eso era algo que ella no sabía de sus amigos.
—¿Eran bullys? —preguntaba la rubia.
—No como tal, pero si eran más cerrados, para ellos sólo existía la música y los instrumentos —comentaba Astrid.
—En ese tiempo ninguna de nosotras era pareja de ellos —señalaba Amanda.
—Ustedes empezaron a andar en la universidad con ellos ¿verdad? —preguntaba Becca.
—Yo fui la primera en andar con uno de ellos —decía Amanda, —a pesar de que me tardé cierto tiempo en ello.
—¿Por?
—En la prepa andaba con un chico que ellos molestaban, y detestaba a Michael con todas sus fuerzas, digo también el se lo ganaba que lo odiara, por que se la pasaba molestándolo y quitándole sus cosas.
—¿Este George verdad? —preguntaba Astrid.
—Sip, exactamente.
—Me acuerdo un poco de él, incluso a mi grupo de amigos les parecía raro el y nos preguntamos siempre que le viste —le comentaba la gótica.
—Era un buen chico para ser sinceros, pero un poco intenso con su gusto del anime, tenía una obsesión muy cabrona con ello —decía Amanda
—Se notaba, incluso cuando tú y yo salíamos y venía con sus amigos yo me sentía incomoda —decía Jenny.
Ellas habían sido amigas durante mucho tiempo desde la primaria y cuando Jenny se cambió de escuela seguían en contacto por que compartían muchos gustos.
—Es que si era medio intenso —aceptaba Amanda.
—Y olía medio raro —agregaba Astrid.
—Es que el usaba colonia de hombre digo muy anticuado para su edad, pero se quería sentir grande —le explicaba la arquitecta.
—¿Y por qué cortaste con él? —preguntaba Becca.
Iban caminando checando los puestos mientras que veían como ocasionalmente los chicos se detenían a firmar algún autógrafo o tomarse fotos con los fans de las agrupaciones.
—Has de cuenta que estuvimos juntos, el fue mi primero y me empezó a tratar mal después de ello y lo mande a la mierda, lo que jamás espere es que hubiera grabado el encuentro y me amenazo de publicarlo —decía Amanda de manera tranquila.
—¡Pero que cabrón! —exclamaba Becca.
Un chico le había pedido una foto a Astrid, al reconocerla como The Goth Housewife, esperaban a que acabará para continuar la plática.
—Él y su grupito tenía las nudes de varias chicas de la escuela y amenazaron que al final del año escolar las filtrarían, todo por que deje a George y esta Fernanda rechazo a Anuar diciéndole que le daba asco —comentaba Amanda.
—Lo de la jefa no me sorprende ella casi no tiene tacto al decir las cosas —decía Becca.
Astrid se reía porque sabía que lo que decía su amiga era verdad.
—Pues intenté detenerlos, pero no pude y fue cuando me encontró llorando en el baño Fer, y pensé que me molestaría, pero no, ella me consoló y le conté que había pasado y tomaron el asunto en sus manos —contaba Amanda.
—¿Qué hicieron? —preguntaba la rubia.
—Les metieron una madriza —comentaba Astrid.
—¿En serio?
—Si, fue algo muy sonado por un video que salió en las redes sociales de los chicos rompiendo los equipos de cómputo de ellos y quitándoles los celulares obligándolos a borrar todas las fotos y bueno Michael le dio la madriza de su vida a mi ex.
—Wow, digo no apoyo la violencia, pero se lo merecían —decía Becca.
—Aunque sigo sin saber quien grabó todo —se ponía pensativa la azabache disfrazada de Sakura.
—A lo del video fue Chad —decía quitada de la pena Astrid.
—¿En serio? —cuestionaba Amanda muy sorprendida.
—Si claro, íbamos pasando por el salón y escuchamos el desmadre y nos acercamos a ver y vimos cómo todos los de Beyond estaban golpeando a los otakus y pues lo grabamos —alzaba los hombros Astrid.
—Eso explica mucho, digo por fortuna no los expulsaron porque se supo el por qué lo hicieron —decía Amanda, —Y desde entonces soy amiga de ellos.
