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~Final~

-Ahhh...-. Suspiró. Estaba muy nervioso. Eran las 14:28. Solo faltaban dos minutos para salir de clase y poder terminar lo que había empezado hace ya bastante tiempo. Ahora no podía hacer otra cosa que pensar en que ahora se iría a casa de su "crush" para poder solucionar esto de una vez por todas.

No se habían hablado durante estos días ya que preferían mantener la magia y esperar el momento.

*¡Riiiing!*

Rápidamente comenzó a guardar sus cosas y se giró para ver al albino guardando también su material escolar de la forma más veloz posible. Cuando el rubio terminó primero, se fue corriendo de clase.

-¡Mghj!-. El pequeño se quejó y terminó de guardar las cosas, así que también se fue corriendo.

-¿Qué les pasa a esos dos?-. Preguntó Light confundido, viendo el extraño comportamiento de Mello y Near.

-Algún bicho les debe haber picado-. Dijo Elle. -Como el que te picó ayer cuando estábamos juntos-. Bromeó sonriente.

-¡E-Elle!-. Light se sonrojó.



-¡Jaja!-. Mello corría, y se giró para ver a Near persiguiéndole.

-¡Será mejor que pares!-. Exclamó el pequeño, pero Mello se negó a detenerse. Cuando tuvo la oportunidad, giró en una esquina. Near siguió corriendo y cuando pasó por la misma esquina que Mello, este le pilló, cogiéndole en brazos. -¡M-Mello!-. Dijo este nervioso.

-¡Te pillé!-. Dijo sonriente el rubio, y dejó en el suelo a Near.

-Bueno..., Vamos a mi casa, ¿No?, Me lo prometiste-. Dijo alzando una ceja. Mello, cogiendo aire, suspiró.

-Claro, no rompo mis promesas-. Dijo el rubio. -En cambio, a ti te voy a romper en dos-. Bromeó, y Near negó rodando los ojos.

-Que idiota..., Anda vamos-. El primero comenzó a caminar, y Mello le siguió a paso lento.

Los dos caminaron durante un rato.

-Estoy deseando ver que haces...-. Pensaba Near, mirando de reojo a Mello, quién ya se había puesto a su lado.

-No sé si voy a poder contenerme, este pequeño no va a poder seguir mi ritmo-. Vacilaba Mello en su mente, cuando en el fondo estaba super emocionado de poder haberse confesado a Near sin tener que sufrir por un ataque de pánico.

Después de un camino de puro silencio, los dos llegaron a casa de Near.

-Como puedes ver, no hay nadie-. Dijo quitándose la mochila y dejándola al lado de la puerta. Mello vio lo grande que era su casa.

-Wow, nunca había estado aquí-. Dijo sorprendido.

-Pero si sabías donde vivía-. Dijo sorprendido. Mello se quedó admirando la casa de Near, esperando a tener la oportunidad para tomar la iniciativa. -Bueno...-.

Mello se quitó la mochila, y se giró para ver a Near.

[AVISO DE CONTENIDO +18. SI TE LO QUIERES SALTAR PUES..., SÁLTATELO LOL]

-¿Vamos arriba?-. Preguntó el más bajito con un poco de nervios.

-Hm-. Mello se acercó a Near y le levantó la cabeza poniendo dos dedos bajo su barbilla. -No hace falta ir hacia arriba...-. Near se sorprendió, pero no le dio tiempo a responder ya que Mello cerró su boca con un beso. Al principio era calmado pero la intensidad iba aumentando. Near se puso de puntillas para pasar sus brazos por detrás del cuello de Mello, y el rubio aprovechó para alzar la pierna de Near y que este diera un leve salto para subirse a su cintura.

Mello abrió los ojos mientras el beso continuaba, y llevó a Near a la encimera de la cocina, donde lo dejó allí sentado. Los dos se separaron y comenzaron a quitarse sus camisetas. Cuando Near tuvo el torso descubierto, Mello dirigió sus labios a los pezones de Near, y comenzó a lamerlos. El albino jadeaba muy nervioso, y acarició la nuca de Mello y apretaba su pelo con fuerza. Después de un rato, Mello decidió que esto ya debía llegar a otro nivel, así que cogió a Near y mientras le besaba, se dirigió al sofá, donde le dejó allí de forma brusca.

