Atreyu - Two Become One
Like the rising tide
Beating hearts grow but never die
To simplifyI'll stand by your side
Close my eyes
Hope will never die (never die)
Llevaban dos semanas con Landon en la casa, y Michael junto a Amanda se sentían felices a pesar de lo cansados que se veían, su hijo los mantenía despiertos casi toda la noche, pero en esos momentos relajantes que estaban los tres juntos era mágico para ellos.
Era una rutina despiertos en la madrugando para darle de comer a Landon, ya sea pecho o una mamila de la formula, para luego Amanda cuidar al pequeño mientras su pareja se preparaba para ir a trabajar, mientras que la arquitecta estaba en su licencia de maternidad, y tendría tres meses en los que se enfocaría en su familia.
Lo que más tenía impresionada a la chica era cómo Michael estaba feliz a pesar de que él había estado renuente en su juventud de ser padre, y era algo que habían hablado al inicio de la relación que el rubio no quería hijos, mientras que Amanda había sido muy neutral en ese aspecto, le gustaban los niños, pero no eran una prioridad en su vida de familia.
Landon llegó a su vida y, aunque la puso patas para arriba, estaban contentos, incluso se lo mencionó Fernanda, se veían con más vitalidad, como si hubieran renacido.
El grupo de amigos estaba feliz con el nuevo integrante de la familia, sabían que un hijo de Michael y Amanda sería super adorable y un niño educado, con muchos valores, como sus padres.
Esto había atrasado un poco la mudanza de Michael y Amanda a Nueva York, y los habían esperado Ishtar y Kiba para que se fueran con ellos. Más aparte esta Sayumi iba a ayudar a Amanda siendo madre primeriza, ella siempre estaría ahí para sus amigas en ese aspecto, no quería que pasaran por lo que ella había pasado antes.
Amanda estaba sentada en su cama mientras Landon estaba en su cuna, se había puesto a ver un documental de arquitectura en el Discovery Channel, estaba fascinada por el mismo, siempre le había apasionado ese tipo de programas y más porque ella siempre fue una gran fanática de todas las estructuras como pirámides y monolitos.
Estaba viendo uno sobre los zigurats de de la cultura mesopotámica, cuando escuchaba la puerta abrirse y sonreía al saber que su amado ya había llegado de trabajar.
El rubio se dirigía primero a dejar su mochila al estudio que tenía para su batería pero que en esos momentos estaba todo en cajas, siendo que estaban preparados para irse de Boston.
Se dirigía a su cuarto en la casa de dos pisos rentados por tres años, tenían memorias de ese lugar y todas dulces, perfectas y algunas amargas llenas de lágrimas, pero recuerdos que los vieron crecer.
El rubio entraba por la puerta de la recamara.
Su corazón latía rápido al ver a su amada pareja y a su hijo, ella tan hermosa como siempre a pesar de todo y el pequeño durmiendo de manera placida en su cuna.
—¡Hola Amor! —decía Michael de manera jovial.
—Hola mi niño, ¿cómo te fue? —le sonreía
—Todo bien amor, estoy dejando todo preparado para la toma del nuevo profesor de música, mis alumnos no quieren que me vaya de Boston —decía con cierto aire de melancolía.
—Es que tú eres un gran profesor y eres muy querido y aparte sabes muy bien de lo que enseñas —le comenta esta Amanda a su amado.
—¿Tú cómo te sientes? —Michael la observaba, sabía que ella tenía miedo de mudarse, pero siempre lo apoyaba en todo.
—Aún con duda y miedo, pero sé que tu no elegirías algo así de la nada sin meditarlo, estamos haciendo lo correcto para la familia —puntualizaba la azabache.
—Jamás pondré a nuestra familia en un predicamento sin saber que va a pasar, sé que Beyond y yo seremos los mejores en el mundo y saldremos adelante —se había sentado a lado de Amanda tomando su mano en la de él y la besaba.
—Lo sé mi bravucón, jamás me has decepcionado y eso lo sabes. Toda nuestra relación has sido el hombre más bueno y lindo conmigo en todo aspecto y jamás has titubeado en nada en referente a nosotros, siempre has sido tan recto y bueno y me cuidas, no tengo como agradecerte Michael —suspiraba Amanda
Michael jamás le había pedido que le agradeciera nada, él estaba contento siempre dando todo por ella, desde el inicio de la relación.