—Vaya es genial saber más de ustedes.
Iban saliendo de la convención habiendo comprado varias cosas y cada quien ya estaba con su pareja, iban a pasar a casa de Emily por los niños y de ahí cada quien a su casa o esa era la idea.
Mientras platicaban en el estacionamiento para ver si tendrían algún plan después de esto, sin embargo, la arquitecta se separaba un poco de ellos para tirar un vaso en la basura y era cuando un joven un tanto gordo junto con cuatro de sus amigos pasaba a lado de ella y le daba una nalgada para seguir su camino, o al menos eso intentaba.
—¡Oye que te pasa imbécil! —exclamaba Amanda alertando a su grupo de amigos y su novio.
Los chicos volteaban a ver a la chica quien estaba encarando a los cinco sujetos quienes intentaban alejarse, pero su paso era cerrado por las figuras de Erick, Michael, Chris y Fernanda.
—¿Qué paso amor? —preguntaba Michael.
—Ese estúpido me dio una nalgada —las chicas ya estaban a lado de Amanda, mientras señalaba al sujeto quien se ponía pálido al ver a los chicos
Michael fruncia el ceño y tomaba de la playera al chico con sobrepeso.
—¿Qué te pasa bola de masa? ¿Por qué tocaste a mi novia con tus asquerosas y grasientas manos?
—No perdón no lo volveré a hacer.
Amanda veía a los chicos a lado del acosador quienes estaban nerviosos y es cuando lo ubicaba.
—Es el imbécil de George —decía Astrid, quien parecía que también lo había reconocido, —esa cara de imbécil se reconoce donde sea.
El chico palidecía y se ponía más nervioso, no sabía cómo lo conocían.
—¿George? —preguntaba Michael.
—El otaco de cuando íbamos en prepa —decía Fernanda.
—¿Cómo saben quién soy? —cuestionaba tartamudeando el tipo.
Sus amigos no sabían que hacer, si intentaban ayudarlo era más que seguro que salieran mal parados de esa pelea.
Michael abría los ojos al reconocer al tipo y se le dibujaba una sonrisa en sus labios.
—Parece que la golpiza que te puse en prepa no te sirvió de nada y vienes por más —decía el baterista.
Era cuando el otro chico ubicaba aquellos ojos azules tan agresivos.
—Ross...
—Ese mismo y sabes, acabas de tocar a mi novia y madre de mi hijo, y te voy a mandar con un ticket sin escala al hospital —estaba fúrico el chico, —tantos años y no has entendido que a las mujeres se les respeta.
Hacia su puño hacia atrás y lo iba a conectar en la cara del chico, pero Erick lo detenía.
—Calma hermano, esta Fer ya llamo a una patrulla —comentaba el vocalista mientras Chris intentaba hacer que Michael soltará al chico.
Ross suspiraba para calmarse, sabía que si le daba un golpe al otro chico iba a ser peor para él y prefería tranquilizarse, aventándolo hacia sus amigos.
En menos de un dos por tres se escuchaban las sirenas y se acercaban a la aglomeración que se había formado, llegando dos policías y viendo cómo el grupo había sometido al otro.
Afortunadamente y por los contactos de Jenny por ser abogada todo pasaba de manera rápida y llevándose a los sujetos.
Con ello cada quien se iba en su carro.
—Oríllate en un callejón Michael —decía de manera firme Amanda.
Esto sacaba de onda al baterista y lo hacía encontrando uno sin nadie cerca.
Al apagar el coche la chica sin titubear hacia se bajaba la licra del traje y hacía su pantaleta a un lado quedando encima de su novio para besarlo de manera apasionada.
—Su recompensa por siempre cuidarme.
Michael jamás se negaría a tener sexo con Amanda en el carro, era su lugar favorito, después de todo fue su primera vez juntos en uno.
Se perdían en la lujuria del momento, escuchándose sólo los gemidos de la chica al ser penetrada de manera fuerte y ruda por su pareja, embonaban tan bien y eran perfectos el uno para el otro, adoraban estar saboreando la piel del uno y el otro y esperaban que eso siempre fuera así.
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