-¡Ah!-. Near no se lo esperaba, y se sorprendió.

Mello intentó que Near se quedara quieto poniéndose encima, pero Near le apartó y se dirigió a los pantalones del rubio.

-Oye, no hay prisa-. Dijo sonriente el rubio.

-Shhht-. Ordenó Near, bajándole sus pantalones, y se sorprendió al ver que Mello no mintió en cuánto a su... -Creo que mañana no podré caminar-. Dijo sonriente, bajándole la ropa interior. 

Mello estaba frustrado, quería ser él el que controlara la situación, pero de todas formas, no iba a impedir que esto pasara. 

Near lentamente comenzó a lamer el miembro de Mello para ponerle nervioso y excitarle.

-A-Ah...-. El rubio jadeaba mientras su corazón se aceleraba con cada segundo que pasaba. No fue hasta que Near introdujo su boca completa que Mello no se quedó tranquilo. Mello agarró la cabeza de Near por la nunca y comenzó a empujarla más a fondo. Después de unos segundos, Near decidió que ya era suficiente así que se apartó.

-¿No ibas a partirme en dos?-. Preguntó Near, tumbándose en el sofá. -Vamos, estoy esperando-.

Mello, ahora mucho más nervioso que antes, se dirigió rápidamente a bajarle los pantalones al albino. Cuando lo hizo y también le quitó la ropa interior, Near estaba muriéndose de ganas de que por fin lo hiciera.

-¿No te va a doler?-. Preguntó Mello.

-Cállate ya...-. Pedía Near.

Mello sonrió, y comenzó a introducir su miembro en la entrada de Near.

-¡A-Ah!-. Near ya comenzaba a gemir poco a poco, y mientras Mello metía de a poco, comenzaba a abrirse la entrada de Near, además de que el miembro de Mello ya estaba bien lubricado. -¡M-Mello!-. Decía Near, sin poder aguantar mucho más.

Mello consiguió meterlo entero, y Near comenzaba a sentirse realmente excitado.

-¡A-Ahhh..., Aahhhhh!-. Mello comenzó a moverse lentamente, y poco a poco iba aumentando la velocidad. -¡P-Por favor!-. Suplicaba Near. -¡N-No pares!-.

Mello estaba nervioso mientras hacía todo esto, se preguntaba si realmente lo estaba haciendo bien, así que decidió aferrarse a Near y comenzar a abrazarle para que entrara más afondo. 

-¡Mghj!-. Near comenzó a arañar la espalda de Mello y a hundir sus uñas de lo excitado que estaba.

-¡A-Aghj!-. Mello gruñía, pero del placer que sentía lo dejaba pasar.

-¡Ahhhhh!-. 

-Nos van a escuchar tus vecinos...-. Decía sonriente Mello.

-Me da igual...-. Near alzó la cabeza de Mello y comenzó a besarle de una manera muy sucia y brusca, mientras Mello continuaba sin parar, cada vez yendo más rápido. Near alzó sus piernas y las enrolló en la espalda de Mello, así consiguiendo un ritmo más rápido.

Después de separarse del beso, Mello se irguió para seguir de una forma más cómoda mientras Near se mordía el labio para intentar contenerse y no gritar.

-¡Ahhh..., Ahhhh..., Ahhh!-.

De pronto, fue algo muy impactante para los dos cuando comenzaron a escuchar el sonido característico de unas llaves abriendo una puerta.

-¿Eh?-. Preguntó Mello.

-¡MIS PADRES!-. Exclamó Near.

-¿¡QUÉ!?-. Preguntó Mello.

[YA ESTÁ, SE ACABÓ]

-¡MIS PADRES HAN LLEGADO!-. El miembro de Mello salió de Near, y Near se fue corriendo a coger su ropa. -¡COGE TU ROPA YA MISMO!-.

Mello comenzó a sentirse nervioso y por unos milisegundos se quedó inmóvil.

-¡AAAAH!-. Comenzó a correr a coger su ropa.

-¡Te he dicho que ahora te ayudaba yo con la bolsa de la compra!-. Exclamó el padre de Near, entrando, mientras tanto, Mello subió rápidamente por las escaleras.

-¡A-AH!-. Near no encontraba su ropa interior, así que se quedó buscándola corriendo por la cocina.

-¡Hola hijo!-. Dijo sonriente su padre, entrando. Vio a su hijo sin camiseta, por suerte, los muebles de la cocina tapaban de cintura para abajo a Near.

-¡Ho-Hola papá!-. Sonrió Near, tapándose sus partes íntimas con su ropa, aunque no podían verle, igualmente le daba miedo ser descubierto.

-¿Cómo te ha ido hoy en clases?-. Preguntó sonriente.

La madre de Near entró con las bolsas de la compra.

-¡Anda que he recibido tu ayuda!-. Exclamó esta.

-¡Ya te he dicho que iba a ayudarte!-. Exclamó sonriente el padre de Near.

-Cielo, voy arriba a tu cuarto a dejarte los nuevos muñecos que te he comprado-. Dijo la madre, cargando una bolsa más pequeña.

-¡NO, A MI CUARTO NO!-. Exclamó Near.

La madre le miró alzando una ceja, sorprendida.

-¿Por qué no?-. Preguntó.

-Porqueeee...-. Near tragó saliva. -¡Está muy desordenada!, Y no quiero que la veas así-. Mintió Near.

Mientras, arriba, en la habitación de Near, Mello comenzaba a vestirse.

-¡Mierda mierda mierda!-. Exclamaba el rubio.

Abajo, Near tenía problemas.

-No digas tonterías, voy a subir ahora mismo-. Dijo su madre, comenzando a subir.

-¡Ay dios!-. Near chocó su cara contra la encimera.

-¿Qué hace esto aquí?-. Preguntó el padre de Near. Near alzó su cabeza y vio su ropa interior, y su padre al lado.

-¡A-AH!-. 

El padre de Near lo cogió.

-¡Os he dicho mil veces que no dejéis el mando de la tele en el sofá!-. Near se sintió aliviado, y cuando su padre se distrajo, Near rápidamente fue a coger su ropa interior, y se la puso. Ahora, con su ropa en la mano, ya no sabía que hacer. -¿Near?-.

-¿¡E-Eh!?-. Near se giró para ver a su padre mirándolo.

-¿Qué haces en ropa interior si estamos en invierno?-. Preguntó.

-¡Porqueeeee..., Ehmm...!-. Near estaba confundido. -¡Porque hemos hecho educación física y ahora me iba a ir a duchar!-. Dijo sonriente.

-Ah, entiendo-. Dijo su padre, pero se volvió a confundir. -Pero si has ido en tejanos-. Dijo, viendo la ropa que Near tenía cogida.

-¡Pero vamos a ver!-. Su padre se sorprendió. -¿¡Yo a ti te cuestiono con que ropa vas al trabajo!?-.

-N-No...-. Dijo el padre de Near, sorprendido.

-¡Pues ya está, a callar!-. Rápidamente, Near subió por las escaleras hacia su habitación.

-A-Ah...-. Su padre se quedó muy sorprendido.

Near, al subir a su habitación, vio su madre dejando varias cosas, y vio como su armario estaba un poco abierto, imaginándose que Mello estaba allí dentro.

-¿Por qué decías que esto estaba desordenado?, Es mentira-. Dijo sonriente la madre de Near.

-Yo pensaba que...-. Negó, sin saber que decir. -No importa-. Dijo Near. -Vete ya por favor-. Pidió, dejando su montón de ropa en la cama.

-Vaaale-. Dijo su madre. -Hasta ahora hijo-. Su madre se fue.

-¡Ahhhh!-. Near se dejó caer al suelo, con un suspiro de alivio.

Mello salió del armario, aún con los nervios.

-¡Dios mío!-. Mello comenzó a limpiarse el sudor. -¿¡Pero es que no sabías a que hora venían!?-. Exclamó.

-¡Se me ha olvidado!, ¿¡Vale!?, ¡Soy humano, todos cometemos fallos!-. Exclamó el albino.

-¡Pero si eres el más listo de clase!, ¿¡Qué hablas!?-. Exclamó el rubio.

-¡Cállate, no sabes el mal momento que he pasado!-. Exclamó Near, levantándose.

-¡Yo también eh!-. Dijo Mello, Near le miró, y después de unos segundos. -Aunque..., Ha sido gracioso-. Dijo Mello entre risas.

-¡Jajajaja!-. Near comenzó a reírse.

-¡JAJAJAJA!-.

-¡JAJAJAJAJA!-.

-¡Calla no te rías tan alto!-. Exclamó Near en susurros.

-¡Perdón!-.

Después de ese momento de tensión y nerviosismo en los que nuestros dos amigos pasaron un horrible momento, se quedaron hablando tumbados en la cama del albino, esperando al momento en el que Near bajara para comer, y Mello aprovechara para irse.

-La verdad es que nunca pensé que este día llegaría-. Decía Mello, mientras Near le abrazaba.

-¿Y eso por qué?-. Preguntó Near.

-Me pareces un chico fuera de mi alcance. Todos están babeando por ti y siempre te miran por los pasillos, no paran de lanzarte piropos y tú eres tan..., No sé-. Negó.

-¿Estás insinuando que soy un chico fácil?-. Preguntó Near alzando una ceja.

-¡Jaja!, No, al contrario-. Dijo Mello. -Estoy seguro de que te cuesta mucho decidirte a la hora de salir con alguien-. Near suspiró y se relajó.

-Lo cierto es que no he estado con muchos chicos..., Pero siempre me he sentido atraído desde la primera vez que te vi. Tu físico me gustó pero luego tu forma de ser me atrajo mucho más-. Mello simplemente asintió ante el comentario de Near. -¿Te ocurre algo?-.

-No..., Es que, como ya te comenté en una nota, la verdad es que antes siempre se metían conmigo por mi físico-. Near se recolocó, poniéndose encima de Mello.

-Pues son idiotas-. Dijo el albino. -Nadie tiene que ser insultado por su físico, lo importante es la persona-.

-¿Pero tú en serio estarías conmigo si estuviera gordo?-. Preguntó Mello, y Near torció el labio. -Las cosas como son, nadie querría tocarme ni con un palo-. Mello cerró los ojos.

-Escúchame, Mihael-. Mello suspiró.

-Lo peor de todo es que no puedo parar de comer chocolate, es algo que me encanta desde pequeño y..., Aghj, ojalá desapareciera, en serio ¿Qué me pasa con eso?-. Preguntó con una leve sonrisa.

-Mihael-. Near se acercó más a Mello. -Incluso si pesaras 200 quilos...-. Mello le interrumpió.

-¿Cómo?-.

-Te seguiría queriendo igual-. Near plantó un beso en los labios de Mello, este se sintió mágico para el rubio.

Mello sonrió.

-Me gustan tus palabras..., Pero lo cierto es que como eso nunca va a pasar, nunca podré comprobarlo con mis propios ojos-. Dijo el rubio.

-Así que nunca sabrás si es verdad, ¿No?-. Preguntó Near, y Mello asintió. -Yo sé lo que digo y sé que es verdad, así que cállate-. Near volvió a acurrucarse a Mello, y el rubio sonrió, acariciando la blanca cabellera de Near.

-Entonces..., ¿Somos novios?-. Preguntó Mello.

-Eso ni se pregunta, tonto-.

-¡Genial!-. Exclamó Mello. -¿Y..., Seguro que no prefieres salir con Light?-. Preguntó de broma.

-¿¡Eres tonto!?-. Preguntó Near.

-¡Jajajaja!-. Mello se rio. -¡O con Beyond!-. Mello se levantó, y Near cogió su almohada, lanzándosela a Mello.

-¡Tonto!-. Exclamó Near.

-¡O quizás hasta con Matt!, ¡Buaaah te sabría la boca a cigarro!-. Bromeaba Mello.

Near le lanzaba todos sus peluches.

-¡Eres imbécil!-. Exclamaba sonriente.

-¡Jajajaja!-.

Y así, M y N tuvieron su primera cita.

Y tuvieron muchas más.

~Fin~

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