—Es que no quiero nada de eso, con solo verte sonreír a ti y a Ladon estoy feliz, son todo lo que tengo en esta vida más mis amigos —sonreía de lado el rubio.
—¿Qué ha pasado con tus papás?
Michael se había peleado mucho con sus padres por haber apoyado a Lily a salirse de casa con su novio Rubén, quien Michael estimaba mucho, porque era un gran tipo y la trataba excelente, pero el venía de una familia humilde y eso no le gustaba a sus padres.
Michael odiaba el clasismo, él nunca había tolerado eso en ningún aspecto por que para él todos eran iguales, sin importar de donde vinieran o que tuvieran, eso no te daba el valor como persona o ser humano.
Eso se lo había enseñado muy bien a su hermanita menos y lo aprendió muy bien más al haber elegido a su actual pareja, quien adoraba a la pequeña Lily y aparte el líder del street team de Beyond the Light junto con ella.
—Siguen enojado por haber apoyado a Lily con ello, pero como les comenté, ella ya tiene veinte años y sabe lo que hace, aparte Rubén es un tipazo —sonreía Michael, —sé que él siempre la va a cuidar sobre todas las cosas.
—Lo sé, él también me cae muy bien a mí, siempre ha sido un caballero y trata a Lily cómo una princesa, aparte aman a la banda —sonreía Amanda.
En ese momento Landon se empezaba a mover en su cuna y captaba de sus padres, siendo Michael el primero estar a su lado y cargarlo, y su corazón se llenaba de amor del chico.
Era tan pequeño, un pedazo de cielo hecho por él y el amor de su vida y sabía que siempre lo cuidaría de todo, tenía el cabello de su mamá y sus ojos azules, la perfecta combinación.
—¿Ya se despertó el príncipe de la casa? —preguntaba Michael sonriendo mientras Amanda preparaba la mamila de su hijo.
La chica estaba haciendo la formula, mientras que el rubio cuidaba a su pequeño, verlo con él era tan natural, siempre mostraba su mejor lado el baterista cuando Landon estaba cerca.
—Aquí está la formula cariño —decía Amanda.
Michael la tomaba y se la empezaba a dar a su hijo, con mucho cuidado, dejando que el pequeño degustara la comida.
—Come mucho —señalaba Michael.
—Se parece a su papá —sonreía su novia.
—A sus tíos.
—Mi bravucón, entre tú, Erick, Robert y Fernanda se acaban completos una carne asada o cosas de ese estilo. ¿Por qué crees que siempre las chicas y yo hacemos más de la cuenta? —alzaba la ceja Amanda.
El baterista solo se reía por lo bajo, sabía que ella tenía razón tanto el cómo sus demás amigos siempre comían mucho, adoraban la comida y siempre la disfrutaban.
—¿Cómo viste la casa que te mande en la mañana? —preguntaba Michael.
El chico había estado investigando viviendas en Nueva York, para irse con su familia allá, había sido su tarea desde que Fernanda les había avisado que se moverían ella y Astrid de sede y que Beyond tendría que hacerlo mismo para que pudieran seguir con la carrera de todos, y todos apoyaban a Fer en ello, no querían volver a perderla.
—¡Me gusto! Se ve muy acogedora —sonreía Amanda, —por cierto, ya me hablaron del trabajo de Nueva York, será en un estudio de Arquitectos que se dedica a la construcción de centros comerciales y todo eso, por mi curriculum, me pondrá cómo jefa de proyecto de un Mall que planean construir en seis meses.
—Justo cuando acaba tu licencia amor, menos mal —comentaba Michael, poniendo a su hijo en su hombro y dándole palmaditas para que eructara.
—¿A ti que te han dicho? —preguntaba Amanda.
—Pues me aceptaron como maestro de Muay Thai en ese colegio de dicha arte marcial, así que cuando lleguemos allá ya estaremos bien asentados.
Esto tranquilizaba a los chicos, no les hacía falta el dinero, pero siempre querían tener todo bien y de manera precavida así no habría ningún problema o imprevisto.
—Aparte Jenny y yo seguiremos haciendo cosplay así que tendremos ese ingreso extra más lo de la disquera —comentaba Amanda.
—Exactamente así que no hay nada de qué preocuparnos —decía Michael sonriendo.
El bebé había eructado y se estaba dormido en los brazos de su padre.
Los dos chicos lo veían y estaban felices de su existencia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro